2. INTRODUCCIÓN
En la vida de los bovinos, como la de todos los mamíferos, el advenimiento de la madurez sexual, garantiza la supervivencia; pero dentro de la producción bovina el tener animales capaces de reproducirse representa una ventaja económica y genética, porque permite expandir el hato y mejorar la genética (UGRJ a).
Toda explotación pecuaria tiene como meta producir al menor costo, y para ello se planifican y ejecutan una serie de procedimientos específicos. Las prácticas de manejo varían constantemente a medida que el animal llega a una etapa diferente de su ciclo de vida, y de acuerdo a las modificaciones ambientales. Sin embargo, conocer las fases de crecimiento y desarrollo, es un mecanismo que permite ver cómo influir con el manejo para potenciar la eficiencia de producción (Berra, 2008).
Con el objetivo de que las hembras tengan un desempeño eficiente durante toda su vida productiva, la etapa de prepubertad se convierte en un pilar, pues es la etapa en la cual las hembras adquieren las condiciones orgánicas (peso y talla) y fisiológicas que le permiten sostener el resto de procesos reproductivos.
Las hembras prepúberes sólo generan gastos para una finca, pero también representan las ganancias futuras, debido a que reemplazaran a los animales viejos o de poca eficiencia, es por ello que las prácticas de manejo zootécnico, nutricional y sanitario son importantes asegurar un crecimiento adecuado.
En la presente revisión bibliográfica, se resalta la importancia de la etapa prepuberal, se describe de manera concreta parámetros y técnicas de manejo que tienen relación con este período, con lo que se pretende ayudar a entender cómo y porqué el manejo de la hembra prepúber es vital en la producción bovina.
3. REVISIÓN DE LITERATURA
Definición de Prepubertad
Etimológicamente pubertad, deriva del latín pubere, que significa “cubrirse de pelo” (García y Fernández, 1998), y el prefijo pre- viene del latín cuyo significado es “antelación o antes de” (Reglas de ortografía, 2010); por lo tanto, la prepubertad sería la etapa anterior al aparecimiento de vello sexual. Como tal definición no puede aplicarse de manera correcta a los vacunos, la prepubertad debe conceptualizarse como el período inmediatamente anterior a la pubertad, y está caracterizado por la aceleración del crecimiento y el aparecimiento de caracteres que conducirán a la madurez sexual (Medciclopedia, 2008).
Edad y Peso de las hembras bovinas prepúberes
La prepubertad como una de los períodos críticos por los que los vacunos atraviesan, comprende el lapso de alrededor de 7 a 9 meses (dependiendo de la edad a la que se realice el destete y el servicio), donde se dan cambios fisiológicos que transforman al animal en un individuo capaz de reproducirse.
La edad y peso en los que las hembras son consideradas prepúberes varía con el manejo y medio (Cuadro 1, muestra diferentes pesos y edades a la pubertad según raza y país donde se criaron); pero en términos más generales el hecho de que una hembra alcance una nueva etapa en su vida reproductiva está determinado por su raza y peso.
Cuadro 1. Edad y peso a la pubertad en diferentes genotipos bovinos
Fuente: Vázquez, 2008. (cita varios autores, quienes dan la información y elabora el presente cuadro en base a ellos)
Edad y Peso de hembras bovinas prepúberes productoras de leche
La edad a la que las vacas se consideran prepúberes, basados en las diferencias de manejo y medio, varía inmensamente. Por ejemplo, en México para la Unión Ganadera Regional de Jaliscoa (2009), una novilla lechera es considerada prepúber de los 5 a 8 meses; en cambio, para Lagger (2008) de la Universidad de Buenos Aires - Argentina, la prepubertad o recría II, va desde 6 meses hasta 12 meses. Por su parte el INTA de Argentina (2008), toma a la prepubertad como la recría III, que inicia cuando los animales pesan 160 a 180 Kg. hasta que alcanzan un peso de 340Kg (15-16 meses) y una talla de 1,25m a la cruz (Cuadro 2).
Tomando en cuenta el factor raza la edad de servicio tiene también varios rangos. Para los animales Holstein y Pardo Suizo el servicio se da a los 14-16 meses con un peso de 360 a 400 Kg.; para los Guernesey y Ayrshire a los 13-15 meses con un peso de 275-310 Kg; y para los Jersey a la edad de 13-15 meses cuanto tienen un peso de 225 a 260 Kg. (UDELAR, 2008) (Cuadro 2). Consiguientemente, desde el destete (3 a 6 meses), hasta el servicio (12 a 16 meses), hablaríamos de recría o prepubertad de 7 a 9 meses.
