CAPÍTULO I INTRODUCCIÓN
Con el paso de los años, el cambio de sistemas extensivos a intensivos en las ganaderías de leche ha traído consigo un incremento de la demanda de personal (O’Donovan et al., 2008). Para minimizar este efecto, que elevaría sustancialmente los costos de producción, los ganaderos han optado por incluir en sus granjas sistemas automatizados (Watson, 2009). Es así como a mediados de la década de los 70, surgen las primeras ideas de implementar sistemas automatizados de ordeño con el objetivo de optimizar el tiempo y reducir la mano de obra (Koning, 2010).
En el Ecuador existe un mosaico de sistemas de producción lechera que varían entre pequeñas, medianas y grandes ganaderías. Los factores ambientales, disponibilidad de recursos tecnológicos, instalaciones, personal y aspectos socio-económicos han dado origen a esta diversidad de explotaciones lecheras (Bonifaz et al, 2011). Dentro de los recursos tecnológicos, la adquisición de sistemas automáticos de ordeño ha sido una de las principales metas de las ganaderías.
La aparición de los sistemas de ordeño automatizados (SOA) trajo consigo el desarrollo de los primeros sistemas para la identificación de vacas, equipos de suministración de concentrados y retiradores automáticos (RA) para las unidades de ordeño (González et al, 2012). En el SOA los retiradores automáticos cortan el vacío de la unidad y retiran las pezoneras o unidades de ordeño de los pezones cuando identifican que el flujo de la leche proveniente de la ubre disminuye por debajo de un nivel ya establecido previamente en kg/min (Billón et al., 2009).
Entre las ventajas que se han evidenciado por estos sistemas figuran: menor tiempo de ordeño, menos alteraciones vasculares en pezones y la necesidad de menos personal por vacas en ordeño (Aller, 2015; Stelwagen et al., 2013).
Un funcionamiento incorrecto del sistema de ordeño puede afectar la condición del pezón, causar alteraciones y provocar lesiones, como grietas o heridas. Esto favorece la colonización y multiplicación de bacterias que promoverían el desarrollo de infecciones intramamarias, disminuyendo la producción y debilitando las barreras defensivas propias del esfínter del pezón. Las principales causas de este mal funcionamiento son un excesivo nivel de vacío, flujo bidireccional, la presencia de sobre ordeño y un inadecuado masaje del pezón (Díaz et al., 2014).
Por tal motivo, en los últimos años se han hecho varios estudios para calificar y monitorear objetivamente el estado del pezón. Uno de los sistemas más utilizados es mediante la valoración de la congestión del pezón después del ordeño, utilizando un cutímetro o ecografía (Díaz et al., 2013). Otro recurso es la calificación visual de la condición del pezón para evidenciar la hiperqueratosis de la punta del pezón, su grosor y textura (Díaz et al., 2014). Además, están las pruebas de tiempo de ordeño (PTO) para evaluar la eficiencia del sistema (Besier et al., 2016).
Con respecto a los sistemas de puntuación del pezón, se distinguen los cambios a corto plazo, que incluyen modificaciones en el color e inflamación del pezón. Mientras a largo plazo el cambio más importante es la hiperqueratosis de su punta (Zoche-Golob et al., 2015).
Varios estudios que han evaluado el grosor y la rugosidad del anillo de la punta del pezón han registrado una asociación entre las alteraciones del pezón y el riesgo de infecciones intramamarias (Breen et al., 2009). En sistemas de ordeño automáticos, todavía existen problemas como el engrosamiento de la piel que rodea el pezón y la rugosidad de la punta, por lo que es necesario más estudios complementarios, en los cuales se pueda determinar la manera adecuada para tratar estos problemas (Norstebo et al., 2018).
Como se mencionó, las pruebas de tiempo de ordeño han demostrado objetividad para evaluar los efectos negativos en el pezón a causa de los equipos de ordeño. Sin embargo, no se dispone de suficiente información que analice la relación entre la condición de la punta del pezón y las pruebas de tiempo de ordeño (Besier et al., 2016).
De forma general el tiempo de ordeño está influenciado por la velocidad del transporte de la leche y el nivel de vacío ejercido por el sistema (Besier et al., 2016). Este último, junto con la anatomía del pezón y la configuración de las pulsaciones, se encuentran relacionados con la tasa de flujo de un cuarto de leche (Bade et al., 2009; Norstebo et al., 2018).
