Con un escenario tan alentador para la producción de leche, sin duda la mirada hacia la nutrición de nuestras vacas cambia totalmente. Si bien estamos entrando en una época donde el estrés calórico puede impactar negativamente, con los números a favor podemos incorporar tecnologías que nos ayuden a sostener e incluso incrementar la producción además también de mantener la salud de los animales.
Hoy el productor junto a su asesor tiene la oportunidad de mejorar las dietas de las distintas categorías de forma rentable. En las últimas campañas la inclusión de tecnologías muchas veces ha quedado postergada ante las variaciones del precio de la leche. Actualmente con una relación favorable entre el precio de la leche y los granos, podemos mejorar la nutrición en muchos aspectos con un retorno económico positivo.
Con la llegada del verano, las altas temperaturas y la variación de la humedad relativa llevan a las vacas a gastar energía para lograr la termoneutralidad. Recordemos que la energía que usa el animal para mantenimiento puede incrementarse hasta un 25% ante situaciones más estresantes restando energía disponible para la producción láctea. También disminuye el consumo de materia seca de las vacas, caen los índices reproductivos y se afecta el sistema inmunológico. La caída en los litros producidos se debe en parte a la baja en el consumo y en parte a cambios metabólicos que se dan por el estrés térmico.
Estrategias para mitigar el calor
A la hora de mitigar el estrés calórico las acciones que se pueden realizar deben combinar infraestructura para favorecer la pérdida de calor de las vacas como sombras, ventiladores y aspersores, pero también el manejo y la nutrición que incluye no sólo el ajuste de dietas sino mejorar la disponibilidad de en cantidad y calidad. Todos sabemos que en nuestro país encontramos diferentes planteos productivos, desde aquellos pastoriles hasta los totalmente estabulados. En estas diferentes situaciones las dietas para los rodeos lecheros varían principalmente en la proporción forraje/concentrado. Cuando se habla de concentrados éstos pueden ser alimentos balanceados peleteados, raciones de granos mezclados con concentrados proteicos comerciales o mezclas de granos, subproductos y premezclas de vitaminas y minerales. Esto dependerá principalmente del sistema productivo adoptado.
Tecnologías que ayudan y mucho
Es importante destacar que, a la hora de utilizar tecnologías de aditivos en la nutrición de los rodeos lecheros, todos estos sistemas tienen en común la posibilidad de incorporarlas de manera eficiente en los concentrados. Un punto muy importante es asegurar la correcta dosificación y mezclado, ya que las cantidades a suministrar son bajas hablamos de gramos por vaca por día.
En momentos de mucho calor donde el jadeo y el mayor ritmo respiratorio disminuyen la rumia, es útil evaluar el nivel de fibra efectiva en la dieta y la digestibilidad de la fibra suministrada ya que a menor digestibilidad mayor producción de calor a nivel ruminal.
GRASAS PROTEGIDAS: Las grasas bypass se pueden incorporar duran te todo el año y tienen el beneficio de aportar energía a la dieta sin aumentar el incremento calórico. Estas grasas pasan por el rumen sin ser atacadas por los microorganismos y por lo tanto no producen calor de fermentación que es un aspecto muy favorable en épocas de verano. Luego son disociadas en el abomaso, el estómago verdadero, para finalmente absorberse en el intestino.
Las grasas protegidas nos ayudan a aumentar la densidad energética de la dieta principalmente en el primer tercio de lactancia donde está el desafío de limitar el balance energético negativo. Al contener aproximadamente 2,25 veces más energía que los carbohidratos podemos subir la energía sin agregar más grano ayudando también a mantener la salud ruminal.
“EN SITUACIONES DESAFIANTES Y CUANDO SE APUNTA A ALTA PRODUCCIÓN EXISTEN ALGUNOS MINERALES COMO EL SELENIO, ZINC Y CROMO QUE PUEDEN INCORPORARSE EN FORMA ORGÁNICA FAVORECIENDO EL DESEMPEÑO DE LAS VACAS”.
En épocas de estrés calórico sabemos que las vacas resultan afectadas en el consumo de materia seca por lo tanto una mayor densidad energética de la dieta permite evitar pérdida excesiva de estado corporal, caídas abruptas en la eficiencia de producción y reproducción. Los niveles de grasa a incorporar en la dieta los debe definir el asesor nutricionista en cada caso.
PROBIÓTICOS: Estos microorganismos vivos que se incorporan a las dietas tienen un efecto beneficioso en la producción y la salud del animal. Estos probióticos pueden estar compuestos por levaduras, bacterias u hongos. Algunas de las especies son Saccharomyces Cerevisiae (levaduras: hongo unicelular), Bacillus licheniformis y Bacillus subtilis (bacterias) y Aspergillus oryzae (hongo).