Cuadro 2. Guía de Crecimiento de Vaquillonas Tipo Holstein Americano – Recría III (etapa prepuberal)
Fuente: INTA, 2008
En el Ecuador según una consulta directa realizada a cuatro técnicos que trabajan en la región sierra, la edad y peso de las vacas prepúberes varía no sólo de acuerdo a la raza y el manejo, sino por los microclimas o ambientes; pero en general manejan destetes de 3 a 6 meses y servicios a los 17 o 18 meses; o una prepubertad que va desde el destete con 120 a 130 Kg. hasta el servicio con 320-350 Kg. de peso.
Edad y Peso de hembras bovinas prepúberes productoras de carne y doble propósito
En las hembras bovinas destinadas a la producción de carne, el criterio de que la edad y peso a la que se presenta la prepubertad y pubertad, está ligado a la raza se mantiene; es así como, “las hembras Hereford son de más edad y más pesadas al alcanzar la pubertad que las Aberdeen Angus y las Shorthorn. Las vaquillonas Charolaise alcanzan la pubertad a una edad intermedia entre Hereford y Aberdeen Angus, pero a mayor peso. La edad a la pubertad de las razas cebúes supera en alrededor de 9 meses a la de los bovinos europeos” (Bavera, 2000) (Cuadro 3).
Cuadro 3. Edades y pesos a la pubertad para diferentes razas y cruzas
Fuente: Bavera. 2000 (Adapt. de Laster et al, 1972).Producción-Animal
En promedio las razas carniceras (Aberdeen Angus y Hereford) se destetan a los 7 meses como y se empadran cuando alcanzan un peso no inferior a 280 Kg. El tiempo transcurrido entre estas dos etapas es la recría o prepubertad (Peralta, 1983).
Endocrinología de la prepubertad
La prepubertad como una etapa reproductiva del ciclo de vida de los bovinos (Henao y Villa, 2009), está regulada por el sistema endócrino. En este apartado se hará una breve mención de los mecanismos hormonales que se desarrollan en este período.
En la prepubertad los ovarios de las hembras bovinas presentan ondas de crecimiento folicular que permiten el desarrollo de folículos primarios y secundarios que sufren posteriormente atresia, por lo que no hay ovulación. Las ondas de crecimiento se relacionan con aumentos transitorios de FSH (hormona folículo estimulante) antes de cada onda. Tanto las ondas como la secreción de FSH, aumentan por la acción de la LH (hormona luteinizante) a medida que se aproxima la pubertad (Henao y Villa, 2009; Vásquez, 2008).
La liberación de LH y FSH son necesarias para el desarrollo de la ovulación, y la acción de la hormona hipotalámica GnRH (Hormona liberadora de las gonadotrofinas) estimula su secreción desde la hipófisis; pero en la fase prepuberal la secreción de GnRH es inhibida por los estrógenos (17 β estradiol) de origen ovárico (Henao y Villa, 2009; Vásquez, 2008). También se sugiere que los altos niveles de melatonina que se detectan en la prepubertad tienen acción inhibitoria sobre la liberación de GnRH (Vásquez, 2008).
El efecto de retroalimentación positiva de estrógenos sobre LH, está inhibido durante la prepubertad, debido a que el número de receptores para estradiol en el hipotálamo son pocos durante esta fase. Además hay trabajos que proponen que los estrógenos estimulan la liberación de sustancia opioides, como la β endorfina, que suprimen la liberación de GnRH y LH (Henao y Villa, 2009; Vásquez, 2008).
El patrón de secreción de GnRH y LH en la prepubertad es poco frecuente y de baja amplitud; sin embargo, poco antes del final del período prepuberal los pulsos de secreción de LH y GnRH aumentan en frecuencia y amplitud (Henao y Villa, 2009; Vásquez, 2008). El patrón sugerido revela que debe desaparecer la inhibición que ejercen los estrógenos sobre el eje hipotálamo-hipófisis durante el período prepuberal, para que aumenten los niveles de LH y FSH que anteceden a la ovulación y desarrollo del primer celo (Henao y Villa, 2009; Vásquez, 2008).
Gráfico 1
Cambio en los patrones de secreción de GnRH y LH.
La frecuencia y la amplitud de los pulsos se incrementan en pubertad.
Los niveles de hormonas están en el eje imaginario de la Y mientras que el tiempo está en el de la X.
Fuente: Vásquez, 2008.
Los niveles séricos de estrógenos y progesterona son bajos durante la prepubertad y aumentan al final de dicho período. Este aumento de las hormonas sexuales, estimula la producción de hormona del crecimiento (GH) y del factor insulínico del crecimiento 1 (IGF1), los que podrían incrementar la frecuencia y amplitud de los pulsos de liberación de GnRH (Henao y Villa, 2009; Vásquez, 2008).
Al final de la prepubertad la adrenalina puede ser un mecanismo de refuerzo, al aumentar la secreción de LH (Vásquez, 2008).
