3 de noviembre de 2021
El caracol gigante africano (Achatina fulica o Lissachatina fulica)
Es considerada una de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Trasmite parásitos y bacterias que pueden causar la muerte a personas o animales. A través de su baba este caracol causa graves enfermedades en el sistema nervioso central como la meningoencefalitis eosinofílica y enfermedades digestivas como la ileocolitis eosinofílica.
El caracol gigante africano es el hospedero intermediario de varios parásitos incluidos Aelurostrongylus abstrusus (parasito del pumon de los felinos), Angiostrongylus cantonensis, (causantes de meningitis eosinofilica) Angiostrongylus costaricensis, Schistosoma mansoni, Hymenolepis spp. El A. cantonesis es el principal microorganismo causal de la meningitis eosinofílica (ME) y A fulica es agente trasmisor de la bacteria gram negativa Aeromonas hydrophila. Angiostrongylus cantonensis, es un nematodo descrito por primera vez en China (1935), donde se observó que habitaba comúnmente a nivel de las arterias pulmonares de las ratas (Rattus rattus, R. norvegicus) y que por infección accidental, ocasiona en humanos Meningoencefalitis Eosinofílica (ME), angiostrongiliasis abdominal y ocular. El ser humano corresponde a un hospedero accidental del parasito, en donde el nematodo no concluye su ciclo de vida, y debido a esto muere. Es por lo tanto la respuesta agresiva, que realiza el sistema inmunológico del hospedero (dirigido por los eosinofilos y la inmunoglobulina E) la que genera el cuadro severo de inflamación, y las consiguientes manifestaciones clínicas en el hombre. Finalmente, y aunque se ha llegado a aprender mucho sobre la infección con A. cantonensis en la últimas décadas, siguen existiendo varias inquietudes sin resolver, tales como la falta de métodos para su oportuno diagnóstico y el tratamiento eficaz de esta zoonosis.
Este caracol, Achatina fulica o Lissachatina fulica tiene hábitos nocturnos y prefiere las áreas húmedas y sombrías, debajo de piedras, bloques, restos de cosecha, arbustos y hojas secas en descomposición entre otros, su actividad comienza al atardecer y gradualmente se incrementa hasta alcanzar un pico a las cuatro o seis h después de oscurecer. Como la mayoría de los caracoles terrestres, prefiere los ambientes que son ricos en carbonato de calcio, tales como piedra caliza, margas, áreas con cemento u hormigón, pues necesita de este carbonato de calcio para fabricar su concha (Bhattacharyya et al., 2014).
El promedio de vida de L. fulica es de 3 a 5 años, pero hay individuos que pueden llegar a la edad de 11 años (generalmente en cautiverio). Alcanzan la madurez sexual en menos de un año, los adultos son hermafroditas tienen ambos órganos sexuales, masculinos y femeninos, pero la cópula es recíproca, o sea, que se aparean dos individuos, debido a que estos caracoles no se autofecundan, este tipo de apareamiento trae consigo lo que se conoce como fecundación cruzada. Los caracoles comienzan a poner huevecillos a partir de los 5 a 6 meses de de edad. El apareamiento tiene una duración de 3 a 6 horas, pero puede durar hasta 24 horas. Producen desde 10 hasta más de 400 huevecillos (Kramarenko, 2013), y los ponen (ovipositan), de 8 a 20 días después del apareamiento. En condiciones óptimas, pueden poner de 300 a 1.000 huevecillos de 3 a 4 veces cada año. En los trópicos, los huevecillos eclosionan después de 11 días. La concha del CGA, es arrollada en espiral con siete a nueve espirales cuando el caracol está bien desarrollado. La concha es imperforada y generalmente de color marrón rojizo con bandas longitudinales de color marrón, beige, amarillo, y en algunos casos violeta. El tamaño de la concha puede ser de 20 cm de largo y 12 cm de diámetro como máximo. La cabeza tiene dos pares de tentáculos; los del par inferior son cortos y encima de ellos aparecen los dos tentáculos grandes o pedúnculos, en cuyos extremos están colocados los ojos redondos y bulbosos.
