El diagnóstico temprano de la gestación en vacas y vaquillas es una práctica fundamental para la optimización de la eficiencia reproductiva del hato lechero. Los veterinarios y productores han usado varias técnicas para determinar si una vaca está o no preñada. Dentro de estos métodos encontramos desde la palpación rectal manual, que es el método más antiguo y más ampliamente utilizado para el diagnóstico de gestación, hasta métodos más modernos como el diagnóstico transrrectal con ultrasonido y el diagnóstico de gestación basado en la identificación en sangre de proteínas asociadas con la preñez. Independientemente de cualquiera que sea el método utilizado, hoy sabemos que la identificación temprana de vacas no preñadas después de la inseminación es una estrategia simple que optimiza la eficiencia reproductiva a través de la disminución del intervalo entre inseminaciones. En otras palabras, el diagnóstico temprano de gestación y su confirmación acelera o incrementa la velocidad con la que el sistema de producción de gestaciones de la granja le ofrece oportunidades a las vacas vacías para que queden preñadas.
Cuando hablamos de diagnóstico de gestación generalmente nos preguntamos:
¿A los cuantos días después de la inseminación debo realizarlo y con qué frecuencia?
¿Es realmente necesario confirmar la gestación? Y si es así, ¿cuándo debo hacerlo?
¿Qué incidencia de pérdida de gestaciones debo esperar en mi hato?
¿Qué puedo hacer con vacas vacías y cuál sería un intervalo razonable entre inseminaciones?
Para lograr responder algunas de estas y otras preguntas hemos evaluado algunos parámetros directamente asociados con el diagnóstico de gestación en nuestra base de datos de ABS Global con información reciente de aproximadamente 90 granjas lecheras comerciales y 300,000 vacas de Estado Unidos y América Latina. Esta información es presentada y discutida a continuación.
¿Cuándo debo realizar el diagnóstico de gestación y con qué frecuencia?
Normalmente es común que el diagnóstico de gestación se realice lo más temprano posible después de la inseminación utilizando un método de alta confiabilidad. En general, la confiabilidad del método que se usa para el diagnóstico depende directamente de la destreza de la persona que hace la palpación y/o la exactitud de la técnica o de la prueba diagnóstica utilizada. Como se puede observar en la figura 1, en aproximadamente el 20% de los hatos realizan el diagnóstico de gestación antes de los 35 días después de la inseminación. En este grupo, algunos establos utilizan palpación rectal manual mientras que otros usan ultrasonografia. Estos establos, con diagnóstico temprano, son establos donde la palpación y la re-sincronización de vacas vacías al diagnóstico se hacen usualmente cada semana. También se puede observar que en la mayoría, en aproximadamente el 60% de los hatos, diagnostican la gestación por primera vez entre los 35 y 45 días después de la inseminación. En este segundo grupo de granjas se usa casi exclusivamente la palpación rectal manual como método de diagnóstico y la frecuencia de palpación y de re-sincronización la efectúan semanalmente o cada dos semanas. Es interesante notar que encontramos aún más del 20% de hatos en donde el diagnóstico se hace más de 45 días después de la inseminación. Estos son establos de diagnostico tardío en donde usualmente la palpación y la re-sincronización de vacas vacías al diagnóstico se hacen cada dos semanas. En general, en aproximadamente el 80% de los hatos comerciales evaluados diagnostican la gestación antes de los 45 días después de la inseminación; incluso el 55% lo hacen antes de los 40 días, sugiriendo una vez más no sólo la viabilidad, sino también la importancia de un diagnóstico temprano.
Aunque la frecuencia de las palpaciones puede depender en algunos casos del tamaño del establo y del volumen de vacas presentadas para diagnóstico por visita, así como de la disponibilidad del médico veterinario, es importante considerar que entre más frecuente sean las palpaciones, más rápido se logrará identificar a las vacas vacías. Esto permitirá no solamente re-sincronizar estas vacas más rápido incrementado así no únicamente la tasa de servicios en el hato, sino también la toma de decisiones de manejo más rápidas y mejores, por ejemplo en el movimiento de vacas entre corrales y en la selección de desechos.
¿Es realmente necesario confirmar la gestación? Y si es así, ¿cuándo debo hacerlo?
Desafortunadamente, la incidencia de pérdidas de gestación en vacas lactantes es alta y la confirmación de la gestación es parte crítica para la optimización del sistema. Como se puede observar en la figura 2, aproximadamente en el 20% de los hatos evaluados confirman la gestación temprano (antes de los 90 días); mientras que en la mayoría, en más del 50%, lo hacen entre los días 90 y 110 de gestación. Es interesante notar que aún se observa más de un 15% de establos con confirmación tardía (con 150 días o más de gestación).
