BovineVET
14 de mayo de 2020
El protocolo Karakaya-Bilen es una especie de sincronización previa; su resultado es muy bueno, alentador de 8 puntos de concepto rate son casi 3 puntos de pregnante rate. Sin embargo, como señaló acertadamente Julio Giordano durante la reunión de noviembre de 2019 del Dairy Cattle Reproduction Council, es necesario repetir este experimento para validar sus resultados, siendo la muestra aún relativamente modesta.
Sin embargo, me gustaría hacer una consideración diferente. Me pregunto si no sería el momento de hablar sobre el sistema en lugar de los métodos. Desde 1996 hasta hoy, la sincronización de la ovulación ha asumido un papel dominante en el manejo reproductivo, hasta el punto de que muchos hoy identifican el manejo reproductivo en la sincronización. A pesar de esta dedicación, la sociedad, el consumidor, nos pide una producción que respete dos pilares fundamentales y esenciales:
1. Seguridad alimentaria
2. Bienestar animal.
No hay evidencia científica de que los tratamientos hormonales que usamos diariamente en sincronización sean peligrosos para la salud humana y/o la salud de la vaca, sin embargo, no podemos ignorar las solicitudes de un consumidor que de facto es el que decide el éxito o la falla de un producto. Sin embargo, más allá de este punto, que de otro modo es muy cuestionable, la actitud crítica de una parte importante de la sociedad debe hacernos reflexionar y debemos preguntarnos si hay una forma alternativa de mejorar el rendimiento reproductivo de las vaquillas y las vacas.
Hoy los sistemas de sincronización también son muy complejos. Es necesario capturar animales de 6 a 7 veces y si también consideramos la resincronización, la vaca se captura de 11 a 13 veces. Tenemos un costo para las hormonas que depende en gran medida de la cantidad de inseminaciones que tienen lugar: en un establo lechero bien administrado tenemos una cantidad de IA por gestación de 2.2-2.3, mientras que en el ganado de carne, con una inseminación predominantemente estacional, con 85% de inseminaciones naturales y 30-35% de vacas no preñadas al final de cada temporada, por lo que es probable que cualquier evaluación sea imposible.
Dije antes de trabajar en el sistema en lugar del método. Hoy es posible elegir toros que sean más fértiles, especialmente en verano. Son los concept plus, un criterio que se está extendiendo entre todas las impresas que producen semen. Hoy sabemos por epigenética que las características reproductivas también están condicionadas por la forma en que manejamos la gestación de la vaca, así como a través de la hipótesis lactocrina, podemos explicar el papel fundamental del calostro en el desarrollo de la futura vaca. Los crecimientos de los terneros antes y después del destete afectan la apariencia de la pubertad y, por lo tanto, la altura y el peso de la novilla en la primera inseminación, por lo tanto, de la edad en el primer nacimiento. Todo esto depende de cómo sepamos preservar la salud del ternero desde los primeros momentos de la vida.
Hoy sabemos que una vaca con problemas de hipofertilidad tenderá a producir hijas y nietos con el mismo problema. Esto significa que debe aplicarse un criterio selectivo sobre la "función" expresada: eliminar familias con problemas reproductivos, con mastitis, con problemas de cojera, con problemas metabólicos, etc. El criterio de selección que la genómica nos ofrece hoy es muy, muy funcional también en este sentido. La selección debe comenzar desde el ternero: hoy sabemos que el crecimiento del ternero en los primeros 60 días de vida afecta significativamente la producción en las primeras 3 lactaciones ... Hoy sabemos que la incidencia, especialmente de las formas respiratorias en los primeros 60 días, afectará la cantidad de vaquillas que llegará al primer y segundo parto ...
Es un proceso complejo y multifactorial, en el que los veterinarios y zootecnistas pueden desempeñar un papel central, pero debemos salir de la lógica de la gestión "Take a Way".
Volviendo al manejo reproductivo de las novillas. Hoy podemos trabajar con tres estrategias diferentes, dependiendo de la eficiencia y precisión con la que se detecte el celo.
1.Si la eficiencia y la precisión son del orden del 80%, también puede trabajar solo con inseminación sobre celo observado. De lo contrario, es necesario intervenir con hormonas, …hasta que no se soluciones los problema de ineficiencia de detección de celo.
2. Una vez verificado que las vaquillas tienen un CL, se pincha con PGF2a inseminado solo a los animales que se verán en celo después de 24-144 horas. Todas las vaquillas que no se hayan visto en celo se tratarán nuevamente con un segundo PGF2a después de 11-14 días, inseminando todas las vaquillas que se verán en celo después de 24-144 horas. Normalmente después del 2º PGF2a, aproximadamente el 85% de las vaquillas han sido inseminadas.
3. Uso de una sincronización de la ovulación usando un dispositivo intravaginal de progesterona de liberación lenta. En vaquillas lecheras con un programa de 5-6 días, no hay diferencia en la tasa de concepción.
Tres métodos, tres inversiones laborales y farmacéuticas diferentes. Hoy trabajamos con un método mixto: 1 + 2 o 2 + 3. Lo importante es tomar conciencia del hecho de que las vaquillas lecheras que aún no están preñada a los 15-16 meses deben excluirse del programa reproductivo, al igual que las vacas que a 200 DIM (en un sistema con distribución homogénea de partos) no si todavía estuvieran preñada deberían estacionarse y salir del program. Hoy sabemos que las vaquillas que tienen problemas para quedar embarazadas serán primiparas problema y si llegan allí, serán el segundipara problema.
Lo siento, como siempre, soy demasiado largo .....