Entonces en la prepubertad, tenemos hondas foliculares que no llegan a ovulación porque hay mecanismos inhibitorios de la GnRH y LH, que van disminuyendo a medida que se acerca la época de presentar el primer celo y/u ovulación.
Manejo Zootécnico de la hembra bovina prepúber
Las hembras bovinas prepúberes o en etapa de recría, muchas veces reciben manejo inadecuado porque en este período los animales consumen recursos sin generar ganancias; sin embargo, de la nutrición eficiente, la buena salud y manejo idóneo de estas hembras, depende la producción futura de la explotación lechera, cárnica o de doble propósito. Dentro de las prácticas de manejo destacables en la fase prepuberal se tiene en cuenta la adecuación de instalaciones y distribución de animales, materiales y/o equipos (URGJ a, 2009).
Manejo Zootécnico de hembras bovinas prepúberes destinadas a producción láctea
Antes de nombrar las prácticas de manejo que en síntesis facilitan y producen mejores resultados en la prepubertad, es importante mencionar las medidas que sirven para evaluar el crecimiento de las hembras. El peso corporal, la altura a la cruz, la longitud del cuerpo y la condición corporal son los criterios empleados en la evaluación de las hembras bovinas. El monitoreo de estos criterios se puede realizar cuando se realizan prácticas específicas como movimiento a otros corrales, descorné, vacunación, entre otras (URGJ d, 2009).
Para medir el peso corporal de las vaquillas se puede usar una báscula o medir la circunferencia torácica que se correlaciona con el peso. El peso que las hembras deben alcanzar para entrar a la pubertad es de 40% el peso adulto, y al servicio el 60% del peso vivo esperado en el adulto (URGJ d, 2009).
La altura a la cruz y el largo del cuerpo representan el crecimiento esquelético de las hembras. Para medir estos criterios una regla simple y ajustable basta (URGJ d, 2009). La altura a la cruz para que una vaquilla Holstein entre al primer servicio es de 1,25 a 1.30m (Castagnola, 2008).
La condición corporal es una medida que evalúa las reservas corporales de los animales, y por eso ayuda a caracterizar los programas de manejo. La condición corporal se mide en una escala de 1 a 5, donde 1 es una condición de excesiva delgadez o emaciación y el 5 de obesidad (URGJ d, 2009). En la prepubertad la condición corporal de la hembra va incrementando de 2.3 al destete hasta 3.0 - 3.2 para servicio (Cuadro 4).
Cuadro 4. Calificación de condición corporal para novillas (CCC) en varias edades
Fuente: Hoffman, 1995. Tasa de crecimiento óptima para novillas Holstein de reemplazo (citado por URGJ d, 2009)
Adicionalmente, con base en el peso se obtiene las tasas de crecimiento. De la tasa de crecimiento o cambio de peso corporal entre días, depende el tiempo de crecimiento (URGJ d, 2009). Si se recuerda nuevamente que durante la cría y recría los animales no producen ingresos económicos, tasas de crecimiento que permitan la disminución de la duración de etapas serían deseables; pero tasas de crecimiento demasiado aceleradas en la prepubertad implican la excesiva acumulación de tejido graso en la glándula mamaria, lo cual es sumamente perjudicial en las razas productoras de leche. Luego, la tasa de crecimiento se convierte en uno de los pocos indicadores generales para las prácticas de manejo de las novillas (UGRJ d, 2009), pues no sólo crecimientos en extremo acelerados son no esperados, sino que los animales que crecen lentamente requieren un período de crianza más largo, lo que incrementa los costos de producción.
Las tasas de crecimiento máximas desde el destete hasta la pubertad son: 0.9 kg/día para ganado Holstein y Pardo Suizo, 0.7 kg/día para Guernsey y Ayrshire, y 0.5 kg/día para Jersey (UGRJ d, 2009).
Finalmente, se puede destacar que el monitoreo del éxito del manejo de las hembras, se basa en verificar los criterios mencionados y además en considerar parámetros productivos básicos (UGRJ d, 2009):
- Mortalidad en terneras y novillas menor al 5%
- Edad promedio al primer parto de 24 meses.
- Peso al primer parto de 80 al 85% de su peso corporal a la madurez
Para efectuar una recría eficiente se deben cumplir con cuestiones de manejo que pueden definirse como pocas, pero que deben realizarse a la perfección (INTA, 2008). Las prácticas de manejo, cambian constantemente dependiendo del medio y de los recursos, pero en general las más relevantes en la prepubertad son:
- Agrupación de las hembras por tamaño, lo cual no sólo facilita el manejo, sino que reduce la competencia, evitando que hembras dominante por su peso y altura tengan más acceso al alimento (UGRJ d, 2009).
