La incidencia mide cuan frecuentemente los individuos inicialmente susceptibles se convierten en casos enfermos mientras son observados en el tiempo. Un caso de incidencia ocurre cuando un individuo cambia de ser susceptible a estar enfermo. El conteo de casos incidentes es el número de cuántos eventos ocurren en una población definida durante un período de tiempo específico. (STEVENSON, M. 2006).
1.2.3.2. Prevalencia
Estrictamente hablando, prevalencia se refiere al número de casos de una enfermedad dada o atribuida que existe en la población en un tiempo específico. (STEVENSON, M. 2006).
Las infecciones parasitarias son una de las principales causas de enfermedad y pérdida de productividad en las explotaciones ganaderas de todo el mundo y no existe ninguna duda de que su control es absolutamente necesario. En los países desarrollados, sin embargo, debido a la disponibilidad de antiparasitarios de alta eficacia y a la mejora de las condiciones higiénico-sanitarias y de manejo, las parasitosis clínicas (causantes de enfermedad) son cada vez menos frecuentes, y el uso de antiparasitarios, muy generalizado, se dirige fundamentalmente a evitar las perdidas económicas asociadas a infecciones subclínicas, que no causan enfermedad aparente. (CASTRO, et al. 2006)
Es precisamente en estos casos en los que es difícil determinar si los tratamientos antiparasitarios están justificados, es decir, si el beneficio económico que reportan compensa los gastos que conllevan y los problemas de contaminación y resistencias que ocasionan. (CASTRO, et al. 2006)
Cuando se habla de "parasitosis", muchos veterinarios -y sanitarios en general- relacionan el término con las principales helmintosis y, en su caso, las artropodosis de mayor significación. No es menos cierto, sin embargo, que muchas infecciones producidas por protozoos ocupan un lugar destacado en la Patología veterinaria aunque, por costumbre, a menudo no se incluyen entre lo que vulgarmente se denominan "parasitosis". Además, existe un grupo de protozoosis difícil de entender sin abordar conjuntamente el binomio artrópodo vector/agente etiológico. (PEREZ, J. et al. 2002)
A todo ello hay que añadir que algunas protozoosis, helmintosis y artropodosis; es decir, parasitosis sensu stricto alcanzan su significación en la vertiente de la Sanidad Animal, mientras otras destacan más por su carácter zoonósico, debiéndose contemplar en el marco de la Salud Pública. (PEREZ, J. et al. 2002)
Los parásitos internos, en especial los que se localizan en el tracto digestivo, son considerados una de las principales limitantes productivas en los sistemas pastoriles de producción de carne bovina. Si bien un porcentaje del orden del 10 % se debe a mortandades, tales pérdidas (Tabla 1) son adjudicadas a las parasitosis subclínicas que por otra parte son las de mayor dificultad diagnóstica y donde las técnicas tradicionales (como el conteo de Huevos por gramo -H.p.g.- de materia fecal) presentan algunas limitantes para su detección temprana. (FIEL, A. C. 2005)
El control eficiente es uno de los desafíos constantes que tienen productores y profesionales dedicados a la actividad ganadera. Las pérdidas que ocasionan son, principalmente, mermas en las ganancias de peso vivo de animales en engorde, problemas de desarrollo en vaquillonas de reposición, mermas en la producción de leche e inversiones en antiparasitarios con limitado retorno económico. Debe considerarse entonces, que el control de las lombrices gastrointestinales es un esfuerzo económico – en realidad una inversión – que aplicado y respaldado por un profesional, hará que en muchos casos incline favorablemente la rentabilidad final del sistema de producción. (FIEL, A. C. 2005)
3.3. Diarrea Neonatal
Las variables de manejo de rebaños que afectan al riesgo de pérdidas por muerte neonatal en terneros estabulados son eficacia de la transferencia pasiva, manejo de la nutrición y de las condiciones ambientales de los terneros (exposición a patógenos), higiene del área de partos y estado sanitario y de vacunación de las vacas. La crianza satisfactoria de los terneros se basa en la adecuada gestión del proceso. En tal contexto puede plantearse un objetivo de menos del 5 % de muertes por diarrea. En lo que respecta a las muertes neonatales en animales de pasto o explotación extensiva, es importante evaluar la tasa de distocia, el manejo físico y el estado nutricional de los rebaños en paridera y lactancia, la limpieza de las áreas de partos y lactancia, la aportación de medios de protección del viento y los riesgos relacionados con la bioseguridad. (GUNN, A, et al. 2010).
Los principales patógenos asociados a diarrea en terneros son rotavirus, Cryptosporidiumm coronavirus, E. coli enterotoxigénica (ECET) y Salmonella, esta última es más habitual en explotaciones intensivas. En terneros jóvenes también se ha asociado la diarrea a casos de DVB. (GUNN, A, et al. 2010).
La diarrea puede ser consecuencia de aumento de la secreción o disminución de la absorción. Bacterias tales como ECEP y Salmonella causan diarrea neonatal secretando enterotoxinas que estimulan las secreciones intestinales. Se cree que estas alteraciones son mediadas por adenosinas monofosfato cíclico (AMPc) y guanosina monofosfato cíclico (GMPc), calmodulina y cambios en la actividad de la proteína cinasa. La estructura de la célula no se ve afectada, pero la actividad de las bombas de membrana sí se altera, de modo que la secreción de cloruro, sodio y potasio aumenta. La absorción del sodio vinculado al transporte de glucosa y aminoácidos a través del epitelio mucoso no se ve modificada. (GUNN, A, et al. 2010).