Es crítico recordar que la confirmación temprana (antes de los 90 días de gestación) es una práctica fundamental debido a que la gran mayoría de las gestaciones se pierden antes de los 100 días (Figura 3).
¿Qué incidencia de pérdida de gestaciones debo esperar en mi establo?
La estimación de la perdida de gestaciones es uno de los parámetros más complejos de calcular y comparar entre establos debido a que este parámetro depende de los días al primer diagnóstico, días a la confirmación, intervalo entre palpaciones del establo y tasa de detección de celos. Además de estas limitantes, no todos los programas computacionales de manejo de información estiman este parámetro de manera similar. Sin embargo, en estudios en donde se ha estimado la pérdida de gestación con base en los resultados de palpaciones frecuentes a lo largo de la gestación, se reportan incidencias de pérdida de gestaciones en vacas lactantes que varían desde 10 hasta 30%. Incluso en algunos casos cuando el calor y humedad ambiental son extremos, se pueden alcanzar incidencias aún más altas (vea el cuadro).
Como se puede observar en la figura 4, muy pocos de los establos evaluados en nuestro estudio, menos del 10%, reportan pérdidas de gestaciones inferiores al 10%; mientras que la mayoría, casi el 60%, reportan incidencias de pérdida de gestaciones del 10 al 20%. Se observa también que más del 35% de los establos tienen pérdidas altas de gestaciones, superiores al 20%. Desafortunadamente, las causas de estas pérdidas aún no se conocen plenamente. Sin embargo, algunos de los razones que se han identificado como factores de riesgo para la pérdida de preñez y que vale la pena evaluar son:
- Incidencias altas de mastitis.
- Baja calidad del oocito ovulado y bajas concentraciones de progesterona durante el desarrollo embrionario temprano.
- Condición anovular. Aparentemente, las vacas en anestro o anovulares, (aquellas que originalmente no estaban ciclando) que finalmente ovulan y conciben debido a dicha ovulación, tienen un riesgo mayor de perder la preñez que las vacas que estaban ciclando normalmente.
- Pérdida de condición corporal temprana en el posparto y durante el inicio de la gestación.
- Alta temperatura y humedad ambiental.
- Gestaciones gemelares.
- Problemas del periparto como retención placentaria y fiebre de leche.
- Enfermedades infecciosas.
- Ingredientes tóxicos que pueden encontrase en el alimento.
¿Qué puedo hacer con las vacas vacías y cuál sería un intervalo razonable entre inseminaciones?
Las vacas diagnosticadas como no preñadas al diagnóstico inicial y a la confirmación deben ser incorporadas de inmediato al grupo de vacas elegibles para ser inseminadas. Con el uso de los protocolos actuales en combinación con una buena detección de celos en la granja, la gran mayoría (al menos el 95%) de las vacas diagnosticadas vacías deben ser inseminadas nuevamente dentro de los 10 a 15 días siguientes al diagnóstico. Esta incorporación rápida de vacas vacías al grupo de inseminación incrementa la tasa de servicios del establo. Como se puede observar en la figura 5, la gran mayoría de los establos, más del 70%, reportan un tiempo de re-enrolamiento (días desde que una vaca es diagnosticada vacía hasta su siguiente inseminación) inferior al 15 días. Esto quiere decir que en la gran mayoría de las granjas están iniciando un programa de re-sincronización antes o al mismo tiempo en que las vacas son diagnosticadas vacías.
En general, la identificación rápida de vacas no preñadas después de la inseminación y de aquellas que pierden la gestación es una estrategia crítica para incrementar la tasa de servicios del establo. Estas vacas vacías deben ser incorporadas rápidamente al grupo de vacas elegibles para ser inseminadas a través del uso de una estrategia de re-enrolamiento.
El autor es director del equipo de manejo de cuentas clave en América Latina de ABS Global, Inc.
Figura 1. Distribución de establos en relación al los días al diagnostico de gestación.
Figura 2. Distribución de hatos en relación al los días a la confirmación de gestación.
Figura 3. Perdida de gestación en vacas lactantes.
Tabla 1. Incidencia de pérdida de gestación en vacas lactantes
Figura 4. Distribución de hatos en relación a la incidencia de pérdidas de gestación.
Figura 5. Distribución de establos en relación al los días de re-enrolamiento.