¿Para entrar en el negocio de los búfalos requerimos proyectos?
Etimológicamente hablando, proyecto significa acción futura. Toda actividad por hacerse supone un proyecto. El concepto general, es definitivamente distinto al de estudios de factibilidad, también llamados proyectos; donde se toman en cuenta cada una de las variables que intervienen en una actividad económica por realizar, emprender o continuar. Factibilidad, quiere decir que es viable, que puede dar resultados satisfactorios y; cuando se miden todos los elementos con todos sus detalles es precisamente para que, lo que en el inicio fue una idea de proyecto, pueda ejecutarse con éxito, resulte posible.
Erróneamente muchos, hoy día, con el afán de conseguir dinero a como de lugar y aprovecharse del posible clientelismo por ser año electoral; presentan pseudos proyectos, que por lo general son refritos, adaptaciones o plagios; sumados a documentos mal elaborados que, al ser aceptados y aprobados: ponen recursos, que son del Estado para beneficio de la nación, en manos de inescrupulosos (algunos amparados en cooperativas); para el goce de gente que ni siquiera invierte, sino que destinan al mero consumo, dineros orientados a la actividad productiva como la ganadera. Por supuesto, no todos son inescrupulosos; pero al ver a los proyectos como una simple llave para los créditos (que de hecho lo son) se pierde de vista la esencia del proyecto: servir de guía, de modelador de la actividad económica, procurando la sostenibilidad, su permanencia en le tiempo o, durante la vida útil del proyecto. También existen instituciones del Estado que otorgan recursos monetarios a cambio de palabras empeñadas; ni siquiera le exigen mínimos estudios de factibilidad, haciendo un gran daño. ¡Ya basta de empresas agropecuarias quebradas! y ¡de ganaderos arruinados!; ¡de cooperativas abandonadas a su suerte! y; ¡de regalar un dinero que es de todos los venezolanos!
Todo proyecto agropecuario, inicia con una identificación del mismo, para luego dar paso al ante-proyecto o prefactibilidad; que mide los elementos técnicos determinantes del proceso productivo así como los factores legales y, concluye con un estudio más amplio, denominado documento de factibilidad o proyecto definitivo. Como podemos observar, esa semillita llamada idea de proyecto; crece y se desarrolla en un documento de pre-inversión: referido así por tratarse del paso previo al desembolso del dinero. Esto dice que, es una imprudencia, hacer alguna erogación sin tener antes un estudio que nos muestre con todos los detalles, qué hacer en materia de ganadería bufalina.
¿Qué debe contener un proyecto bufalino?
La idea es que se consideren todas las variables, todos los elementos que influyen en el proceso productivo, en el devenir o desarrollo de la actividad económica desenvuelta, generada, en la producción pecuaria. Se deben medir todos los factores para reducir al mínimo posible la incertidumbre.
Aunque los proyectos ocupan, en el plano macroeconómico, un menor nivel que los planes y programas (son parte de ellos); a la hora de formular un proyecto, este representa, en lo microeconómico, un plan estratégico situacional. Al final, el empresario o productor ganadero obtiene una guía para alcanzar el éxito en su finca; bien sea para carne o doble propósito. Que el proyecto constituya un plan estratégico situacional, supone qué hacer hoy, con la situación actual, para alcanzar una situación objetivo, conforme a lo deseado.
Una de las tareas del proyectista, a través del documento de preinversión o proyecto bufalino, es romper con el tradicionalismo: que lleva al dueño de finca a pensar, que si su abuelo hacía las cosas de un modo, y luego su padre las continuó, no es necesario cambiarlas. Además de establecer la ruptura con la falta de cultura de planificación y proyectos, existente en los llanos y en toda Venezuela. Así como romper los paradigmas en ganadería y entender que el búfalo es el animal deseado por muchos ganaderos y que no se habían percatado que estaba allí, esperando por que se asuma su cría; de mayor adaptación y rentabilidad que la cebuína, en nuestros llanos.