Por otro lado, es común la preocupación por parte de los ganaderos respecto al incremento de la leche residual y su relación con la mastitis. Sin embargo, con los resultados obtenidos en varias investigaciones se evidencia que el aumento de leche residual no afecta de manera negativa la salud de la ubre, conteo de células somáticas (CCS) y tasas de mastitis clínica (Edwards et al., 2013). Tomando en cuenta estos antecedentes, se realizó la presente investigación con el objetivo de determinar el efecto de la calibración del retirador automático de las máquinas de ordeño, sobre la salud del pezón y eficiencia de ordeño de las vacas lecheras en una ganadería local.
CAPÍTULO II OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
- Determinar el efecto de la calibración del retirador automático de las máquinas de ordeño sobre la salud del pezón y eficiencia de ordeño en vacas lecheras.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- Analizar el efecto de la calibración del retirador automático sobre la salud del pezón mediante la calificación de cambios físicos de los pezones.
- Determinar el efecto de la calibración del retirador automático sobre el tiempo de ordeño y volumen de producción.
CAPÍTULO III MARCO TEÓRICO
1. Anatomía de la glándula mamaria
Es una glándula cutánea, conformada por tejido epitelial, de consistencia suave al tacto y provista de finos vellos ausentes a nivel de los pezones. Presenta una forma redondeada y en el caso de los rumiantes, tiene una localización a nivel inguinal. Los cuartos posteriores proporcionan el 60% de la producción de leche (Caravaca et al., 2005).
La glándula mamaria está conformada por los alvéolos (rodeados por una red de vasos sanguíneos), que constan de una capa de células epiteliales encargadas de la síntesis y secreción de la leche (Elizondo, 2010). Estas células se encuentran rodeando la luz central de los alvéolos y se continúa por un conducto, el cual converge en las cisternas, lugar donde es almacenada la leche. Rodeando externamente las células epiteliales, se encuentran las células mioepiteliales, cuya función es la contracción de los alvéolos, facilitando así, la expulsión de la leche hacia los conductos que convergen en el pezón (Hill et al., 2006). En el pezón se encuentra la roseta de Fürstenberg que separa la porción papilar del seno lactífero del conducto y ostium papilar (Caravaca et al., 2005).
Figura 1.- Estructura del pezón
Fuente: (Caravaca et al., 2005)
2. Fisiología de lactación
La lactogénesis es el proceso de síntesis y secreción de la leche. En este proceso están involucradas varias hormonas que participan sinérgicamente en el mantenimiento de la gestación, el parto y la actividad secretora (galactopoyesis). Dentro de las más importantes figuran la prolactina, la hormona del crecimiento, estrógenos, progesterona y oxitocina. La prolactina es la encargada de la síntesis de leche, que posterior al parto, incrementa sus niveles de concentración. La hormona del crecimiento interviene en la secreción de leche, ya que se liga a receptores de la prolactina. Mientras que los estrógenos y la progesterona, intervienen en el crecimiento de la glándula mamaria (Caravaca et al., 2005).
Tanto la prolactina como la oxitocina, secretadas por la hipófisis anterior y posterior respectivamente, son las hormonas principales en el proceso de excreción de la leche (Elizondo, 2010). El reflejo neurohormonal de caída de leche, se puede ver afectado por la falta de buenas prácticas de ordeño, como ruidos extremos en la sala de ordeño, uso inadecuado de las máquinas de ordeño o su mal funcionamiento, mal manejo de las vacas, entre otras (FAO, 2012).
Posterior al parto, la secreción de leche va a estar representada por la curva de lactación, la cual indica la producción de leche durante todo el ciclo productivo, que tiene una duración ideal de 305 días aproximadamente. En dicha curva se figuran tres etapas: lactogénesis uno, lactogénesis dos y finalmente la galactopoyesis o persistencia. El pico de producción normalmente ocurre entre las 4 y 10 semanas posparto (Zamorano et al., 2018).
Figura 2.- Curva de lactancia
Fuente: (FAO, 2012)
3. Alteraciones a nivel del pezón
Los factores que pueden afectar la salud del pezón pueden ser: la interacción entre vacas, los sistemas de manejo, la interacción entre el personal y las vacas, las prácticas de alimentación, condiciones ambientales, entre otras (Jacobs et al, 2012). Con respecto a las máquinas de ordeño, el aumento del vacío, el nivel de vacío máximo y la compresión del revestimiento “masaje”, en conjunto con el uso inadecuado, predisponen a la aparición de alteraciones a nivel del pezón (Mein et al., 2001). El color, la hinchazón en la base del pezón, la hinchazón cerca o en la punta del pezón y la apertura del orifico del pezón son cambios a corto plazo, mientras que la condición de la piel y el daño vascular, corresponden a cambios a mediano plazo. La hiperqueratosis se la considera un hallazgo a largo plazo evidenciando cronicidad del problema (Gómez, 2013).
