Se estima que Honduras tiene una población de 7,2 millones de habitantes entre los cuales el 48.7% nace, vive y obtiene su sustento, esencialmente de lo que logra producir en el campo; la población económicamente activa está constituida por el 44,8%, y la población ocupada en el sector rural solamente representa el 51,4%. Los hogares rurales en situación de pobreza representan el 70,2% y los hogares en situación de pobreza extrema el 58,4%, el analfabetismo alcanza el 28%.
La malnutrición de la población y la del área rural en particular, sigue siendo significativa, por lo que la anemia causada por la deficiencia de hierro, la deficiencia de vitamina A y los desordenes causados por la deficiencia de yodo, han sido identificados como un problema de salud publica nacional. La Encuesta Nacional de Epidemiología y Salud Familiar (2001) revela una mortalidad infantil de 34 por cada mil nacidos vivos; la desnutrición en niños menores de cinco años alcanza el 36,24%; el 49,9% de los niños hijos de madres sin educación padecen de desnutrición crónica en contraste con el 7,6% de los niños hijos de madres con siete o más años de educación; la anemia alcanza al 30,20% de los niños entre 12-71 meses de edad, en tanto que la deficiencia de vitamina A la padece el 13%. Esta misma encuesta señala que un 38,27% de los niños que repiten el primer grado padecen desnutrición.
Frente ha estos datos desgarradores es necesario atender el sector agropecuario en su totalidad, con el fin primordial de que estos, compatriotas nuestros, mejoren sus condiciones de existencia y capacidades productivas por lo que es pertinente no solo enseñarles a cambiar de patrón alimenticio, sino que prepararlos eficientemente para producir en forma integrada, organizada, planificada y estructurada los alimentos que sus familias necesitan y excedentes para el mercado.
En este sentido la producción de leche y carne, a partir de pastos y forrajes es una alternativa viable para la familia hondureña. La leche es sin duda el alimento que debe tener mayor presencia en la dieta en los primeros años de vida. Conviene recordar que el coeficiente de digestibilidad es igual o mayor a 95% y que en su composición se han encontrado más de 250 elementos, por lo que este producto, juega un papel importante en la erradicación de la desnutrición de los hondureños.
Honduras, nuestro país cuenta con valiosos recursos que es necesario ordenar, racionalizar y eficientemente utilizar para la producción agropecuaria y, de los 11, 25 millones de hectáreas que constituye su territorio: el 75,10% son de vocación forestal; ocupando la agricultura y ganadería 3,687.912 Ha. (32.8%) de las cuales el 58,80% o sea 2,169.769 están en usufructúo de las explotaciones ganaderas y el restante 41.20% lo ocupa la agricultura. Esto significa que unas 886,662 Ha de vocación forestal están siendo mal ocupadas, utilizadas e ineficientemente explotadas.
No obstante lo anterior el aporte que el sector agrícola hace a la economía nacional representa el 23% del PIB y el 29% si se consideran las exportaciones manufactureras de alimentos. Esto significa que es el sector de mayor ponderación de la economía nacional.
En los últimos años se ha observado que un elevado número de pobladores del campo especialmente jóvenes emigran hacía las grandes ciudades y a los EUA, debido a la falta de oportunidades de vivir una vida digna. Este hecho tiene sus consecuencias negativas que se expresan: en la escasez de mano de obra en la mayoría de las actividades agrícolas y de manera relevante en la cosecha del café; estos jóvenes o familias enteras se trasladan a la ciudad a trabajar en lo que no saben, no les gusta, ni quieren, teniendo el estado que invertir recursos en capacitación y programas especiales que no solucionan el problema; y lo peor aún, se forman extensos cordones de miseria en las grandes ciudades, intensificándose aquí el sufrimiento no solo físico, sino que también moral y espiritual donde las ilusiones se terminan y la esperanza se apaga. Si en 1995 la población rural representaba el 55,6%, en el 2004 se redujo a 48,7%; en tanto que la población ocupada también se redujo de 53,7% a 51,4% en el mismo periodo.
