Introducción:
Esta enfermedad es causada por Actinobacillus lignieresii, penetra por lesiones cutáneas, tiene curso crónico y se caracteriza por producir excrecencias granulomatosas, ulcerantes y fistulizadas en vasos linfáticos y linfonódulos superficiales.
No encontramos antecedentes que describan un diagnóstico de esta enfermedad en nuestro país ni en la región.
El diagnóstico lo realizamos durante el mes de noviembre de 2011 en un establecimiento lechero ubicado en el Departamento de San José, paraje Belastiquí. Los animales afectados ocupaban una superficie de 280 Hectáreas, potreros de costa sobre el río Santa Lucía con abundante flora nativa (Acacia caven (Espinillo), Celtis espinosa (Tala) y Scutia buxifolia (Coronilla).
Ante la imposibilidad de retirar los animales del pasto se recomiendan medidas preventivas (disminuir la dotación de animales por hectárea, mejorar la higiene ambiental) y tratamiento precoz en los animales enfermos.
Patogenia
El agente etiológico está distribuido como saprófito en el medio ambiente pero puede colonizar heridas en la piel y convertirse en patógeno. Las lesiones cutáneas se ubican preferentemente en cabeza y cuello aunque también se describe en la parte distal de los miembros, pueden ser de naturaleza puramente casual (enfermedad individual) o cuando se encuentra en determinadas localizaciones del cuerpo pueden ser causadas por condiciones de manejo. En este último caso referida a una enfermedad de tipo colectivo la bibliografía consultada cita como ejemplo cuando los animales por defecto de las instalaciones sufren traumas repetidos por comer o beber en los mismos sitios, padecen idénticas lesiones al chocar o raspar con sitios comunes como bebederos, comederos. Todo esto favorece la distribución del germen por el estrecho contacto de los animales enfermos con los sanos. En el caso clínico que nos ocupa la situación no es exactamente la que describe la bibliografía, en este caso los animales pastoreaban en un portrero de costa con abundante flora nativa y en consecuencia abundantes espinas.
Los animales afectados fueron 42 vaquillonas de un total de 290 animales Holando de entre 14 a 18 meses de edad. La morbilidad alcanzó un 14,5 % y no se reportaron casos de mortalidad.
Nuestra hipótesis es que el microrganismo penetro en la piel por lesiones cutáneas producidas por las espinas de los árboles.
Fotos mostrando la abundante flora nativa del potrero
Síntomas.
En la puerta de entrada de la infección de desarrolla al principio un engrosamiento duro de la piel y subcutáneo que generalmente pasa inadvertido, luego este se absceda y se abre bajo la forma de un granuloma ulcerado y fistulizado, supurante en su superficie y de fácil sangrado. A continuación el linfonódulo se agranda permaneciendo frio e insensible, se fistuliza y supura, el pus excretado en pequeños volúmenes es espeso, gris amarillento e inodoro. La totalidad de las lesiones se encontraron en la zona submandibular y cervical.
Curso.
Es de curso crónico y paulatinamente va invadiendo otros linfonódulos superficiales según la bibliografía consultada también puede colonizar órganos internos (músculos vecinos, lengua, linfonódulos mediastinicos, pulmones, linfonódulos mesentéricos, hígado, etc) en estos casos el desmejoramiento del estado general puede llevar al animal a la muerte.
Diagnóstico
El cuadro clínico permite realizar un diagnóstico presuntivo el cual debe confirmarse mediante el examen histológico y el aislamiento microbiológico.
En nuestro caso en el examen histológico se observa según el informe de Diagnóstico Patológico Integral del DILAVE múltiples granulomas con una zona central constituida por una formación hialina homogénea y amorfa, en cuya periferia se observa una disposición radiada, característica de los actinogranulomas. Rodeando estas formaciones se observa abundante exudado compuesto principalmente de neutófilos y escasas células epitelioides gigantes y tejido fibroso.
En cuanto al resultado bacteriologico también realizado en el DILAVE se aisla Actinobacilus lignieresi, la identificación se realiza por aislamiento y métodos standart, según Cinical Vet. Microb. Quinn, Carter, Markey, Carter, cap 21.
Se procede a la realización de antibiograma siendo su resultado:
Sensible a:
- Fluorfenicol
- Amoxicilina
- Enrofloxacina
- Cefalexina
Resistente a:
- Gentamicina
- Trimetoprimsulfa
- Ampicilina
- Penicilina-Estrepto
- Oxitetraciclina
Pronóstico
Las lesiones actinobacilares superficiales y pequeñas pueden curar totalmente, sobretodo bajo correcto tratamiento médico o quirúrgico . Pero muchas veces los animales no se tratan debido a la falta de un diagnóstico preciso. La actinobacilosis cutánea extensa y de larga duración tiende a extenderse mediante metástasis en el mismo animal, el cual permanece como portador y representa un peligro para todo el rodeo.
Tratamiento
En el caso de que los nódulos actinobacilares resulten accesibles a la cirugía se recomienda realizar la extirpación.
Como tratamiento sistémico único o adicional al anterior se puede aplicar ioduro de sodio.
A fines de investigación utilizamos cuatro tratamientos diferentes: en base a ioduro de sodio, enrofloxacina, ceftiofur y cirugía en todos los animales tratados se logró muy buen resultado.
Profilaxis
La bibliografía cita la eliminación o aislamiento estricto de los animales enfermos. Limpieza o desinfección de las instalaciones o herramientas que puedan considerarse como punto de partida de la enfermedad y cuidar la no introducción de animales enfermos.
En nuestro caso ante la imposibilidad de retirar los animales del pasto recomendamos algunas medidas preventivas como: disminuir la dotación de animales por hectárea, mejorar la higiene ambiental y tratamiento precoz en los animales enfermos.