La oportuna valoración de pezones, procura mantener la salud de la ubre y velar por el bienestar animal. Se han realizado varios estudios con el objetivo de minimizar los efectos negativos sobre los pezones, estableciendo puntos importantes de valoración (Bade et al., 2009). A continuación, se detallan dichos puntos.
3.1 Cambios físicos a corto plazo
3.1.1 Cambios en el color
El pezón en condiciones normales debe presentar una coloración rosada, que en el caso de una alteración (parcial o completa), se pueden observar cianóticos o enrojecidos (Gómez, 2013). En esta valoración, post-ordeño, se debe tomar en cuenta a los pezones cortos o delgados, ya que podrían resultar más perjudicados, adicionalmente, los pezones de color negro no se valorarán (Mein et al., 2001).
3.1.2 Hinchazón en la base del pezón
Normalmente, debe existir ausencia de hinchazón o del anillo en la base del pezón; sin embargo, se pueden observar alteraciones como una marca por contacto de la pezonera o marca de “liga”, o una hinchazón marcada (presencia de un anillo palpable y engrosado) (Gómez, 2013).
3.1.3 Hinchazón cerca o en la punta del pezón
Para evaluar este punto, no se deben tomar en cuenta las vacas con edema de parto. A la palpación, la punta del pezón debe ser suave y flexible en condiciones normales, y dura, firme o en forma de cuña bien marcada cuando se encuentra afectada (Mein et al., 2001).
3.1.4 Apertura del orificio del pezón
Después del ordeño, el orifico debe cerrarse lo más pronto posible; sin embargo, en este punto se pueden evaluar dos circunstancias: el orificio cerrado o abierto (mayor a 2 mm de ancho o profundidad) (Gómez, 2013).
3.2 Cambios físicos a mediano plazo
3.2.1 Condición de la piel del pezón
La utilización de las máquinas de ordeño, el uso de desinfectantes en concentraciones inadecuadas contribuye al surgimiento de problemas a nivel de la piel del pezón. Se encuentra en estado normal, cuando se puede apreciar una piel suave y saludable; una piel seca o con lesiones abiertas, es indicativo de alteraciones en la salud del pezón (Mein et al., 2001).
3.2.2 Daño vascular
La presencia de petequias o hemorragias, es indicativo de daño vascular, está generalmente dado por una falla en las pulsaciones, alto vacío o un ordeño prolongado (Mein et al., 2001), su incidencia disminuye en hatos con pezoneras estrechas, baja presión de ordeño o que utilizan retiradores automáticos (Gómez, 2013).
3.3 Cambios físicos a largo plazo
3.3.1 Hiperqueratosis del orificio del pezón
Al incremento del tamaño del pliegue cutáneo que se encuentra en torno al orificio del pezón, se lo conoce como hiperqueratosis, que histológicamente, se lo define como la hiperplasia del estrato córneo de la piel. Dicha alteración es causada debido al incremento de la producción de queratina, como mecanismo de compensación ante las fuerzas ejercidas por la máquina de ordeño. Los factores que predisponen a esta condición son el extremo del pezón, altos niveles de producción, la etapa de lactancia (mayor incidencia a etapas tempranas), la duración del ordeño, el manejo incorrecto de las máquinas de ordeño y la falta de buenas prácticas de ordeño (Bastida et al., 2015). Los cambios en el orificio del pezón son observables a las 2 a 8 semanas, en tres estadios, que abarcan (Gómez, 2013):
- La presencia de un anillo suave o ligeramente rugoso.
- Un anillo rugoso con alguna hebra de queratina.
- Un anillo muy rugoso, con agujas de queratina mayores a 4mm de largo.
Microscópicamente, se pueden observar infiltraciones perivasculares de linfocitos y granulocitos, y un incremento de tamaño en la capa granulosa y córnea, esta patología puede afectar al 80% del ganado. Las condiciones estacionales y ambientales (periodos más fríos), la genética de las vacas y los factores antes mencionados, influyen en la gravedad de la hiperqueratosis. El ajuste de la configuración del umbral de los retiradores automáticos puede disminuir el padecimiento de esta enfermedad (Mein et al., 2003).
