INTRODUCCIÓN
El proceso de crianza de becerras y vaquillas de reemplazo es uno de los más importantes para la empresa lechera, ya que su objetivo principal es obtener el mayor número de vaquillas sanas, que paran aproximadamente entre 22 y 24 meses de edad, que sirvan para el reemplazo de animales y para crecimiento del hato en producción, cuando sea el caso (Rodríguez et al., 2012). Adicionalmente, representa entre el segundo y tercer lugar de los costos de producción de los establos, aunado a que los productores no ven el retorno de su inversión hasta que las vaquillas comienzan a producir leche (Tozer y Heinrichs, 2001; Heinrichs et al., 2013). Durante la crianza, las becerras enfrentan una serie de desafíos como adquirir una cantidad adecuada de calostro de alta calidad, evitar enfermedades infecciosas, y el impacto de otros estresores como son el descorne y el destete. Por ejemplo, la falla en la transferencia de inmunidad pasiva debido a un inadecuado consumo de calostro, no sólo resulta en un incremento en la mortalidad durante la vida temprana de una becerra sino que tiene efectos a largo plazo (Wells et al., 1996). La falla en la transferencia de inmunidad pasiva, se ha relacionado con una menor eficiencia y tasa de crecimiento (Faber et al., 2005). Así mismo, el patrón de crecimiento de la becerra influye directamente sobre la edad al primer servicio, edad y peso al primer parto, así como sobre la lactación y reproducción de éstas cuando sean vacas (Place et al., 1998). El sistema de procesos es una herramienta adaptada para su uso en establos lecheros, el cual está basado en metodología para la administración de negocios conocida por sus siglas en inglés como BPM o bussiness process management; dicho sistema permite organizar conocimientos, tecnologías y prácticas para la producción, así como, el uso de indicadores de referencia que facilita la toma de decisiones y la corrección de problemas. Así mismo, el sistema de procesos organiza las actividades en procesos y subprocesos, identifica actores o responsables de actividad, y utiliza indicadores por proceso y subproceso (Rodríguez et al., 2012; Rodríguez et al., 2013). El objetivo del presente estudio fue identificar áreas de mejora en el proceso de crianza de becerras y vaquillas de reemplazo en un establo de la Región Lagunera mediante el uso del sistema de procesos.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se colectaron datos en un establo del sistema intensivo de producción de leche de la Región Lagunera, para esto se realizó una encuesta de procesos para la crianza de becerras y vaquillas de reemplazo para determinar el número y tipo de mejoras o cuando fuera el caso reingenierías de proceso a realizar. El proceso de crianza de becerras y vaquillas de reemplazo en el establo del estudio fue dividido en 3 subprocesos: 1) nacimiento; 2) lactancia; y 3) crecimiento. icho proceso se consideró como finalizado cuando las vaquillas cumplen 7 meses ya que son llevadas a otro sitio para terminar su crecimiento.
Para la evaluación de las actividades de cada subproceso se emplearon los siguientes indicadores: refractometría (g dl-1 ), ganancia diaria de peso durante la lactancia (GDPL) y ganancia diaria de peso durante el crecimiento (GDPC). Los datos para calcular los indicadores fueron obtenidos a partir de los registros computarizados del establo. En el caso de GDPL se obtuvieron registros de 389 animales, y en el caso de GDPC se realizó un muestreo de 115 vaquillas entre 106 y 198 días de edad para obtener el peso estimado usando una cinta para pesar ganado (Weight-ByBreed, Nasco, USA). La GDPC fue calculada usando una ecuación de regresión, donde la pendiente de la recta se consideró como la ganancia diaria estimada (Anderson et al., 2015). Adicionalmente, se obtuvo información sobre la cantidad e ingredientes que componían las dietas para vaquillas, así como la cantidad ofrecida por animal, y se colectaron muestras de las raciones ofrecidas y sus ingredientes para evaluar su calidad nutricional. Las muestras de las raciones y de los ingredientes individuales se secaron en una estufa de aire forzado durante 48 h a 60°C para la materia seca (MS). Posteriormente, las muestras se molieron en un molino Willey a un tamaño de partícula de 1 mm y se enviaron para analizar su contenido de proteína cruda (PC), fibra detergente neutro (FDN), fibra detergente ácido (FDA) y carbohidratos no fibrosos (CNF) mediante espectroscopía del infrarrojo cercano o NIR en un laboratorio comercial (AGRO LAB MÉXICO, S.A. de C.V.). Los indicadores fueron comparados con valores de referencia para identificar los factores críticos e identificar subprocesos susceptibles a mejorar. El análisis de la información consistió en estadística descriptiva (media, desviación estándar, frecuencias) y análisis de regresión lineal simple (Steel y Torrie, 1980; Neter et al., 2010).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la Figura 1, se presenta resumido el proceso de crianza de becerras y vaquillas de reemplazo en el establo del presente estudio.
Subproceso de nacimiento: Inició con la llegada de la becerra a cunero y terminó cuando la becerra se colocaba en una jaula individual. El producto esperado era una cría sana que recibió 2 tomas de calostro y un consumo total de calostro de al menos 4 litros de calidad mayor a 60 g/L. Las actividades del subproceso fueron: pesaje, medición de la altura a la cruz, administración de calostro, aretado, manejo del calostro incluyendo: colecta, clasificación, pasteurización, almacenamiento y toma de muestras para bacteriología del calostro.
Existía un solo empleado responsable de las actividades y un relevo. Indicador: promedio de refractometría.
