Introducción
Los resultados de modificar el nivel de consumo durante el preparto como estrategia para disminuir el BEN en el posparto inmediato han sido contradictorios; en algunos casos, un mayor nivel de consumo preparto se asoció a un mayor nivel de consumo posparto y un mejor balance de energía neta de lactancia (BENL) (1), mientras que en otros no hubo efecto sobre el CMS o la producción de leche (2), e incluso en otros una reducción moderada en el consumo de energía neta para lactancia (CENL) condujo a un estado endócrino y metabólico más saludable respecto a vacas sobre-alimentadas (3).
El trabajo tiene como objetivo conocer cómo influye el nivel de alimentación preparto sobre el consumo de materia seca (CMS) y (CENL), condición corporal (CC), BENL y el perfil endócrino-metabólico de vacas lecheras en un sistema pastoril.
Materiales y métodos
Se usaron 30 vacas Holstein multíparas de la Unidad de Lechería de INIA “La Estanzuela” (Colonia, Uruguay), con CC > 3 a la semana 3 preparto, que fueron bloqueadas por producción en la lactancia previa, nº de lactancia, peso vivo (PV) y fecha probable de parto en otoño; dentro de cada bloque fueron asignadas al azar a un tratamiento. Desde el día -21 preparto (parto=0) y hasta el parto los animales recibieron únicamente una RTM formulada según NRC (4), que fue ofrecida individualmente a cada animal en diferentes cantidades para cubrir: 80 (T80), 100 (T100) o 120% (T120) de los requerimientos nutricionales totales, según el tratamiento y PV de cada uno. Tras el parto y hasta el día 56 posparto las vacas se manejaron como un único lote, donde se ofreció a cada animal 11,5 kg MS/d de RTM y 30 kg MS/d de pradera. En las semanas -3, -2, -1, 0, 1, 2, 4, 6 y 8 (parto = 0) se obtuvieron muestras de sangre para determinar NEFA, BHB, colesterol, urea, insulina e IGF-1 (en suero) y glucosa (en plasma).
Los metabolitos se determinaron por métodos enzimáticos-colorimétricos, e insulina e IGF-1 se determinaron con un ensayo inmuno-radiométrico (IRMA). La CC fue determinada en las semanas -3, -2, -1, 0, 1, 2, 4, 6 y 8 (5). El CMS individual se midió en 2 días consecutivos en las semanas -2, -1, 2 y 8 y el BENL se estimó según la metodología del NRC (4). El consumo de RTM se calculó por diferencia entre la cantidad ofrecida y rechazada, y el de pastura se estimó por diferencia de requerimientos (6). Los resultados se analizaron como medidas repetidas en el tiempo, con un modelo lineal mixto que incluyó el efecto fijo de tratamiento, semana y su interacción, y el efecto aleatorio de bloque.
Resultados y discusión
Salvo la concentración de colesterol e IGF-I posparto, no hubo interacción tratamiento x semana para las otras variables. Como fue planeado, hubo diferencias entre T80, T100 y T120 (P<0,05) en CMS (7,3, 8,9, 10,4 kg/d, respectivamente; EEM=0,5), CENL (11,3, 13,7, 16,0 Mcal/d, respectivamente; EEM=0,7) y BENL (-1,6, 0,4, 3,1 Mcal/d, respectivamente; EEM=0,7), que fue equivalente a 88,3, 103,4 y 123,7% de los requerimientos totales de ENL, respectivamente. En posparto no hubo efecto de tratamiento en estas variables (CMS=18,6±9,1 kg/d; CENL=29,2±1,4 Mcal/d; BENL=-1,4±0,8 Mcal/d). Otros autores tampoco encontraron diferencias en CMS posparto al variar el nivel de CMS preparto (2). En preparto, T100 y T120 tuvieron mayor CC que T80 (3,22, 3,24, 3,09, respectivamente; EEM=0,04; P<0,01). La concentración de NEFA fue mayor en T80 respecto a T100, y T120 no mostró diferencias con ellos (0,67, 0,51, 0,56 mM, respectivamente; EEM=0,06; P<0,04). Las concentraciones de BHB y urea fueron mayores (P<0,05) en T80 (0,50 mM, 65,9 mg/dL) respecto a T100 (0,35 mM, 58,3 mg/dL) y T120 (0,33 mM, 57,3 mg/dL), pero no hubo diferencias entre T100 y T120. La concentración de colesterol mostró una tendencia (P<0,09) a ser mayor en T80 respecto a T100 y T120 (1,85, 1,66 y 1,66 mM, respectivamente; EEM=0,07), y la de IGF-1 fue mayor (P<0,03) en T120 respecto a T80 y T100 (99,7, 68,8, 70,7 μIU/mL, respectivamente; EEM=7,1). No hubo diferencias entre tratamientos en glucosa (58,2±2,0 mg/dL) e insulina (8,0±0,6 μIU/mL). En posparto, no hubo efecto de tratamiento en CC (2,90±0,04) o la concentración de BHB (0,44±0,04 mM), glucosa (60,1±2,2 mg/dL), urea (75,9±2,5 mg/dL) e insulina (7,04±0,4 μIU/mL), salvo de NEFA, donde T120 tuvo mayor concentración que T100 (P<0,04), y éste respecto a T80 (0,98, 0,88, 0,75 mM, respectivamente; EEM=0,07). En la semana 8, la concentración de colesterol fue menor en T80 respecto a T100 y T120 (2,49, 3,46, 3,69 mM, respectivamente; EEM=0,25), y para IGF-I en la semana 8 fue menor en T80 respecto a T120, y éste respecto a T100 (42,1, 57,0, 74,2 μIU/mL, respectivamente; EEM=6,6). Los resultados sugieren que las vacas en T80 tuvieron una mayor movilización de reservas corporales preparto, y si bien se revirtió en posparto, este tratamiento siguió presentando valores de colesterol e IGF-I al final del experimento indicativos de un menor BENL.
Conclusión
Los distintos BENL generados en preparto por el manejo nutricional aplicado no afectaron el CMS o CENL posparto, pero en vacas con una moderada restricción, ocasionaron mayores concentraciones sanguíneas en preparto de NEFA, BHB y urea, y menores de IGF-I; y en posparto esta restricción se reflejo en menores concentración sanguínea de NEFA, colesterol e IGF-I a la semana 8 respecto a los otros tratamientos, indicando su efecto sobre metabolitos y hormonas.
Bibliografía
1) Grummer (1995). J Anim Sci. 73: 2820;
2) Agënas et al. (2003). J Dairy Sci. 86: 870;
3) Janovick et al. (2011). J. Dairy Sci. 94: 1385;
4) Nutrient requirements of dairy cattle. 2001. USA;
5) Edmonson et al. (1989). J Dairy Sci. 72: 68.
6) Macoon et al. (2003). J. Anim Sci. 81: 2357.