PROCEDENCIA DEL CARACOL GIGANTE AFRICANO (CGA) Lissachatina fulica, es un molusco gastrópodo terrestre, oriundo de Kenia, Tanzania y Mozambique y posiblemente de Madagascar. Su distribución natural abarca amplias zonas tropicales y subtropicales de varios países de África oriental, entre ellos Ghana, Sierra Leona, Liberia, Costa de Marfil, Togo, Dahomey, Nigeria y Guinea Ecuatorial. Esta especie se ha extendido por Sudamérica como, Colombia, Ecuador, Venezuela, Argentina, Brasil y Paraguay. También en Guayana, islas del Pacífico y en general, casi todas las zonas tropicales del mundo
ALIMENTACIÓN DEL CARACOL GIGANTE AFRICANO (CGA), por lo general es solitario, aunque en ciertos casos entran en contacto unos con otros porque comparten las zonas de alimentación y de copulación. Es una especie herbívora, come todo tipo de planta, pero no solo las hojas, sino la raíz, el tallo, las flores y los frutos, la literatura expone que este animal come más de 500 especies de plantas, entre plantas ornamentales, frutales, tubérculos, legumbres, leguminosas, hortalizas, incluso hasta árboles. Puede ingerir además, líquenes y hongos; materia orgánica en descomposición, heces fecales, papel, cartón, y hasta conchas de ejemplares muertos, tanto de especies endémicas de cada pais, como de su propia especie. En cautiverio, puede ingerir alimentos de origen animal, lo que muestra su gran capacidad de adaptación. Tiene preferencia por el Plátano y la Papaya.
INCIDENCIA EN LA SALUD HUMANA. El CGA es considerado el principal huesped intermedio en el mundo del nematodo Angiostrongylus cantonensis (Chen, 1935), causante de la Meningoencefalitis Eosinofílica en humanos. Enfermedad que puede ser fatal si no se atiende a tiempo (Pavanelli et al., 2017). Esta enfermedad está muy difundida sobre todo en el sudeste asiático y el Pacífico Oriental. Un gran número de casos puede encontrarse en áreas tropicales desde Madagascar a Tahití, y desde Japón hasta las islas Hawaii. Se le ha registrado en varios países de Sudamérica (Gutiérrez-Gregoric et al., 2013; Goldyn et al., 2016; Giraldo et al., 2019; Penagos-Tabares et al., 2019). En el continente americano se reportó por primera vez el parásito en Cuba en 1981, al ser aislado de la arteria pulmonar de las ratas pardas o de alcantarillas Rattus norvegicus.
Es de destacar que entre los hospedantes intermedios de A. cantonensis se encuentra un gran número de moluscos terrestres, además de moluscos fluviales y marinos.
La gran cantidad de moluscos terrestres que se han encontrado infestados en la naturaleza, además de los que se han infestado experimentalmente, indica que A. cantonensis es un parásito que no tiene una marcada especificidad por su hospedante intermedio (Penagos-Tabares et al., 2019), como sucede con los gusanos planos (trematodos); como por ejemplo, la duela del hígado. Entre los hospedantes intermedios capaces de cerrar el ciclo de este nematodo en condiciones naturales en Cuba, se encuentran especies de moluscos terrestres con un alto grado de endemismo, tales como: Eutudora jimenoi (Arango in Pfeiffer, 1864), Chondropoma pictum (Arango, C. de la Torre & P. Bartsch, 1938), Tetrentodon (Tetrentodon) perdidoensis (Torre & Bartsch, 2008), Zachrysia auricoma (Férrussac, 1822), Emoda sagraiana (d’Orbigny, 1842), Viana regina Morelet, 1849, Jeanneretia bicincta (Menke, 1830) y Polymita picta (Born, 1778), entre otras. También las especies no endémicas cubanas como Praticolella griseola Pfeiffer, 1841 y Subulina octona (Bruguière, 1798).
