INTRODUCCIÓN.
En México la rabia transmitida por fauna silvestre, en especial por quirópteros, es un problema constante (Bárcenas-Reyes et al., 2017, Zarza et al, 2017). El murciélago hematófago Desmodus rotundus es actualmente el principal reservorio y transmisor del virus de la rabia al ganado y al humano, principalmente en ambientes tropicales y subtropicales (Lee et al., 2012).
La agresión por D. rotundus al ganado es cada vez más frecuente en regiones que por décadas han sido consideradas libres de la enfermedad (Zarza et al., 2013). Se ha establecido que, además de los factores ambientales, la temperatura y el nivel de precipitación pluvial, la presencia de ganado y otros reservorios, así como la deforestación, la urbanización y la intensificación de la actividad agrícola y ganadera influyen en la presencia de murciélagos vampiros (Escobar et al., 2013) y en la ocurrencia de casos (de Andrade et al., 2016). En los estados de Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí se han reportado casos de rabia paralítica transmitida por D. rotundus en la ganadería de manera constante.
Esto ha llevado a la necesidad de estudiar con mayor detalle el comportamiento de la enfermedad y su relación con las condiciones ambientales. El objetivo de este trabajo es conocer la distribución geoespacial de los casos de rabia transmitida por D. rotundus y su relación con la precipitación, la temperatura ambiental y la altura sobre el nivel del mar en la región del centro de México: Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí.
MÉTODOS
Se utilizaron bases de datos de casos notificados y confirmados por laboratorio por los Comités de Fomento y Protección Pecuaria (CFPP) estatales para los años 2008 al 2013 (Guanajuato), 2005 al 2013 (Querétaro) y 2001 al 2013 (San Luís Potosí). La información epidemiológica relacionada con los casos fue: estado, año, mes, número de caso, municipio, sexo, edad, especie, tipo de variante antigénica, coordenadas geográficas y altitud en metros sobre el nivel del mar (msnm). La información sobre precipitación pluvial y temperatura fue tomada de BIOCLIM (http://www.worldclim.org/bioclim).
Con apoyo de ArcMap versión 10.1, se elaboraron mapas de distribución de casos por año y por especie. Además de un mapa de predicción del riesgo de presentación de casos con el método de interpolación de krigeaje ordinario. Para evaluar el comportamiento de la rabia paralítica en la región se elaboró el canal endémico por el método de números crudos utilizando las frecuencias mensuales de casos para los años del 2008 al 2013. Para modelar los sitios con condiciones apropiadas para la presencia de casos de rabia en las diferentes especies y evaluar la importancia de las variables bioclimáticas, éstas se combinaron con los 1037 casos registrados espacialmente utilizando el modelo de Máxima Entropía con el software MaxEnt versión 3.3.3.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se registraron 1037 casos de rabia paralítica en diferentes especies animales en los estados de estudio (Cuadro 1). En Guanajuato se notificaron 44 (4%) casos, en Querétaro 82 (8%) casos y en San Luis Potosí 911 (88%) casos. La mayoría (85%) ocurrió en bovinos, el 63% en animales mayores a 6 meses. Un total de 183 casos fueron identificados con las variantes antigénicas de vampiro: V11 (n=173), V3 (2) y V5 (3). También se identificaron las variantes de murciélagos insectívoros V4 (1) y V9 (1) y la de zorrillo V8 (2). El resto de los casos, 854, no presento información sobre el tipo de variante. La principal variante antigénica viral fue la V11, asociada a D. rotundus.
Considerando la población de animales (bovinos, ovinos, caprinos, porcinos y equinos) del último censo ganadero (2010), la tasa de casos en la región fue de 20 por cada 100,000 animales. Las tasas de incidencia por estado fueron: Guanajuato 1.3, Querétaro 11 y San Luís Potosí, 59 por cada 100,000 animales.
Del total de casos, el 87.4% se presentó en localidades de 1,500 msnm o menos y el 12.6% en áreas con altitud mayor; no obstante, en Guanajuato y Querétaro, una alta proporción se presentó en altitudes mayores a los 1500 msnm, 75% y 40% respectivamente (Cuadro 2).
El canal endémico mostró que el promedio de casos se mantiene en zona de seguridad de enero a marzo, pero de abril a junio excede el valor mediano, lo que indica mayor riesgo de casos en esta época del año (Figura 1). Esto puede estar relacionado con la estrategia de vacunación, al tipo de manejo del ganado y a las diferentes condiciones climáticas anuales que afectan los patrones geográficos de la distribución de D. rotundus (Zarza et al., 2017).
El mapa de distribución espacial de los casos por año en diferentes especies ganaderas y fauna silvestre como: zorrillos y murciélagos, D. rotundus, y Tadarida Brassilensis (Figura 2), muestra una clara presencia de casos en los primeros años, 2001 a 2005, en la región de la Huasteca Potosina.
Se ha referido que D.rotundus continuará siendo localizado en regiones tropicales y subtropicales de México pero, el aumento poblacional de murciélagos en áreas adecuadas que ofrezcan refugios y disponibilidad de alimento para su supervivencia podría contribuir a un mayor riesgo de la enfermedad (de Andrade et al, 2016).
Nuestros resultados muestran que del 2006 al 2010 se percibe una diseminación de la enfermedad y se observa la presencia de casos en años recientes, 2011 a 2014, en regiones antes libres de Guanajuato y Querétaro, lo que indica la continua dispersión de la enfermedad. El mapa de zonas de riesgo por krigeage (figura 3), muestra que la zona de mayor riesgo se ubica en el noreste de San Luís Potosí, en la región de la huasteca potosina y el noreste de Querétaro, en la Sierra Gorda y la zona central de Guanajuato.
El modelo de Máxima Entropía (figura 4) para la presencia de casos de rabia en la región mostró que la temperatura mínima de los meses más fríos fue la variable que mejor predijo la distribución de la enfermedad. En relación al modelo de nicho ecológico, éste tuvo un ajuste de 0.84, lo que indica una buena sensibilidad y un elevado poder de predictibilidad.
Esto coincide con la distribución del D. rotundus, con la presencia de casos de rabia en ganado. También se detectó la presencia de casos en áreas que no tienen las condiciones climáticas apropiadas para la presencia del vampiro, como es el caso del semidesierto de Querétaro, lo que sugiere la colonización de nuevas regiones por éste quiróptero.
CONCLUSIONES
Se demuestra que D. rotundus tiene la capacidad de adaptarse a diferentes tipos de ecosistemas que le permitan adquirir alimento y que la presencia de casos está muy relacionada a la presencia del ganado y el vampiro portador del virus. Los casos de rabia paralítica muestran una tendencia a diseminarse de zonas afectadas a zonas libres, donde la temperatura y la precipitación pluvial juegan un papel determinante.