- Aprovisionamiento de lugares confortables para los animales; limpios, con buenos comederos, acceso al agua de bebida de buena calidad, y excelentes pastos en las praderas (Gallardo y Castro, 2010).
- Controlar el crecimiento para verificar cumplimiento de metas (peso, altura, tasas de crecimiento) (INTA, 2008).
- Suministro de concentrado y sales minerales a la misma hora (INTA, 2008).
Cuando se hace referencia a las instalaciones requeridas para el manejo de las hembras prepúberes lecheras el INTA (2008) destaca que pueden ser manejas a campo o a corral. Al hablar de corrales, cualquier instalación que se decida hacer debe permitir la facilidad de alimentación, poner cama, limpieza, movimiento y separación de animales (UGRJ f, 2009). Bajo este esquema los dos ejemplos de instalaciones para novillas de 6 a 24 meses de edad son los echaderos libres y las áreas de cama.
El manejo de las hembras bovinas prepúberes en el campo o en la pradera, puede requerir de la instalación de un cobertizo para protección de excesivo sol o lluvias (UGRJ f, 2009). Además se debe considerar áreas cercadas para las prácticas de vacunación, desparasitación, chequeo, y demás. Sin olvidar, los potreros de descanso, y la instalación de comederos u zonas de aprovisionamiento de concentrado y sales minerales.
Manejo Zootécnico de hembras bovinas prepúberes destinadas a producción cárnica
El manejo zootécnico de las hembras prepúberes destinadas a producción de carne difieren en base la raza y genética de los animales; no obstante, el monitoreo periódico de índices de ganancia de peso y tamaño corporal es común a todos los programas.
Según Pritchard (2005), los índices de aumento de peso, no tienen que ser constantes, siempre y cuando s al final de la prepubertad e inicio de pubertad se consiga un peso fijado como meta. Pese, a lo mencionado, la mayoría de programas de desarrollo de vaquillonas requiere ganancias de peso diarias de 1 a 1.5 libras (0.454 a 0.680 Kg.) (Pritchard, 2005).
Las prácticas de manejo más importantes y que en general se desarrollan en las haciendas de razas cárnicas son
- Alimentar separadamente las hembras de acuerdo a su tamaño o condición corporal (Loerch, 1998), pues hay datos que demuestran que vaquillonas alimentadas separadamente son más parejas en el peso logrado al momento del servicio que aquellas alimentadas en un solo grupo (Pritchard, 2005).
- Proveer agua fresca y limpia de manera continua, si la calidad de agua está cuestionada, debería ser analizada en un laboratorio (Loerch, 1998)
- Mejor los pastizales a través del control de malezas o intersiembra de determinadas especies de pasto (HSBC-Agribusiness, 2009).
- La confección de reservas forrajeras, cuyo objetivo es cubrir los baches estacionales de pasto con excedente de pasto de otras estaciones a través del diferimiento (HSBC-Agribusiness, 2009).
Manejo Nutricional de la hembra bovina prepúber
Dentro de la producción bovina, la nutrición es el rubro mayoritario y la crianza de novillas es el segundo costo de inversión más grande (Unión Ganadera Regional de Jalisco a, 2009; FrontLine, 2009). Entonces, cabe mencionar que nutrir a las hembras prepúberes es una inversión a futuro, pues las hembras durante esta etapa sin producir nada generan importantes gastos que se deben cubrir en su totalidad para garantizar su eficiencia reproductiva.
Cubrir los requerimientos nutricionales de acuerdo a las necesidades y dinámica de cada etapa del ciclo de vida de los bovinos, no solo es una práctica acorde con los principios de bienestar animal (Lagger, 2008), sino que genera un impacto positivo sobre el desempeño productivo y reproductivo, con sus consecuentes ventajas economías.
Nutrición de la hembra bovina prepúber de razas lecheras
Al referirse a los animales de leche, es importante indicar que aunque a partir de los seis meses de edad se considera al bovino como un verdadero rumiante, y por tanto se pueden consumir ensilajes y forrajes fibrosos de menor calidad; las hembras de menos de un año tienen requerimientos nutricionales altos (Cuadro 5). Por los requerimientos nutricionales de los bovinos en la prepubertad, se necesita la suplementación de las pasturas con fibra efectiva (heno), granos o concentrados palatables, y núcleos de vitaminas y minerales (INTA, 2008; UGRJ b y c, 2009).
Cuadro 5. Requerimientos nutricionales de vaquillonas
Considerando peso adulto 600Kg.
GPV= Ganancia Peso Vivo; CMS=Consumo Materia Seca; PV= % de Peso vivo;
PB= Proteína Bruta; EM= Energia Metabolizable.