4. Extracción de leche y componentes del equipo de ordeño
En el ordeño mecánico la leche es extraída al vacío mediante la diferencia de presiones entre la pared interna del pezón y la presión negativa ejercida por el vacío de la pezonera. Lo recomendable es una presión entre los -48 Kpa y -50 Kpa, acompañada de movimientos rítmicos que son las pulsaciones al abrirse y cerrarse las pezoneras. Con esto se está simulando la succión ejercida por la boca del ternero (Calhoun, 2001; Montenegro et al., 2015).
4.1 Bomba de vacío
La presión negativa o más conocida como vacío en los sistemas de ordeño, son creados mediante fuentes con su mismo nombre; bombas de vacío, que según su diseño mecánico y requerimientos de las explotaciones existen diferentes tipos (Montenegro et al., 2015).
4.2 Pulsadores
Existen varios modelos de pulsadores, pero el principio de funcionamiento de todos es crear una frecuencia de 60 pulsaciones por minuto (ppm) mediante un pulso de vacío intermitente o alternar el vacío de las máquinas de ordeño, entre la pezonera y el casquillo, produciendo una relación ordeño-masaje (Montenegro et al., 2015).
4.3 Medidores de leche
Según las necesidades de las explotaciones, los medidores también han ido mejorando y existen diferentes tipos, pero su función es medir la totalidad de la leche producida por cada vaca. Para este fin se utilizan recipientes de cristal con una graduación a escala. Sin embargo, en la actualidad se utilizan medidores electrónicos que cuentan con mejor precisión para el registro de la producción. Dichos medidores utilizan sensores infrarrojos que analizan la densidad, duración y velocidad de las capas por las cuales está formada la leche (Montenegro et al., 2015).
4.4 Vacuómetros
La función del vacuómetro es medir las presiones por debajo de la presión atmosférica, es decir la presión interna de los tubos de vacío que por reglas de la empresa DeLaval para la construcción de sistemas de ordeño y por mantener el bienestar de los animales es de 48 kPa (Calhoun, 2001).
4.5 Reguladores de presión
Debido a que la bomba de vacío extrae siempre la misma presión de caudal de aire, sin importar las fluctuaciones que haya en el sistema, la función del regulador es mantener el caudal de vacío constante, dentro de la línea del sistema (Calhoun, 2001).
5. Influencia de las condiciones de vacío sobre el pezón
Debido a que en el ordeño automático la leche es extraída al vacío, si no existe flujo de leche, la presión negativa es parecida al nivel de vacío del sistema completo, mientras que disminuye cuando es transportada por los tubos de leche (Besier et al., 2016). Debido al interés por reducir el tiempo de ordeño, estudios realizados confirman que el aumento del vacío es directamente proporcional con el incremento de hiperqueratosis, apertura y congestión del canal del pezón, influyendo sobre la salud del mismo (Bade et al., 2009).
6. Sistemas de ordeño automatizados y su importancia
Con el paso del tiempo los hatos ganaderos han visto la necesidad de implementar sistemas de ordeño automatizados (SOA). Esto ha buscado reducir la mano de obra, disminuir el tiempo de ordeño e incrementar la producción, desde luego, sin descuidar la calidad de la leche (González & Fariña, 2012).
En los Países Bajos en el año de 1992 se instaló el primer SOA. Para el 2009, 8 mil granjas lecheras aproximadamente habían adaptado este sistema a nivel mundial (Jacobs et al, 2012).
En el año 2000, Noruega, por primera vez se beneficia de esta tecnología, mientras que para el 2017, fueron implementados en el 30% de las granjas destinadas a la producción láctea (Norstebo et al., 2018). Últimamente, se ha incrementado la utilización de los SOA, en ganaderías de América del Norte, sin embargo, los estudios son habituales en Europa y recientemente en Canadá (Salfer et al., 2018).
Estos sistemas requieren de sensores que, mediante sistemas de soporte de decisión, permiten vigilar el proceso de recolección de la leche y verificar cualquier anomalía, pudiendo valorar el rendimiento de la leche, su calidad, su composición, el recuento de células somáticas, entre otras (Koning, 2013). Con esto se busca que el ordeñador se enfoque en el manejo y cuidado del ganado, mas no en el proceso de ordeño como tal (Baines, 2000). Estos sistemas se encuentran funcionales las 24 horas, lo cual genera alta confiabilidad (Koning, 2010).
