CULTURA EMPRESARIAL GANADERA
10 de septiembre de 2007
CORDIAL SALUDO
APRECIADO SEÑOR CERB RUIZ
Existen diversos factores que influyen sobre el consumo voluntario de forrajes por parte de los bovinos. Estos factores pueden ser de tipo anatómicos, fisiológicos o ambientales. Los anatómicos prácticamente están dados por el tamaño del animal, su peso y estado de carnes (este último popularmente se conoce como Condición Corporal). Los fisiológicos están dados por la edad y estado productivo (terneros(as) en amamantamiento, terneros(as) en crecimiento y desarrollo, terneros en ceba, novillas de vientre, novillas preñadas, vacas paridas no preñadas lactando, vacas paridas preñadas lactando, vacas secas finalizando preñez) así como también está implicado el desempeño del aparato digestivo en el aprovechamiento de los alimentos que estos animales consumen y que principalmente se trata de forrajes. En otras palabras, hablamos de la digestibilidad de cada alimento. Y los ambientales están determinados por la temperatura ambiental, la humedad relativa, las corrientes de viento, la precipitación anual, la topografía, la disponibilidad de forrajes en cantidad y calidad, el sistema de pastoreo implementado, la disponibilidad de sombra, la disponibilidad de agua en los potreros, las condiciones de alojamiento, el manejo de los animales, entre muchos otros del mismo tipo.
El detalle es que el efecto de estos factores sobre los animales no es aleatorio, es decir, que siempre actúan combinados y son diferentes para cada región.
Para los nutricionistas de bovinos sería imposible controlar todos estos factores, principalmente los de tipo ambiental. Pero para establecer un programa de nutrición estratégica de bovinos, se debe disponer de la mayor información objetiva posible, es decir, de toda aquella información que sea susceptible de ser medida y registrada.
En los animales entonces medimos su peso, su estado de carnes, su ganancia diaria de peso y/o su producción diaria de leche, el tiempo que ha transcurrido en días después del parto (al cual denominamos días en lactancia - DEL) y el estado reproductivo de las hembras (preñada o vacía y el número de partos que ha tenido). Con esta información calculamos sus requerimientos nutricionales. Esto lo hacemos para cada vaca en producción lechera o secas. Para las demás etapas productivas se seleccionan animales representativos de cada lote y se trabaja con cifras promedio para cada grupo de animales. Una vez conocidos los requerimientos procedemos a establecer los aportes a partir de forraje para luego hacer un balance (requerimientos - aportes) y así establecer cuales nutrientes son deficientes en la dieta forrajera y que por lo tanto se deberán entregar mediante suplementos nutricionales.
Por obvias razones, mientras más pasto consuma un bovino voluntariamente, menos suplemento va a requerir. Pero como lo mencionamos anteriormente existen múltiples factores que afectan este consumo. Digamos que los más importantes desde el punto de vista nutricional son: La cantidad de pasto disponible, la forma de suministro y su calidad, la cual está dada principalmente por su contenido de proteína, minerales, carbohidratos y fibra detergente neutro (FDN). A menor cantidad de pasto disponible, menor consumo tendrá un animal. Si el bovino debe cosechar por si mismo el alimento en el potrero y la disponibilidad de pasto es muy baja (menos de 1,5 kilos de pasto por metro cuadrado de suelo cultivado) entonces este difícilmente podrá lograr cosechar todo lo que requiere para satisfacer sus necesidades. En el caso de bovinos semiestabulados o estabulados totalmente, se supone que la oferta de pasto es mucho mayor y por ende les será más fácil poder llenar sus requerimientos.
Pero tal vez más importante que la cantidad de pasto ofrecido es su calidad. Un pasto con alto contenido de FDN (superior a un 60 por ciento) no es bien digerido y mientras mayor sea el contenido de FDN menor consumo se va a presentar por parte de los animales no importa que tanta oferta se les garantice. Esto es, porque pastos muy fibrosos tienen una digestión más lenta y por tanto la sensación de llenura en los animales se presentará muy pronto, entonces aunque el animal no esté satisfaciendo sus necesidades nutricionales suspenderá su consumo hasta que evacue el material de su estómago.
Pero otro de los factores más importantes, es la humedad de los pastos, ya que por lo general es muy alta. Entonces si un pasto contiene un porcentaje de humedad del 85, quiere decir que de cada 100 gramos de pasto fresco consumidos el animal solo estaría aprovechando 15 gramos ya que los otros 85 gramos son agua la cual no aporta ningún nutriente. Esta es la razón principal para afirmar que a menor contenido de humedad en un pasto este será mejor aprovechado. Pero no necesariamente el hecho de ofrecer mas materia seca significa que esta sea bien aprovechada ya que debe ir de la mano de un buen contenido de FDN (entre un 50 y un 60 por ciento) y de carbohidratos digeribles. Pues nada nos ganamos con llenar a un animal de materia seca si esta no es bien digerida. Y en cuanto a este FDN, este material se hace mayor en el pasto mientras más tardemos en cosecharlo, pero hay que considerar que tampoco debe ser muy bajo el FDN porque entonces causará el efecto contrario, que es que es tan fácil de digerir el forraje que su paso por los estómagos es tan rápido que no alcanza a ser bien aprovechado por el organismo y esto se expresa como una diarrea en el animal. Entonces el factor clave para tener una buena nutrición con base forrajera es determinar su edad óptima de cosecha para cada uno de los forrajes que implementemos.
Pero otra cosa que debemos considerar y que también es muy importante, es que el agua aunque no aporte nutrientes facilita la digestión de los alimentos fibrosos. Entonces tampoco es muy deseable ofrecer pastos muy secos y mantener muy buena disponibilidad de agua de buena calidad y en suficiente cantidad para los animales.
Mi querido Cerb, en conclusión, es mejor ofrecer el pasto en un termino medio, ni muy seco ni con todo su contenido de agua, pero habrá que considerar también la edad de cosecha a la cual obtengamos un contenido de FDN favorable para estimular a un mayor consumo. Y si el pasto ha de suministrarse en comederos, entonces habrá que pensar en utilizar estimulantes como la aguamiel rociando el pasto para que este sea mejor consumido. Y no es despreciable la implementación de ensilajes, ya que estos pastos sufren un proceso de predigestión artificial (fermentación bacteriana) y se hacen más fáciles de aprovechar en el organismo del animal.
Hasta pronto
Éxitos e infinitas bendiciones