Fuente: NRC, 2001 (citado por Lagger, 2008)
En la etapa prepuberal el porcentaje de forraje en la ración va incrementado desde niveles bajos de 50% hasta alcanzar una inclusión del 90%. A la par que se incrementa el forraje de la dieta, obviamente la concentración de fibra (FDN) va aumentando (38% FDN en la dieta de destete a 48% FDN al servicio). La proteína, por su parte, puede ir disminuyendo de 16% entre los 3 a 6 meses de edad hasta 14% a los 13 meses de edad (UGRJ b, 2009). Aunque Castagnola (2008) recomienda niveles de inclusión proteica para vaquillas de 16 y 18%. Durante la prepubertad también es importante el aporte de buenas fuentes de proteína no degradable en el rumen (UGRJ c, 2009).
Los parámetros productivos relacionados con el crecimiento ayudan a evaluar la nutrición de las hembras prepúberes (UGRL d, 2009). Las variaciones de las metas o límites establecidos para las tasas de crecimiento, el peso vivo y la altura a la cruz, son determinantes a la hora de evaluar y/o corregir una ración.
Las ganancias de peso durante la prepubertad deben ser moderadas para las razas productoras de leche, ya que un exceso de ganancia de peso antes de la pubertad puede incrementar la acumulación de grasa en la glándula mamaria y reducir la producción de leche (Berra, 2008; UGRJ e, 2009). Es pertinente destacar, que la glándula mamaria durante la prepubertad y peripubertad se encuentra en una fase de desarrollo alométrico, lo que quiere decir, que crece a un ritmo 2 a 4 veces más rápido que el resto del cuerpo; es por ello, que altas tasas de crecimiento favorecen el engrasamiento de la glándula con la consecutiva reducción de tejido secretor de leche (Berra, 2008).
Una altura a la cruz insuficiente (bajo crecimiento esquelético) al servicio, podría estar indicando que la ración provista era adecuada en energía pero deficiente en proteína, Asimismo, hembras alimentadas con niveles de proteína adecuados, pero con concentración de energía muy alta (exceso de concentrados con alta energía) se engordan, generando novillas jóvenes sobrealimentadas antes de la pubertad que alcanzan el peso corporal para el servicio a una edad más temprana, pero les falta crecimiento esquelético (altura a la cruz) (UGRJ d, 2009).
Nutrición de la hembra bovina prepúber de razas cárnicas y doble propósito
La producción bovina de carne la época de recría maneja el criterio de que a mejor nivel nutritivo durante la prepubertad, menor edad y mayor peso a la pubertad. Los niveles de proteína y energía deben ser medios en las dietas de las hembras prepúberes porque niveles bajos de proteína y energía retrasan o evitan el desarrollo del primer celo (Bavera, 2000).
Bavera (2000), dentro de la nutrición posdestete recalca dos puntos importantes. El primero que la desnutrición o mala alimentación que reciban las hembras durante el posdestete no impide que surja la pubertad, aunque si la demora. El segundo, que una alimentación excesiva no acelera la aparición de la pubertad, pues los animales también determinan el inicio de la pubertad en base a parámetros raza.
Mientras se desarrolla la prepubertad los animales deben ganar peso adecuadamente para llegar con peso apropiado al primer servicio (HSBC-Agribusiness, 2009). La nutrición regula la ganancia de peso. Una inadecuada alimentación disminuye la ganancia de peso diario y la iniciación de la pubertad por inhibición del desarrollo del sistema reproductivo endocrino (Araujo, 2004). En tanto que, la sobre alimentación aumenta los costos de producción (Pritchard, 2005).
El factor principal que actúa en la determinación de los requerimientos para la etapa prepuberal es el peso. De manera que a media que la hembra avanza en edad y gana peso incrementa el consumo y disminuye los requerimientos de proteína, calcio y fósforo (Pritchard, 2005) (Cuadro 6).
Cuadro 6. Densidades de los diferentes nutrientes dietarios para vaquillonas de reemplazo, desde el destete al 1er. cruzamiento.
Fuente: Pritchard, 2005, Producción-Animal
La ración de las hembras prepúberes de razas de carne puede tener una base exclusiva de pastos y forrajes, pero la suplementación con granos busca incrementar niveles deficientes de energía; además es importante la suplementación mineral (HSBC-Agribusiness, 2009). Se puede emplear en épocas de escases heno de mediana calidad desde el destete hasta el servicio (Loerch, 1998).
La nutrición durante la prepubertad es un punto crítico para el buen desempeño reproductivo de las hembras bovinas, por ello ni la calidad de los forrajes ni la cantidad de concentrado suministrado deben tomarse a la ligera, más aún si se recuerda que en la prepubertad para las vacas productoras de leche las tasas de crecimiento son moderadas y orientadas a que las hembras alcancen cerca del 40% de su peso corporal adulto para el momento de la pubertad (UGRJ e, 2009); en tanto que las hembras de producción cárnica deberían alcanzar de a la pubertad el 65 % de su peso adulto y 75 % del peso de la vaca adulta al momento del primer servicio (Loerch, 1998).
