El sector lácteo israelí: éxito en condiciones difíciles

    

Israel es un pequeño país situado en la cuenca oriental del mar Mediterráneo. El territorio de Israel es de 22 mil kilómetros cuadrados (Alemania es 16 veces más grande que Israel). Casi dos tercios del territorio de Israel es desierto y solo el 20% se utiliza para la agricultura. La población de Israel es de aproximadamente 10 millones de habitantes y el PIB per cápita en 2023 fue de 36.000 dólares estadounidenses (por encima de la media de la UE). La participación de la agricultura en el producto nacional bruto de Israel es solo del 1,3%, y solo el 2% de la población está empleada en la agricultura. En 2022, el producto agrícola en Israel se situó en 8.500 millones de dólares estadounidenses, de los cuales 3.500 millones (40%) son ramas animales. La industria láctea en Israel (ganado vacuno y ovino), constituye el 37% del producto total de las industrias ganaderas (1.300 millones de dólares estadounidenses al año). Israel actualmente produce alrededor de 1.600 millones de litros de leche al año (85% del consumo de leche del país), cuando más del 90% de la leche producida en Israel es procesada y comercializada por las 3 mayores lecherías. Las características del consumo de leche en Israel son diferentes a las de Europa. Más del 40% de la leche se consume como leche fluida y bebidas lácteas, el 30% como quesos blandos, el 25% como quesos duros y solo el 1% como mantequilla.

El rebaño lechero israelí incluye 135.000 vacas de la raza israelí Holstein, todas en confinamiento completo y sin pastoreo. Alrededor del 85% de las vacas están bajo control lechero oficial y todas las vacas son inseminadas por inseminación artificial, con la mayor parte del semen producido en Israel. Creemos que la cría de vacas, utilizando semen israelí, proporciona a las vacas una mejor resistencia a las condiciones climáticas y sanitarias que existen en nuestra región. El rendimiento anual por vaca es el más alto del mundo y se situó en una media de 12.500 kg en 2023, con un contenido de 3,9% de grasa y 3,45% de proteína.

Las granjas en Israel están repartidas por todo el territorio, incluso en las zonas desérticas. Al igual que en otros países del mundo, también en Israel existe una tendencia a reducir el número de granjas lecheras y a aumentar el número de vacas y la producción anual por granja. En el año 2.000 había en Israel 1.400 granjas lecheras con una producción media anual de 800.000 litros por granja lechera. En 2.020, el número de granjas disminuyó a 650 y el rendimiento medio anual por granja aumentó a 2,2 millones de litros. El rendimiento medio de leche por vaca era hace 30 años de 9.500 kg y hoy se sitúa en 12.500. Como resultado de los cambios en la política de pagos (pasando del pago por volumen al pago por sólidos), el contenido de grasa en la leche aumentó del 3,0% al 3,9% y el contenido de proteína del 2,9% al 3,3%.

Una de las características de la producción de leche en Israel es la estacionalidad en el suministro de leche, que es causada por el efecto negativo del calor del verano en la producción de leche y la fertilidad de las vacas, lo que lleva a un exceso de leche en el invierno y una escasez en el verano. Como Israel es uno de los pocos países del mundo que todavía tiene cuotas de leche, las lecherías tienden a pagar más por la leche que se produce más allá de la cuota en los meses de verano, en cuenta la producida en el invierno, con el objetivo de alentar a los productores de leche a invertir e implementar medidas para mitigar el calor en el verano.

El éxito profesional de la industria láctea israelí, que es una industria relativamente joven, debe atribuirse a los "padres fundadores". Los fundadores de la industria, que comenzaron hace unos cien años, vinieron de Europa (en su mayoría del este) y no sabían nada sobre productos lácteos. Desde el principio entendieron que para ser competitivos en esta región climática con escasez de agua, debían ser eficientes y la condición para ello era lograr una alta producción de leche por vaca, que cubriera los altos costos de alimentación. Una condición necesaria para esto era mantener a las vacas en confinamiento completo durante todo el año sin pastoreo, utilizando genética apropiada y un alto nivel profesional de los productores de leche, al tiempo que se establecían organizaciones de apoyo en los campos de la medicina veterinaria clínica, la inseminación artificial y la alimentación.

