Introducción
El presente trabajo muestra los resultados de ajustes hechos a un modelo de crecimiento, generado para pasturas de base raigrás perenne (Lolium perenne), con el objetivo de adaptarlo para simular acumulación de forraje de pasturas de agropiro alargado (Thinopyrum ponticum).
Materiales y Métodos
Se trabajó con un modelo biofísico de crecimiento de pasturas (McCall y Bishop-Hurley, 2003) de paso diario. Los datos de entrada son: temperatura media, radiación solar incidente, precipitación, evapotranspiración potencial diarias, contenido inicial y capacidad de almacenaje de agua útil en el suelo, y biomasa viva inicial. Los datos utilizados (n=92) fueron tomados en las provincias de Buenos Aires (INTA Balcarce; 37°49´S; 58°15´O), Córdoba (Marcos Juárez: 32°36´S; 62°00´O; Noetinger: 32°21´S; 62º27´O; Laboulaye: 34°01´S; 63°25´O) y Santa Fe (Facultad de Ciencias Agrarias de Rosario ubicado en Zavalla: 33°02´S; 60°09´O). Para simular el crecimiento se consideró una eficiencia de uso de la radiación solar (EUR) entre 0,48-0,55 g/MJ para condiciones naturales (N-) y entre 1,00 y 1,20 para condiciones no limitadas en nitrógeno (N+). Los mayores valores (0,55-1,20 g/MJ) fueron utilizados en suelos con más de 15 cm de horizonte A y sin presencia de horizonte textural, mientras que los menores valores (0,48-1,00 g/MJ) fueron utilizados en ambientes con limitantes al crecimiento radicular (horizonte A menor a 15 cm de espesor y presencia de horizonte textural, Bt, entre los 15 y 30 cm de profundidad). En un suelo con elevada salinidad (sitio Marcos Juarez; Fina, 2021) la EUR utilizada fue 0,30 y 0,40 g/MJ (N- y N+, respectivamente). Se obtuvo la relación entre valores observados (eje y) y valores modelados (eje x) con la versión original. La biomasa forrajera acumulada se determinó por corte (marcos de 0,10 m2 y 0,16 m2 , según sitio) y las muestras fueron secadas en estufa (60°C, 72 horas). Se consideró una biomasa verde inicial de 400 kg MS/ha, salvo para aquellos rebrotes en los que se dispuso del valor real (entre 200 y 800 kg MS/ha). Se modificó la fecha en la cual el modelo considera el pasaje del estado vegetativo a reproductivo en raigrás perenne (mediados de setiembre) por una fecha acorde al momento en el que esto sucede en agropiro (fines de octubre). Se tuvo en cuenta la capacidad de agua útil en el suelo para cada sitio en particular. Para evaluar el ajuste, se analizó la diferencia (test-t: 0,05) entre el valor medio observado (VMO) y modelado (VMM), la pendiente, la ordenada al origen y el R2 de la relación entre valores observados y modelados, el error medio de predicción (%E) y el coeficiente de concordancia (CCC).
Resultados y Discusión
El modelo utilizado simuló adecuadamente (Figura 1) el forraje acumulado por rebrote de agropiro alargado bajo condiciones contrastantes (i.e. diferentes características de suelo y de disponibilidad de nutrientes). No se observaron diferencias (P< 0,05) entre VMO (1908 kg MS/ha) y VMM (1864 kg MS/ha), la ordenada al origen incluyó el cero (IC= - 84-190, alfa=0,05) y la pendiente no fue distinta de 1 (IC= 0,93-1,06, alfa=0,05). A su vez, el 75% (69/92) de los valores modelados estuvo dentro de un rango aceptable (±20 % del valor observado), y mostro adecuados valores en cuanto a predicción y exactitud (R2= 0,91; %E= 17%; CCC= 0,91).
Figura 1. Relación entre los valores observados y modelados de forraje acumulado por rebrote en pasturas de agropiro alargado. Líneas llenas: desviación del ± 20 % de la línea 1:1 donde x = y (línea punteada). La línea llena del centro es de la regresión lineal entre observados y modelados.
Conclusiones
El modelo utilizado demostró simular adecuadamente el crecimiento de pasturas de agropiro alargado bajo distintas condiciones de crecimiento.
Agradecimientos
A los proyectos INTA-I007 y FCA-UNMdP-AGR603/20