Manejo Sanitario de la hembra bovina prepúber
La nutrición y la sanidad son pilares fundamentales cuando se trata de explotaciones pecuarias. La salud es el resultado del manejo sinérgico adecuado de los dos pilares. No obstante, en el Ecuador el cuidado de la salud debe de ser ajustados para cada zona y recursos disponibles.
Un programa de sanidad fundamenta su éxito en medidas preventivas más que en respuestas curativas (Pérez. 2006), pues los animales no saludables pueden perder su potencial para producción (UGRJ a). Estos sistemas se ajustan a los requerimientos de cada ganadería, es decir, que no hay un programa universal de vacunación o desparasitación, sino que cada granja debe realizar su propio análisis de riesgo (Romero, 2004). El manejo de la sanidad en una ganadería debería cubrir tres aspectos:
- Buen estado corporal del animal para enfrentar cualquier afección (Luchetti y Fertig, 2005).
- Manejo de factores ambientes de modo que no favorezcan la aparición de enfermedades (evitar cambios bruscos de alimentación, reducir factores de estrés como sobre densidad) (Luchetti y Fertig, 2005).
- Eliminar el agente causal de la patología (vacunación, desparasitación, entre otras) (Luchetti y Fertig, 2005).
Los criterios básicos a considera para crear un programa de vacunación son:
- Determinación de las enfermedades más frecuentes de las zona, y priorizarlas (Pérez, 2006; Romero, 2004)
- Edad de aplicación de vacunas, estado corporal del animal, procesos de inmunodeficiencia, estrés, interferencia de anticuerpos (Romero, 2004).
- Valorar la eficiencia de las vacunas y emplear biológicos específicos de alta calidad (Romero, 2004).
- Aplicación basada también en exámenes veterinarios frecuentes que detecten anormalidades (Pérez. 2006).
En virtud de que los calendarios vacunales no son universales, no se pueden detallarlos, lo que si se necesita destacar es ciertos aspectos que podría decirse son generales. Por ejemplo, la vacunación contra la Fiebre Aftosa es obligatoria cada seis meses a nivel nacional (información conocida a nivel nacional y difundida por la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro - AGROCALIDAD); previo a servicio se vacuna contra Brucella abortus. En la época de preservicio se hace necesario vacunar contra enfermedades de origen infeccioso como Carbunco bacteriano, Rinotraqueitis Infecciosa (IBR), Diarrea Viral Bovina (DVB), Parainfluenza y Leptospirosis (INTA, 2001; INTA, 2002), tanto en producción de leche como carne.
La inclusión de vacunas contra determinadas enfermedades y las edades de aplicación se determinan en base al desafío de campo y tipo de producción (Anexo 1).
Luego del destete y durante toda la recría los animales están muy susceptibles a la infestación de parásitos (INTA, 2001; Romero, 2004). Los programas de desparasitación deben construirse conjuntamente con un médico veterinario, y de preferencia deben basarse en información generada por entidades sanitarias o colegios de profesionales (Romero, 2004).
Finalmente dentro del manejo sanitario se debe incluir dos factores claves, el manejo adecuado de residuos orgánicos, para evitar diseminación de enfermedades y daño del ambiente donde los animales crecen y viven (Mundo-Pecuario, 2009); y la capacitación del personal del establecimiento en procesos de desinfección y limpieza de equipos, botas y demás (Bavera, 2005).
4. CONCLUSIONES
La prepubertad aun siendo parte del proceso reproductivo de las hembras bovinas, constituye la etapa más determinante para la eficiencia de los procesos productivos, debido a que las condiciones corporales y fisiológicas que se desarrollan son consecuencia de los objetivos que se deseen alcanzar en la explotación. En otras palabras, la mejora de parámetros cómo edad al primer parto, vida productiva, número de descartes, entre otros, requieren de una prepubertad bien conducida.
Pese a que durante la pubertad se dan una serie de cambios endocrinológicos, son el manejo y la nutrición que se da a las hembras, los que determinan las edades y pesos que alcanzaran durante y al final del período prepuberal. Los pesos que se logren alcanzar en la etapa de pubertad, acompañada de la altura y condición corporal no sólo son importantes para la evaluación de los sistemas productivos, sino que permiten garantizar que las hembras llegarán al servicio en un estado sistémico idóneo.