BREVE DESCRIPCION DE LOS INDICES PRODUCTIVOS DE LA GANADERIA
Dinámica Del Inventario De Bovinos
En el periodo comprendido entre los años 1993-2001, se redujeron las explotaciones de ganado bovino en un 13.10% y su población en un 10.50%; entre ellas: 2.23% de vientre en servicio, 15.66% de vaquillas, 37.76% de sementales, 51.64% de toretes, 40.93% de novillos y 29.76% de bueyes. Estas reducciones del hato nacional vienen siendo concurrentes a partir del año 1983, en la que el país contaba con un poco mas de 2.7 millones de vacunos.
Oportuno es señalar que en el año 2001, existían en el país 86,829 explotaciones ganaderas con una población de 1,859.737 cabezas. Entre las posibles causas de la reducción del hato podemos citar:
1. La baja rentabilidad de las explotaciones producto de:
a. Una pobre base alimenticia, consecuencia de lo cual hay bajos índices reproductivos (55%), sumándose a esto la inexistencia de sementales en las explotaciones (0.53/finca);
b. Sistemas de manejo inadecuados;
c. Relativos bajos precios de la leche con fluctuaciones muy amplias entre el periodo seco y lluvioso hasta el año 2006. A partir del año 2007, como resultado de la gran demanda mundial de este producto empujado por China Continental e India, los precios de compra el sector industrial los a incrementado de Lps. 6.50/ litro a Lps. 8.90 (1 $ Americano equivale a 19.02 lempiras)en el 2008, o sea un 30.7%. En tanto los precios al consumidor final pasaron de Lps. 12.00 a 16.00 (33.3%);
2. La falta de seguridad jurídica (títulos de propiedad) para los propietarios de las explotaciones, lo que ha sido una de las dificultades para obtener el crédito bancario.
3. La eliminación de las pocas y malogradas políticas estatales.
4. El fenómeno natural Mich, el cual ocasionó pérdidas cuantiosas en cabezas de ganado y tierras dedicadas a este rubro de la economía.
5. Estimulados los productores por los mejores precios de la carne sobre todo en Guatemala, y los desastres ocasionados por el Mich, forzó a sus propietarios a vender incluso, hasta las hembras y bueyes.
6. Las adversas condiciones climáticas (altas temperaturas y el descenso de la humedad relativa del aire, sequías más prolongadas y severas), la vulnerabilidad a fenómenos naturales (altas y frecuentes precipitaciones, inundaciones en la costa norte), todo esto producto de la acelerada deforestación (2,7 millones de hectáreas en los últimos 30 años) del país, ha incidido también sobre la reducción del de las explotación ganaderas y de la población bovina, al crear el hombre año tras año condiciones severas para la crianza de bovinos y las diferentes especies domesticas.
7. El surgimiento de cultivos con alta rentabilidad (palma africana), relativamente con menos trabajo, menor riesgo por extravíos y condiciones climatológicas.
Composición Racial
Las razas puras constituyen el 8,5%; los cruces el 70,90% y la criolla el 20,60% de la población existente en el país. Concluyéndose que la ganadería especializada en la producción de leche ocupa un porcentaje reducido (3.0%, el restante 5% corresponde a ganado especializado de carne). El doble propósito produce el 70.90% del volumen de leche nacional.
