Los días de precios altos en leche producida son parte de la historia de esta industria y difícilmente se volverán a presentar. Esta es una industria que será dominada por las llamadas “megafarms”, grandes consorcios que operan a nivel industrial; los bajos precios del producto son diluidos por las inmensas producciones de ranchos comerciales que operan en una manera muy similar a una “fabrica industrial” en donde las maquinas son las vacas. Estos ganaderos son inversionistas con una mentalidad muy diferente a la del lechero tradicional. La leche bovina no es exactamente un alimento esencial en la alimentación humana, excepción hecha para niños y personas jóvenes. No es de extrañar entonces, que el consumo de leche y sus derivados se ha mantenido estable en aquellos países industrializados. Hay oportunidades en que países subdesarrollados lleguen a consumir lácteos (África, Latinoamérica), sin embargo, esto dependería de factores sociopolíticos que no vamos a discutir aquí; baste decir, que la ganadería de leche necesita grandes cantidades de tierra para producir eficientemente y son muy pocos los países subdesarrollados que gozan de ese lujo. Para darse una mejor idea de lo que está sucediendo en lechería moderna, cito el ejemplo del estado de Wisconsin, donde en lo que va de este año alrededor de 400 ranchos lecheros han dejado el negocio; en realidad, la gran mayoría de estados productores de leche en los EEUU, pequeños y medianos productores están saliendo del negocio, debido a que los bajos precios de la leche no han cambiado en los últimos 5 anos.
1) Cruzar con semen especializado en carne
La figura 1 representa el porcentaje de inseminaciones llevadas a cabo en lecherías comerciales Canadienses durante los últimos 20 anos.
a- Rojo (semen de Holsteins).
b- Negro (otras razas lecheras que la Holstein).
c- Azul (semen de razas de carne)
Durante los últimos 6 años (2013), los lecheros Canadienses han optado en incrementar la utilización de semen de carne (Angus y Waigyu), en aquellas vacas y novillas del rebano de menor mérito genético lechero. Para llevar a cabo este drástico cambio en programas reproductivos llevados a cabo en este país por más de 20 años ha requerido un riesgo muy bien pre calculado por los lecheros canadienses; los cuales, incidentalmente no están sufriendo con la misma situación económica de bajos precios de la leche comercial que los lecheros de los EEUU están pasando, ya que Canadá produce leche en base a un sistema de cuotas, lo que permite muy bien la regulación de la oferta del producto basado en la demanda del mismo por el consumo interno y exportable.
Los números no engañan! Un becerro Holstein de ≥43kg al nacer, alcanza un precio en la subasta alrededor de $130; sin embargo, un cruzado con una raza especializada en carne, como la Angus, podría subastarse alrededor de los $500. Esta nueva forma de manejo del hato lechero en Canadá, se está adaptando en la mayoría de los países tradicionalmente productores de leche y en donde la raza Holstein forma parte del grueso en los rebaños lecheros.
La producción de leche depende en que las vacas del hato se preñen y produzcan becerras de reemplazo; sin embargo, aproximadamente 50% de los becerros nacidos son machos. Anteriormente, algunos de ellos se vendían en el mercado de “carne blanca”; sin embargo, este es un mercado que en Norteamérica no tiene el mismo número de consumidores que los países europeos si tiene. Otros son finalizados en los lotes de engorda junto con aquellas razas europeas especializadas en carne. No obstante que toretes Holstein engordan muy bien, los empacadores de carne no clasifican la carne de estos animales bajo el mismo criterio que las razas especializadas para carne, esto hace que comparativamente reciban menores precios, explicando el bajo precio que alcanzan en la subasta.
Respecto a las becerras hembras de razas lecheras, la tendencia ha sido de criar todas las hembras nacidas en un rancho como reemplazos. Hasta hace pocos años atrás, la gran mayoría de los hatos lecheros estaban en crecimiento y criar todas las becerras nacidas en el hato era una prioridad en la mente de cada productor, el mérito genético de las mismas era secundario simplemente por el hecho que los registros de “progenie” en hembras tomaba tiempo en llevarse a cabo y solamente comprobable durante la primera lactación. La mejor opción disponible era la de utilizar semen congelado y esperar por los resultados 2 años despues a que el animal empezara a producir leche.