Las prácticas de manejo realizables durante la prepubertad tienen que estar siempre encaminadas a generar adecuadas tasas de crecimiento con una hembra saludable, y aunque podría considerarse como actividades lógicas y/o poco numerosas, la exactitud y responsabilidad con las que deben llevarse a cabo las convierten en herramientas y puntos críticos a la vez.
Dentro de las principales prácticas zootécnicas de las hembras bovinas, se encuentra la separación de los animales en grupos de acuerdo a su tamaño. Mientras, que en lo relacionado a la nutrición siempre se debe considerar los requerimientos correlacionados con la raza y el peso; sin olvidar, que el acceso a pastos de buena calidad y suplementación con concentrado son necesarios para alcanzar pesos meta al final del período. Los programas de sanidad que se manejan en la pubertad tienen que planificarse luego de un análisis de la zona y medio.
Manejar una hembra bovina prepúber implica recordar que estos animales aparentemente no requieren de mayor cuidado, pero en verdad su manejo incurre en lógica y exactitud.
5. LITERATURA CITADA
- ARAUJO. A. 2004. Pubertad en la hembra bovina. Producción-Animal. (En línea). Disponible en: http://www.produccionbovina.com/informacion_tecnica/cria/57-pubertad_en_la_hembra_bovina.htm. (Revisado el 14 de septiembre del 2011).
- BAVERA. G. 2000. Factores que afectan la Pubertad. Producción-Animal. (En línea). Disponible en: http://www.produccion-animal.com.ar. (Revisado el 14 de septiembre del 2011)
- BAVERA. G. 2005. Manejo Sanitario del Rodeo del Cría. VET-UY. (En línea). Disponible http://www.vet-uy.com/artículos/artic_bov_100/0057/bov057.htm. (Revisado del 13 de septiembre del 2011)
- BERRA. G. 2008. Desarrollo de la glándula mamaria en vaquillona de reposición. (En línea). (Revisado el 8 de septiembre del 2011).
- CASTAGNOLA. 2008. Cría y Recría de vaquillas y efectos de parámetros productivos futuros. Veterquímica S.A. (En línea). Revisado el 8 de septiembre del 2011)
- FRONTLINE. 2009. Estudio comparativo del crecimiento de vaquillas. Milk Products. (En línea). Disponible en: http://savacaf.com/assets/frontlines/54/frontlineSpanish.pdf. (Revisado el 8 de septiembre del 2011)
- GALLARDO M. CASTRO H. 2010. Guía de manejo nutricional para una eficiente recría de vaquillonas. AgroAvisos. (En línea). Disponible en: http://www.agroavisos.net/articulo/gua-de-manejo-nutricional-para-una-eficiente-recria-de-vaquillonas. (Revisado el 8 de septiembre del 2011)
- GARCIA. R. FERNANDEZ. O. 1998. La pubertad en la hembra bovina. CENSA. (En línea). Disponible en: http:// www.censa.edu.cu/.../monografia-sobre-pubertad-de-la-hembra-bovina-12. (Revisado el 8 de septiembre del 2011)
- HENAO. F. VILLA N. 2009. Endocrinología Reproductiva en Bovinos. SCRIBD. (En línea). Disponible en: http://www.scribd.com/.../ENDOCRINOLOGIA-REPRODUCTIV... (Revisado el 8 de septiembre del 2011)
- HSBC Agribusiness. 2009. Cría. (En línea). Disponible en: http://materias.fi.uba.ar/7031/CRIA.pdf. (Revisado el 14 de septiembre del 2011)
- INTA. 2001. Manejo Sanitario – Bovinos para Carne, Cría. (En línea). Disponible en: http://www.inta.gov.ar/balcarce/info/documentos/ganaderia/bovinos/sanidad/bovcria.htm. (Revisado del 13 de septiembre del 2011).
- INTA. 2002. Manejo Sanitario – Bovinos para Feedlot. (En línea). Disponible en: http://www.inta.gov.ar/balcarce/info/documentos/ganaderia/bovinos/sanidad/feedlot.htm. (Revisado del 13 de septiembre del 2011).
- INTA. 2008. Una recría eficiente. INTA. (En línea). Disponible en: http://www.inta.gov.ar/info/documentos/bovinos.pdf. (Revisado el 8 de septiembre del 2011).
- LAGGER. J. 2008. Crianza Intensiva y Recría de vaquillonas, aplicando los principios de bienestar. (En línea). Disponible en: (Revisado el 8 de septiembre del 2011)
- LOERCH. 1998. Nutrición de la Vaca. Producción-Animal. (En línea). Disponible en: http://www.produccion-animal.com.ar/informacion_tecnica/cria/43-nutricion_de_la_vaca.htm. (Revisado el 14 de septiembre del 2011)
- LUCHETTI. D. FERTIG. M. 2005. Bovinos: Manejo sanitario de un Rodeo de Cría. INTA. (En línea). Disponible en: http://www.inta.gov.ar/esquel/info/documentos/bovinos16.htm. (Revisado el 13 de septiembre del 2011).
