La siembra aérea ha demostrado ser una alternativa con ventajas para la siembra de superficies grandes por su simplicidad operativa, rapidez de implementación y bajos costos relativos sobre todo cuando se la emplea en sistemas mixtos sobre cultivos de verano.
Oportunidades
• Mejora de la producción de forraje en zonas marginales para la agricultura: campos bajos, recortes de chacra.
• Implantación de verdeos entre cultivos de verano.
• Establecimiento de rastrojos verdes en planteos de siembra directa.
• Utilización intensiva del suelo en el tiempo.
• Adelantamiento de los primeros pastoreos en una rotación agrícola-ganadera
Problemas observados
• Resultados muy variables entre años.
• Baja densidad de plantas logradas al primer pastoreo.
• Arraigamiento insuficiente por compactación superficial.
• Período al primer pastoreo más largo que con siembra directa.
• Inadecuada distribución de la semilla en la franja y entre franjas.
• Franjeado por cosecha y por rastrojos.
• Baja respuesta al agregado de nitrógeno.
• Planificar la siembra con antelación seleccionando híbridos o cultivares de ciclo compatible con una siembra de raigrás en condiciones favorables de disponibilidad de agua y temperatura de suelo. La entrega del lote temprano en el otoño (mediados de febrero a principios de marzo) permite un rápido desarrollo inicial del verdeo.
• La decisión de implementar la siembra aérea dependerá en todos los casos de que estén dadas una serie de condiciones que permitan explotar las ventajas de este método de implantación:
- Alta proporción de suelo desnudo bajo el cultivo.
- Lote limpio de malezas.
- Buena disponibilidad de agua en los primeros 10 cm. del suelo. No sembrar sobre suelos secos, se recomienda esperar lluvias.
- Suelos sin compactación superficial.
- Cultivo en el estado óptimo para ejercer la función de protección sin competir durante la germinación y las primeras fases del establecimiento del raigrás.
• Estado del cultivo a la siembra:
- R7 – R8 para soja.
- Fin de ciclo para maíz.
• Nunca adelantar la siembra más de 30 días antes de la cosecha del cultivo.
• Controlar que el sistema de distribución de la semilla por avión se adapte al peso, volumen y forma de las semillas de raigrás.
• Considerar la altura de vuelo y los vientos cruzados para evitar al mínimo el franjeo del lote.
• Asegurar una precisa regulación de la densidad de siembra.
• Uniformizar la distribución del rastrojo a la cosecha.
• Fertilización luego de la cosecha del cultivo con fosfato diamónico y con urea al macollaje o tras el primer pastoreo.
• Densidad de siembra mínima: 30 kg/ha.
• Usar semilla peleteada y tratada con agroquímicos (fungicidas, repelente de insectos, insecticidas, inoculantes biológicos).
• El peleteado determina mayor peso a las semillas y por lo tanto una mayor velocidad de caída y mejor penetración en el tapiz del cultivo.
• En siembras aéreas las semillas quedan expuestas sobre el suelo, siendo susceptibles a un complejo de riesgos ambientales que incluyen rápidas fluctuaciones en las temperaturas y en la disponibilidad de agua y ataques tempranos de plagas y enfermedades. El tratamiento de la semilla reduce estos riesgos y mejora las probabilidades de obtener una implantación exitosa.