Productividad De Las Explotaciones
De los datos de la Encuesta Agrícola Nacional 2000-2001, Tomo III; se concluye que en invierno la producción de leche es superior en un 33,80%, con respecto al verano; que en promedio en el transcurso del año se producen 1,492.586 litros de leche diarios, para hacer un total anual de 544,793.708. Que el promedio de vacas en ordeño es de 419,220 (55.10%) de los vientres en servicio con una producción diaria promedio de 3,56 litros leche/vaca. Si esta tendencia se ha conservado se estima que en el año 2007 se produjeron alrededor de 650 millones de litros, con un promedio por vaca de 6.5-7.0 Lts. /día. Oportuno es señalar que no obstante los avances de los últimos años, la producción percápita de leche en nuestro país, sigue siendo insuficiente (75,70 litros/persona/año), en tanto la FAO recomienda un consumo de 500 Lts./persona/año, de los cuales unos 170 Lts. deben estar constituidos por leche fluida y el resto por diversos productos lácteos. El consumo percápita se hace difícil calcularlo debido a que los organismos encargados de tabular la información tienen cifras disimiles entre ellas, no existe sistematización y homologación de la información, como tampoco existen estándares para la conversión de los diferentes tipos de queso a leche fluida importados. No obstante todos estos problemas los cálculos realizados aproximan el consumo percápita a 103 litros/persona/año, lo que representa el 50% de las normas mínimas de consumo de leche o sus derivados. Las importaciones siguen siendo significativas.
El Uso De La Tierra, Su Productividad
De las tierras dedicadas a la ganadería (2,169.769 Ha) el 84.5% están cubiertas por pastos; correspondiendo 46.04% a naturales (grama y jaragua), 29.30% a pastos considerados hoy de calidad intermedia, 24.67%-mejorados.
Como se observa, casi el 50% de las pasturas son naturales y un 29,30% son pastos de productividad intermedia. Ante esta débil base alimenticia, la carga animal promedio a nivel nacional alcanza 1,01 cabezas/hectárea y la producción de leche 549 Lts./Ha/año. Las explotaciones menores de 1 Ha poseen una carga animal de 5.1 cabezas/Ha y a medida que se incrementa su extensión se disminuye hasta 0.50 cabezas/Ha en las explotaciones mayores de 2.500 o mas.
Esta insuficiente producción de alimentos incide directamente sobre la producción y productividad de leche, carne, fertilidad y estado sanitario del hato, consecuencia de lo cual se reduce la vida útil del animal, la productividad y consecuentemente la rentabilidad de la finca. Sabido es, que el déficit de proteínas en la ración conlleva a una insuficiencia de aminoácidos, entre ellos los que contiene azufre (metionina y cistina), mismos que cumplen una función importantísima en la eficiencia de los procesos reproductivos y genéticos; por lo que es también causa fundamental de la baja expresividad genética y la poca variabilidad de los caracteres en la población bovina nacional.
El análisis realizado según el tamaño de las explotaciones nos muestra que:
1. Las explotaciones comprendidas entre 1<5 Ha constituyen el 56,15% de todas las explotaciones ganaderas del país, ocupan 7,12% de las tierras, poseen el 22.42% del ganado existente en el país y producen nada mas el 5.06% de la leche; no obstante poseer la peor estructura de pastos, son las fincas que tienen la mayor carga animal (3.6cabezas/Ha), coadyuvando a esto el pastoreo en carriles y carreteras; ocupan asimismo el segundo lugar por los créditos y el último lugar por la asistencia técnica recibida. Estas fincas carecen de arboleda y agua (5,53% del área es dedicada a lagunas o estanque). Son las que más dedican área al uso no agropecuario (40,12%). Estos últimos cuatro factores son el detonante para su baja productividad y resaltan que el crédito no cumple el papel que se le ha asignado.
2. Las fincas que poseen 5<10 Ha, tienen la mejor estructura de pastos, sin embargo son las que en promedio menos leche producen; son las que menos área para estanques y bosque poseen y por la asistencia técnica y créditos recibidos ocupan el 4tº y 5tº lugar. Estas fincas son las menos productivas de todas, concluyéndose que sus propietarios no saben hacer uso correcto de sus potencialidades. Sus propietarios al no recibir asistencia técnica no están capacitados para hacer uso racional y eficiente de sus recursos.