Hoy en día, la crianza de una novilla le cuesta a la finca entre $1800 a $2200. Con los precios actuales de la leche, se necesitaría 1½ lactación para que ese animal le pague a la finca los costos de esa crianza.
2) La utilización comercial de nuevas tecnologías genéticas.
En recientes años, dos tecnologías revolucionarias han cambiado la manera que el productor moderno piensa y opera el rancho lechero. El lechero actual se ha convertido en un individuo más pragmático y entendedor de los aspectos económicos de la industria; los aspectos diarios de la operación de la finca, los ha relegado (macromanagement) a otros individuos más especializados en las tareas diarias en una finca lechera.
Tecnologías como el sexado comercial de semen bovino ha cambiado exponencialmente los programas de reproducción en el rancho lechero. Hoy en día, en lugar de un 50-50 oportunidad de obtener una becerra, es posible garantizar que un 90% de esa preñez iría a producir una hembra. Esta tecnología por sí misma, le da al productor la oportunidad de programar con una mayor exactitud el inventario animal en los próximos 2 años, cruzando los animales de bajo merito genético con otras razas de carne o simplemente eliminando los animales de mediocre valor genético.
La otra tecnología que está disponible al productor lechero comercial, es la “genómica o genomics”. Con esta tecnología es posible acelerar el tiempo de mejoramiento genético entre 1 o 2 generaciones, este hecho es simplemente asombroso cuando consideramos los anos que a nuestros padres les llevo en formar un hato de decente calidad genética,- muy posiblemente toda una vida de trabajo en selección de progenie, basado en lo que en ese entonces estaba disponible, la inseminación artificial con sementales de alto merito genético.
Al costo actual de $33/animal, el productor moderno tendría la habilidad de determinar cuáles son las novillas que poseen el mejor merito genético de acuerdo a los objetivos económicos de esa operación y el mercado actual (producción de grasa, proteína, cantidad de leche, aspectos de salud animal, longevidad, consanguinidad, etc.); aquellos animales de bajo merito genético son descartados ahorrando espacio y dinero en la alimentación de los mismos.
La figura 2 indica la composición promedio de un rancho comercial en términos de “merito genético”.
A) Poor performes (≥16%), serían los animales en ese rebano que no tienen ningún valor económico y no deberán de seleccionarse o reproducirse.
B) Average performers (68%), corresponde a la mayoría de las vacas produciendo leche en el hato. La mitad de ellas (34%) se aparean con semen convencional de leche o con semen para carne. El otro 34% se selecciona para aparearse con semen sexado.
C) High performers (≤16%) es seleccionado en un programa reproductivo que utiliza métodos reproductivos avanzados, tales como: fertilización in vitro (IVF) y la transferencia de embriones (ET).
Resumiendo.
Al final, existen tres realidades económicas que el productor de leche debe de considerar a la hora de programar el método de reproducción a elegir en su hato:
- Es muy costoso en criar todas las hembras nacidas, especialmente cuando semen sexado es utilizado en el hato, a menos que expansión del rebano sea uno de los objetivos en el próximo año o dos años.
- Utilizando el test genómico en todos los animales jóvenes, ayuda a identificar aquellos de una constitución genética indeseable como futuro reemplazo y el productor tiene la opción de venderlos a una temprana edad ahorrando tiempo y dinero.
- Mientras que es económicamente esencial el lograr altos porcentajes de preñez en un hato, no es necesario el obtener una becerra hembra de todas las vacas en ese hato lechero, lo importante sería que las vacas que ocupan el más alto rango genético en el rebano (34%), produzcan becerras hembras que van a ser criadas como reemplazos.
- Solamente la fracción “elite” del rebano deberá considerarse en un programa en donde IVF y ET sea económicamente posible.
La única vía rápida y demostrable hoy en día de seleccionar los animales que poseen el mejor merito genético en una población animal, es a través de un test genómico en cada becerra nacida en ese hato. Esta realidad aplica hoy en día a cada especie domestica de importancia en producción animal.