Desde hace unos años el mensaje que se impone en lechería es la mala situación del sector y el constante trabajo a pérdida. Si bien dicho mensaje tiene un argumento de base (por el cierre de tambos que concentra la actividad), sostener esa afirmación como una verdad granítica es desconocer (sino faltarles el respeto) a los productores que subsisten con gran esfuerzo, creatividad, fuertes inversiones y un gran compromiso personal. Este es el caso de un grupo de tamberos de la cuenca de Villa María que superan la dinámica del conflicto campo-gobierno, para concentrarse exclusivamente en su negocio y hacerlo rentable.
Una de las jornadas del exitoso "Tour Lechero Córdoba 2009", organizado por la empresa TodoAgro, fue una gran oportunidad para tomar contacto con el eslabón productivo de la cadena láctea.
El recorrido sirvió para tener una mirada muy distinta a la visión que se percibe del sector, no sólo desde los centros urbanos, sino desde otras actividades productivas.
Con el prejuicio de ver un panorama catastrófico (instalado por el mensaje mediático que la lechería argentina es poco menos que tierra arrasada), sorprende entonces descubrir a productores altamente eficientes, comprometidos tanto en lo personal como en lo económico, con fuertes inversiones en infraestructura, tecnología y apostando al crecimiento del negocio.
Comentarios de un especialista
José Iachetta, Director periodístico de TodoAgro y organizador del Tour Lechero (junto a un equipo de profesionales), nos ilustra sobre la actividad de la región con la siguiente explicación:
"En la Cuenca Villa María ampliada (80 Km. a la redonda con epicentro en Villa María) hay más de 1.000 productores lecheros.
La producción de esta región, estimada en el 7% de la producción nacional, es recolectada en su mayoría por las principales empresas lácteas del país y usinas medianas. Pero como rasgo distintivo de la región, operan en el lugar más de 100 PYMES queseras y fábricas-tambos que producen las líneas de quesos de mayor demanda, en especial quesos blandos. Es de destacar que ese número era más del doble una década atrás, pero muchos queseros han quedado en el camino por diferentes motivos.
Tres localidades son un cabal reflejo de esta descripción: La Playosa, Carrilobo y San Antonio del Litín, y si bien cada una tiene diferentes características, la primera de las localidades citadas es un rara avis en el universo lechero. En sus alrededores funcionan ocho PYME lácteas, que se han sostenido en el tiempo y se han fortalecido tras la crisis del 2001.
Otro factor diferencial de estas PYMES es que han buscado mecanismos y estrategias para tomar una mayor porción de renta en la cadena de valor. Por ejemplo, de manera asociada, Lácteos Milkplay y Lácteos Cordero abrieron bocas propias de frescos en el sur del país, en el litoral y en las serranías cordobesas.
En el marco del Tour Lechero Córdoba 2009, pudo verse un cabal ejemplo de la potencialidad de estos emprendimientos: La familia Gola, en cercanías de la localidad de Carrilobo tiene dos tambos, con un sistema de base pastoril, y una fábrica láctea. Se trata de un modelo sustentable, con fuerte apuesta por la calidad que bien podría haber sido el derrotero de centenares de iniciativas que quedaron en el camino por falta de soporte de todo tipo."
Crecer a pesar del contexto
La información que se difunde a través de diversos canales es que el sector tambero trabaja a pérdida desde hace muchos años.
Tres de los cinco establecimientos visitados en el Tour Lechero 2009. Pero como el sentido común indica que ningún negocio se sostiene con el balance en rojo permanentemente, el desprevenido se interroga: ¿si se pierde dinero porqué todavía hay tambos que permanecen en actividad?
La respuesta viene de la mano de los productores visitados en esta recorrida. Tan sólo un puñado que representan a los miles que, con pasión, esfuerzo y dedicación apostaron a la aplicación de tecnología, intensificación e integración para crecer a pesar del contexto.
Productores. Cada cual atiende su "modelo"
Está de moda pronunciar la frase "cada crisis representa una oportunidad". Si bien, la misma, es de incierto cumplimiento no lo es una (a esta altura diría "máxima") para todos los argentinos: "cada crisis representa un aprendizaje". Y vaya que hemos aprendido con todas las crisis que nos han tocado vivir.
Los tamberos que en la actualidad continúan en actividad advirtieron que ser monoproductores de leche en fresco los enfrentaba cíclicamente a dificultades que afectaban su sustentabilidad por lo que debieron ingeniarse para aplicar modelos superadores. En el caso del grupo de productores de punta visitados en Villa María sorprende la elección de distintos modelos para enfrentar y sobreponerse a las adversidades.
