La Unión Europea (UE) tomó la resolución de embargar de forma provisional las exportaciones de ganado vivo, carne y productos lácteos del Reino Unido después de que dos casos de fiebre aftosa fueron confirmados en Surrey, al sur de Inglaterra.
Otros países como EUA y China reaccionaron casi de inmediato y también embargaron lotes de carne inglesa.
El mismo gobierno inglés ha informado que los animales afectados han sido ya sacrificados y que las granjas que los albergaban han sido desinfectadas. Así mismo, se ha instalado una zona de protección para evitar la propagación de esta enfermedad. La UE, por su parte, ha declarado a toda la región del Reino Unido como "zona de alto riesgo", a excepción de Irlanda del Norte.
La Comisión encargada del caso se reunirá nuevamente el 23 de agosto, dos días antes de que venza la prohibición de importación de carne y sus derivados, para reevaluar la situación.
Ante diversas versiones de que algunos otros países pudieran beneficiarse por el embargo al país británico, específicamente Brasil, el mayor exportador mundial, Reinhold Stephanes, ministro brasileño de Agricultura, declaró que "no habrá alteraciones en el mercado. El foco está aislado e Inglaterra está resolviendo el problema".