El diagnóstico etiológico es útil para la selección de regímenes diagnósticos y preventivos de las infecciones bacterianas. El establecimiento de este tipo de diagnósticos en infecciones víricas permite aplicar métodos de control específicos y desarrollar una estrategia de vacunación idónea. Tanto para establecer programas de prevención eficaces como para iniciar el control de eventuales brotes, es importante identificar los factores de riesgo. La causa de la diarrea en terneros es multifactorial. En consecuencia, es habitual que sean varios los factores que contribuyen a los brotes o a la perpetuación de la patología en un rebaño. Entre estos factores tenemos: distocia, número de partos, manejo del calostro, manejo de rebaño (carga animal y dejar a los terneros con las madres en parideras). (GUNN, A, et al. 2010).
4. Impacto de la Sanidad en la Producción Animal
El sector ganadero desempeña un papel significativo en el desarrollo económico de muchos países. La producción de carne y de otros productos es fuente de ingresos, de empleo y de divisas para todos los protagonistas del sector. Por consiguiente, una epizootia puede tener repercusiones tanto al principio (insumos, patrimonio genético) como al final de la cadena de producción (mataderos, corte, transformación, comercialización) en términos de empleo, ingresos de los actores del sector, precios o acceso a los mercados. (François G. Le Gall. 2006)
4.1. Impacto Productivo
Las pérdidas directas también se deben a la misma enfermedad. Pueden ser impresionantes cuando las tasas de mortalidad son del orden del 50 al 100%. O pueden deberse a las medidas sanitarias (sacrificio sanitario). (François G. Le Gall. 2006)
4.2. Impacto Económico
El impacto económico más directo es la pérdida de producción, de productividad o de ambas, y la reducción consiguiente de la renta del ganadero. (François G. Le Gall. 2006)
Asociado con los efectos de pérdidas de producción, el equilibrio o desequilibrio entre la oferta y la demanda induce las variaciones de los precios. En función del mercado, los precios pueden aumentar brutalmente (producto de consumo en el mercado interno) o, al contrario, pueden desplomarse (producto para la exportación que queda prohibido pero es consumible en el mercado interno, producto que se vuelve peligroso para el consumo humano o percibido como tal). . (François G. Le Gall. 2006)
Si la economía de la explotación está diversificada o si existen otras fuentes de ingresos, los efectos serán amortiguados. Si, al contrario, la economía depende de uno o varios productos vulnerables, los efectos podrán ser graves y la seguridad del suministro alimentario estará amenazada localmente. El impacto económico dependerá también de las estrategias de adaptación del ganadero y de los ajustes posibles de los mercados. La pérdida de “bienestar” del ganadero será en general inferior al valor de la pérdida de producto, salvo en caso de que el ganadero tenga pocas alternativas o dependa completamente del producto afectado, caso bastante corriente en los países en desarrollo. (François G. Le Gall. 2006)
MATERIAL Y MÉTODOS
1. Materiales
1.1. Localización del área de Estudio
El estudio se llevo a cabo en la Estación Experimental Agrícola de Saavedra (EEAS), que está ubicada en el Municipio de Saavedra, provincia Obispo Santisteban, a 67 Km. al norte de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Las coordenadas geográficas son: 17° 14´ de Latitud Sur, 63° 10´ de Longitud Oeste a una altitud de 276 m.s.n.m. Presenta una precipitación anual de 1274 mm., temperatura media anual de 24° C y una humedad relativa de 65 %. Esta zona se caracteriza por presentar una topografía plana y con suelos aluviales del Río Piraí, con bosque estacional verde a bosque estacional deciduo, con vientos predominantes del noroeste.
1.2. Unidad de Muestreo
Para determinar el tamaño de la muestra se utilizó la fórmula y tabla de prevalencia, para una prevalencia esperada del 20%, con un margen de error del 10% y un intervalo de confianza del 95%, lo que hace un total de 16 muestras. En cuanto al análisis parasitológico se trabajó con el 10% de la población total. En lo concerniente al diagnóstico etiológico de la diarrea en terneros se muestrearon todos los animales (100%) que aparecieron con los signos clínicos de la diarrea.
1.3. Materiales
1.3.1. Materiales de Campo
- Jeringas de 3 ml
- Jeringas de 5 ml
- Guantes quirúrgicos
- Tubos con anticoagulante
- Tubos sin anticoagulante
- Frascos esterilizados
- Hojas de registro para cada animal
- Bolígrafos
- Marcadores indelebles
1.3.2. Materiales de Laboratorio
1.3.2.1. Brucelosis
1.3.2.2. Diagnóstico de Leptospirosis Bovina
a. Reactivos
- Placa sensibilizada:
- Plástico con su respectivo
- Conjugado
- Tampón de dilución
- Suero de Equino Liofilizado
- Agua desmineralizada
- Líquido de lavado
- Suero de Referencia 1 (suero positivo)
- Suero de Referencia 2: (suero negativo)
- Suero de Referencia 3: ( suero positivo diluido)
- Sustrato Cromogeno: TMB listo para usar
- Solución de Frenado: Vial de 60 ml listo para su uso
b. Equipos
- Papel absorbente.