Los fundadores de la industria lechera israelí eran en su mayoría de orientación socialista y como tal, ya en los años treinta del siglo pasado, establecieron sistemas cooperativos para proporcionar servicios veterinarios clínicos, mejoramiento genético e inseminación artificial, suministro de alimentos, así como las fábricas procesadoras que recogían, procesaban y comercializaban la leche y sus productos en todo el país. La mayoría de estas organizaciones existen hasta el día de hoy en conexión con la Asociación de Criadores de Ganado de Israel (ICBA), con la excepción de la fábrica procesadora de leche más grande que fue privatizada en los últimos años y la mayoría de cuyas acciones están en manos de una empresa lechera china de Shanghai. Las plantas concentradoras regionales han cambiado de cara y ahora son "centros de alimentación" que suministran raciones totales mixtas (TMR) a las granjas lecheras. En gran parte de las granjas lecheras de Israel, la mezcla de pienso se compra a estos centros de alimentación, y el alimento se distribuye diariamente (y en verano más de una vez al día), directamente a los comederos de las vacas. Todos los productores de leche de Israel están unidos en la "Asociación de Criadores de Ganado de Israel" (ICBA), que, además de la representación política ante las autoridades, proporciona una variedad de servicios a sus miembros. Entre ellos se incluyen, entre otros, el funcionamiento del "sistema de control de la leche" y el "libro genealógico" israelí, cuyos datos son utilizados por la empresa de inseminación artificial para la mejora genética (la mayoría de las inseminaciones realizadas en Israel se realizan con semen israelí). Además, la ICBA ha desarrollado y mantiene un software de gestión de granjas único llamado NOA, que se adapta a las necesidades y condiciones de las granjas lecheras israelíes y da servicio a todas las granjas lecheras. El software está en contacto continuo con todos los sistemas que interactúan con la granja, lo que permite al administrador de la granja obtener una imagen actualizada de su situación y tomar decisiones en tiempo real.

Incluso a nivel nacional, la industria lechera israelí recibe una atención especial. Un instituto llamado "Israeli Dairy Board (IDB)" reúne al gobierno israelí, a los productores de leche y a las empresas procesadoras de leche. Con la aprobación del gobierno, el presupuesto de la junta de leche se basa en un impuesto recaudado por cada litro de leche consumido. La junta de leche (bajo la dirección del Ministerio de Agricultura israelí), es responsable de administrar el sistema nacional de cuotas de leche, así como de una serie de acciones y servicios para el beneficio del público y la industria, como la publicidad de los productos lácteos, el fomento y la financiación de la investigación aplicada, así como la formación en cursos nacionales y regionales. El IDB también opera el "laboratorio de calidad de la leche", que proporciona pruebas de leche y ofrece consultoría y servicios profesionales para cada granja lechera.

En conclusión, se puede decir que el éxito de la industria lechera israelí y los logros que ha alcanzado se deben principalmente a su estructura integradora y a la estrecha cooperación entre todos sus componentes. Esta cooperación proporciona a los productores de leche buen material genético, que se adapta a las condiciones especiales de producción de Israel, así como conocimientos y herramientas de gestión que hacen posible convertirlo en leche de alta calidad. Así, a pesar de encontrarse en condiciones inferiores, la vaca israelí se convirtió en la "campeona mundial" en producción de leche. Al alcanzar una alta producción de leche, la cantidad de alimento para producir un litro de leche es relativamente baja, siendo necesarios menos de 0,7 kg de materia seca para producir un litro de leche. Esto permite la producción de leche con eficiencia económica, y al mismo tiempo, una emisión relativamente baja de metano al medio ambiente, cuestión que está cobrando gran importancia en los últimos años.