Introducción
La ganadería extensiva es una de las principales actividades del Chaco Semiárido, cuyos recursos forrajeros presentan un importante nivel de degradación. Una estrategia para mejorar la oferta forrajera es la implantación de pasturas adaptadas a esta región, caracterizada por elevadas temperaturas y una gran variabilidad intra e interanual de las precipitaciones, que resulta en años extremadamente secos y otros de lluvias abundantes (De León, 2010). Una de las especies que ha demostrado mayor potencial es el buffel grass (Cenchrus ciliaris L.), con buen desempeño en zonas con precipitaciones entre 350 y 900 mm. Esta especie presenta cultivares de porte bajo, medio y alto, que se diferencian por su productividad, duración del período vegetativo y requerimientos hídricos, entre otros. El objetivo del trabajo fue evaluar el rendimiento de cinco materiales de C. ciliaris durante tres periodos de cultivo consecutivos, en función de las precipitaciones.
Materiales y Métodos
El ensayo se realizó en la EEA Ing. Juárez del INTA, Formosa. El clima es subtropical continental semiárido con época seca definida, comprendida en la región climática BSh (Peel, et al., 2007). Se evaluaron los materiales experimentales S6, J18, M10 y los cultivares Lucero INTA PEMAN y Orión INTA, obtenidos en el IFRGV-CIAP, INTA y, los cultivares comerciales Texas 4464 y Biloela, como testigos. El diseño fue completamente aleatorizado (n=3) y la unidad experimental fue la parcela de 1 m2 con 25 plantas cada una. La plantación se realizó en diciembre de 2017 y luego del corte de emparejamiento, se inició la evaluación desde el 21/09/18 al 21/09/21, recolectando la totalidad de la biomasa de cada parcela y dejando un remanente de 20 cm. El criterio de corte fue al inicio de floración. Se determinó la producción total de materia seca (PTMS) y se calculó el índice de conversión de agua en materia seca (IC) como el cociente entre la PTMS y las precipitaciones de cada ciclo de cultivo (Cornacchione y Molina, 2008). Usando el software InfoStat, los datos se analizaron mediante ANAVA y Test de comparación de medias DGC. Además, se analizó la correlación entre PTMS y precipitaciones mediante el coeficiente de correlación de Pearson (p< 0,001).
Resultados y Discusión
En el primer ciclo se realizaron 5 cortes y en los 2 siguientes solo 4. La PTMS mostró diferencias significativas entre materiales durante los dos primeros ciclos, destacándose Biloela, Lucero, J18 y Orión sin diferencias significativas entre ellos, mientras que en el tercer ciclo no se registraron diferencias entre materiales (Tabla 1). La mayor producción durante el primer ciclo se explicaría por las precipitaciones, las cuales fueron un 62% superiores a la media, favoreciendo la expresión de los materiales de porte alto. La ausencia de diferencias entre materiales durante el tercer ciclo podría deberse al estrés sufrido durante el segundo ciclo, con precipitaciones 22% inferiores a la media, que ocasionó gran mortandad de plantas, especialmente en los materiales de porte alto.
Tabla 1. Precipitaciones y Medias ± E.E. de Producción Total de Materia Seca (PTMS) para tres períodos evaluados en materiales de C. ciliaris. Medias con una letra común no son significativamente diferentes (P > 0,01).
Biloela, Lucero, Orión, J18 y M10, presentaron un IC superior cuando las precipitaciones fueron más elevadas. Durante el ciclo de menor precipitación, S6 registró el menor IC, mientras que Texas 4464 mantuvo valores estables para este índice, independientemente de las precipitaciones (Figura 1). La correlación entre PTMS y precipitaciones resultó significativa en todos los materiales, con valores que variaron entre un mínimo de 0,92 para S6 y J18 y un máximo de 0,99 para Lucero INTA-PEMÁN.
Figura 1. Índice de conversión de agua en Materia Seca, evaluado en C. ciliaris durante 3 ciclos de cultivo con precipitaciones contrastantes. Se muestran los valores promedios ± E.E. Medias con una letra común no son significativamente diferentes (P > 0,01).
Conclusiones
Biloela, Lucero, Orión y J18 mostraron un buen desempeño en todos los ciclos de cultivo, expresando su potencial cuando las precipitaciones fueron más abundantes, no así el cultivar Texas, que permaneció invariable