El síndrome de “Punta del iceberg”

La frase que refiere a que tal o cual asunto es “solamente la punta del iceberg”, hace referencia a que hay algo que es visible, pero es apenas una mínima parte de un todo que en realidad está “sumergido”.

Y en este caso también se puede aplicar al tambo, de modo que la figura es válida y refleja fielmente de qué se trata cuando se observa este indicador.

Cuando se calcula anualmente la diferencia, en este caso de las subactividades del tambo, allí se refleja lo que ha pasado de inicio a cierre con todas las categorías. Es decir si han crecido, se han mantenido o han decrecido. Esa diferencia de inventario puede entonces tener un signo negativo, prácticamente neutro o negativo.

En este último caso, su efecto es deprimir el Margen Bruto, y a veces en valores importantes, por lo que no es un detalle secundario su incidencia.

Cuando nos metemos a analizar con lupa en la subactividad Recría de hembras, en ella está la categoría de mayor valor de todo el capital hacienda del tambo: las vaquillonas preñadas. De modo que lo que ocurra con ellas, definitivamente mueve el amperímetro del resultado de la gestión económica como del Balance patrimonial.

Porque detectado, por ejemplo, la reducción en dicha categoría, viene la etapa más compleja, que es hallar primero y ver cómo corregir después las posibles causas de tal reducción.

Por supuesto que si TODA la reducción de vaquillonas preñadas a cierre de ejercicio se debió a la/s venta/s de varias durante esos doce meses, la explicación a la reducción llega rápidamente. Y en todo caso, la reducción en el inventario se compensaría con el ingreso generado por es/s venta/s.

Pero ocurre que esa/s venta/s sean solamente una parte de la explicación. O, lo que es peor, que no haya habido venta alguna de vaquillonas preñadas o categorías cercanas.

En este caso es donde se encienden varias alarmas porque ese dato es precisamente la punta del iceberg. Y la tarea que sigue es sondear en todo el resto que queda oculto bajo la superficie, es decir, los factores que han contribuido para que ocurra dicha reducción.

Y generalmente no es responsabilidad de uno solamente sino que hay una multi causalidad que ha venido ocurriendo durante el ejercicio (e incluso antes) y que ha desembocado en esta pérdida en el capital hacienda, nada menos que el rubro más importante dentro del activo luego de la tierra….

Cuando en muchos casos se menciona el tablero de control, esta variación de vaquillonas preñadas es un indicador que debería ser siempre tomado en cuenta para encender las alarmas correspondientes.

Luego de haber podido detectar los factores que han contribuido a esta reducción en el capital de la empresa queda una etapa no menos importante que es definir las estrategias a considerar a fin de que se revierta esa descapitalización observada.

Es decir, si una de las causas fue problemas de preñez, el tema a encarar es cómo mejorarla. ¿Habrá estado influyendo, por ejemplo, la detección de celo? ¿Habrán intervenido además problemas relacionados con la inseminación, con la calidad del semen utilizado, con la sincronización, entre otros? Porque cada uno requerirá tomar medidas diferentes según sea el caso.

Si se suma una baja ganancia de peso durante la recría, que a su vez llevó a que varias de las vaquillonas destinadas a reposición no tuvieran el estado adecuado, de nuevo, definir las medidas a revertir este problema. La alimentación es el tema a solucionar en ese caso.

¿Alta mortandad en la Recría? ¿Por qué no?

Hasta nos podemos remontar a la mortandad de hembras en la guachera para encontrar parte de la explicación.

Si otro factor que estuvo influyendo fue el tema abortos, serán otras las medidas a encarar.

Y así sucesivamente….porque no se agotan acá las posibles causas en esa reducción en el capital hacienda, Y convengamos que remontar la pérdida no es de la noche a la mañana sino que lleva su tiempo, porque los tiempos biológicos no se pueden acelerar.

Luego, los efectos de las medidas que se tomen, no esperemos que todo se revierta de la noche a la mañana o por arte de magia. Las correcciones irán haciendo sentir sus respectivos efectos pero no en forma simultánea ya que cada uno de los procesos tiene sus tiempos biológicos y las inercias propias.

La tarea no termina allí sino que debe continuar el monitoreo permanente de todos los parámetros, entre ellos, los que en este caso tengan que ver con este iceberg…

Y desde ya. Esta no es la única “punta de iceberg” que puede haber. Es solamente a la que nos hemos referido en este artículo, y que suele pasar desapercibida en algunos casos.

Hay otras que pueden aparecer, y a las que hay que prestar especial atención de modo de seguir el hilo conductor que conduzca a las causas que las han generado.

Es cuestión entonces de comenzar la tarea y estar atentos a las diferentes alarmas que se vayan detectado…

Poner la lupa en la variación de vaquillonas preñadas de inicio a cierre no es un detalle menor…