Dos primeras estaciones en la zona de Carrilobo
El modelo elegido por la familia Pinilla es la instalación de un feedlot de machos Holando integrado con una cadena de carnicerías propias.
Este feedlot, llamado Cajul, es un establecimiento de 12 años de vida y uno de los más importantes del país.
Aquí la estrategia llevada adelante es la conversión en un bien económico del ternero macho (de valor nulo en la producción láctea) ingresándolo a un sistema de producción de carne altamente intensivo e integrándolo con puntos de venta propios. Es decir que un bien que años atrás se presentaba como "descarte" en un sector (el ternero macho) se lo deriva a otro (carne) agregando valor y captando más renta por participar en más eslabones de la cadena.
En un futuro piensan seguir capturando renta participando en otro eslabón con la apertura de un frigorífico propio.
El modelo por el que optó el establecimiento Doña Rosa, de la familia Gola, es de una lógica tan sencilla que, para algún desprevenido, parezca una zoncera. Sin embargo la natural integración entre producción de leche en fresco y fabricación de quesos no es algo que todos aprovechen. En este caso mejora notablemente los costos utilizando el suero como base de alimentación del rodeo y agrega valor y renta al desarrollar su propia industria quesera.
Productor de punta con fuertes inversiones
El tambo del Establecimiento RyE (del ingeniero Enrique Piatti) es digno de elogio.
Con fuertes inversiones su modelo se "juega" a lograr un apreciable y continuo rinde en base a identificar cada animal como una verdadera unidad de producción. A raíz de esto, los mismos son tratados individualmente de una manera esmerada. En sanidad, entre una serie de atenciones particulares, realizan una limpieza y "curado" de patas y pezuñas que más que un tambo parece un "spa" para vacas. Y en alimentación el Ing. Piatti ha recorrido una importante curva de aprendizaje que le permitió incorporar un conocimiento de cuál es la mejor combinación de dietas y raciones. Todo en pos de obtener la mejor relación costo-beneficio en la producción de leche.
Los Truccone y su tambo "Laguna de la Vaca"
La familia Truccone apuesta también a la intensificación lechera. Esto lo hace para alcanzar un mayor índice de producción poniendo el foco en la eficiencia que se puede obtener con mejoramiento genético, manejo y un mayor confort para el animal. En ese sentido son importantes las inversiones para construir corrales "secos" (al ser en pendiente no los afecta la lluvia por escurrimiento), amplios y con sombra para un mayor bienestar del rodeo.
Las Holando se suben a la calesita
La última estación del Tour Lechero Córdoba 2009 fue el establecimiento San Carlos que cuenta con 2 tambos, uno de ellos con sistema de ordeñe rotativo (calesita).
La incorporación de este último sistema es el punto culminante de un modelo de intensificación que los llevó a ocupar cada vez menos hectáreas. Una optimización que hizo que derivaran más tierras para agricultura en un modelo sustentable que les permite producir en campo propio las pasturas y granos para la dieta.
La observación del funcionamiento del tambo "calesita" es realmente impactante. Impresiona de buena manera ver el continuo paso de vacas para su ordeñe en un sistema que se asemeja a la producción en línea, diseñadas en el antiquísimo modelo de elaboración fordista.
La implementación de esta tecnología más otras de manejo (como aumento de la carga en encierre, bienestar y alimentación) son las claves por las que lograron incrementar la productividad entre un 15 y un 20%.
Conclusión
Una variedad de libros y textos de Economía, Organización y Management, atribuyen a una empresa ciertas funciones: de rentabilidad (ya que debe generar ganancias para la supervivencia de la empresa), sustentabilidad (para la permanencia del negocio a través del tiempo) y social (por el impacto que produce en la sociedad al generar puestos de trabajo).
El caso de los emprendimientos visitados es el mejor ejemplo de estos postulados.
En vez de encerrarse en una conducta, de dudosa efectividad, como la queja y reclamo constante, enfrentan la situación con un fuerte compromiso y esfuerzo personal.
Una forma de encarar el negocio que, a la vista de los resultados, rinde sus frutos y hace prever que (con productores como los mencionados) la lechería argentina tiene un gran futuro por delante.
Queda pendiente como gran desafío trabajar para que, aquellos tamberos que abandonan la actividad, consigan sumarse a esta corriente de producción "cinco estrellas" y se pueda recorrer el camino inverso al actual, que verifica el tránsito hacia una alta concentración. Un objetivo que no deberíamos resignar.