- Material volumétrico para preparar la dilución 1/10 de la solución de lavado.
- Pipeta de 1 ml para dispensar el diluyente de muestra.
- Tubos de ensayo. Gradillas.
- Micropipeta de 2-10ml para dispensar el suero
- Micropipeta 100ml para dispensar la dilución de muestra/control.
- Estufa incubadora de 37ºC.
- Lector de ELISA
- Microplacas de dilución
1.3.2.3. Diagnóstico de la Diarrea Viral Bovina (DVB)
a. Reactivos
- Kit de ELISA
- Agua Destilada
b. Equipos
- Lector de ELISA
- Pipeta
- Centrifuga
1.3.2.4. Diagnóstico de la Rinotraqueitis Infecciosa Bovina (IBR)
a. Reactivos
- Microplacas de 96 pocillos tapizadas con antígeno especifico de IBRV (cantidad 5)
- Solución de lavado (10x).
- Diluyente de muestras (3x): Solución diluyente de muestras concentrada con colorante verde
- Solución de conjugado: Solución de anticuerpos Monoclonal frente a anticuerpos bovinos/HRPO con colorante rojo.
- Solución de sustrato: Solución de TMB.
- Solución de paro: Solución de Acido Sulfúrico.
- Control positivo: suero control positivo pre-diluido, con colorante amarillo.
- Control negativo: suero control negativo pre-diluido con colorante azul.
- Cubierta adhesiva para microplacas
- Agua destilada.
b. Equipos
- Micropipetas
- Puntas de micropipetas de un solo uso
- Lector de ELISA con filtro de 450 nm.
- Centrifuga
- Tubos de centrifuga
- Micropipetas
- Puntas de micropipetas de un solo uso
- Lector de ELISA con filtro de 450 nm
- Centrifuga
1.3.2.5. Diagnóstico de Neosporosis Bovina
a. Reactivos
- Microplacas de 96 pocillos tapizadas con antígeno especifico de Neospora (cantidad 5)
- Solución de lavado (10x).
- Diluyente de muestras (3x): Solución diluyente de muestras concentrada con colorante verde
- solución de conjugado: Solución de anticuerpos Monoclonal frente a anticuerpos bovinos/HRPO con colorante rojo.
- Solución de sustrato: Solución de ABTS.
- Solución de paro: Solución de Acido Oxalico.
- Control positivo: suero control positivo pre-diluido, con colorante amarillo.
- Control negativo: suero control negativo pre-diluido con colorante azul.
- Cubierta adhesiva para microplacas.
- Agua destilada
b. Equipos
Micropipetas
Puntas de micropipetas de un solo uso
Lector de ELISA con filtro de 405 nm.
Centrifuga
Tubos de centrifuga
Viales
1.3.2.6. Diagnóstico de la Tuberculosis Bovina
1.3.2.7. Coproparasitológico
a. Equipos:
- Lamina portaobjetos.
- Lámina cubreobjetos.
- Microscopio
- Mortero
- Vaso de Beaker
- Colador con doble tela
- Cámara de Mac Master modificada.
- Pipeta plástica
- Microscopio.
- Recipiente plástico con capacidad de 500ml
- Embudo plástico de 10cm de diámetro
- Tubo de ensayo
- Manguera latex o de goma
- Soporte para el embudo
- Gasa
- Camara de conteo de larvas
b. Reactivos
- Muestra de material fecal.
- Solución saturada con cloruro de sodio (Sal Común): Esta solución se obtiene de la dilución de sal común en 1 litro con agua caliente hasta que se sature (que los gránulos de sal no se puedan disolver).
- Agua destilada
- Solución acuosa de azul de metileno al 2%
- Solución detergente al 10%. Se obtiene de la dilución de 10 ml de detergente líquido en 990 ml de agua destilada.
1.3.2.8. Hemograma y Parasitemia
a. Equipos:
- Camara de neubauer (conteo de GR y GB )
- Portaobjeto
- contador de un digito
- Contador hematológico (5 celulas)
- Cubetas plásticas
- Pipeta monoclonal de 20-200ul
- Capilares
- Microcentrifuga-microscopio
b. Reactivos
- Solucion de gower (globulos rojos)
- Solucion de turk (globulos blancos)
- Tincion panóptica
- Aceite de inmersión
1.3.2.9. Cultivo y Antibiograma
a. Equipos
- Asa de platino.
- Algodón.
- Mechero.
- Gradilla para tubos de ensayo.
- Microscopio.
- Caja de petri con medios de cultivo sólidos.
b. Reactivos
- Medios de cultivo: TSA,Maconkey,saborau,Muller Hilton,manitol salado, caldo nutritivo
- Discos de antibiograma
- Coloracion de gram
2. Método
2.1. Método de Campo
A nivel de campo se tomaron muestras de sangre con y sin anticoagulante de los animales seleccionaos para muestreo, así mismo se tomaron muestras coprológicas para un estudio completo. En un registro se colocó la identificación del animal. Estos datos fueron pasados a una planilla de datos en Excel
Para el diagnóstico de enfermedades reproductivas, se escogieron animales completamente al azar, del grupo de hembras y machos en edad reproductiva a partir de los 2 años en adelante.
