Introducción
Los problemas pódales son considerados una "enfermedad" que reduce la rentabilidad total de la operación lechera. Las vacas cojas bajan su producción de leche, tienen más problemas reproductivos y se incrementa de manera preocupante el desecho involuntario; aparte de los medicamentos, los costos de mano de obra se modifican puesto que el personal del establo pasa más tiempo moviendo y cuidando al ganado con cojera, por lo tanto las perdidas económicas ocurren como resultado de la consecuencia mas que de la "enfermedad" misma.
Con todo lo anterior no se le consideraría mayor importancia si la incidencia fuera únicamente ocasional, sin embargo en los últimos 10 años la cantidad de vacas cojas ha ido marcadamente en aumento, cada año se escuchan mas quejas del gran número de animales que resultan afectados.
Podríamos considerar que las cojeras son de las condiciones mas prevalentes y costosas para el ganadero lechero,
Algunos de los factores que predisponen a la aparición de problemas en las pezuñas son los siguientes:
a) La dieta o manejo alimentario que condicionan a un estado de acidosis ruminal
b) El confinamiento de los animales sobre todo en pisos con condiciones de humedad y barro, así como duros e irritantes
c) Cualquier factor que limite el descanso evitando que la vaca se eche y rumie en forma normal
d) Una detección no oportuna del problema asociado a una falla en él diagnostico del mismo, por lo tanto el consecuente retardo en la aplicación del tratamiento adecuado.
e) Inadecuadas aplicaciones de los esquemas de recorte de pezuñas tanto del punto de vista del número de recortes por año, así como de la técnica aplicada.
Evaluando la movilidad de la vaca
La detección temprana de la cojera es esencial para minimizar la severidad y el potencial a largo plazo de las implicaciones de la cojera. Se ha desarrollado un sistema de cinco puntos para evaluar el índice de salud podal en un hato. Este sistema puede usarse como una herramienta para el diagnóstico temprano de la cojera conforme el grado de la misma varía de una discapacidad virtualmente irreconocible en movimiento a una debilitación total.
Con este sistema, el andar de una vaca (“locomoción”) se analiza con énfasis especial en la postura de la espalda de la vaca tanto parada como caminando. Un análisis visual clasifica a las vacas de 1 (normal) a 5 (muy cojas). Una calificación de locomoción de 2 ó 3 indica una cojera “oculta o subclínica” mientras que la identificación de estos animales permita una intervención temprana y remediar antes de que el problema sea más severo y costoso.
Se ha encontrado que, al comparar vacas con una calificación de 3 tuvieron una pérdida en leche de un 5.1%. Las vacas calificadas con un 5, tuvieron un promedio de pérdida de leche de un 36%. Además, de la pérdida de leche, las vacas con calificación de 3 ó más tuvieron un desempeño reproductivo reducido. Los investigadores de a Universidad de Michigan notaron que en comparación con vacas con una calificación de 1 ó 2, las vacas con calificación de 3 ó más fueron 2.8 veces más propensas a incrementar días a primer servicio, 15.6 veces más propensas a incrementar los días abiertos y 9.0 veces más propensas a incrementar los servicios por concepción. Finalmente, estas vacas fueron 8.4 veces más propensas a desechadas.
Los resultados de estos estudios indicaron que entre más severa es la cojera, más severa es la pérdida económica. El diagnóstico de la cojera y la intervención es esencial para minimizar la gravedad del problema. La Universidad de California, Davis reportó que las vacas con una calificación de 3 fueron 4 veces más propensas a tener una calificación de 4 ó 5 más que un 2 en 30 días, sí no se toman medidas de intervención y/o correctivos.
Cuadro 1. Efecto de la calificación de locomoción sobre el % de pérdida en leche.
Cuadro 2. Impacto de la calificación de locomoción sobre la reproducción y el desecho. El riesgo de la reducción de la fertilidad para las vacas con una calificación mayor de un 2.
Alimentación
El programa nutricional del ganado lechero puede tener un impacto significativo en mantener vacas sanas y con un buen score de locomocion. Proveer a las vacas con las cantidades adecuadas de fibra, de carbohidratos fermentables en el rumen, además de la cantidad y calidad apropiada de proteína puede minimizar la incidencia de las cojeras. El utilizar complejos de minerales traza que son probados mediante la investigación, es una manera de minimizar el riesgo de que los animales sufran deficiencias subclínicas de estos elementos que contribuyen y abarcan la integridad de la pezuña.