OTRO PARÁSITO QUE ALBERGA EL CGA ES SCHISTOSOMA MANSONI SAMBON, 1907, que es un platelminto perteneciente a la clase de los trematodos que produce la enfermedad conocida como esquistosomiasis o bilharzia. Se estima que están infestadas con esquistosomas alrededor de 200.000.000 a 300.000.000 de personas en todo el mundo; en África es la segunda enfermedad parasitaria después del paludismo, y existen poblados en los cuales los índices de prevalencia alcanzan 100 %. En las heces del CGA se han encontrado también otros parásitos como: Trichuris sp, Hymenolepis sp y Strongyloides sp. y varias especies de protozoos y bacterias (Amajo et al., 2014; Morocoima et al., 2014) Se ha podido comprobar que perros domésticos que han consumido el CGA les ha ocasionado a muerte.
L. FULICA TAMBIÉN ES VECTOR DE LA BACTERIA GRAM NEGATIVA, AEROMONAS HYDROPHILA (Chester, 1901) Stanier, 1943 (Morocoima et al., 2014), que causa diversos tipos de síntomas, principalmente en las personas con sistemas inmunológicos deficientes. Debido a su estructura, A. hydrophila es muy tóxica para numerosos organismos. Cuando entra al cuerpo de su víctima, viaja por la sangre hasta el primer órgano que encuentra. Produce la Enterotoxina Tóxica Aerolisina (ACT, en inglés), una toxina que puede provocar daños tisulares severos.
EL NEMATODO ANGIOSTRONGYLUS CANTONENSIS. fue descrito la primera vez por Chen (1935), quien lo encontró en pulmones de Rattus rattus y R. norvegicus capturadas en Cantón, China y se notifica como la causa más frecuente de Meningoencefalitis Eosinofílica en el hombre. La infestación humana provocada por este parásito fue descrita por primera vez en 1945 por Nomura y Lin, en Taiwán, en el líquido cefalorraquídeo (LCR) de un joven de 15 años. La Meningoencefalitis Eosinofílica por A. cantonensis se ha notificado principalmente en Tailandia, China, Vietnam, Australia, Nueva Caledonia, Madagascar, Hawai, Tahití, Japón y Egipto.
En 1981 comunicaron oficialmente la presencia en Cuba de la Meningoencefalitis Eosinofilica, lo que constituyó la primera notificación en el continente americano. Más tarde, la enfermedad o la evidencia del parásito que la produce se informaron en Puerto Rico, 1986, República Dominicana, 1992, Jamaica, 2002, Haití, 2003, aunque se sospechaban casos desde 1997, Brasil, 2007, Colombia, 2007, y por último, en Ecuador, 2008 (Cordova et al., 2017). En Cuba, Brasil, Jamaica, se han publicado brotes en turistas americanos que retornaban del Caribe, y en turistas europeos que viajaron a zonas endémicas en América. También se han encontrado evidencias de la existencia de esta parasitosis en Nueva Orleans, tanto en ratas en 1988, como en humanos, en animales de vida salvaje y en animales domésticos.
