31 de enero de 2008
Leyendo los comentarios en este foro de Fertilización Foliar en Pasturas, creo oportuno darles a conocer algunos aspectos relacionados con el tema pero aplicados a los pastos usados en la rotación de potreros, donde desde el momento en que se retira el ganados inicia un nuevo ciclo de aproximadamente 45 días y en tan poco tiempo el sistema tradicional de fertilización es poco útil.
Algunas de las siguientes consideraciones podrían ser ensayadas en otros sistemas de producción de pastos, pues la Fertilización Foliar está demostrando su bondad en mejorar la cantidad, la calidad y el control de algunas enfermedades en los vacunos.
En un programa de manejo de pastos, la fertilización es la práctica que produce los mejores resultados, en el tiempo más corto, cuando otros factores del suelo son limitantes para el desarrollo de las plantas. La fertilización balanceada aumenta la calidad y cantidad de forraje y por consiguiente, se incrementa la capacidad de mantenimiento y producción por unidad de área.
Se explica la creciente utilización de fertilizantes en pastos por:-la creciente demanda de alimentos proteicos
-el aumento acelerado en el precio de la tierra
- El paulatino agotamiento de la fertilidad de los suelos y
-la necesidad de sistemas de producción de leche y carne altamente eficientes para ser rentables.
Los pastos mejorados son exigentes en fertilización, especialmente Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Calcio, Magnesio, Azufre, Cobre, Zinc y Boro.
Se debe hacer una fertilización de establecimiento que incluya todos los nutrientes que se encuentren deficientes y repetirla frecuentemente de acuerdo con el clima y el desarrollo del cultivo.
Entre pastoreos (40 o 45 días) se de hacer una fertilización de mantenimiento que incluya mínimo Nitrógeno, Fósforo, Azufre y Magnesio.
Cuando se hacen fuertes aplicaciones de fertilizantes completos, se aumenta ligeramente el contenido de Nitrógeno, Fósforo y Potasio. Pero el contenido de Magnesio desciende dramáticamente, indicando que se puede presentar un problema a nivel de la nutrición de los animales.
Si se considera que el forraje producido es de alta digestibilidad y buena calidad, la producción de leche será alta y por tanto, las necesidades de Magnesio del animal serán elevadas. En consecuencia una fertilización alta, sin incluir Magnesio, es un riesgo potencialmente grande para los animales que inician lactancia, pues fácilmente se puede presentar HIPOMAGNESEMIA, especialmente en los animales de mayor producción. La fertilización debe ser balanceada, incluir todos los elementos deficientes en la zona y se debe programar en DOSIS Y FRECUENCIAS de aplicación que cubran los requerimientos nutricionales del pasto.
La aplicación de fertilizantes foliares en pastos es la forma más práctica y eficiente`para lograr pastos de buena calidad, tanto en verano como en invierno.
Las boquillas recomendadas para la aplicación de fertilizantes foliares son: la BV 50 de bronce que cubre un ancho hasta de 4 metros y la ALBUZ amarilla tipo TK (flood jet), de mayor duración y que produce un ancho de faja hasta de 2 metros.
El ancho de cubrimiento varía con la altura de la boquilla sobre la parte superior del pasto.
La velocidad de aplicación promedia es de 50 metros/minuto en terrenos planos.
La aplicación de los foliares al pasto se hace a los 3-5 días después de retirar el ganado del lote y cuando la altura del pasto es mayor de 5 cm. y esté formando nuevas hojas.
El pastoreo debe ser rotacional y dependiendo del tamaño de los potreros, ojalá con cerca eléctrica.
Tanto el pastoreo como el corte NO se deben hacer por debajo de 5-7 cm. de altura, para evitar la remoción de los alimentos de reserva que se localizan en la base de los tallos de pasto y que permiten su rápida recuperación y crecimiento.
Cuando se aplica fertilización foliar de mantenimiento, la recuperación es muy rápida y se pueden obtener cortes entre 35-45 días en los pastos perennes. Cuando se retrasa la utilización del pasto, se puede presentar incidencia de enfermedades como la roya de los pastos y de insectos plaga como el chinche chupador de los pastos (Collaria columbiensis).