Cobre: El papel del cobre en la producción de tejido córneo sano en la pezuña se relaciona con la enzima tiol oxidasa La tiol oxidasa incrementa la fuerza estructural del tejido mediante el entre cruzamiento de filamentos de queratina adjuntos. Además, la fuerza de los tejidos conectivos como tendones y láminas depende del cobre. La enzima lisil oxidasa, que también contiene cobre, forma los entre cruzamientos entre las fibras de colágeno, dándole al tejido conectivo su fuerza.
El ganado que sufre de una deficiencia subclínica de cobre es más susceptible a roturas del talón, gabarro y abscesos en la suela
Manganeso: El manganeso interviene en un número de sistemas enzimáticos y se requiere para la formación del colágeno y el crecimiento del hueso. El manganeso ayuda a minimizar los problemas en las patas manteniendo la formación apropiada de la pierna Los animales que sufren de una deficiencia de manganeso mostrarán anormalidades en el esqueleto, piernas chuecas y acortamiento de los tendones.
Zinc: El zinc mejora la integridad de la pezuña acelerando la cicatrización de las heridas, incrementando la taza de reparación del tejido epitelial, y manteniendo la integridad celular. El zinc también se requiere para la síntesis y maduración de la queratina
Lesiones relacionadas a un proceso no infeccioso
Frecuentemente y en muchos de los casos un problema de laminitis es el factor que se relaciona o desencadena una lesión en la pezuña, esta es la razón por la cual se explica como primer punto este trastorno metabólico.
Basados en términos médicos es descrita como una inflamación difusa del corion o tejido sensitivo. Y esta condición se puede presentar en forma aguda, crónica y subclínica.
Entre la pezuña y su tejido córneo existe una compleja red de pequeños vasos sanguíneos que son los responsables del aporte de nutrientes y de remover los desechos producidos durante el metabolismo de esos mismos nutrientes. Cuando estos vasos se dañan, el aporte de nutrimentos a esos tejidos disminuye, resultando en la producción de un tejido corneo de baja calidad que es más susceptible a daños subsecuentes.
Actualmente se cree que los pequeños vasos sanguíneos en la pezuña y el tejido córneo ya formado se dañan por la vaso-constricción / dilatación, resultando en la acumulación de sangre en la pezuña. La acumulación de sangre incrementa la presión sanguínea en la pezuña dañando las paredes de los vasos. Esta sangre sale de los vasos dando a la planta una apariencia ensangrentada característica.
Se cree que el agente causal de la acumulación excesiva de sangre en la pezuña es un nivel elevado de histamina en sangre. Los niveles de histamina en sangre se elevan en respuesta a la liberación de endotoxina resultante de la muerte de bacterias gram-negativas. La muerte de bacterias gram-negativas puede ocurrir con una enfermedad (mastitis, metritis, placentas retenidas, etc.) o una caída en el pH del rumen. La acumulación de sangre en la pezuña también puede ser el resultado del estrés por hacinamiento o falta de ejercicio.
La forma subclínica representa posiblemente una de las mas comunes y consecuentemente una de las más significativas formas de este padecimiento, como implica su nombre los signos típicos de la laminitis están ausentes, de hecho es referido como un síndrome asociado con un número de lesiones que ocurren secundariamente a una reducción en la calidad y la dureza de la queratina de la pezuña.
Una calidad pobre de la queratina predispone a un incremento en la tasa de desgaste, incrementando el riesgo de una lesión o contusión con una potencial invasión e infección bacteriana de la pezuña afectada, teniendo como resultado cojeras debido a abscesos plantares o úlceras y otras lesiones.
Lo mas importante en estos casos es reconocer si la laminitis subclínica es o no una causal enmascarada de lesiones por lo tanto es obvio que el tratamiento de las condiciones resultantes, sin corregir la causal enmascarada además de proporcionar los elementos minerales necesarios para una correcta producción de queratina solamente contribuye a que los problemas sigan presentes e incrementen las pérdidas económicas
La manipulación del programa nutricional de ganado lechero puede tener un profundo efecto sobre la prevalencia lesiones relacionadas a este padecimiento. El proveer de las cantidades y formas adecuadas de fibra, proteína, carbohidratos, vitaminas y minerales traza claramente afecta la condición y resistencia de la pezuña.
Un punto muy importante y que vale la pena aclarar es que no se encontrara una lesion llamada Laminitis, el recortador de pezuñas y quien da tratamiento a las vacas chuecas, debe de reportar: Hemorragias, Ulceras y/o Enfermedad de Linea Blanca como lesiones tipica.
