Es bien reconocido en nuestra industria que la mastitis es un problema persistente y común en muchas lecherías. Dependiendo de su tipo e incidencia las pérdidas económicas varían y generalmente incluyen perdidas en producción de leche, aumentos en los costos de tratamiento, incrementos en el descarte del rebaño, y muerte. En adición a estas pérdidas hoy sabemos que la mastitis también es un factor crítico en la disminución de la eficiencia reproductiva del establo.
¿Cuánto realmente afecta la mastitis la fertilidad del establo?
Estudios recientes han demostrado que la mastitis afecta el proceso reproductivo en varios niveles; desde alteraciones en la activación ovárica postparto y la ovulación, hasta alteraciones en los procesos de fertilización, implantación, y mantenimiento de la gestación. Incluso, de acuerdo a nuevas investigaciones, la mastitis probablemente puede tener efectos negativos desde antes de nacer como se ha reportado en hijas de vacas sufrieron mastitis durante la gestación, las cuales muestran función ovárica alterada.
Durante el desarrollo fetal y la pubertad
De acuerdo a investigaciones preliminares de la Universidad Estatal de Michigan (1,2,3) la infección e inflamación de la glándula mamaria durante la gestación puede tener un impacto negativo en el tamaño de la reserva folicular de las hijas en desarrollo; en otras palabras, la mastitis podría reducir el número de folículos con que estas hijas nacen, así como el número de folículos que maduran y ovulan. Estas alteraciones pueden comprometer la función reproductiva futura de estas hijas. Esto se ha determinado evaluando la asociación entre las concentraciones circulantes en las hijas de hormona anti-mülleriana y los eventos de mastitis de las madres durante la gestación (Figura 1). La hormona anti-mülleriana es reconocida como un marcador altamente confiable de respuesta ovárica y fertilidad en ganado y otras especies debido a su correlación significativa con el volumen ovárico, el número de folículos antrales, y el numero de folículos que crecen durante las ondas foliculares del ciclo estral. En esta figura se observa como las concentraciones de la hormona anti-mülleriana disminuyen a medida que el número de casos de mastitis de las madres gestantes aumenta.
Figura 1. Concentraciones circulantes en las hijas de hormona anti-mülleriana en relación a los eventos de mastitis de las madres durante la gestación (3)
Reactivación de la función ovárica postparto:
Varios estudios reportan que aquellas vacas que sufrieron mastitis temprano en su periodo postparto (antes de su primera inseminación) tardan más en reactivar su funcionamiento ovárico y en expresar sus primeros celos. Estas alteraciones retrasan los días a la primera inseminación, disminuyen las tasa de detección de celos y de servicio, e incrementan el intervalo entre el parto y la concepción (días abiertos).
Tabla 1. Alteraciones en parámetros reproductivos y su asociación con la mastitis (4,5).
Alteraciones en el proceso ovulatorio y la fecundación:
Este es otro periodo crítico en el cual la mastitis tiene un impacto negativo. Se ha reportado que vacas que sufren mastitis clínica cerca al momento de la ovulación sufren alteraciones en sus patrones hormonales los cuales incluyen una disminución en la secreción pulsátil de la hormona luteinizante (LH), ausencia o disminución en el pico ovulatorio de LH, diminución en la producción de estradiol, disminución o ausencia en la expresión del estro, y falla ovulatoria (6).
Un estudio de la Universidad de Cornell (7) evaluó 10,380 lactancias y calculó la probabilidad de concepción en relación al tiempo de ocurrencia de la mastitis con relación a la inseminación (Figura 2). En este estudio la probabilidad de concepción decreció en un 44% cuando la mastitis ocurrió en la semana anterior a la inseminación, en un 73% cuando la mastitis ocurrió la misma semana de la inseminación, y en un 52% cuando la mastitis ocurrió en la semana siguiente a la inseminación.
Figura 2. Probabilidad de concepción en relación a la ocurrencia de mastitis
Mantenimiento de la gestación:
El mantenimiento normal de la gestación también se ve afectado por la mastitis. Estudios recientes (8,9) reportan que vacas que sufren mastitis durante la gestación tiene una tendencia entre 2.4 y 2.8 veces más alta de perder la gestación entre los 28 y los 45 días comparado con vacas sanas (Figura 3). En general en estos estudios la incidencia de pérdida de gestación para vacas que tuvieron mastitis es de 10 a 20% más alta que para vacas sanas.
