La leche de descarte es la leche que se obtiene en el ordeño de vacas lecheras que están bajo tratamiento antibiótico, generalmente a causa de infecciones intramamarias (De Briyne et al., 2014). Existe limitada información sobre la cantidad de leche de descarte producida, la cual no es apta para consumo ni para su procesado en derivados lácteos.
Poniendo como ejemplo Alemania, la leche de descarte supone entre un 1 y un 4% del total de producción de leche, lo cual se traduce a 1 millón de toneladas al año (Schaeren, 2006). Un estudio reciente (March et al, 2019) apunta que, en las granjas lecheras de Escocia, se descarta el 1,4% de la leche que generan, principalmente a causa de las enfermedades que sufren los animales (por la presencia de antibióticos o por un elevado número de células somáticas en la leche), aunque también debido a pérdidas ocasionadas por problemas de infraestructura.
La leche de descarte debe separarse del resto durante el ordeño ya que,, al contener residuos de antibióticos, no es comercializable. Esta leche es vertida al medio ambiente o, en su defecto, usada para alimentar a los terneros. En este último caso, el aprovechamiento de esta leche de descarte para alimentar a los terneros supone un ahorro económico además de ser una fuente de alimentación de excelente calidad debido a su elevado contenido en nutrientes y otras sustancias bioactivas que no están presentes en los lactoreemplazantes.
No obstante, ambas prácticas, el reaprovechamiento de la leche de descarte o su vertido al medio ambiente, deben ser replanteadas en el contexto actual del aumento creciente de bacterias resistentes a los antibióticos. La circulación de esta leche con residuos de antibióticos, ya sea como fuente de alimento para los animales, o en el medio ambiente, contribuyen a la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos, siendo un fenómeno que ya se ha convertido en un problema de salud global.
Con este término de salud global nos referimos a que la circulación de residuos de antibióticos impacta de forma interrelacionada y conectada en la salud animal, salud humana y en el medio ambiente.
El uso de la leche de descarte y la generación de resistencias a antibióticos
A pesar del elevado valor nutricional de la leche de descarte, cuando ésta se usa para alimentar a los terneros entra en contacto con la microbiota del animal. Cuando esto sucede, los residuos de antibióticos presentes en esta leche favorecen la aparición de resistencias a dichos antibióticos en la propia microbiota intestinal y, aunque en menor grado, también en la microbiota nasal (Maynou et al., 2017a; Maynou et al., 2017b). De hecho, hay estudios que demuestran que estas prácticas no sólo aumentan la aparición de microrganismos resistentes a los antibióticos usados en la granja sino también disminuyen la susceptibilidad de dichos microorganismos a otros antibióticos no usados en la propia granja ((Maynou et al., 2017a). En estos mismos estudios, los investigadores han observado que, a pesar de que los antibióticos presentes en la leche de descarte eran lincosamidas y β-lactámicos, se encontraron también bacterias resistentes a florfenicol en los terneros alimentados con leche de descarte, lo que sugiere que hay varios factores involucrados en la diseminación de las resistencias a los antibióticos (Maynou et al., 2017b).
Además, cabe destacar que las nuevas bacterias resistentes pueden ser excretadas en las heces y esto puede tener un impacto directo en la transmisión de los genes de resistencia a microorganismos asociados a otros animales, cuidadores y microorganismos ambientales, convirtiéndose en un problema más amplio. Varios estudios demuestran que aislados bacterianos de humanos, animales y de muestras ambientales presentan plásmidos genéticamente similares que conferían resistencia a distintas clases de antibióticos (Mataseje et al., 2010; Kuang et al., 2018).
Del mismo modo, cuando se vierte la leche de descarte al medioambiente provoca un efecto directo sobre los microorganismos del suelo. Además, se producirá la filtración de los residuos de antibióticos a las aguas freáticas. Todo ello, en definitiva, contribuye a la recircularización de estas resistencias entre animales, humanos y el medio ambiente.
Por lo tanto, a pesar del valor nutritivo de la leche de descarte, es necesario abandonar estas prácticas ampliamente usadas en las granjas (Hayer et al.,2021) y frenar la diseminación de los antibióticos presentes en esta leche para evitar la aparición de más bacterias resistentes.
A la búsqueda de nuevas estrategias
A pesar de que la reducción del uso de antibióticos, en ganadería debería ser la principal estrategia para evitar la leche de descarte en las granjas lecheras, de acuerdo con las políticas europeas, el uso de antibióticos no desaparecerá por completo y su uso seguirá siendo necesario en las explotaciones.
Por ello es necesario buscar estrategias complementarias que permitan eliminar los antibióticos presentes en esta leche cuando no hay alternativa al uso de antibióticos. En este contexto, a pesar de que hoy en día existen pocas aproximaciones para eliminar los antibióticos de la leche de descarte (Alsager et al., 2018), el tratamiento de microcontaminantes como pesticidas o fármacos del agua residual efluente de las plantas de tratamiento antes de ser vertida al medio ambiente ha avanzado de forma significativa (Barancheshme and Munir, 2017). Por lo tanto, los tratamientos usados para eliminar los microcontaminantes se podrían usar para el tratamiento de la leche de descarte, lo que permitiría su reutilización.
Entre las técnicas usadas existe la oxidación electroquímica (Martínez-Huitle et al., 2015, Bergmann et al., 2021), que podría usarse para el tratamiento de la leche de descarte. Ésta se basa en la producción de especies oxidantes (radicales hidroxilo y radicales sulfato) en la superficie de un ánodo.
Alternativamente, el uso de enzimas para la degradación de los residuos de antibióticos podría también convertirse en una aproximación interesante para solucionar este problema, pero para ello es necesario trabajar en estrategias de bajo coste y, en este contexto, la biotecnología podría ser la solución.
Perspectivas futuras
Actualmente en Europa, existe un marco legislativo para fomentar las buenas prácticas con relación al uso de los antibióticos y, en este sentido, la leche de descarte está en el punto de mira.
Es necesario abandonar las prácticas que promueven la circulación de los residuos de antibióticos, pero a la vez es necesario buscar soluciones para eliminar los residuos antibióticos de la leche de descarte y evitar la posibilidad de generar resistencias. Además, esto permitirá revalorizar esta leche como un producto con un elevado valor nutricional para los terneros y promover prácticas de economía circular que fortalezcan al sector.