- MEDCICLOPEDIA. 2008. Prepubertad-definición. (En línea) Disponible en: http://diccionario.medciclopedia.com/p/2008/prepubertad/. (Revisado el 12 de septiembre del 2011)
- MUNDO PECUARIO. 20009. Manejo Sanitario en Bovinos. (En línea). Disponible en: http://mundo-pecuario.com´sanidad animal. (Revisado el 13 de septiembre del 2011).
- PERALTA. R. 1983. Servicio en Vaquillonas. Producción-Animal. (En línea). Disponible en: http:// www.produccion-animal.com.ar. (Revisado el 13 de septiembre del 2011).
- PÉREZ. D. 2006. Crianza de Terneras. Material de Apoyo – Curso Bovinotecnia FMVZ de la Universidad Central del Ecuador.
- PRITCHARD. S. 2005. Nutrición en vaquillonas de reposición. Producción-Animal. (En línea). Disponible en: http://www.produccion-animal.com.ar. (Revisado el 14 de septiembre del 2011).
- REGLAS DE ORTOGRAFÍA. 2010. Prefijos y sufijos. (En línea). Disponible en: http://reglasdeortografia.com/prefijosufijo.html. (Revisado el 13 de septiembre del 2011).
- ROMERO. T. Manejo Bovinos – Medicina Preventiva. Departamento de Producción Animal – UNAM. (En línea). Disponible en: http://www.fmvz.unam.mx-fmvz/departamentos/rumientes/bovinotecnia/BtRgZoo8G007.pdf. (Revisado el 13 de septiembre del 2011)
- UDELAR. 2008. Recría de Reemplazos. Departamento de Producción Animal y Pasturas-Facultad de Agronomía. (En línea). (Revisado el 8 de septiembre del 2011).
- (a) UNION GANADERA REGIONAL JALISCO (UGRJ). 2009. Novillas en relación a la dinámica del hato lechero. (En línea). Disponible en: http://www.ugrj.org.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=396&Itemid=122. (Revisado el 8 de septiembre del 2011).
- (b) UNION GANADERA REGIONAL JALISCO (UGRJ). 2009. Alimentando terneras y novillas. (En línea). Disponible en: http://www.ugrj.org.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=349&Itemid=123. (Revisado el 8 de septiembre del 2011).
- (c) UNION GANADERA REGIONAL JALISCO (UGRJ). 2009. La alimentación de vaquillas Holstein durante la crianza y el desarrollo. (En línea). Disponible en: http://www.ugrj.org.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=312&Itemid=122. (Revisado el 8 de septiembre del 2011).
- (d) UNION GANADERA REGIONAL JALISCO (UGRJ). 2009. Crecimiento de las terneras. (En línea). Disponible en: http://www.ugrj.org.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=400&Itemid=126. (Revisado el 8 de septiembre del 2011).
- (e) UNION GANADERA REGIONAL JALISCO (UGRJ). 2009. Nutrición de las novillas. (En línea). Disponible en: http://www.ugrj.org.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=285&Itemid=123. (Revisado el 8 de septiembre del 201
- (f) UNION GANADERA REGIONAL JALISCO (UGRJ). 2009. Instalaciones para novillas lecheras de reemplazo. (En línea). Disponible en: http://www.ugrj.org.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=397&Itemid=126. (Revisado el 8 de septiembre del 2011).
- VÁSQUEZ. A. 2008. Pubertad de la Hembra bovina. (En línea). Disponible en: http:// http://avpa.ula.ve/libro_desarrollosost/pdf/capitulo_43.pdfhttp://avpa.ula.ve/libro_
desarrollosost/pdf/capitulo_43.pdf. (Revisado el 8 de septiembre del 2011).
ANEXO 1
CALENDARIO VACUNAL Y DE DESPARASITACIÓN EMPLEADO EN UNA HACIENDA LECHERA DEL CANTÓN CAYAMBE
Edad y Vacunas Aplicadas
*La leptospirosis se aplica conjuntamente con DVB, IBR, Virus sincitial y Parainfluenza; pero por la incidencia reportada en la zona se realiza una vacunación adicional con una vacuna sólo para leptospirosis a partir de los 8 meses de edad.
Desparasitaciones Aplicadas
- Al mes y medio de edad---se usa levamisol para parásitos pulmonares
- Cada mes y medio (4 desparasitaciones hasta los 6 meses de edad)---se emplea albendazol para parásitos gastrointestinales
- Cada dos meses desde los 6 meses de edad hasta el año---se aplica fenbendazol, albendazol
- Cada cuatro meses a partir del año de edad---se usa Albendazol