Tabla 1.- Ventajas y desventajas del uso de los SOA
7. Sistema de retirado automático
El retirador automático, es un dispositivo que corta el vacío cuando detecta la finalización del ordeño para posteriormente retirarlo. Está regulado de acuerdo al flujo de leche y al tiempo. Se lo ha incluido en los hatos lecheros con la finalidad de eliminar las operaciones de rutina de ordeño, incrementando los rendimientos en relación al tiempo en las salas de ordeño, permitiendo el manejo de un gran número de vacas con menos personal y evitando el sobre ordeño. El retirador automático está constituido por una caja de control, un sensor de flujo, un temporizador, una válvula de corte del vacío y del sistema de retirador de pezoneras (Romero et al., 2005).
Su utilización en ganaderías de Nueva Zelanda y Australia ha ido incrementando desde el año 2004 al 2009, de un 28 a 40% de las granjas lecheras australianas. Los retiradores automáticos se basan en la separación de las unidades cuando se ve reducido el flujo de leche bajo un nivel preestablecido o punto de conmutación en kg/min (Jago et al., 2010). El tiempo de retardo de los retiradores está determinado por el tiempo que permanece la unidad conectada posterior a lograr el punto de conmutación (Stewart et al., 2002).
Mediante la realización de varios estudios, se ha comprobado que el ajuste de los RA, influye en la duración del ordeño, pero no tiene efectos negativos en la producción o la salud de la ubre. Generalmente los estudios realizados, evalúan un aumento de 0,2 a 0,4 kg/min, obteniendo así, una disminución en la duración del ordeño, manteniendo el rendimiento de leche, la composición y sin alterar la incidencia de mastitis clínica y subclínica (Jago et al., 2010).
Edwards et al., (2013), mencionan en su estudio que la elección del umbral de flujo mínimo de leche residual (mayor a 0,4 kg/min), para la activación de los retiradores automáticos, la producción y la salud de la ubre, no se van a ver alteradas. Sin embargo, se ve reflejado en la disminución en el acúmulo de las vacas, optimizando el tiempo por ordeño y conservando un buen rendimiento de leche.
CAPÍTULO IV MATERIALES Y MÉTODOS
Materiales de muestreo (obtención de datos de tiempo de ordeño, producción y calificación de pezones)
- Tabla para toma de datos.
- Hoja para registrar producción y tiempo.
- Hoja para registrar calificación de pezones.
- Cámara fotográfica.
- Reloj cronómetro.
- Linterna.
- Guantes.
- Papel de ordeño.
- Pintura de esmalte.
- Brocha.
- Rasquetas.
- Materiales de oficina.
Materiales para el funcionamiento del equipo de ordeño
- Vacuómetro DeLaval, made in Australia.
- DeLaval Performance Tester VPR200, made in Australia.
- VPR200 WPS S/N: 1495, made in Australia.
MÉTODOS
1. Sitio de estudio
El estudio se llevó a cabo en la hacienda Santa María, ubicada en la parroquia de Aláquez, Cantón Latacunga, Provincia de Cotopaxi a una altitud de 2750 msnm, con una temperatura promedio de 12oC (GADML, 2014). La producción diaria de leche es de 1700 litros bajo un sistema de pastoreo rotativo y racional modelo neozelandés.
El diseño de la sala de ordeño consta de un equipo [DeLaval, La Granja N32-138 y Grecia; 170515 Quito – Ecuador] Línea Media (ML 2100) espina de pescado, 12 unidades de ordeño (colectores y pezoneras) MC 53, con un sistema de retiradores automáticos ACR 5000 adicionado de un punto de control de leche MPC150 para el retirado automático, pulsadores electrónicos con una frecuencia de 60 ppm y relación de pulsado 65:35, una bomba de vacío DeLaval 1600 y una bomba de leche DeLaval FMP 110.
2. Tipo de investigación
Esta investigación fue de tipo experimental longitudinal.
3. Variables
- Variable dependiente: Calibración del retirador automático en base al flujo mínimo de leche residual de 0,2 kg/min a 0,4 kg/min.
- Variable independiente: condición física del pezón, tiempo de ordeño y volumen de producción.
4. Datos a tomarse y métodos de evaluaciónEn la ganadería se realizó la calibración (seteo) del retirador automático de las máquinas de ordeño en base al flujo mínimo de leche residual que se encontraba en 0,2 kg/min a un valor mayor de 0,4 kg/min.