Con respecto al diagnóstico de Tuberculosis, se corrió la prueba de tuberculina a todo el hato. De la misa manera en cuanto al diagnóstico Coproparasitológico, fue necesario tomar animales al azar por categorías teneros, vaquillas, vacas y toros.
2.2. Método de Laboratorio
Para el análisis de hemograma y parasitemia, se tomó 1 ml de muestra de sangre en tubos con anticoagulante, se realizo un conteo de glóbulos rojos y blancos con la cámara de neubauer, hematocrito con la microcentrifuga, diferencial de leucocitos con la observación y conteo hasta 100 de las diferentes células, observación de frotis sanguíneo, observación del hematocrito
Para el análisis coproparasitológico se realizaron las pruebas de observación directa y tinción, HPG, pulmonares y cultivo y antibiograma.
Las muestras que tomaron directamente del recto y se colocó en un recipiente plástico de boca ancha para llevar al laboratorio. El conteo de HPG consta de la observación al microscopio de la presencia de parásitos gastrointestinales en formas adultas, larvas o huevos de diferentes familias de, nematodos y céstodes. La tinción es un estudio que se realizó únicamente por la sospecha de presencia de algunas especies de coccidios.
La Dyctyocaulosis es una enfermedad que afecta a los bovinos entre 5-10 meses de la vida del ternero, posteriormente desarrolla inmunidad debido al fuerte estimulo que generan las larvas durante la muda a L4 en los ganglios linfáticos en su migración hasta los pulmones. Los huevos de nematodos y larvas en heces son casi los mismos que en rumiantes domésticos y salvajes, siendo el aparato de Baerman de gran ayuda para la identificación del parasito pulmonar de la familia Protostrongylidae principalmente.
Por otra parte para el cultivo y antibiograma se realizó un cultivo a partir de la materia fecal y se colocaron discos de antibióticos de diferentes tipos para verificar cuál era el grado de resistencia frente a cada uno de ellos, dividiendo esta resistencia en: sensible, medianamente sensible, y resistente.
El diagnóstico de la Diarrea Viral Bovina es un inmunoensayo diseñado para detectar anticuerpos en suero, plasma, sangre entera y tejido de muesca de oreja de bovino. La microplaca esta tapizada con anticuerpos monoclonales específicos de DVB, el antígeno es capturado en la placa y detectado por anticuerpos específicos y un conjugado de peroxidasa de rábano picante que permite luego a través de otro procedimiento obtener la absorbencia. Las muestras con las que se trabajaron fueron suero bovino el cual llegó al laboratorio como sangre sin anticoagulante, estas fueron centrifugadas a 3.000 rpm durante 20 minutos para separar bien el suero.
El diagnóstico de IBR es un test basado en un enzimoinmunoensayo (EIA) indirecto. El antígeno específico del virus de la Rinotraqueitis Infecciosa Bovina (IBRV) se halla tapizando los 96 pocillos de la microplaca. Durante la incubación inicial de la muestra diluida en el pocillo, los antígenos específicos de IBRV se unen al antígeno adsorbido al pocillo quedando retenidos en el mismo durante el procedimiento del lavado.
A continuación, se añade una solución de conjugado que se une a los anticuerpos bovinos retenido en el pocillo. Posteriormente, se lava el exceso del conjugado que no haya quedado retenido y se añade un sustrato cromo génico específico de la peroxidasa. La consiguiente aparición de color en cada pocillo es proporcional a la cantidad de anticuerpos de IBRV presentes en la muestra.
En IBR puede utilizar como muestra tanto suero de bovino como leche. En el caso de la utilización de leche el IBR permite la interpretación de resultados tanto en leche individual como en muestra de tanque de leche.
El diagnóstico de Neospora Bovina es un test basado en un enzimoinmunoensayo (EIA) indirecto. El antígeno específico del virus de la Neospora caninum se halla tapizando los 96 pocillos de la microplaca. Durante la incubación inicial de la muestra diluida en el pocillo, los antígenos específicos de Neospora caninum se unen al antígeno adsorbido al pocillo quedando retenidos en el mismo durante el procedimiento del lavado.
A continuación, se añade una solución de conjugado que se une a los anticuerpos bovinos retenido en el pocillo. Posteriormente, se lava el exceso del conjugado que no haya quedado retenido y se añade un sustrato cromo génico específico de la peroxidasa. La consiguiente aparición de color en cada pocillo es proporcional a la cantidad de anticuerpos de Neospora presentes en la muestra. El kit de neospora se puede utilizar como muestra tanto suero de bovino como leche.
El diagnóstico de Leptospirosis Bovina es un ELISA indirecta que detecta anticuerpos contra Leptospira interrogans serovar hardjo en bovinos. Las muestras de suero o leche se agregan a los pocillos de una placa de micro titulación, la cual está recubierta con antígeno inactivado. Los anticuerpos dirigidos contra L. hardjo presentes en las muestras se unen al antígeno durante la incubación y se detectan con un anticuerpo anti-bovino conjugado con peroxidasa.