Son múltiples los puntos a contemplar en proyectos de ganadería bufalina: aspectos agroecológicos; clima, suelo, pluviosidad, acceso al agua e hidrogeología, factores erosivos, vientos, topografía; características del mercado (doméstico o de exportación), la comercialización y sus canales, gustos del consumidor, necesidades reales, demandas efectivas y potenciales; fuentes de financiamiento, tipos de créditos y condiciones de financiamiento; dominio del proceso productivo, conocimiento y experiencia en la actividad agrícola o agroindustrial; determinación y usufructo adecuado de la capacidad instalada; precisar ingresos y costos e indicadores económicos básicos; el recurso humano, capacidad empresarial, experticia de los administradores y obreros; capital humano, aspectos culturales, visión colectiva y noción de progreso e; impacto ambiental; entre otros factores
¿A quien contratar para elaborar un proyecto bufalino?
Definitivamente a un especialista o grupo de ellos. Resulta usual ver a aprendices de brujo, embaucando a productores-cobrándoles fuertes sumas o cualquier cosa por pésimos proyectos- y dejando en ellos un gran vacío; puesto que no los orientan. Las estrategias planteadas, si es que lo hacen, resultan desastrosas o por lo menos infructuosas. No identifican pertinentemente las fuentes de financiamiento aptas para la actividades a desempeñar o desempeñadas. No hacen seguimiento a la ejecución y puesta en marcha del proyecto: por lo general dejan al empresario con un documento que ni ellos entienden y luego, si te ví, no me acuerdo: generando todo esto, un estruendoso fracaso.
El proyectista es como el arquitecto, se planta frente al espacio y crea, resuelve. Define estrategias; por lo general, de acuerdo a su experiencia, conocimiento, creatividad y ética; certeras y asertivas. En varias escuelas de economía y de otras ramas del saber; forman a planificadores y proyectistas. De allí que puedan conseguir, en muchos profesionales, a buenos proyectistas. Siendo necesario, exigirles credenciales y demostrar experiencia.
Uno de los aspectos mencionados es el de la ética. Este lleva a cobrar por estos servicios lo razonable y no quitarle el ojo de la cara al productor ganadero o empresario del campo. El proyectista puede bien cobrar un porcentaje del monto global del proyecto; resultando esto a veces oneroso para algunos emprendedores y dueños de finca. Una alternativa válida: cobrar por horas técnicas empleadas en la elaboración del proyecto; dependiendo de la profundidad del estudio y de la complejidad del proyecto; ésta última, puede resultar más beneficiosa para el usuario de estos servicios técnicos (cliente-empresario).
Tecnología Criolla:
Recientemente en Barinas, se creó un modelo econométrico que permite hacer simulaciones de lo que pudiese ser la realidad de una finca bufalina y ganadera en general. El modelo consiste, en el uso de las matemáticas para hacer proyecciones y cálculos relativos a la rentabilidad de la empresa agropecuaria con el soporte de herramientas informáticas. Este modelo fue hecho por técnicos barineses y validado por un docente experto de la Universidad del Zulia y un profesional veterinario vinculado a la FAO.
Para el inicio, al tener la idea de proyecto, el empresario puede contar con esta herramienta para hacer prospectiva, es decir; para que pueda proyectar a futuro: lo que será su finca. Tratando de considerar el mayor número de variables posibles; recordando, que el futuro implica incertidumbre; y la misma se reduce a través de la aplicación de metodologías que nos dicen, que tanto podemos ganar con nuestra actividad bufalina y, qué tan rentable será la misma.
Durante la puesta en marcha de la actividad económica o del proceso productivo; el mismo se puede someter a control estricto, mediante software o programas empresariales; que pueden ser adaptados a sus necesidades específicas y, de allí; la importancia de equipos multidisciplinarios, capaces de adecuar estas herramientas de la informática a los vaivenes propios de la actividad agrícola y ganadera, con su diversidad de rubros.
¿Y qué puede hacer un ganadero con eso?
Para los ganaderos barineses significa poder visualizar en la pantalla de su laptop o computador portátil, lo que va a pasar con el movimiento de rebaño de su finca, cuando adquiere nuevo semoviente. Para quien inicia, por ejemplo, con un pie de cría: vasta con marcar o introducir los datos sobre el número de hembras y machos que conforman el mismo; e inmediatamente: aparece en el computador, reflejado, como va ser el comportamiento del rebaño a lo largo de los años; pariciones, muertes, número de semovientes, unidades animales y hasta la producción de carne, leche y sus derivados (ver artículo anterior de búfalos en la edición nº 16 de Producción y Negocio).