Durante el periodo de un mes previo y un mes posterior al seteo, se documentó semanalmente la condición física del pezón, volumen de producción y tiempo de ordeño de las vacas en rejo.
La empresa Semagro realizó verificaciones rutinarias de los parámetros de funcionamiento del equipo de ordeño para mantenerlos durante el periodo de muestreo, basándose en las recomendaciones de la norma ISO 5705:2007 Construcción y desempeño y la norma ISO 6690:2007 Pruebas mecánicas (Organización Internacional de Normalización-ISO, 2007).
4.1 Obtención de datos
Para analizar los pezones de todas las vacas en ordeño se procedió a evaluar 4 vacas por manga, el número de mangas fue de 8 por 3 días, de esta forma se evaluaron 96 vacas en total.
En el ordeño de la mañana se midió el tiempo de ordeño y producción (se marcaron las vacas muestreadas y esas se calificaron en el ordeño de la tarde). En el ordeño de la tarde se procedió a la calificación de condiciones agudas, crónicas y fotografías de los pezones de las vacas marcadas.
4.2 Alteraciones de la condición del pezón
Se realizó la evaluación de la condición de los pezones a las 96 vacas del rejo mediante la calificación de cambios físicos agudos y crónicos. Esta actividad se realizó inmediatamente después de retirar las unidades de ordeño y antes de colocar el sellador. Los pezones fueron evaluados visualmente y por palpación (Zoche-Golob et al., 2015).
La evaluación de pezones se realizó siguiendo las recomendaciones establecidas en el II Simposio Internacional de Mastitis y Calidad de Leche realizado en Vancouver en el 2001 en el que se menciona (Gómez, 2013):
- Tener cuidado al manipular los pezones.
- Registrar los datos siguiendo un patrón.
- Observar los pezones sin tocarlos.
- Limpiar los pezones de haber quedado residuos de leche o suciedad.
- Agarrar el pezón y observarlo de un lado a otro y de la base a la punta, de ser necesario utilizar una linterna para tener una mejor visión.
Tabla 2.- Sistema de calificación para las alteraciones que ocurren en el pezón
En los cambios crónicos se evaluó la hiperqueratosis en la punta del pezón basándose en el Teat Condition Scoring, método que ha sido validado por la Dra. Pamela Ruegg de la Universidad de Wisconsin y el sistema de puntuación internacional para calificar la condición de la punta del pezón (Mein et al., 2001). Durante la evaluación de los pezones se tomó fotografías de cada uno para mantener una base de datos de la condición de cada pezón al momento de la calificación.
4.3 Tiempo y volumen de producción
Para la evaluación de la eficiencia de ordeño se registró el tiempo y el volumen de producción. Para este fin se tomó el tiempo cronometrado en minutos y segundos desde la colocación de las pezoneras hasta el momento que fueron separadas por los RA (Edwards et al., 2013).
5. Número de muestras analizadas
El tamaño de la muestra a utilizar comprendió el total de la población de vacas en producción. Como menciona Leonardi et al. (2015) en rebaños con un número menor de 100 vacas en rejo se recomienda realizar la calificación del total de animales.
6. Análisis estadístico
Se realizó mediante la utilización del programa estadístico ‘’RStudio”. Para la evaluación de la salud del pezón se aplicó la prueba no paramétrica U de Mann-Whitney, una variable de la prueba t de student, con la finalidad de establecer si existe relación entre los cambios de las condiciones físicas de los pezones con los datos obtenidos antes y después del seteo. Además, se realizó la prueba análisis de varianza (ANOVA) para establecer si existe diferencia significativa antes y después del seteo entre el tiempo de ordeño y volumen de producción.
CAPÍTULO V RESULTADOS Y DISCUSIÓN
1. Evaluación de la salud del pezón
Se realizó la evaluación semanal de las condiciones físicas de 260 pezones aproximadamente. El objetivo fue comparar los cambios agudos y crónicos un mes antes y un mes después del cambio de la configuración. Al final se evidenció un cambio favorable en las condiciones agudas analizadas: cianosis e hinchazón en la base del pezón que disminuyeron significativamente después del seteo (p<0,05). Con respecto, a las condiciones a mediano y largo plazo, no se encontraron cambios físicos significativos: daño vascular (p=0,818) e hiperqueratosis del orificio del pezón (p=0,906), como se indica en la tabla 3.