Para el diagnóstico de Tuberculosis se corrió la prueba de tuberculina caudal y cervical comparativa en los casos sospechosos 40 días después de la primera medición.
El diagnóstico de la Brucelosis se realiza mediante el agregado de antígeno al suero del animal, creando un efecto de antígeno y anticuerpo, observándose en la placa laminada una reacción positiva por aglutinación, en este caso se optó por hacer una prueba confirmativa mediante la prueba de SAT.
2.3. Método Estadístico
Se realizó un análisis estadístico descriptivo mediante el programa Info Stat, y fórmulas de prevalencia epidemiológica, con la finalidad de demostrar el estado sanitario actual del hato bovino Criollo Saavedreño en el CIAT.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Brucelosis
La prueba de BPA a la que se sometieron las muestras, dieron como resultado con 0% de sospecha de la enfermedad, por tal motivo no se corrió ninguna prueba confirmatoria, puesto que no fue necesario.
La prueba BPAT es similar a las prueba de aglutinación rápida en placa RB, es una prueba de aglutinación con alta sensibilidad; utilizada como prueba tamiz. Emplea como antígeno una suspensión al 11 % de Brucella abortus cepa 1119- 3 en solución salina y amortiguada con ácida láctico e hidróxido de sodio y pH de 3,8.(Miranda et al, 2001).
Existe la presencia de resultados falsos negativos en las pruebas serológicas arriba mencionadas, relacionados con casos iníciales o tardíos de la infección, en tanto que los resultados falsos positivos, se deben a la presencia de anticuerpos originados por: vacunación, reacciones cruzadas, así como falla en la ejecución de las pruebas, al reportar como positiva por ejemplo, una muestra que únicamente contiene grasa (Blood et al., 1987).
La razón por la que casi la totalidad de animales salió negativo se puede atribuir a problemas con el manejo de la vacuna, la dosis vacunal es incorrecta y también se puede mencionar la calidad de la vacuna. (Ron, 2011)
(MARTNEZ.R et al.2005) demostró que existían diferencias entre y dentro las razas para el control de la sobrevivencia bacterial intrafagosomal determinando el fenotipo de resistencia o susceptibilidad a brucelosis. Para la raza BON existió una mayor proporción de individuos resistentes que en la raza cebú y en los reportes de la literatura que el obtuvo, además, el control de la característica es dado en gran proporción por el componente genético, lo que puede permitir mejorar el carácter en la raza BON.
En un estudio en Perú, de 385 sueros ninguno presentaron anticuerpos aglutinantes, indicando que éstos animales no tuvieron experiencia con la Brucella abortus, B. melitensis o B. suis. La ausencia de la brucelosis así como de la tuberculosis (Sánchez, 2002) en estos animales representan magníficas ventajas frente a otras áreas ganaderas donde ambas infecciones están presentes y constituyen permanentes amenazas para la salud animal y la salud pública. (LESMES.V, HERMELINDA.R, 2003)
Leptospirosis
En cuanto al análisis para el diagnóstico de Leptospirosis, se identificó un 56,25 % de animales positivos, 37,5 % de animales sospechosos, y 6,25 % de animales negativos, observándose en los animales positivos una media de 68,33 % de positividad, con un valor mínimo de positividad de 49,3 % y un valor máximo de positividad de 129,3 %. La interpretación para esta prueba de ELISA fue de la siguiente manera:
Por lo tanto podemos observar a continuación en el Gráfico 1 que los valores obtenidos son bastante elevados en su gran mayoría. Además la prueba corrida da valores positivos o negativos a Leptospira interrogans por lo que no puede saberse cuál es la cepa causante de la alta titulación en el hato.
Cabe recalcar que la prueba realizada para este análisis fue la de ELISA, mostrándonos la cantidad de anticuerpos presentes en los animales, esta titulación puede estar sujeta a diversos factores, como la vacunación, sin embargo en este hato no se ha realizado vacunación contra esta enfermedad, por cuanto se descarta que la vacunación sea la causa de la presencia de tantos animales positivos.
El diagnóstico de laboratorio (para Leptospirosis) se puede dividir en dos categorías; la primera y la más empleada es el diagnóstico serológico y; la segunda, se refiere al diagnóstico bacteriológico en el que implica el aislamiento de la bacteria (FAINE, 1993). El título o cantidad de anticuerpos orienta a la interpretación de la prueba para determinar si el estímulo fue vacunal o por contacto con Leptospiras de campo (MOLES, 1997).
Las leptospiras son prácticamente sensibles a todos los antimicrobianos, a excepción de las sulfonamidas y el cloranfenicol (van der Hoeden, 1958), pudiendo utilizarse una amplia gama de ellos para el tratamiento de la infección.