Figura 3. Incidencia de pérdida de gestación en vacas sanas y con mastitis durante la gestación.
¿Cuál es la pérdida económica asociada con la disminución en el desempeño reproductivo?
Si usamos la información presentada en la tabla 1 en donde el incremento en días abiertos es de 25 días para vacas que sufrieron mastitis y tomamos como ejemplo un valor por extra día abierto con un rango de 2 a 4 dólares (la mayoría de los modelos (10,11) reportan el valor de un día abierto entre 2,11 y 7,46 dólares dependiendo del nivel de producción, los días postparto, y el precio de leche) nos damos cuenta que la perdida por vaca puede ser de 50 a 100 dólares lo cual representa para un establo de 500 vacas en ordeño con una incidencia de mastitis clínica del 30% (150 vacas) perdidas que pueden alcanzar de los 7,500 a los 15,000 dólares.
Si consideramos que las vacas con mastitis tiene una tendencia más alta de perder la gestación (15% de incidencia mas alta que vacas sanas) y el valor de una preñez puede ser en promedio de 300 dólares (9,10) la mastitis puede ocasionar una pérdida potencial estimada de 45 dólares por vaca (15% de incidencia extra de aborto o preñeces perdidas por 300 dólares de el valor de la preñez).
Obviamente las pérdidas económicas por mastitis van mas allá de las perdidas reproductivas; también hay que considerar las perdidas en producción de leche, los aumentos en los costos de tratamiento, los incrementos en el descarte del rebaño, y las muertes; entre otros.
¿Qué puede hacerse para evitar una caída en desempeño reproductivo y la pérdida económica asociada con la mastitis?
Las buenas prácticas de manejo pueden ayudar a evitar la mastitis y a mejorar no sólo la salud de las ubres y la calidad de la leche, sino también la eficiencia reproductiva. Es esencial mantener corrales de maternidad limpios, secos y cómodos, así como áreas de descanso, puesto que muchos de los contagios en la lactancia temprana ocurren en el periodo periparto, tres semanas antes y después del parto. También son importantes para la prevención de la mastitis una buena higiene durante el ordeño, tratamientos secos con el uso de productos aprobados para la salud de la ubre, así como un adecuado mantenimiento del equipo de de ordeño. La buena nutrición también es crucial, puesto que los programas de nutrición que utilizan raciones bien balanceadas son importantes para prevenir la mastitis manteniendo el sistema inmune saludable y ayudando a prevenir trastornos metabólicos. Para mayor información sobre la prevención de la mastitis, consulte a su veterinario.
Referencias
1. Ireland J.J. et al., 2009. Variation in the ovarian reserve is linked to alterations in intrafollicular estradiol production and ovarian biomarkers of follicular differentiation and oocyte quality in cattle. Biol Reprod. 80:954.
2. Jimenez-Krassel F. et al., 2009. Evidence that high variation in ovarian reserves of healthy young adults has a negative impact on the corpus luteum and endometrium during estrous cycles in cattle. Biol Reprod. 80:1272.
3. Ireland J.J. et al., 2010. Evidence that mammary gland infection/injury during pregnancy in dairy cows may have a negative impact on size of the ovarian reserve in their daughters. In: Proceedings of The Society for the Study of Reproduction 2010 Annual Meeting. Abstract 277, page 62.
4. Huszenicza et al., 2005 Effects of clinical mastitis on ovarian function in post-partum dairy cows. Reprod. Dom. Ani. 40:199.
5. Gunay et al., 2008. Effects of clinical mastitis on reproductive performance in Holstein cows. Acta Vet. Brno. 77:555.
6. Hockett et al., 2005. Effects of induced clinical mastitis during preovulation on endocrine and follicular function. J. Dairy Sci. Jul: 88:2422.
7. Hertl J. 2009. Not all mastitis cases hurt us the same way. Hoard’s Dairyman. August, page 492.
8. Moore et al., 2005. Evaluation of factors that affect embryonic loss in dairy cattle. J. Am. Vet. Med. Assoc. 226:1112.
9. Chebel et al., 2004. Factors affecting conception rate after artificial insemination and pregnancy loss in lactating dairy cows. Anim. Reprod. Sci. 84:239.
10. De Vries A. 2006. Determinants of the cost of days open in dairy cattle. In Proceedings of the 11th International Symposium on Veterinary Epidemiology and Economics.
11. De Vries A. 2006. Economic Value of Pregnancy in Dairy Cattle. J. Dairy Sci. 89:3876.