Angiostrongylus cantonensis vive habitualmente en las arterias pulmonares de las ratas R. rattus, Rata Negra y R. norvegicus, Rata Parda y es una de las causas más frecuentes de Meningoencefalitis Eosinofílica en el hombre. Cuando un hospedante no habitual (incluyendo al hombre) es infestado, la larva del parásito migra al cerebro, pero en contraste con su hospedante no alcanza su desarrollo hasta la madurez sexual. Los helmintos de la superfamilia Metastrongyloidea constituyen un grupo de nematodos con bolsa copulatriz, que están formados por cerca de 180 especies clasificadas dentro de 45 géneros. Todos parasitan a mamíferos. La mayoría de ellos habitan en los pulmones de sus hospedantes definitivos y, con muy pocas excepciones, sus hospedantes intermedios son moluscos gastrópodos, como es el caso del CGA. Al menos 20 especies del género Angiostrongylus han sido descritas en roedores, carnívoros e insectívoros a nivel mundial, pero sólo dos de ellos afectan al hombre: A. cantonensis que afecta al sistema nervioso central (SNC) y algunas veces los pulmones, y A. costaricensis Morera & Cespedes, 1971, el cual habita las arterias mesentéricas, causando la angiostrongyliasis abdominal en la América tropical.
CICLO DE VIDA DE ANGIOSTRONGYLUS CANTONENSIS Los parásitos adultos viven habitualmente en las arterias pulmonares de las ratas y otros roedores (hospedantes definitivos habituales). Las hembras ponen huevecillos, los cuales eclosionan produciendo larvas de primer estadio (L1) en las ramas terminales de las arterias pulmonares. Estas larvas de primer estadio migran hacia la faringe, para ser deglutidas y eliminadas en las heces de las ratas. En el medio exterior, las larvas L1 invaden un hospedante intermedio (caracoles o babosas), en el que experimentan dos mudas larvarias, por un período aproximado de dos semanas, hasta llegar a convertirse en larvas de tercer estadio (L3), las que resultan infestantes para los hospedantes definitivos. Cuando el molusco o sus secreciones infestantes, son ingeridos por los hospedantes definitivos que puede ser el hombre mediante las verduras, frutas y otros alimentos mal lavados, o por la ingestión del caracol como alimento, las larvas de tercer estadio migran al cerebro donde ellas van a sufrir dos mudas larvarias más, hasta llegar a convertirse en larvas de quinto estadio (L5) o adultos jóvenes, lo que ocurre aproximadamente en 4 semanas. Estos adultos jóvenes, regresan al sistema venoso para llegar a las arterias pulmonares donde al paso de otras dos semanas ellos van a alcanzar la madurez sexual, y pueden empezar a depositar huevecillos.
Es preciso aclarar, que la presencia de adultos jóvenes de A. cantonensis en las meninges y en el parénquima cerebral, y cerebelo, provocan una reacción inflamatoria, conocida como Meningoencefalitis Eosinofílica. Las manifestaciones clínicas más comunes en los pacientes infestados son causadas por la presencia de larvas en el cerebro y se caracterizan por cefalea intensa, rigidez de nuca, manifestaciones oculares, parestesias de diversos tipos, y en 5% de los pacientes se presenta parálisis facial. Algunos autores plantean que la meningoencefalitis eosinofílica producida por A. cantonensis se presenta como una enfermedad aguda que se resuelve espontáneamente en semanas, en otros casos evoluciona de forma severa dejando secuelas irreversibles como la ceguera e incluso, puede provocar la muerte.
MEDIDAS A TENER EN CUENTA PARA EL MANEJO DE CGA Debido a la gran diversidad de parásitos que como hospedante intermedio aloja este caracol, se hace necesario tener en cuenta una serie de medidas para no ser infestados por platelmintos y nematodos (Silva et al., 2020); en tal sentido se debe:
1. Evitar tocar al caracol o jugar con él y evitar el contacto con el mucus que secreta (la baba), especialmente en ojos, nariz y boca, en caso de haberlo tocado se hace necesario lavarse las manos con agua y jabón.
2. No utilizarlo como mascota, carnada u ornamento de esta manera se evita posibles infestaciones.
3. No utilizarlo en ritos religiosos.
4. Lavar las frutas y vegetales.
5. Mantener los caminos y alrededores libres de malezas para evitar que existan lugares idóneos para la reproducción y desarrollo de los caracoles.