Sin embargo, la mayor limitación de los antimicrobianos es que no eliminan el estado de portador renal. Los antimicrobianos más utilizados son la dihidroestreptomicina a dosis de 25 mg/kg (Amatredjo y Campbell, 1975; Michna, 1970; Ellis et al., 1985; Ellis, 1994) y la oxitetraciclina o clortetraciclina a dosis de 800 g/Tm de pienso. Aunque el tratamiento con dihidroestreptomicina reduce en gran medida el número de organismos que el animal infectado elimina en la orina, éste puede infectarse de nuevo (Ellis 1994). Además, algunos autores lo consideran inútil para frenar las tormentas de abortos que puedan producirse como consecuencia de la infección por el serovar hardjo (Ellis, 1983). Por ello, la mayoría de los autores lo consideran únicamente como una parte del programa general del control del rebaño, junto a la vacunación y la profilaxis higiénico-sanitaria (Michna, 1970; Thiermann, 1984)
En cuanto a los resultados obtenidos para la Leptospirosis…debido a los efectos sobre la producción del rebaño y al hecho de que es una zoonosis, el control de la leptospirosis merece una atención especial, siendo necesaria la utilización de medidas complementarias entre sí, como el tratamiento con antibióticos, la vacunación y la profilaxis higiénico-sanitaria, para evitar las pérdidas económicas derivadas de la introducción de esta enfermedad en una explotación. (ALONSO, et al. 2001)
Por estas razones se recomienda incluir la vacuna contra Leptospira en el calendario sanitario actual, e iniciar un control de roedores en los lugares donde habita el hato, además será de utilidad el obtener un diagnóstico de la cepa existente.
Diarrea viral Bovina (DVB)
Para la Diarrea Viral Bovina, el 100 % de la muestra dio negativo a la prueba de antígeno para esta enfermedad.
Existe falta de datos de investigación que demuestre cual es la prevalencia de DVB en el Departamento y el país, especialmente en la cuenca lechera del norte integrado.
Si bien no se encontraron animales positivos, se debe tomar en cuenta que todos los animales muestreados tenían más de dos años de edad y estaban en etapa de producción, por lo tanto son individuos que ya han tenido contacto con diversas enfermedades, y por esta razón se espera obtener un alto número de anticuerpos o antígenos presentes en suero, de modo que estamos observando un resultado que podría ofrecer datos de individuos con resistencia inmunológica – genética, al DVB, como también un posible sesgo por haber sido una muestra aleatoria.
Un valor muy bajo o negativo (< 0,2) indica que es improbable que haya animales persistentemente virémicos. (OIE, 2008).
Rinotraqueitis Infecciosa Bovina (IBR)
El promedio de títulos de anticuerpo fue del 75% para IBR en los vientres criollo Saavedreño de la EEAS, lo que demuestra una presencia significativa de la enfermedad (p=0,000), lo que implica que se han obtenido resultados de relevancia debido a su vía de transmisión.
La prueba de significancia para la edad, demostró no ser un factor determinante en este caso (p>0,05) probablemente debido a que todas las hembras muestreadas se encontraban en producción, y los niveles de estrés por esta causa inmunodeprimen a los animales permitiendo la entrada de agentes infecciosos, o permite que se presenten los efectos del agente presentes en el animal, y que por algún motivo (probablemente resistencia genética) son controlados hasta que este comienza a sufrir estrés a causa de la producción.
La forma genital conocida VPI-BPI es una infección venérea caracterizada por infertilidad temporal (BABIUK, L.A. 1987; MILLER, 1991). Otras presentaciones incluyen dermatitis, mastitis y metritis (BWAGAMOI, 1971; LOMBA, 1976) y la forma encefálica descrita como una enfermedad altamente mortal en terneros (GEORGE, 1991). Uno de los mayores problemas en el control de la infección del HVB-1 es la capacidad del virus de permanecer en estado latente y persistir así por largos períodos de tiempo o reactivarse periódicamente, como consecuencia de estrés fisiológico del animal o por tratamiento con corticoides (WHETSTONE, 1989). Los animales con infección latente son usualmente identificados por la detección de anticuerpos específicos contra el HVB-1 en muestras de suero (LEMAIRE, 2000). En Colombia se ha reportado para hembras bovinas una seroprevalencia del 51.7% para la región Caribe, un 21.5% para la región Andina y un 20.6% para el pie de monte llanero (GRIFFITHS, 1982).
Guaristy, S., y Alderete, J., en el año 2000, realizaron trabajos similares en Andrés Ibáñes y Guarayos encontrando prevalencias altas, 77,8% y 87,2% respectivamente.
Daza, O., 2000 en el cantón los chacos de la provincia Warnes encontró un 85% existiendo diferencia estadística significativa con las citadas provincias del norte (P<0,05).
El costo de esta enfermedad es potencialmente enorme, estudios han demostrado que, por pérdidas diarias, la infección por IBR puede disminuir la producción de leche en 173 litros/animal. Pero eso es solo la punta del iceberg – los índices de crecimiento en reemplazo de vientres, y producción de carne pueden ser también seriamente decaídos.
www.msd-animal-health.co.uk/.../Farmspeak_-_Effe...