Tabla 3.- Evaluación de la salud del pezón
Gómez, (2013), resalta la importancia de evaluar la frecuencia de problemas encontrados en glándula mamaria para determinar si están relacionados con el funcionamiento de las máquinas de ordeño. Dentro de las condiciones a evaluar figuran los cambios agudos y crónicos. Los primeros incluyen: presencia de pezones enrojecidos o cianóticos, hinchazón en la base del pezón y hemorragias o petequias en el pezón.
Lo ideal es que no exista más del 20% de pezones enrojecidos o cianóticos. En la presente investigación, en el pre-seteo se obtuvo el 53% de pezones afectados, mientras que en los resultados post-seteo este valor disminuyó al 30%, sin llegar al porcentaje ideal. Sin embargo, se redujo significativamente 23 puntos porcentuales. Otros factores, que se deben tomar en cuenta para la cianosis de pezones incluyen: diámetro de las pezoneras, colectores muy pesados, una elevada presión de ordeño o fallos en el sistema de pulsación Gómez, (2013).
De igual manera, lo ideal es no tener más del 20% de hinchazón en la base del pezón o de anillo palpable. En el pre-seteo se obtuvo el 50% de pezones hinchados en su base, mientras que después del post-seteo, este valor bajo significativamente al 21%, llegando casi al porcentaje ideal. Los factores que pueden estar involucrados en esta variable incluyen: una presión elevada en la boca de la pezonera con diámetro ancho y pezoneras con boca rígida y estrecha en relación al tamaño del pezón (Gómez, 2013).
Con respecto al daño vascular, lo recomendado es no superar el 10% de hemorragias o petequias. En esta investigación los porcentajes encontrados se mantuvieron por debajo del porcentaje ideal tanto pre-seteo (8%) como en el post-seteo (9%), como se indica en la tabla 3. Las fallas en la pulsación con alta presión de vacío y sobreordeño se mencionan como causas con este problema (Mein et al., 2001).
Con respecto a los cambios crónicos, la hiperqueratosis de la punta del pezón, es la característica a evaluar más importante. Dicha variable se evaluó mediante cuatro categorías: a) punta del pezón normal sin la presencia de anillo, b) condiciones leves con anillo suave, c) la presencia de anillo rugoso y d) anillo muy rugoso. Lo recomendable es que la sumatoria del porcentaje entre anillo rugoso y muy rugoso no debe superar el 20% de pezones afectados. En el presente estudio se obtuvo un valor del 36% pre y post seteo, para la sumatoria de ambas mediciones.
No se observó cambios significativos, debido al corto tiempo de muestreo. Dentro de las causas reportadas para una hiperqueratosis de pezón se mencionan: forma de la punta del pezón, sobreordeño, nivel de producción, periodo de lactación, número de partos, forma y tamaño del pezón, composición del sellador para el baño de los pezones, tiempo de ordeño, y configuración de los retiradores automáticos (Bastida et al, 2015).
Adicionalmente, Mein et al., (2003) indican que las condiciones climáticas, cambios bruscos de temperatura y genética pueden incrementar la gravedad de esta patología. En el presente estudio, al realizar una medición dos meses después del periodo establecido se observó que las condiciones físicas semi-agudas y crónicas van mejorando paulatinamente, pero no se pudo determinar si la causa es exclusivamente la calibración de los RA, la utilización de un nuevo sellador o el mejoramiento de la rutina de ordeño. Mientras que, el estudio de Jago et al., (2010), difiere con estos resultados ya que no encontraron diferencias en la condición física del pezón, utilizando los mismos valores de 0,2 kg/min a 0,4 kg/min en la calibración de los retiradores automáticos.
2. Eficiencia de ordeño
La eficiencia de ordeño fue evaluada mediante el volumen de litros producidos en determinado tiempo cronometrado en minutos durante el ordeño.
2.1 Tiempo de ordeño
En el tiempo promedio de ordeño por cada vaca se obtuvo una disminución de 55 segundos. Todos los valores registrados se detallan en la siguiente tabla:
Tabla 4.- Análisis del tiempo de ordeño
Una vez realizada la calibración del retirador automático, aumentando el flujo mínimo de leche residual de 0,2 kg/min a 0,4 kg/min, se obtuvo una disminución del tiempo de ordeño. Al analizar las cuatro posibles variables de este hallazgo, se evidenció que el seteo y los días en leche muestran una asociación estadística. Con respecto al efecto del seteo, varios autores reportan resultados similares, en los cuales al aumentar el flujo mínimo de leche residual de los RA se presenta una disminución en el tiempo de ordeño total del hato (Edwards et al., 2013; Jago et al., 2010). Con esto se acepta la hipótesis alternativa de nuestro estudio la cual menciona que la calibración del retirador automático influye en el tiempo de ordeño.