Del manejo del pasto depende en gran proporción la producción de carne y leche. En rotación se debe pastorear cuando aparezcan las primeras espigas y se debe retirar el ganado cuando el pasto baje a entre 7 a 10 cm. de altura.
El Boro y otros elementos menores parecen ser limitantes en suelos de clima frío y medio ácidos.
En épocas de mucho verano o de mucho invierno(lluvias) donde los fertilizantes al suelo no son adecuadamente aprovechados, es conveniente hacer la aplicación foliar de estos elementos nutritivos,para evitar la baja producción del pasto y del rendimiento de los animales.
La respuesta de los pastos a la fertilización se puede considerar desde diferentes puntos de vista. El efecto más notable de la fertilización está representado por un incremento de la producción de materia seca, que es la respuesta que generalmente se analiza para demostrar los beneficios obtenidos con esta práctica.
En segundo lugar se afecta la calidad del forraje, medida por diferentes parámetros como son el contenido de los distintos nutrimentos utilizados por el animal, como proteína, minerales o por las variaciones en la digestibilidad del pasto.
El tercer efecto se manifiesta por un incremento en el rendimiento, el cual puede estar representado por un aumento en la producción de carne o leche por animal, o por un incremento en la capacidad de carga o por ambos.
En cuarto lugar, la fertilización debe mejorar la RENTABILIDAD DE LA EXPLOTACIÓN, es decir, debe aumentar los ingresos del productor, mediante un adecuado retorno económico.
De diferentes ensayos realizados, resulta evidente que la fertilización es fundamental para mantener altos rendimientos en pastos mejorados y debidamente manejados, mediante aplicaciones repetidas después de cada corte o pastoreo. Esta práctica es la que se conoce como FERTILIZACIÓN DE MANTENIMIENTO.
Adicionalmente se ha encontrado que los pastos mejorados requieren una fertilización básica del tipo N-P-K, acompañada de elementos menores, que debe efectuarse durante el establecimiento y repetirse frecuentemente.
El contenido total de Potasio en un forraje afecta la disponibilidad de otros minerales. Fertilizaciones potásicas muy altas disminuyen los contenidos de Sodio, Calcio y Magnesio en las plantas. El elemento que más se afecta es el Magnesio, que se puede reducir hasta en un 30%.
El Magnesio es muy importante por su papel en el control de la TETANIA DE LOS PASTOS (hipomagnesemia), pero no afecta ningún otro parámetro de la calidad del forraje.
El Azufre está muy relacionado con el metabolismo del Nitrógeno, tanto en la planta como en el animal.- Contenidos adecuados de Azufre aumentan el contenido de proteína de los forrajes y AYUDAN A PREVENIR LAS INTOXICACIONES POR NITRITOS Y NITRATOS y mejoran la digestibilidad de la fibra y la materia seca, debido a un mejor funcionamiento de las bacterias del rumen.
Los principales desórdenes que se pueden presentar en los animales, y que han sido relacionados con solo fertilización nitrogenada (urea), son: a. HIPOMAGNESEMIA, conocida como tetania de los pastos, es un desorden metabólico relacionado con una deficiencia de magnesio y algunas veces también calcio.
b. Envenenamiento por nitritos. Cuando se acumulan nitratos en las plantas, el forraje se vuelve tóxico y puede producir una serie de desórdenes metabólicos. Los nitratos se convierten en nitritos en el rumen y en esa forma penetran en la corriente sanguínea, donde reaccionan con la hemoglobina produciendo un compuesto incapaz de transportar oxígeno a los diferentes tejidos del animal. Cuando los nitratos en el forraje son altos se presentan reabsorciones fetales y abortos y, finalmente, la muerte del animal por anoxia.
Los mayores contenidos de nitratos se han reportado después de una sequía prolongada, cuando se hacen aplicaciones fuertes de nitrógeno al suelo al comienzo de las lluvias.