El uso de esta herramienta procura medir todas las variables técnico-económicas esenciales para el control de la finca: punto de equilibrio, relación beneficio-costo, Valor Actual Neto (VAN), Tasa Interna de Retorno (TIR), el precio adecuado para vender la leche, queso, la carne, entre otros. En caso de solicitar un crédito, mide todas las variables del servicio de la deuda; y permite crear escenarios diversos para saber cual es la inversión adecuada, tiempo pertinente, capacidad de endeudamiento, tasa de interés apropiada, amortizaciones junto a otros indicadores.
Las ventajas concretas para el ganadero, del uso de este tipo de modelos; consiste, en que puede hacer planificación estratégica situacional. Planificar el desarrollo de su finca. El modelo le permite hacer las proyecciones, y luego contrastar lo proyectado con los resultados del día a día; los cuales puede registrar y manejar mediante software que le permitan administrar mejor su finca. Existen softwares en el mercado que pueden responder a las necesidades de su empresa ganadera, pero por lo general no se adaptan a la realidad de su negocio o a sus necesidades. De allí que este modelo econométrico pueda resultar de mucha ayuda combinado con los softwares o programas existentes.
Facilitar las cosas al productor sin perder racionalidad:
De ningún modo se propone hacerle las cosas difíciles a los ganaderos, y menos a los que quieran incursionar en búfalos; tampoco, a los que quieran acceder a créditos ganaderos en general; por el contrario, de lo que se trata es darle a conocer que en Barinas, como ya se dijo, se han desarrollado estos modelos econométricos (uso de las matemáticas en economía), donde el productor y cualquier interesado en llevar adelante un proyecto de cría de búfalo o de otra ganadería; puede, reiteramos, formular su proyecto junto al proyectista. El empresario del campo, al solicitar el apoyo de expertos en estudios técnico-económicos, debería contar con un equipo transdisciplinario; de economistas, ingenieros agrónomos y de informática: que establecerán el puente entre su finca y los adelantos tecnológicos acordes al desarrollo de su actividad empresarial. No todo el tiempo es posible, pero es lo más aconsejable. Resulta menos costoso a la larga; y existen, además, empresas que aportan estos servicios integrales.
Durante la puesta en marcha de la actividad económica o del proceso productivo; el mismo se puede someter a control estricto, mediante softwares o programas empresariales; que pueden ser adaptados a sus necesidades específicas y, de allí; la importancia de equipos multidisciplinarios, capaces de adecuar estas herramientas de la informática a los vaivenes propios de la actividad ganadera, con sus rubros.
Planificamos o erramos:
El modelo econométrico en cuestión; no está a la venta. Es empleado por estos técnicos para hacer cálculos y proyecciones, repetimos, con los propios dueños de finca y sus técnicos. No se trata de cosas pre-elaboradas para ser aplicadas por el ganadero, no: por el contrario, es una gran matriz que relaciona múltiples variables, con la flexibilidad suficiente para que usted fije los parámetros en función de la caracterización de su finca. De su propia realidad como empresa agropecuaria.
Son múltiples, además de las mencionadas, las variables que deben ser controladas o revisadas en la ganadería: parásitos, hongos, malezas, fertilización, movimiento de rebaño, calidad y capacidad de sustentación de los pastos, además de los indicadores económicos y financieros empleados especialmente; en fin, muchísimos factores que con sólo la experiencia no se pueden manejar: se hace necesario hacerse de la creatividad, la ética y sobretodo, el conocimiento; expresado en estas herramientas de la informática; donde podemos elaborar: especies de tableros de control para los proceso productivos agropecuarios.
CHISTE BUFALINO:
Al preguntar a un productor del Sur del lago:
¿Cuál sería para ellos en el Sur del Lago, la vaca ideal?
Respuesta:
Una vaca grande. Que no se enferme, que tenga cría todos los años, que produzca 6 litros diarios de leche sin alimento concentrado, con sólo forraje tosco, que no sea susceptible a ecto y endoparásitos, mansa, fácil de manejar, que no se muera si no queremos, y todo lo que se les pueda antojar. ¿Qué se ordeñe sola? Bueno, esta vaca es la vaca imposible. No se consigue, no se ha podido lograr, quizá el ganado Jersey - neozelandés es el que más se le acerca, pero no llega a tanto. Pero si analizamos objetivamente y observamos sobre el terreno de pelea del ganadero, sobre realidades, esto sólo lo logra el búfalo de agua.