La suma del tiempo de ordeño por vaca que se redujo favoreció la disminución total del tiempo de ordeño del hato en 7,3 minutos. Logrando una mejor eficiencia de ordeño en menos tiempo.
2.2 Volumen de producción
Una vez realizado el seteo, se obtuvo una disminución promedio de 0,96 litros de leche por vaca. Sin embargo, este efecto está influenciado por los días en leche y no por el seteo, edad o número de partos, como se indica en la tabla 5.
Tabla 5.- Evaluación de la producción
Estos resultados se corroboran con las investigaciones de Edwards et al., (2013) y Stewart et al., (2002), quiénes determinaron que valores más altos en la calibración de los RA, incrementan la tasa de flujo de leche promedio, sin afectar negativamente el volumen de producción.
Al analizar la variación en el volumen de producción del hato, es importante considerar todos los factores que podrían estar involucrados en este hecho. Dentro de los más mencionados figuran: rutina de ordeño y estimulación previa para desencadenar la bajada de la leche, presencia de mastitis, intervalos y frecuencia de ordeños, cantidad y calidad de alimento ingerido, días de ordeño, condiciones climáticas, estatus de salud del hato entre otros. Para la presente investigación se tomó en cuenta cuatro variables para medir su influencia sobre la disminución de la producción evidenciada. Estadísticamente no se encontró una influencia por el seteo, edad o número de partos de los animales. Sin embargo, se encontró evidencia que refleja la influencia de los días en producción sobre la disminución encontrada en la mayoría de vacas (días en leche) p<0,05.
Realizada la calibración de los RA, con el aumento del flujo mínimo de leche residual de 0,2 kg/min a 0,4 kg/min, el tiempo tiende a disminuir al igual que la producción, como se observa en la figura 3. En el estudio de Jago et al., (2010), con valores iguales en la calibración de los RA, se obtuvo una disminución del tiempo de ordeño, sin verse afectado el volumen de producción, durante la lactación temprana, esto es debido al pico de producción. Mientras que, en el presente estudio, se evidenció una disminución de la producción, debido a los días en leche, ya que la calibración se realizó entre la transición de la lactación media a tardía. En esta etapa fisiológicamente la producción disminuye debido al término de la meseta de producción, que se presenta en la curva de la lactación normal.
Figura 3.- Relación entre el volumen de producción y tiempo de ordeño, con respecto a los días en leche de cada medición, durante el estudio.
Finalmente, en varios estudios se ha demostrado que al incrementar la configuración para la activación de los RA se logra una mayor eficiencia de ordeño reduciendo el tiempo de este. Con respecto a la producción, se ha evidenciado que después de un periodo de adaptación las vacas regresan a su producción original, procurando mantener el volumen de producción o lo llegan a superar (Stewart et al., 2002).
CAPÍTULO VI CONCLUSIONES
- El efecto de la calibración de los RA, fue favorable en las condiciones físicas agudas (cianosis e hinchazón de la base del pezón), manteniéndose constante en las condiciones físicas a mediano y largo plazo, donde no se encontró diferencia.
- El incremento en el flujo residual de los RA a 0,4 kg/min influyó directamente con el tiempo de ordeño, mientras que la producción no se evidenció disminuida de forma directa por el seteo, más si por los días en leche.
ANEXOS
Anexo 1.-Ubicación geográfica del sitio de estudio
Fuente: (GoogleMaps, 2020)
Fuente: (GoogleMaps, 2020)
Anexo 2.- Señalización de las vacas a evaluar
Anexo 3.- Recolección de datos con respecto a la salud del pezón, condiciones físicas agudas – COLOR
Anexo 4.- Recolección de datos con respecto a la salud del pezón, condiciones físicas agudas – HICHAZÓN EN LA BASE DEL PEZÓN
Anexo 5.- Recolección de datos con respecto a la salud del pezón, condiciones físicas semi-agudas – DAÑO VASCULAR
Anexo 6.- Recolección de datos con respecto a la salud del pezón, condiciones físicas crónicas – HIPERQUERATOSIS EN LA PUNTA DEL PEZÓN
Anexo 7.- Registro de evaluación de los pezones
Anexo 8.- Registro del volumen de producción y tiempo de ordeño