PARA RECORDAR
En el primer tercio de la lactancia el balance energético negativo se puede incrementar con el estrés calórico o una dieta desbalanceada, por lo que un exceso de movilización de tejido adiposo aumenta la concentración de ácidos grasos no esterificados (NEFAs). Si los NEFAs no son oxidados completamente para producir energía se formarán cuerpos cetónicos provocando CETOSIS. Adicionalmente esos NEFAs pueden volver a esterificarse y formar triglicéridos, los cuales si no pueden ser exportados del hígado se acumularán formando el llamado hígado graso.
En términos generales se seleccionan las cepas más eficientes dentro de cada grupo para la función buscada. Algunas de las funciones que cumplen son:
• Mantienen un ambiente ruminal óptimo para el desarrollo del microbioma como por ejemplo al consumir oxígeno favorecen la anaerobiosis que necesitan los microorganismos para su desarrollo.
• Aportan enzimas que aumentan la digestibilidad de la fibra y almidón.
• Aportan factores de crecimiento para las bacterias consumidoras de ácido láctico.
• Evitan caídas abruptas del pH ruminal.
• Reducen la carga de bacterias patógenas.
• Favorecen la salud del intestino. Cada tipo de probiótico tiene una dosificación adecuada que debe respetarse para lograr los resultados esperados.
BUFFER: Es una tecnología que ayuda a mantener en equilibrio el pH ruminal evitando la acidosis y sus nefastas consecuencias. Ante una ola de calor por ejemplo el aumento del ritmo respiratorio y jadeo disminuyen la rumia, la producción de saliva y el nivel de bicarbonato en sangre. Esto produce una efecto negativo en la capacidad buffer a nivel ruminal y sangre. En este contexto es útil evaluar el nivel de fibra efectiva en la dieta y la digestibilidad de la fibra suministrada ya que a menor digestibilidad mayor producción de calor a nivel ruminal.
En cuanto a las tecnologías que podemos aplicar contamos con un nuevo aditivo con efecto buffer que ha de mostrado mantener un pH del rumen más alto a lo largo del día en situaciones de desafío, comparado con el efecto por ejemplo del Bicarbonato de sodio. La ventaja se debe a su alta solubilidad provocando una acción rápida y duradera, además aporta Magnesio que es un macromineral muy importante para las vacas.
Esto nos permite elaborar dietas con un mayor porcentaje de concentrados de forma segura e incrementar la producción.
A la hora de utilizar tecnologías de aditivos en la nutrición de los rodeos lecheros, todos estos sistemas tienen en común la posibilidad de incorporarlas de manera eficiente en los concentrados.
Minerales, vitaminas y aminoácidos
En situaciones desafiantes y cuando se apunta a alta producción existen algunos minerales como el Selenio, Zinc y Cromo que pueden incorporar se en forma orgánica favoreciendo el desempeño de las vacas.
SELENIO: Cumple una función antioxidante y refuerzo del sistema inmunológico.
ZINC: Este mineral fortalece el sistema inmune, la piel y las pezuñas.
CROMO: Reduce el estrés metabólico y oxidativo, además de optimizar el metabolismo energético y mejorar el sistema inmunológico. No debemos descuidar el aporte de electrolitos como el Sodio y Cloro que ayudan a reponer pérdidas por sudoración y mejoran la osmorregulación.
COLINA Y METIONINA: En el primer tercio de la lactancia el balance energético negativo puede incrementarse con el estrés calórico o una dieta desbalanceada, un exceso de movilización de tejido adiposo aumenta la concentración de ácidos grasos no esterificados (NEFAs). Si los NEFAs no son oxidados completamente para producir energía se formarán cuerpos cetónicos provocando CETOSIS. También dentro del hígado esos NEFAs pueden volver a esterificarse y formar triglicéridos, los cuales si no pueden ser exportados del hígado se acumularán formando el llamado hígado graso. Algunos aminoácidos como lisina y metionina, y la vitamina colina son necesarios para que ocurra ese transporte. Las tecnologías disponibles con que contamos son la colina y metionina protegida que disminuye cuadros de cetosis e hígado graso y mejora el suministro de energía a la glándula mamaria.
“LOS BUFFERS AYUDAN A MANTENER EN EQUILIBRIO EL PH RUMINAL EVITANDO LA ACIDOSIS Y SUS NEFASTAS CONSECUENCIAS Y ELABORAR DIETAS CON UN MAYOR PORCENTAJE DE CONCENTRADOS DE FORMA SEGURA PARA INCREMENTAR LA PRODUCCIÓN”.
Otra vitamina que tiene impacto positivo sobre el metabolismo es la vitamina E, que actuando como antioxidante protege contra el daño celular por estrés oxidativo.
Las tecnologías descriptas pueden incluirse por ejemplo dentro de la fórmula del alimento balanceado asegurando la precisión en el suministro. Es fundamental el asesoramiento del nutricionista para establecer en cada situación cuál es la mejor combinación y nivel de aditivos a utilizar. Con un enfoque integral dentro del programa de nutrición para vacas en lactancia (Prolact-Conecar) se incorporan estos y otros aditivos para lograr una mayor rentabilidad del tambo.
Créditos: Publicado en Infortambo - Diciembre 2024.