En un reciente informe del INTA Mercedes, se comunicó que la producción de forraje de nuestros campos naturales cayó un 50 % en el año 2008 con respecto al promedio histórico, de 5036 a 2619 kg de MS/ha, como consecuencia de las bajas precipitaciones. Esta situación de déficit hídrico, acompañado por disminución en la producción de forraje, es un problema que se arrastra desde el año 2004. Sin embargo, la existencia ganadera en la provincia en lugar de disminuir, se ha incrementando, por distintas circunstancias.
Entre las cuales, la disminución de la demanda de terneros y la incertidumbre o falta de previsibilidad con respecto al negocio ganadero, fueron las principales causas de retención de hacienda en los últimos tiempos. La consecuencia es que la demanda de forraje excede la oferta y el resultado es una caída de la eficiencia productiva de los rodeos de cría:
Disminución en el índice de preñez, atraso de las pariciones, disminución en el peso al destete, reducción en la ganancia de peso de la recría, atraso en la edad al primer servicio de la vaquilla e imposibilidad de engordar la vaca de invernada. A estos problemas debemos agregar la mortandad de hacienda por enfermedades que se desencadenan por estrés nutricional.
¿Que pasará de aquí al otoño?
Los pronósticos de lluvias no son alentadores para lo que resta del verano, es probable que en febrero siga la tendencia de enero con déficit hídrico e irregularidad en las precipitaciones y en marzo se normalicen. Con este pronóstico, la producción de pasto en los meses de enero, febrero y marzo, no alcanzará para equilibrar el desbalance forrajero y diferir pasto hacia el invierno. Lo cual nos indica, que es imperioso disminuir el antes posible la carga animal, con el destete y la palpación rectal y posterior venta de los terneros y vacas vacías. El porcentaje de vacas vacías a refugar dependerá de la presupuestación forrajera que realice cada establecimiento.
Luego, las alternativas factibles para atenuar la crisis forrajera, serían:
a) Disminuir la carga animal, vendiendo una parte de las vacas vacías.
Es difícil tomar esta decisión, pero tenemos que comprender que con bajos índices de eficiencia, cae la producción por ha y aumenta el costo de producción ($/kg de carne). Además, deberíamos hacer el siguiente análisis: ¿Cuanto cuesta mantener una vaca vacía en el campo.
Teniendo en cuenta que está flaca después del destete, que es improbable que se preñe en el otoño, que pasará a entorarse en primavera del 2009, que parirá en el 2010 y que destetará en el otoño de 2011. Es decir, que la futura venta de un ternero después de 2 años, más los gastos directos (sanidad, personal, suplementación mineral y pastaje) que esta genera en el campo durante el período mencionado, debe resultar en una mejor opción económica que la venta presente de la vaca. Para orientarnos, por encima de 1,10 $ / kg, conviene vender la vaca vacía para invernada. Por debajo de dicho valor, retener.
b) Importar forraje
La caída de precios de la hacienda, complica la posibilidad financiera de pensar en esta alternativa. De todas maneras, deberíamos realizar un flujo de caja, para ver al menos, la posibilidad de suplementar la vaquilla que recibirá servicio en primavera.
c) Una opción en nuestra región, el Heno de Paja de Arroz
La paja que tira la cola de la cosechadora de arroz podría enrollar y utilizarla como heno. En una experiencia del Proyecto Ganadero Regional del INTA se comprobó que el suministro de heno en corrales, más suplementación mineral, permitió el mantenimiento de vacas con un peso promedio de 370 Kg.
En una hectárea de arroz, se podría henificar 4.600 kg de paja. Asumiendo una eficiencia de utilización del 70 % y un consumo de 7 Kg por vaca, con 1 ha se alimentaría a 5 vacas durante 100 días.
Imaginemos que 50.000 ha de arroz en la región, no desperdicien la paja de arroz y la henifiquen, podríamos encerrar y alimentar a 200.000 vacas durante el período invernal y mientras dure la crisis forrajera. Esta cifra representa el 10 % del rodeo de vacas provincial, que en lugar de mal venderlas se retendrían para futuros vientres.
Lo que hoy parece una utopía, mañana puede ser una realidad. En el presente, ganaderos de la región centro sur, se están acercando a los arroceros para henificar un forraje que se esta perdiendo.