Introducción
Esta enfermedad se define como un complejo desorden metabólico, caracterizado por la disminución de las concentraciones de Mg y de Ca plasmático, generado por la falta de ambos minerales en el SNC, que afecta principalmente a hembras adultas, en pastoreo (rebrotes), con mayor incidencia en el Periparto, y que genera cuadros neurológicos excitatorios y agudos de desenlace fatal si no se instaura tratamiento (Cseh, 1984).
La hipomagnesemia bovina, ha ocasionado y ocasiona grandes pérdidas en la producción ganadera de nuestro país principalmente por las pérdidas de vacas de cría que ocasiona en algunas provincias, tales como Buenos Aires. Según el Servicio de Diagnostico Veterinario Especializado del INTA Balcarce en el sudeste bonaerense, esta afección posee un índice de mortandad del 4 al 5 % en los rodeos afectados (ref. Gloria Kaspar, Jorge Barreto, Unidades EEA Balcarce, Agosto 2018). También se puede dar en algunas zonas de La Pampa y de Córdoba.
La hipomagnesemia bovina, se puede encontrar en cualquier raza, sexo, y en todas las categorías, pero la mayor incidencia es en rumiantes hembras en estado avanzado de gestación y durante la lactación (Brizuela y Cseh, 2003), por lo cual las categorías más susceptibles a la enfermedad son las vacas gestantes y con ternero al pié. (Cseh, 2003).
Época
La época de mayor incidencia es el otoño, invierno y primavera (suele coincidir con épocas lluviosas o temporales, coincidente con rebrote de forraje, así como con algún factor estresante, como arreo o tormenta)
Síntomas
Los síntomas de la enfermedad incluyen: pérdida de apetito, nerviosismo, orejas elevadas, cabeza elevada y mirada ja, marcha con dificultad, hipersensibilidad al tacto y a los ruidos, agresividad, temblores musculares y convulsiones, caída, pedaleo y muerte del animal. Debe tenerse en cuenta que los síntomas pueden durar apenas unas horas, y que el hallazgo sea de animales muertos.
Hallazgos en animales muertos: Vacas muertas en el campo suelen presentar “pedaleo” (pasto y suelo arrancado por los movimientos antes de morir). Puede coincidir que mueran las más gordas y también las de mayor edad. Estos dos factores, grasa corporal y edad son predisponentes importantes.
Tratamiento y Prevención
Si bien esto es una guía, es recomendable siempre consultar con el Médico Veterinario asesor del establecimiento quien realizará el diagnóstico correspondiente.
• Como tratamiento del animal con síntomas: Administrar por vía endovenosa una fuente de magnesio y glucosa, para lo cual es importante consultar con el Profesional Veterinario a cargo. En caso de decidir hacer un tratamiento inyectable a todo el rodeo, recordar que el arreo debe ser tranquilo, evitando el estrés de los animales, ya que cualquier factor estresante podría actuar como desencadenante del cuadro.
• Como preventivo: Suplementar con grano de maíz (fuente de energía), el cual incluya una Sal Mineral Específica con alto contenido de Magnesio, Calcio y Sodio. Es importante que se pueda realizar esta suplementación, debido a que el grano aporta la energía que le falta al forraje y que es necesaria para la absorción de magnesio en el rumen, mientras que simultáneamente contrarresta el rechazo que podrían generar la fuentes de magnesio por su falta de palatabilidad del Magnesio. El sodio sirve para mejorar la absorción de magnesio mientras que el calcio sirve para evitar el cuadro clínico.
• La bibliografía indica que las hembras adultas deben consumir 30 gr diarios de Mg, presentes en 55 gr de óxido de Mg (MgO) o 100 gr de carbonato del Mg. (MgCO3). Considerando que el consumo medio de Sal en mucho menor, es que se aconseja el uso de sales con magnesio, calcio y sodio (ref. Dr. Guillermo Mattioli Laboratorio de Nutrición Mineral, Fac. Cs. Veterinarias-UNLP).
• Cambio de potrero. De ser posible los animales deben ser llevados a potreros donde no sea tan evidente el rebrote, el cual genera pastos tiernos muy ricos en potasio, principal responsable de que el magnesio no sea absorbido. La especie vegetal incluye en el riesgo, siendo los avenales los más predisponentes. Igualmente la mayor frecuencia de casos ocurre sobre campos naturales, típicos de la zona de cría.
• Nunca colocar sólo fibra. En uso de fibra debe estar limitado a rollos o megafardos de altísima calidad, evitándose el uso de aquellos con mucha fibra. Este factor es responsable de perjudicar aún más la absorción de magnesio, agravando el cuadro. En caso de usarse rollos de mala calidad, emplearlos exclusivamente para espolvorear óxido de magnesio sobre ellos y favorecer el consumo de magnesio. Esta opción será igualmente mucho menos efectiva que el aporte en bateas de sales bien diseñadas y con grano de maíz como ingrediente.
• Evitar someter a stress a los animales, ya sea cuando se deban realizar maniobras en la manga principalmente.
• Recorrer los lotes diariamente para observar nuevos casos.