Gestionar es supervisar, medir y monitorear con criterio técnico-productivo y prevenir en cada uno de los sectores del tambo, en cada unidad productiva. Los eslabones de una cadena que se inicia con el ternero recién nacido y termina con la leche saliendo por la tranquera hacia la fábrica o la industria : Crianza, Recría, Alimentación, manejo, genética, ordeñe, maquina de ordeñar, personal, sanidad, reproducción, rutina de ordeñe, etc. El mantenimiento de la vaca y el rodeo en buen estado sanitario es un pre-requisito esencial para un correcto rendimiento productivo, mucho más su control de gestión..
Durante la crianza artificial, a causa de la multiplicidad y variedad de factores predisponentes es imposible formular un Plan único y definitivo de profilaxis- sanitario y dichos planes se deben adecuar a los resultados del control de gestión en cada tipo de crianza. Desde el punto de vista práctico no es posible formular la conocida "receta” pues en verdad no existe una única y adecuada sino por el contrario cada explotación es en éste sentido, particular. Debemos conocer la prevalencia, tiempo y momento de aparición de los trastornos más frecuentes detectados por nosotros para determinar cómo es la gestión del manejo en esa "guachera”. % de mortalidad y % morbilidad son indicadores imprescindibles. Decisiones en manejo sanitario surgen de conocer esa información. La desinfección del ombligo al nacimiento debe realizarse con alcohol iodado y ser complementada con la aplicación de un curabichera en pasta.
Durante la recría, llegar con determinado peso a la edad de primer servicio en vaquillonas garantiza longevidad y mejor producción. Para ello la genética, el plan sanitario y la alimentación son esenciales y se deben monitorear. El % de preñez en vaquillonas de primer servicio requiere control de gestión y planificación previa.
El concepto "GESTION” se utiliza con frecuencia en el sector industrial y en la industria de agro-alimentos de avanzada. En el diccionario gestión es la acción y efecto de gestionar. El verbo gestionar significa hacer diligencias conducentes al logro de un negocio o de un deseo cualquiera.
Demás está mencionar que uno de los secretos al éxito de la eficiencia individual es que las vacas se preñen. Por lo tanto aquí está puesto todo el mayor seguimiento. Los indicadores reproductivos son un verdadero termómetro que mide la salud productiva del tambo. Así, la tasa efectiva de preñez, la fertilidad al primer servicio y días al primer servicio o la tasa de detección de celos son indicadores primordiales para conocer la eficiencia de manejo
Durante la parición o el parto. El control de gestión en ésta etapa es evaluar si las cosas se hacen bien. Lograr el 100% de eficacia es no cometer errores, tener todas las tuercas ajustadas con la presión necesaria en el lugar indicado para que el sistema funcione. ¿Dónde paren las vacas? ¿Quién las atiende? ¿Cómo? ¿El personal fue y es capacitado? ¿Se respeta la higiene necesaria y adecuada? Conocer el % de partos distócicos o partos con ayuda es importante para determinar causas y resolver. El responsable de atender los partos, debe verificar si el ternero ha tomado o no el calostro de la madre.
Respecto a la alimentación, el consumo de materia seca es un buen indicador. La eficiencia de conversión, litros de leche producida por unidad de materia seca consumida, es un parámetro muy útil para evaluar la productividad de las vacas lecheras. Tiene alta relevancia porque la leche constituye el principal ingreso del tambo y la alimentación uno de los principales insumos. Es por esto que la eficiencia de conversión puede ser aplicada como un buen indicador de la eficacia de la nutrición utilizada y el manejo general del tambo. También, por cada kilo de materia seca consumida se utilizan 5 litros de agua y por cada litro de leche producido la vaca lechera necesita beber 3 o 4 litros de agua que debe ser segura (limpia, potable, fresca y bebible). Controlar cuánta agua consumen las vacas lecheras/ día resulta necesario para una producción eficiente.
En la vaca adulta aplicar un plan sanitario adecuado a cada rodeo es necesario para optimizar la respuesta vacunal, lograr calidad de leche a través de un Programa de prevención de mastitis según escala, personal, ubicación o otros factores como clima e instalaciones, en ésta sentido utilizar indicadores de acuerdo a la necesidad como cantidad (%) de vacas con mastitis clínica mensual o identificar ciertos microorganismos actuantes en un foco permiten soluciones.
El control de gestión durante la etapa de vaca seca garantiza una curva de lactancia saludable y productiva. La medición de ph urinario o la medición de la condición corporal son herramientas sencillas que ayudan y complementan un adecuado control a la gestión.
El objetivo es encontrar la causa de la dispersión de los datos cuando son indicadores que establecen promedios, como una gran mayoría. En estos casos quedan en los extremos situaciones que merecen ser motivo de análisis.
Conclusión:
Indicadores productivos correctamente aplicados resultan necesarios para conocer la realidad en tambos independientemente de escala o sistema de producción. Esto involucra a todas las categorías de animales y para todos los aspectos del sistema: reproducción mastitis, guachera, etc. Se plantea subrayado variedad de indicadores sin mencionar datos esperables, aceptables o “normales” porque cada Establecimiento o rodeo merece una situación particular.
También cada indicador merece adecuarse a la situación productiva, regional, climática o estacional para lograr resultados sustentables y equilibrados con la sustentabilidad ambiental y económica de cada Empresa tambera.