Estudio de caso de dos sistemas de recría de hembras lecheras: confinado y pastoril con suplementación. Comunicación

El principal desafío de la recría de hembras es adoptar un sistema con una tasa de crecimiento que permita llegar al 1° servicio con el 55% del peso vivo (PV) maduro (NASEM, 2021), a una edad en la cual se maximice la producción de leche en su vida útil y se reduzcan los costos de la reposición. En sistemas de nuestro país, esta ronda entre 13-16 meses para alcanzar el 1° parto a los 22-25 meses (Turiello et al., 2020).

El objetivo de este estudio de caso fue comparar el resultado productivo y económico de la recría, en un sistema confinado (SC; “drylot”) y en un sistema pastoril con suplementación (SPS).

Se evaluó la recría de hembras Holstein en un SC en Viale (Entre Ríos) y un SPS en Tacural (Santa Fe). En ambos, la superficie destinada a corrales y producción de forrajes fue 100% alquilada y los animales se dividieron en rodeos según su edad (R1, R2 y R3, tabla 1). En SC, se suministró una única dieta compuesta por silaje de trigo, grano de maíz molido, pellet de girasol, urea protegida y núcleo vitamínico-mineral (30,5, 39,4, 27,6, 1,2 y 1,3 % del consumo de materia seca total (CMST), respectivamente). En SPS, la dieta se basó en alfalfa en pastoreo, suplementada con: alimento balanceado (AB; 16% PB) (42,9% del CMST) para R1; AB (22,2% del CMST), silaje de maíz (SM; 22,2% del CMST) y heno de alfalfa (HA; 5,6% del CMST) para R2, y HA (33,3% del CMST) y SM (8,3% del CMST) para R3. Las dietas fueron analizadas con el software NASEM (2021) (tabla 1).

Durante el día de la visita (mayo 2022) se estimó el CMST, por diferencia entre oferta y remanente, y se midió el PV de las vaquillonas. Se estimó el aumento diario de PV (ADPV) mediante regresión lineal y se analizó edad y porcentaje del PV maduro (650 kg en SC y 550 kg en SPS) al 1° servicio.

Se calculó el costo de producción de la vaquillona preñada y la composición de éste (sin considerar impuestos ni costo de oportunidad), utilizando los mismos precios de mercado (a mayo 2022) de alquiler de la tierra, mano de obra, sanidad, maquinarias, infraestructura e insumos en ambos sistemas a través de la herramienta VaqINTA (Mancuso et al., 2021)

La curva de crecimiento en PV (figura 1) presentó una pendiente de 0,758 y 0,565 kg/d para SC y SPS, respectivamente. Esta diferencia puede atribuirse a una mejor calidad nutricional de la dieta de la R2 y R3 en el SC en comparación al SPS (tabla 1). En SPS, todas las dietas presentaron un balance de proteína metabolizable negativo (-146, -77 y -29 g/d en R1, R2 y R3, respectivamente). Mientras que, en SC se detectó un exceso de concentración proteica, que debería ser ajustado. El CMS y el balance de EM de las dietas se encontraron dentro de los valores recomendados (NASEM, 2021).

La edad al 1° servicio fue de 15 ± 1,5 meses en SC y 17 ± 2,1 meses en SPS, con el 63,6 ± 5,2 % y 63,8 ± 6,5 % del PV maduro respectivamente. Por lo que, en ambos sistemas, se superó el 55% del PV maduro recomendado (NASEM, 2021).

El costo de producción de la vaquillona preñada fue 28,7% más elevado en el SPS vs SC (1355 vs 1053 US$), lo cual se explica principalmente por un mayor requerimiento de superficie y duración de la etapa de recría. Siendo el costo de alimentación de la recría el de mayor participación (68,4 y 65,5% en SPS y SC). Los resultados de este estudio de caso condicen con Gabler et al. (2000), quienes reportaron que un 62% del costo total de la vaquillona (1100 US$) proviene de la alimentación.

Si bien los costos de reemplazo son diferentes entre los sistemas evaluados, en ambos se deberían enfatizar los criterios de inicio de servicio para no superar el 55% del PV maduro y reducir los costos de esta etapa improductiva.

Resulta fundamental suministrar raciones de recría que permitan lograr eficiencia productiva a un costo redituable.