3. Las fincas que ocupan entre 10<20 Ha, por la estructura de sus pastos ocupan el 2dº lugar, el 1rº por asistencia técnica, el 3rº por créditos recibidos. Son las que menos área dedican a otro uso agropecuario y no agropecuario, pero ocupan el segundo lugar por el área dedicada a estanque y lagunas. Estas fincas por sus recursos disponibles deberían de perfilarse como las mejores del actual modelo de desarrollo.
4. Las fincas comprendidas entre 20<50 Ha ocupan el 3er lugar por la estructura de los pastos, el 2do por asistencia técnica y el 4to por créditos. De las fincas menores de 50 Ha son las que más leche produce y son las que mayor porcentaje de área dedica a otro uso agropecuario, estanques y ocupan además el segundo lugar por el área dedicada al bosque. En 1993 estas fincas mostraban la tendencia ha ser las mejores productoras de leche, dado que en un porcentaje relativamente menor de tierra y vacas en ordeño se produjo mayor cantidad de leche. Este hecho nos demuestra que no es el crédito lo más importante, sino la eficiencia y racionalidad con que se aplique el conocimiento: la correcta aplicación de las tecnologías.
5. Las fincas mayores de 50 Ha, por la estructura de sus pastos ocupan el 4tº lugar, el 3rº por asistencia técnica y el 1rº por el porcentaje de créditos recibidos y área boscosa. Estas fincas representan el 7,81% de las existentes en el país y poseen el 43,92% de la tierra, el 43,23% de las vacas en ordeño, produciendo el 64,52% de la leche nacional.
6. El mayor número de explotación ganaderas (92,20%) lo conforman las fincas que poseen entre 1-50 Ha. Estas fincas poseen el 30% de las tierras y el 50,30% de las vacas en ordeño, obteniéndose asimismo el 41,63% de la leche, que se produce a nivel nacional; y de estas el 56% lo constituyen fincas menores de 5 Ha; las fincas con 50 Ha o más representan el 7.80%. Significativo es resaltar que este 92,20% pertenece a unos 80,000 propietarios, cuya población familiar asciende a unas 500,000 personas y en cuyas explotaciones se manejan una cantidad similar de semoviente en correspondencia a la cantidad de hectáreas que posee. Esta gran masa de población al no ser atendida y capacitado son el detonante de la migraciones.
El beneficio que se obtiene por la explotación de un área determinada, considerando el tiempo, el valor comercial y la tasa de interés promedio para el sector determina si del negocio obtenemos las ganancias que nos permitan pagar la utilización de esta. Al correlacionar el costo promedio de 1 Ha de tierra mas el costo de un vientre, sus costos de manejo y sus respectivas producciones de leche y carne obtenemos que la tierra solo puede ser pagada después de 50 años de explotación, por lo que imperativo es incrementar la carga animal y la productividad de los animales.
Cuadro No. 1
CAUSAS QUE ORIGINAN LA BAJA PRODUCTIVIDAD DE LAS GANADERIAS
Los problemas que impiden el desarrollo de las ganaderías, tienen en gran parte su origen en las insuficiencias e inadecuados programas oficiales, incluyendo la escuela básica, la escasa o nula formación y capacitación de las familias rurales; a los que no les ofrecen las condiciones mínimas para que ellas sepan solucionar sus problemas cotidianos de vida y de trabajo.
En un estudio reciente de 175 productores encuestados el 68% poseen ninguna o escasa formación elemental, el 7% secundaria incompleta, el 23% terminó la secundaria y un 5% la universidad; por otra parte en los últimos 12 años la Secretaria de Agricultura y Ganadería y el Instituto Nacional de Formación Profesional solo ofrecieron servicios de extensión a 4 productores (2%), las OPD a 1 y las casas comerciales a 3.