Subproceso de lactancia:Inició cuando la becerra era colocada en la jaula y terminó cuando la becerra se movía a un corral con capacidad para 16 becerras. El producto esperado era una becerra sana de 3 meses, que haya sido destetada a los 66 días de edad. Las actividades del subproceso fueron: toma de muestra para refractometría y lectura de resultados, pasteurización de leche para becerras, alimentación líquida con leche pasteurizada con el siguiente esquema: 2 tomas una por la mañana y la segunda por la tarde, iniciando en la 1ª semana con 2.5 l por toma hasta 6 l por toma en la 3ª semana, donde el destete escalonado inicia en la 7ª semana, alimentación sólida con concentrado iniciador ad libitum, vacunación, descorne, diagnóstico y tratamiento de becerras enfermas, destete, pesaje y medición al destete y a la bajada al corral. Existía un empleado responsable del subproceso y seis empleados más para realizar las actividades, los cuales funcioaan al mismo tiempo como relevos cuando uno de los trabajadores descansaba. Indicador: GDPL. El concentrado iniciador ofrecido era peletizado sin texturizar cuya calidad nutricional se presenta en la Tabla 1.
Subproceso de crecimiento.Inicia con la entrada a corral y termina cuando la vaquilla es enviada a otro sitio para proseguir su crecimiento. El producto es una vaquilla sana de 7 meses de edad. Considera las actividades de alimentación con una ración totalmente mezclada, diagnóstico y tratamiento de becerras enfermas, vacunación, movimiento de animales entre corrales. Existen tres empleados responsables de diferentes actividades, uno para la alimentación y dos para las otras actividades, todos con responsabilidades en otros procesos del establo. Indicador: GDPC. La dieta para las vaquillas de 3 a 7 meses consistió en una ración totalmente mezclada (TMR) de concentrado para crecimiento y alfalfa de primera calidad en una proporción 80:20 base húmeda, de concentrado y alfalfa respectivamente (Tabla 1); ofrecida a razón de 6 kg por animal al día.
En la Tabla 2 se presentan los indicadores del establo y los indicadores de referencia (Rodríguez et al., 2012; Rodríguez et al., 2013; Rodríguez, 2019; Dairy Calf & Heifer Association, 2016). Si bien se observó que la media de los indicadores de nacimiento y lactancia estuvo por arriba del valor de referencia; sin embargo, el 14% de los animales presentaron valores de refractometría inferiores al indicador. En el caso de GDPL sólo el 3% de las becerras se encontraron por debajo del valor mínimo de referencia.
En la Figura 2 se muestra la GDPC para las vaquillas en crecimiento. La media de peso de las vaquillas muestreadas en corrales fue de 124±8.5 kg (rango: 105 mín. y 145 máx.) y la edad de 151±25.3 días.
Los resultados del análisis de nutrientes de los ingredientes de la TMR para vaquillas de 3 a 7 meses del subproceso de crecimiento fueron introducidos al programa de balanceo de raciones del NRC (2001), de lo cual se observó que la ración sobrepasó las recomendaciones requerimientos nutricionales para vaquillas de con peso vivo promedio de 150 kg con una GDP deseada de 0.800 kg; sin embargo, la GDPC estimada en el presente estudió o correspondió con dichos resultados. Al respecto, si bien es recomendado que se incluya forraje en las dietas de becerras después del destete, el requerimiento de FDN y FDA para animales entre 3 y 5 meses de edad no se encuentra definido. No obstante, se pueden tomar en cuenta resultados de investigación donde se ha observado que dietas con contenido entre 18 y 27% de FDN para becerras destetadas permiten un consumo adecuado de materia seca (MS) sin afectar la tasa de crecimiento (Terré et al., 2013). En el caso de vaquillas de 6 meses de edad con 200 kg de peso vivo se recomienda entre 30 a 33% de FDN en las dietas (NRC, 2001). Sin embargo, en el establo del estudio la ración se ofreció a razón de 4.94 kg de MS por animal, lo que significa que las becerras de 100 kg tuvieron disponible 1.328 kg d-1 de FDN cuando que tomando en cuenta las recomendaciones de Terré et al. (2013) el máximo de FDN de la dieta debería ser de 0.710 kg/d, lo que representa que las becerras recibieron el 87% más de FDN. En el caso de las vaquillas de 145 kg de peso vivo, el requerimiento de FDN es de 1.560 kg d -1 , por lo que están recibiendo 5% más de su requerimiento. Lo anterior, sin contar con que una de las problemáticas de incluir forrajes de alta calidad como la alfalfa es que se incrementa el riesgo de que las becerras y vaquillas consuman más forraje que pellet, diluyendo su consumo de energía (Jones y Heinrichs, 2017).
CONCLUSIONES
El análisis de los indicadores permite sugerir que para el establo del estudio, el área de oportunidad para su mejora se encuentra en el proceso de crecimiento, donde se sugiere incluir el pesaje mensual de los animales para poder ajustar tanto la cantidad de MS ofrecida por animal de acuerdo con su peso y en consecuencia el contenido de FDN disponible para las becerras y vaquillas, y con esto, mejorar la GDPC.
AGRADECIMIENTOS
Los presentes resultados forman parte del proyecto de apoyo a la investigación 1540583595 “Sistema de procesos para la mejora de la crianza de becerras y vaquillas de reemplazo en establos lecheros”. Agradecemos a “Lácteos Nuevo León” el permitirnos llevar a cabo las actividades de validación del proyecto antes mencionado además de todas las facilidades brindadas. La mención de cualquier marca o producto propietario en el presente trabajo no constituye una garantía o la aprobación del producto por el INIFAP; así mismo, no implica la aprobación de la exclusión de otros productos que también pudieran ser adecuados.