En la República Dominicana se han realizado diversos experimentos y ensayos sobre el uso de la batata. En el caso específico del proyecto sobre batata forrajera para su uso en la alimentación animal, las investigaciones se han orientado para responden a las necesidades más prioritarias de los productores. En este aspecto, se consideró la tendencia de los productores de producción animal a establecer bancos de proteína con leguminosas o con batata (
Ipomoea batatas, Lam) u otras plantas forrajeras para abaratar los costos de la alimentación, los cuales cada día van en aumento; así si se toma en cuenta el precio del maíz desde mayo del 2002 al 2006 el aumento ha sido del 197%, mientras los precios de la carne sólo han aumentado en aproximadamente un 100% (carne de cabras, ovejas y conejos, por ejemplo). Se espera que con la utilización de granos para la producción de energía alternativa el precio del maíz continúe en aumento.
Uno de los aspectos cruciales en la alimentación animal es obtener un forraje con cantidad y calidad en forma continua. Entre éstos está el uso del follaje de la batata; la cual es sembrada con el objetivo principal del uso de raíces dando una situación temporal para el uso del follaje. El mismo debe ser utilizado en forma inmediata, ya que por su contenido acuoso, al ser apilado, tiende a un proceso de fermentación que conduce a una pérdida del follaje. Sin embargo, su utilización es factible considerando modificaciones en el manejo del cultivo de batata, tal como introducir cortes intermedios que conduzcan a obtener una mayor biomasa forrajera con una reducción mínima de las raíces (20 a 25 %). Así mismo, es posible su utilización en ensilajes, ya sea solo, combinado con raíces o con otro forraje como maíz, sorgo o King Grass.
Con las consideraciones mencionadas, se realizaron los primeros ensayos experimentales concentrados en caracterización de las cuatro variedades de batata más cultivadas en la República Dominicana. El ensayo se realizó en un suelo franco arcilloso con pH de 7.3 y 2.3% de materia orgánica. Las variedades caracterizadas fueron la Montecarlo o Bonaera, con longitud del tallo disperso, la Copelá y la Canó, ambas semi-erectas y la Manicera, la cual es erecta. La producción de raíces fue de 34, 24, 16 y 13 t/ha en base fresca para la variedad Manicera, Montecarlo, Canó y Copelá, respectivamente.
Posteriormente, en un segundo ensayo se incluyó la variedad “Forrajera”, clon introducido desde Perú e identificado como BNAS-White; el cual ha sido distribuido rápidamente en el país por los ganaderos debido a los resultados obtenidos en evaluaciones del follaje en caprinos, ovinos, aves y conejos. Esta variedad fue evaluada y comparada con las variedades locales Montecarlo, Manicera y Copelá. La evaluación se realizó en un suelo franco- limo- arcilloso con un pH de 7.9 y 3.6% de materia orgánica. Los resultados indican una mayor producción de raíces para la variedad “Forrajera”, la cual produjo 10.5 t/ha de materia seca de raíces, siendo el contenido de humedad de las mismas de 31.5%. Los clones Montecarlo, Manicera y Copelá produjeron 7.69, 7.19 y 4.98 t/ha de raíces con un contenido de humedad de las mismas de 34.7, 37.0 y 35.6%, respectivamente. Todas las variedades cubrieron el suelo antes de los 70 días de plantadas. El rendimiento en forraje fue de 3.95, 3.52, 4.52 y 5.59 t/ha de materia seca con un contenido de humedad de 20.8, 21.3, 20.9 y 18.1% para las variedades Forrajera, Montecarlo, Manicera y Copelá, respectivamente. Estas variedades fueron clasificadas de acuerdo a la relación raíces: forraje como “Alto Raíces Producción”, “Bajo Raíces Producción”, “Alto Doble Propósito” y “Bajo Doble Propósito”, respectivamente.
Por los resultados obtenidos de cobertura, se evaluó el efecto de la variedad y de la frecuencia de corte sobre el rendimiento en raíces y follaje (Santana y Roa, 2003). En este ensayo se comparó las tres variedades locales mencionadas en el experimento anterior y se confirman los resultados del mismo en cuanto al efecto de la variedad, aunque el rendimiento promedio fue menor: 17.2, 19.6 y 9.3 t/ha de raíces frescas para las variedades Montecarlo, Manicera y Copelá, respectivamente. En todo caso, se observó que la frecuencia de corte afecta la producción de raíces, por lo que depende del objetivo del productor de obtener una biomasa para alimentación animal. Frecuencias de cortes muy seguidos disminuyen la producción de raíces. Sin embargo, para la producción de forraje el comportamiento es diferente: para los cortes cada 21, 28, 35, 42 y 150 días la producción de forraje fue de 1.92, 2.13, 2.44, 2.30 y 1.86 t/ha, respectivamente; Figura 15.
En la figura 1 se observa la producción de follaje de batata con relación a la frecuencia de corte. La producción máxima de forraje se obtiene alrededor de los 80 días con un producción de 2.85 t/ha de materia seca. Posteriormente existe una marcada senescencia foliar y en el caso de batatas de doble propósito se intensifica la producción de raíces. Resultados similares son reportados en la costa del Perú con la variedad ARBUNAP - 55 (
Helena); variedad forrajera en la cual la producción máxima se obtiene alrededor de los 90 días.