Igualmente la asistencia crediticia, ha sido casi inexistente, y solo 6 productores (3.4%) recibieron créditos en los últimos 12 años. Importante es aclarar que, tanto la capacitación como la asistencia crediticia fue una sola vez en doce años. La poca o escasa disponibilidad de profesionales a nivel universitario, técnico o medio que puedan dar asistencia al subsector ganadero es también notorio y solo el 2, 4 y 1% respectivamente de los productores contestó que este personal existe en la zona occidental donde se realizó la encuesta. Estos datos confirman la insuficiencia de los programas oficiales. Conveniente es revisar si los contenidos de estas capacitaciones son pertinentes, útiles y relevantes, la metodología adecuada y si cumplen los objetivos o solo las simples metas de las instituciones que los brindan o promueven. Por lo tanto se puede considerar que los pequeños productores no están:
1. Capacitados para identificar las verdaderas causas causas que originan sus problemas y en consecuencia no les dan la importancia que merecen; por esta razón dan mayor importancia a las causas secundarias y buscan infructuosamente recursos y alternativas muchas veces equivocadas para solucionarlos, los cuales al final se agravan. Esto los ha llevado al derrotismo, conformismo, inmovilismo, pasividad, apatía, fatalismo o haciendo prácticas inadecuadas de producción y de allí al abandono de sus fincas o al cambio de orientación productiva en forma desesperada para solucionar sus graves problemas.
2. Capacitados para administrar sus fincas, utilizar racionalmente sus recursos más abundantes y aplicar correctamente tecnologías de bajo costo. El mal uso de estos recursos (tierra, ganado, agua, forrajes) y la aplicación de tecnologías inadecuadas son las causas más importantes de sus bajos rendimientos y de sus altos costos de producción.
3. Conscientes de que ellos mismos pueden solucionar muchos de sus problemas productivos y económicos; y que en sus propias fincas están disponibles los recursos mínimos necesarios para cambiar sus sistemas productivos (tierra, ganado, riego, forrajes, picadoras) y consecuentemente elevar la productividad.
4. Organizadospara acceder a insumos (vacunas, medicamentos, semillas, concentrados) herramientas, maquinaria, equipo y otros factores de producción con costos adecuados, y para comercializar su producción a precios favorables, rompiendo la larga cadena de intermediación (solo 34 de los productores, que representan el 18% pertenecen a alguna organización).
Todo lo anterior conduce a que los productores subutilicen los recursos productivos que poseen; obtengan leche y carne de baja calidad, con bajos rendimientos por unidad de área y animal; altos costos unitarios de producción, la venta de sus productos sin incorporar valor agregado, en forma individual y al primer eslabón de una larga cadena de intermediación. Al final y como consecuencia de esto, no pueden generar los ingresos suficientes para llevar una vida digna, al tiempo de no poder financiar la introducción de nuevas tecnologías para incrementar la productividad de sus explotaciones. Estas son las principales causas del atraso en el cual se encuentran los productores; además, son estos problemas los que de verdad pueden ser resueltos por ellos mismos.
La situación de muchos países de América Latina no es menos halagadora y quizás el rol que nosotros profesionales de las ciencias agropecuarias tengamos que cumplir es mucho más difícil de los que pensamos.
En nuestro país, hace ya algunas décadas se adoptó un modelo de desarrollo agropecuario basado en tecnologías y experiencias de otros países, que además de segmentado, en gran medida han dependido de algunos factores como:
- Las decisiones inoportunas e incongruentes de los gobiernos de turno;
- Los servicios insuficientes, incompletos y muchas veces ineficientes e inconstantes que brinda el estado;
- Recursos (prestamos) altamente engorrosos de conseguir para la mayoría de los productores;
- Pedir a los productores de que hagan lo que no saben con lo que no tienen, sin tomar en consideración sus deseos;
- Imposición de un modelo excluyente de desarrollo.