El procedimiento más usado para la prevención y control de la IBR es mediante la aplicación de vacunas anualmente, que si bien es cierto que no son suficientemente eficientes, contribuyen a reducir las pérdidas económicas ocasionadas por este virus. En la actualidad, existen vacunas comerciales inactivadas y a virus vivo modificado, usualmente en combinación con otros virus. Estas vacunas son bastante costosas, por lo que se recomienda hacer un estudio de costo-beneficio, una vez implementadas, en relación con su efecto sobre los parámetros productivos y reproductivos, para verificar su utilidad y justificación. (OBANDO, C. RODRIGUEZ, J. 2005)
Neospora
Los resultados de los análisis serológicos para detectar Neospora en Bovinos, dieron un 100 % de negatividad, (0% de animales infectados), con un intervalo de confianza del 95 %
Este valor obtenido puede significar la ausencia de la enfermedad en el medio, o debido al muestreo aleatorio que se hayan muestreado animales que no estuvieron en contacto con la enfermedad.
Tuberculosis
La prueba de tuberculina realizada en el hato no mostro animales sospechosos ni confirmatorios de TB.
Estos resultados pueden compararse con el estudio hecho por (MARIN. G, 2005) en donde los bovinos de raza criollo resultaron 100% negativos a la prueba de tuberculina.
De acuerdo a la raza, los Mestizos los casos positivos fueron 14 (1,19%), 9 sospechosos (0,77%), en la raza Holando no hubo positivos (0,00%), 1 sospechoso (0,21%), las razas Criollo, Jersey, Gyr y Limousin no reaccionaron - a la prueba de tuberculina. (MARIN. G, 2005)
Parasitosis
De acuerdo con Hansen y Perry (1994) y Morales y Pino (2009) se considera como carga leve a animales con 50 a 200 hpg, con carga moderada con >200 a <800 hpg, y con carga alta con >800 hpg. Así se clasificaron los resultados obtenidos.
En los análisis de HPG y sedimentación, realizados al azar en individuos de todo el hato, se encontró un 88% de infestaciones leves, y un 20 % de infestaciones moderadas. Los análisis coprológicos indicaron que el 100% de los infestados presentan parásitos del tipo Trichostrogylus.
Infestados y Porcentaje de infestación, a continuación observamos los resultados obtenidos en la tabla 3.
El coeficiente de correlación demostró un débil ajuste y una correlación negativa entre la edad y los HPG p = --0.592 esto puede explicarse ya que como observamos en el siguiente gráfico, a menor edad, mayor cantidad de HPG, sin embargo sabemos que no depende solo de la edad, sino también de factores como el ambiente, manejo de las pasturas y carga parasitaria presente en estas, y correcta aplicación de antiparasitarios, siendo más subjetivo el análisis, y al tratarse de un muestreo de varias enfermedades para observar la presencia o no de estas.
Empero, se puede observar que los animales más jóvenes tuvieron la cantidad más alta de HPG, mientras que en los animales adultos llegó a 0.
Por otro lado el análisis corrido para encontrar parásitos pulmonares dio negativo en todos los individuos, dando como resultado 0% la presencia de este tipo de vermes.
Para esta toma de muestras, se estimo el 10% del hato como valor epidemiológicamente representativo. Se tomó en cuenta que la población estudiada no hubiese recibido tratamiento antiparasitario recientemente, con la finalidad de no alterar los posteriores resultados.
Podemos observar que estos datos concuerdan con los encontrados por (Meeusen, 1999) (Cuadro 1) en donde se comparó el HPG en cebuinos, taurinos y criollo limonero, encontrándose un total de sólo 12 hpg en casos de sospecha de infestación parasitaria en esta raza frente al cebuino 50 hpg, y el taurino 91 hpg, demostrándose su mayor capacidad de resistencia frente a los parásitos internos.
Con estos datos nos damos cuenta de cómo el Criollo Saavedreño, al igual que otras razas criollas de América, al evolucionar en praderas pobres, y sin suplementación, en condiciones desfavorables, ha adquirido cierta inmunidad frente a los parásitos internos. Esta condición permite que se requiera menor cantidad de tratamientos antiparasitarios por año y por categoría, lo cual favorece al mantenimiento de la producción y la rentabilidad dentro de la finca ganadera.
Diarrea Neonatal
Los resultados obtenidos de los análisis realizados a los terneros con diarrea, demostraron en los análisis de parasitemia la presencia de babesia bigémina y babesia bovis (75%) y anaplasma marginal (50%). Mientras que el Coproparasitológico demostró la presencia de oocitos de coccidia (40%) y huevos de trichostrogylus (40%) con 40 HPG (infestación leve).
La cuantificación económica de las enfermedades causadas por coccidias se basa en datos puntuales de reducción de ganancias de peso o mortalidad correspondientes a casos clínicos particulares, proyectadas a la totalidad de la población expuesta. (Romero 2010). Las pérdidas económicas son importantes y están relacionadas con el deterioro producido en los animales enfermos, ocasionado por el menor desarrollo corporal y la pérdida en el potencial de producción. A esto hay que sumarle la muerte de animales y los gastos de tratamiento (Rossanigo, 1997).
Por otro lado, se verificó mediante hemograma la presencia de anemia regenerativa, posible signo clínico de hemoparásitos, que posteriormente se verificó mediante frotis la presencia de babesia y anaplasma.
