Introducción
La producción de carne de vacuna es una fuente reconocida de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Para estimar el impacto ambiental, se utiliza la huella de carbono (HC) que expresa las emisiones totales de GEI asociadas al ciclo de vida de un producto. Este indicador es útil para comparar sistemas de producción e identificar oportunidades de mejora; no obstante, es escasa la información con mayor granularidad en sistemas contrastantes de producción primaria en una de las regiones centrales en la producción bovina como es el SO Bonaerense. El objetivo fue evaluar la HC en sistemas característicos de cría bovina tradicional con venta al destete (CT), cría mejorada por la aplicación de un plan sanitario integral (CM), cría y recría del 50% de los machos (C+R) y ciclo completo (CC).
Materiales y Métodos
Los sistemas evaluados resultan de la compilación de información local, nacional y consulta a expertos. Se modelaron 4 sistemas (600 ha) a carga constante de 0,45 vacas/ha: CT, CM, C+R y CC (Tabla 1). La dieta (% de superficie) fue 100% pastizal natural (Pn) para CT y CM, 64% Pn, 18,4% pasturas de bajo (Pb), 14% promoción de raigrás (Pr) y 3,6% maíz para silo (Ms) para C+R y 43% Pn, 16% Pb, 12% Pr, 10% pasturas base alfalfa, 11% avena para pastoreo, 3,5% maíz para diferir, 3,5% maíz para grano y 1% Ms para CC. Se estimó la HC de la cuna a la tranquera. Las fuentes de emisión fueron: metano (CH4) de la fermentación entérica (FE) y del manejo de estiércol (ME); óxido nitroso (N2O) de fertilizantes y residuos de cultivos, de estiércol aplicado y depositado, y del manejo del estiércol; dióxido de carbono (CO2) por uso directo de energía e indirecto de energía y producción de insumos. Se utilizó la metodología propuesta por IPCC (2019) (Tier 2 para FE y ME; Tier 1 para aplicación de fertilizantes y excretas y residuos). La HC se expresó en unidades de CO2 equivalente (CO2e) por unidad de producto (kilo vivo de carne), considerando potenciales de calentamiento global de 27, 29,8, 273 y 1 para el CH4 cibiogénico, CH4 fósil, N2O y CO2, respectivamente (IPCC, 2021). La HC no considera la variación de materia orgánica en suelos.
Resultados y Discusión
La HC de los sistemas se muestran en la Tabla 1. El CH4 entérico fue la mayor fuente de emisión (entre 81 y 88%) para CT, CM y C+R y 77% para CC. Las emisiones de orina y heces en pastoreo representaron la segunda fuente de emisión (entre 7,5 y 9,2%) siendo mayor en el CC. Las emisiones desde residuos, aplicación de fertilizantes y energía representaron el resto de las contribuciones que se incrementaron cuando los sistemas se intensificaron, con un mayor nivel de insumos y aumento en la proporción de pasturas/verdeos/granos consumidos. Incrementos en la productividad de los sistemas implicaron reducciones en la HC de 10,4% para CM, 29,3% para C+R y 48,5% para CC con respecto a la HC de CT.
Tabla 1. Indicadores de sistemas de producción bovina y huella de carbono (HC) en el Sudoeste Bonaerense
Conclusiones
Los valores de HC pueden ser reducidos mejorando el manejo en la cría bovina y en el CC. Las propuestas de mitigación de GEI requieren un análisis profundo de los sistemas para alcanzar adecuadas estimaciones y recomendaciones. La descripción exhaustiva de la evolución de la hacienda, los recursos por ella consumidos y el conocimiento preciso de las prácticas realizadas en los establecimientos permiten mejorar la precisión de los indicadores. Se requiere evaluar el potencial de secuestro mediante la colección de datos a campo para alcanzar la estimación de balance de carbono en estos sistemas, como opción de mitigación.