Instalaciones
Desde luego el tipo de establo es un factor ambiental de gran importancia en el confort de los animales, condiciona sus pautas de conducta, de locomoción, relaciones sociales y las posibilidades reales de proporcionarles un ambiente limpio se ven reflejadas inmediatamente en la salud de las pezuñas.
En cualquier tipo de explotación lechera se deben tomar en cuenta dos factores clave:
- Las vacas necesitan desplazarse para ser alimentadas y ser ordeñadas
- Se establece un sistema de jerarquías en la que los animales más tímidos o debilitados padecen un estrés adicional.
La consecuencia es que una vaca coja pasa a ser un animal muy poco competitivo, no se alimentará adecuadamente por las dificultades de desplazamiento y por los ataques de otras vacas dominantes. Las vacas en producción necesitan de beber mucha agua y es frecuente encontrar aglomeraciones en los momentos críticos en los bebederos, la vaca coja, es más lenta y deberá esperar.
El sistema de pastoreo en un principio disminuye el riesgo de cojeras, el ejercicio favorece la activación de la bomba de retorno venoso por la presión ejercida sobre el cojinete plantar, al resultar activado el riego de la producción de nuevo casco se activa, a esto se une la menor carga bacteriana de las praderas y este efecto es más favorable en praderas colocadas en pendiente por tener un mejor drenaje. Los inconvenientes suelen estar en los accesos, cuando las distancias son grandes y los caminos duros, que traen como consecuencia un mayor consumo del casco en comparación con su producción así que nos encontramos con procesos de perdida de la palma y ulceraciones del corion por exposición directa al agente traumático. Es más frecuente que estos problemas se den en las puntas.
La humedad interviene en gran medida ya que el casco tiene una gran capacidad de absorción de aguan por lo tanto la mayoría de los animales son expuestos en un sistema de pastoreo esto acarreara a un reblandecimiento del tejido córneo y en consecuencia al aumento de lesiones por disminución de la resistencia mecánica.
Recorte de pezuñas
El crecimiento de la pezuña es relativamente lento esto es a una tasa aproximada de 5 mm por mes. La forma de la pezuña es el producto de la tasa de crecimiento versus la tasa de desgaste. El sobrecrecimiento es mas o menos una consecuencia natural de las condiciones de alimentación y alojamiento comunes a los sistemas de producción intensivos. La dinámica del crecimiento de las pezuñas son incluso más exageradas en vacas que han experimentado laminitis.
El principal propósito del recorte de pezuñas es restablecer la superficie de apoyo o de soporte de peso corporal dentro y entre las pezuñas, así como la corrección de las lesiones pódales en su estado inicial.
Dependiendo de las condiciones de pastoreo, prevalencia de laminitis, enfermedades de la pezuña y desgaste de la misma, se podría valorar la condición y tamaño de las pezuñas para en su caso poder realizar un recorte de mantenimiento al momento del secado.
Higiene
La suciedad, combinada con la humedad tiene una alta relación con la presencia de cojeras: dermatitis digital e interdigital, erosión de talones y pododermatitis con complicaciones sépticas.
Unos patios llenos de estiercol y camas húmedas y sucias maceran la queratina del casco y epitelios facilitando la penetración de agentes infecciosos. Se provocan irritaciones de los epitelios que posteriormente son sobreinfectadas por la alta carga bacteriana de las camas. Las pododermatitis, en principio asépticas, se pueden complicar con sobreinfecciones.
Humedad
El tejido córneo del casco está formado por B-queratina cuyos péptidos están ordenados en forma de zigzag en una estructura denominada de folleto con una elevada capacidad de absorción de agua. Con la absorción de agua hay una separación reversible de esta estructura con un esponjamiento y reblandecimiento del tejido córneo. El contenido normal en agua de la tapa córnea de las pezuñas es del 14 -20% y el de la palma del 15 - 30%. Con la eliminación de agua esta estructura se contrae y el tejido córneo se endurece.
La influencia normal de la humedad que se encuentra en los pasillos de la estabulación libre puede dar lugar a un reblandecimiento del tejido córneo y en consecuencia al aumento de lesiones por disminución de la resistencia mecánica. Por el contrario en plazas fijas con emparrillado se ocasiona una pérdida de humedad del tejido córneo de las pezuñas volviéndose este duro y quebradizo pudiendo aparecer pequeñas razas.
Interviene muchísimo, el casco tiene una capacidad de absorción de agua altísima.
Influye la ubicación de la explotación: las cuadras en alto o en cuesta son más sanas que las que están en zonas de regadíos, riberas de ríos con nieblas abundantes u hondonadas.