Los cultivos y antibiograma realizados a partir de la materia fecal de los terneros con diarrea nos demostró la presencia de E. coli en todos los casos de diarrea (100%), con sensibilidad hacia la enrofloxacina, ciprofloxacina, y ceftiofur, sensibilidad intermedia a la sulfa y trimetropin, y doxiciclina, y resistentes a eritromicina, en todos los casos.
Los terneros que presentan diarrea deben ser separados del rodeo junto a sus madres a otro potrero para el tratamiento y convalecencia La resistencia a la DNT puede incrementarse mediante un adecuado programa de vacunación de los vientres gestantes, que transferirán anticuerpos específicos al ternero con el calostro. En nuestro país se han desarrollado vacunas con una alta calidad inmunogénica que protegen contra los principales agentes virales y bacterianos (Rotavirus bovino y E. Coli), aunque no protegen contra todos los agentes causales de diarrea neonatal, siendo eficaces en reducir la incidencia cuando se asocian a medidas de manejo apropiadas.
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En la prevención del síndrome diarreico, el calostro juega el papel fundamental. Es así como el ternero debe ingerir este elemento durante las primeras horas de vida. En general, se recomienda que durante las primeras 24 horas de nacido, debiera ingerir calostro en un equivalente al 10% de su peso y de esta cantidad, a lo menos, la mitad debería ser consumido antes de las 6 horas post nacimiento. Es recomendable contar siempre con una reserva de calostro, por circunstancias especiales como la muerte de la madre, por ejemplo. Lo ideal es mantenerlo en forma congelada para los casos de emergencia. Con la ingesta de calostro el ternero recibe las inmunoglobulinas que lo protegerán contra posibles cuadros infecciosos, ya que durante la gestación no hay paso de estos elementos por vía trasplacentaria. Además, como es sabido, el calostro es rico en proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, etc. como igualmente tiene un rol laxante, que ayuda a expulsar el meconio. (ZURITA, 1990)
Para aumentar el grado de protección del recién nacido, se han elaborado vacunas en base a pili de E. poli, las que se administran a la madre durante la última fase de la gestación. Con esto se obtiene una mayor concentración de inmunoglobulinas en el calostro. Estas vacunas pueden ser polivalentes (contra E. Coli, Rotavirus y Coronavirus). (ZURITA, 1990)
CONCLUSIONES
La probabilidad de que exista brucelosis y/o tuberculosis en el hato criollo Saavedreño son escasas, sin embargo la constante vigilancia pueden evitar que surjan brotes en el futuro.
La seroprevalencia de Leptospirosis en el hato es de 56 %, un número elevado, por lo tanto deben iniciarse medidas inmediatas de acción sanitaria de tratamiento y control para esta enfermedad de importancia zoonótica, y tomar el debido cuidado o protección en el manejo diario de los animales para prevenir la transmisión zoonótica.
Realizar un nuevo muestreo y análisis para DVB y Neospora en el hato bovino criollo completo, con la finalidad de confirmar la ausencia de estas enfermedades sería de suma importancia, además de complementar con análisis más complejos como PCR, y pruebas inmunológicas para determinar en caso que no se encontrasen nuevamente, la resistencia inmunológica y/o genética contra estas enfermedades.
La presencia de anticuerpos frente a IBR (en sangre o en leche) puede ser debida a la infección natural con virus de campo. Cuando hay virus de campo en los rebaños cabe esperar niveles de seroprevalencia superiores al 50% en la mayoría de los rebaños. (BERRIATUA, E. 2005). En este caso, al haber superado ese límite (75% de seroprevalencia encontrada) se debe tomar medidas de prevención, tal es el caso de la vacunación en el hato criollo Saavedreño.
La parasitosis encontrada en el hato bovino criollo Saavedreño, no representa mayores problemas con respecto a otros parásitos, por lo que es recomendable realizar un cultivo de larvas, con la finalidad de establecer el género de parásitos tipo trichostrogylus hallados. Asimismo se plantea un estudio de resistencia antiparasiticida, con la finalidad de realizar un control estratégico de parásitos, que a la larga reducirán las pérdidas causadas, directas e indirectas, además de mejorar la inmunidad del hato y el estado nutricional de este.
El diagnóstico de coccidios en el hato criollo Saavedreño, debe ser de especial atención ya que esta enfermedad oportunista causa enormes pérdidas causadas por muertes y tratamiento farmacológico, y al encontrarse un 40% de casos positivos, entre los terneros enfermos, se requieren medidas de prevención específicas.
Un control adecuado para evitar las infecciones por coccidias en el ganado bovino, está relacionado con las buenas prácticas de manejo de las instalaciones de la explotación y el manejo de la condición sanitaria del animal (Mestra, 1998)
La presencia de E. coli en todos teneros con diarrea, se debe especialmente a la baja inmunidad causada por las coccidios, aunque podría existir además la presencia de rotavirus en el hato, por lo que un diagnóstico mediante pruebas específicas de PCR y ELISA podrían revelar la presencia o no de estos patógenos. Al existir muchos casos de terneros diarreicos, se debe considerar introducir vacunas contra que la combatan en el rebaño, y cambiar las técnicas de ordeño existentes por las exigidas en el programa de Buenas Prácticas de Ordeño, y de manejo de neonato, para asegurar la higiene adecuada y la toma adecuada de calostro por los terneros.