6. En caso de ser necesario, colectar los caracoles con guantes impermeables, tapabocas y colocarlos en una bolsa, meterlos en agua con el agregado de sal común y enterrarlos. Los guantes utilizados deben ser desechados. Puede practicarse la incineración. Es importante que los niños no participen en los trabajos de colectas.
7. Se pueden colectar y colocarse en una bolsa de nylon, abrir un hueco en la tierra, regar sal común y vaciar la bolsa con los caracoles y posteriormente cerrarlo, es importante no echar la bolsa al hoyo ya que esta demora en degradarse unos 200 años aproximadamente, trayendo como consecuencias afectaciones al suelo
8. Eliminar de los jardines restos de madera, tejas y ladrillos o elementos que puedan ser utilizados como refugio por el caracol.
9. La observación de las plantas por la noche puede revelar la presencia de caracoles forrajeadores, incluso donde no haya signos de su presencia durante los momentos de luz solar. Los caracoles tienden a no moverse lejos de sus plantas hospedantes, de modo que si el daño es visible es probable que el caracol esté cerca.
10. Los caracoles son susceptibles a las trampas, maceta de flores, o un recipiente no vidriado para flores en un lugar sombreado puede servir como protección muy apropiada para los caracoles, y luego los animales atraídos pueden ser colectados a mano debajo de sus refugios durante las horas de luz diurna y destruidos. El Caracol Gigante Africano parece ser particularmente atraído por los frutos de plátano y papaya, por lo que estos se pueden utilizar como cebos para atraerlos.
11. No arrojar estos caracoles al río, porque facilita la propagación de diferentes fases larvarias de los parásitos que hospeda.
12. En los cultivos, se hace necesario cavar zanjas alrededor de estos, construir cercas y crear barreas de Cal.
13. El develamiento del metaldehído como molusquicida ha sido considerada la mejor arma química contra los caracoles y babosas terrestres conocido hasta hoy.
ALGUNAS ESTRATEGIAS DE MANEJO incluye el control cultural, barreras mecánicas, tecnología a base de trampas, control biológico, control legal y control químico. Los extractos vegetales constituyen una alternativa para controlar moluscos indeseables, los cuales han ganado relevancia en comparación con los sintéticos, por ser ecológica y culturalmente más aceptados, no producir efectos nocivos y resultar más baratos, lo que contrasta con la rápida degradación que se opera en sintéticos. Algunas investigaciones han permitido conocer las posibilidades de algunas variedades de plantas, en el control de moluscos transmisores de enfermedades por helmintos parásitos. Resultados de investigaciones indican que el extracto vegetal de Momordica charantia L., conocido en Cuba como (Cundeamor), planta trepadora silvestre, posee propiedades molusquicidas contra Galba cubensis (Pfeiffer, 1839), molusco dulceacuícola hospedante intermedio de Fasciola hepatica Linnaeus, 1761 (Duela del Hígado), siendo sus compuestos activos muy agresivos para esta especie de molusco, al ocasionarle la muerte
FUENTES
- Todo o casi todo del Caracol Gigante Africano. Rafael Armiñana García, Rigoberto Fimia Duarte, José Iannacone. 2020. https://www.researchgate.net/publication/341275804_Todo_o_casi_todo_del_Caracol_Gigante_Africano/link/5fa21a31458515b7cfba4696/download
- Angiostrongylus Cantonensis y el caracol africano gigante como causantes de meningitis eosinofilica. Juan Diego Londoño1, Adriana Zamora2, Johanna Osorio3. RTÍCULO DE REVISIÓN DE TEMA RFS
- El caracol gigante africano (Achatina fulica) y sus efectos en la salud humana. Julio César González Aguilera; Armando Arias Ortiz. Universidad de Ciencias Médicas de Granma. Hospital General Universitario Carlos Manuel de Céspedes. Bayamo. Granma, Cuba. Multimed vol.23 no.4 Granma jul.-ago. 2019