El control de la mosca, plaga milenaria que en determinadas producciones como Tambos, Lecherias, feed-lots, criaderos de cerdos y aves, etc., resulta una plaga de proporciones para la población humana de las cercanías y ademas suponen una fuente de estrés y de disconfort para los animales provocando una situación de irritación y nerviosismo generalizado que les lleva a reducir el consumo de alimento, provocando retraso en el crecimiento y mermas en las producciones. Esta situación es aún más acusada cuando se trata de moscas picadoras (moscas de los establos), llegando, incluso, a provocar anemia e hipersensibilidad. Tampoco nos podemos olvidar de las molestias que pueden causar al propio personal de la granja.
Las moscas son insectos que pertenecen al Orden Diptera (que significa con dos alas), siendo las especies más abundantes en establecimientos pecuarios de producción avícola, porcina y de engorde a corral, los que generan residuos que favorecen el desarrollo de importantes poblaciones de moscas, perjudiciales para la salud humana y la producción.
La mosca doméstica es una de las especies más comunes de insectos que se encuentran asociados a la producción lechera en tambos o establos.
El ciclo biológico de la mosca tiene cuatro estadíos hasta convertirse en adulto: huevo, larva, pupa y adulto.
Durante los meses de frío las moscas permanecerán dormidas, en sus formas de resistencia, que son los huevos y las pupas, hasta que se eleve la temperatura ambiente, momento en el que comienzan a multiplicarse rápidamente, convirtiéndose en una verdadera plaga por su elevada población.
La mosca puede llegar a poner hasta 180 huevos en una oviposición, efectuando de 5 a 6 a lo largo de su vida (30 días).
La velocidad de desarrollo larvario depende de la temperatura ambiente, dentro de los límites aptos para la supervivencia. Su poblacion llega a ser extremadamente abundante en primavera-verano, dado que puede completar su ciclo biológico en un período de 12 a 15 días cuando la temperatura ambiental es alta.
Si logramos evitar de alguna manera que la mosca cumpla su ciclo biologico estaremos haciendo el trabajo correcto.
En el interior de las instalaciones se dan estas condiciones ideales de temperatura y humedad para el desarrollo del ciclo biológico de las moscas. Además la acumulación de deyecciones en los corrales o en los fosos, constituye un sustrato ideal para la cría de las moscas, a causa de la fermentación y de la consiguiente elevación de la temperatura.
El tambo o establo lechero produce una gran cantidad de desechos como estiércol, orina, leche derramada y restos de alimento que constituyen un ambiente muy adecuado para la alimentación y reproducción de la mosca. De este modo, dependiendo del volumen y contenido proteínico de estos desechos, bajo condiciones de alta temperatura, las moscas pueden convertirse en un problema importante, no solo para el productor sino para todos los habitantes de la zona provocando molestias a los vecinos que viven en el radio de acción de las moscas, ya que éstas tienen la capacidad de desplazarse volando a varios kilómetros desde su lugar de origen. Ningún programa de prevención de enfermedades puede obviar el control de uno de los principales vectores de transmisión de enfermedades como lo son las moscas.
En su cuerpo pueden ser transportados múltiples especies de gérmenes, algunos de los cuales son potenciales generadores de enfermedades, algunas muy contagiosas.
La aplicación indiscriminada de los insecticidas sintéticos clásicos para control de plagas, además de impactar sobre el medio ambiente, ha provocado la aparición de poblaciones de insectos resistentes a esos productos.
Con la creciente demanda de productos agrícolas libres de residuos de agroquímicos, se profundizó la necesidad de prácticas agronómicas que no agredan al medio ambiente.
Es por eso que FLYBUSTER se distingue de cualquier otro tipo de competencia.
El empleo de la lucha química tiene el inconveniente de las resistencias, de manera que con el paso del tiempo, una determinada sustancia puede resultar inofensiva para las moscas.
La mosca es uno de los insectos con mayor capacidad para desarrollar resistencias a los insecticidas, siendo esta resistencia un proceso evolutivo.
El tratamiento periódico, indiscriminado y ampliamente difundido con insecticidas residuales en las explotaciones ganaderas conduce a un rápido desarrollo de las resistencias.
La utilización de cebos naturales y trampas ha sido la estrategia más popular que se ha usado en los ultimos años para reducir las poblaciones de moscas en las lecherías y explotaciones agricolo-ganaderas.
Esta técnica ha mostrado ser válida y muy efectiva. Los insectos no han desarrollado resistencia como ocurria con los insecticidas sin generar preocupación por uso excesivo.