Se ha pretendido desarrollar el sector poniendo énfasis en los factores más escasos, de más alto costo (importación de animales y semen de zonas climatológicas diametralmente opuestas a las nuestras, créditos, instalaciones sobredimensionadas, utilización de insumos de alto costo y que compiten con la base alimentaría del genero humano, etc.), todo lo cual es inaccesible para el 96.5% de los productores. Todo esto no ha sido suficiente para desarrollar la ganadería y se sigue pensando que el mejor incentivo a la producción es la elevación del precio de venta, aunque por casi 60 años esta política no ha logrado resolver la problemática de los productores y de la población consumidora.
En la ganadería frecuentemente se cree que la introducción de tecnologías importadas, insumos y animales de alto rendimiento, crédito, subsidios son sinónimo de tecnificación y modernización. Naturalmente que estos son siempre deseados, pero no imprescindibles para empezar el proceso de modernización. Los bajos rendimientos promedios en la ganadería local y nacional, están más en dependencia por la no adopción de tecnologías elementales, de fácil introducción y de bajo costo, que de factores externos a la finca.
Así la baja productividad de la ganadería, más que un problema de insuficiencia de recursos, generalmente es un problema de falta de conocimiento, poca o nula organización del sector, de acomodamiento a mercados que han sido cautivos, exigiendo además que los mercados se adapten a la ineficiencia productiva, en vez de incrementar la productividad, disminuir costos de producción, mejorar la rentabilidad y lograr así resolver parte de los problemas de la seguridad alimentaría nacional. Frente a esta realidad y la globalización que nos engulle, oportuno es delinear una política integral del desarrollo, en forma sectorizada, con la racional y eficiente utilización de los recursos mas abundantes.
No obstante la trágica situación que los abate los ganaderos están deseosos, decididos, entusiasmados a cambiar sus sistemas de producción, de utilizar eficientemente los medios y objetos de producción, hacer uso racional y eficiente de la tierra, el agua y demás recursos, incrementar el nivel productivo en sus fincas, el bienestar para sus familias, solucionando a su vez graves problemas de la seguridad alimentaría nacional, siempre y cuando el estado asuma el papel que les ha negado por décadas, creando para ello la infraestructura necesaria y los mecanismos adecuados para la comercialización de sus productos.
De un grupo de encuestados el orden que ellos conciben deben de ser resueltos los problemas mas apremiantes en sus explotaciones es el siguiente:
a) Alimentación en primer lugar;
b) Mercado en segundo;
c) Sanitarios en tercer;
d) Genéticos en cuarto, e
e) Instalaciones en quinto lugar respectivamente.
En cuanto a como priorizan la asistencia técnica para resolver sus problemas ellos expresan lo siguiente:
a) Nutrición y alimentación animal en primer lugar;
b) Mercadeo en segundo;
c) Sanidad animal en tercer;
d) Mejoramiento genético en cuarto;
e) Inseminación artificial en quinto y
f) Procesamiento de productos lácteos en sexto lugar respectivamente
CONCLUSIONES
1. Muchos de problemas aquí expuestos son similares para algunos países o regiones de Latino América.
2. La producción de leche reviste un carácter de seguridad alimentaria y consecuentemente políticos en todos los países del globo, por lo que es necesario delinear políticas que beneficien al conglomerado nacional.
3. Los productos que permanecerán en el mercado son los que posean mejor calidad, menores costos y que se produzcan con tecnologías amigables con el medio.
4. Mejorar la rentabilidad equivale a incrementar la producción por unidad de área y animal, por lo que se hace imprescindible:
a. Mejorar la estructura de pastos y producción de forrajes;
b. Elevar las tasas de natalidad;
c. Seleccionar el biotipo de animales más eficiente para la zona climatica donde se ubican las explotaciones.
5. La modernización exige la utilización de tecnologías de procesos para generar los recursos que puedan financiar la introducción de tecnologías intermedias y altas.
6. Es necesario determinar las causas reales de la problemática, para no fijar la atención en los efectos mas aparentes.
7. Como profesionales hacer una introspección de nuestro actuar y corregir los desaciertos cometidos.