Figura 1. Respuesta del follaje (peso seco) de la batata forrajera a la frecuencia de corte.En la figura 2 se observa la producción de raíces con relación a la frecuencia de corte. La producción de raíces va en aumento a medida en que se tiene menor frecuencia de corte. Alrededor de los 140 días, la producción, cosecha convencional, alcanza su mayor nivel. Por lo tanto, el uso en la alimentación animal va a depender del objetivo del sistema. Un balance adecuado de raíces y follaje se ubica con una frecuencia de corte entre 70 y 90 días; de esta manera, se obtiene una biomasa total mayor que con otras frecuencias de corte.
Figura 2. Respuesta de la producción de raíces de la batata forrajera a la frecuencia de corte.Considerando la producción de follaje, se evaluó cuatro variedades con orientación exclusiva para forraje (Vásquez
et al., 2003). El ensayo se realizó en un suelo franco-limo-arcilloso con pH de 8.0 y contenido de materia orgánica de 3.3%. En los primeros 179 días del experimento se realizaron tres cortes. Los resultados confirman los anteriores: la producción total en los tres cortes fue de 8.68, 9.20, 7.58 y 9.49 t/ha follaje fresco para las variedades Forrajera, Montecarlo, Manicera y Copelá, respectivamente. Las cuatro variedades cubren el suelo antes de los 70 días después de plantadas. El tercer corte se realizó a los 29 días después, tiempo que tardaron en cubrir de nuevo el suelo. No hubo diferencias significativas en la velocidad de cobertura del suelo.
Considerando la cobertura y el objetivo primario de obtener raíces, se evaluó la batata forrajera modificando su manejo con cortes intermedios a fin de observar la reducción de raíces y el posible incremento en biomasa forrajera total, figura 3. La producción de follaje al corte intermedio de 75, 110 días fue de 3.99±0.40 y 4.06±0.38 t/ha de materia seca de follaje, respectivamente; adicionándose un incremento forrajero por la diferencia a 150 de días de 2.43±0.33 y 1.50±t/ha. De esta manera se logra una biomasa forrajera de 6.42±0.63 y 5.56±0.58 en comparación con los 3.78±0.54 a los 150 días.
La producción de raíces con corte intermedio del follaje a los 75 y 110 fue de 8.58±3.96 y 8.84±1.50 t/ha de raíces en materia seca comparado con 11.84±3.67 (p≤0.05) obtenido a los 150 días. La modificación planteada corresponde a la reducción de raíces alrededor de un 25% con el incremento de follaje del 58.3 %. La decisión de esta modificación de manejo es planteada a nivel de campo según el objetivo del productor.
Figura 3. Efecto del corte intermedio a 75, 110 días como modificación del manejo tradicional en la producción de raíces y follaje de batata “Forrajera”. (Tesis ISA 2006; Pedro L. Rodríguez y Nicanor De Jesús Fernández)
Información relativa a la respuesta de la fertilización y frecuencia de corte sobre la producción de follaje y proteína (Mejía, 2006) indica que existe una respuesta de la producción de forraje a la frecuencia de corte (P≤0.001). En forma similar, los rendimientos de proteína son afectados por la frecuencia de corte (p≤0.01) y el nivel de aplicación de nitrógeno (p≤0.05). Es de mencionar que si bien se obtiene altas producciones de forraje acumulado a menores intervalos de corte, los rendimientos disminuyen por corte. Por lo tanto, combinando la frecuencia de corte de forraje y la producción de raíces es recomendable mantener una frecuencia de corte intermedia entre los 75 y 90 días. La respuesta a la aplicación de nitrógeno se observa en forma satisfactoria a bajas frecuencias de corte obteniéndose entre 1 a 2 t/ha de proteína. En la figura 4 se presenta la información resumida en dos superficies de respuesta para producción de follaje y proteína.
Figura 4. Superficie de respuesta del efecto de frecuencia de corte y fertilización nitrogenada sobre el rendimiento de follaje y proteína (t/ha).
En evaluaciones relativas a alimentación animal, se sustituyó parcialmente la harina de maíz en la ración de ovinos de engorde por harina de raíces de batata (Reyes y Vásquez, 2002). Los niveles de sustitución fueron de 40, 60 y 80%, con un testigo sin sustitución. Las diferencias en el consumo de alimento, de heno y crecimiento de los animales difieren estadísticamente (P<0.05). Sin embargo, la eficiencia alimenticia, en el ensayo, fue de alrededor de 18% para todos los tratamientos. En forma similar, la calidad de la canal fue semejante para todos los tratamientos, llamando la atención el hecho de que el rendimiento en canal en el experimento fue en más de 10 puntos porcentuales superior a los resultados encontrados en la literatura y experimentos anteriores, lo cual puede ser atribuido a la restricción en el suministro de heno a un máximo de 0.75 kg por animal-día, reduciéndose así el volumen de las vísceras. Los resultados contribuyen a que es posible sustituir harina de maíz por la de batata con apreciable ventaja económica. La sustitución puede realizarse hasta el nivel máximo de 80% en las raciones de ovinos de engorde, sin detrimento del rendimiento y la calidad de la carne.