En el artículo precedente
(Raciones totalmente mezcladas de silaje de maíz para vacas lecheras, Características del silaje de maíz) presentamos una breve revisión de resultados de estudios realizados en Norteamérica y en la E.E.A. Balcarce – INTA sobre la calidad y digestión del SM, para conocer algunas diferencias entre el silaje obtenido en otros sistemas de producción y el producido en esta zona, con el objetivo de obtener recomendaciones para el uso eficiente del SM, maximizando su digestión y consumo. En el presente artículo revisaremos algunos resultados extranjeros y locales para conocer el efecto de la modificación del tamaño de picado del silaje de maíz y otros forrajes sobre parámetros digestivos y productivos.
Efectos del tamaño medio de partícula de forrajes conservados y de la dieta total.
Según varios autores, el tamaño medio de las partículas (TMP) del alimento y su contenido de fibra determinan la efectividad de la dieta para generar una digestión adecuada, que redunda en salud para la vaca lechera y en producción de leche de adecuado tenor de grasa butirosa. Por lo general, este enfoque (efectividad física – ambiente ruminal y digestión de fibra – síndrome de caída del porcentaje de grasa butirosa) ha dominado la investigación sobre el TMP de la dieta, y especialmente de los forrajes. Los efectos de la disminución del TMP de la dieta sobre otros procesos como el consumo de MS, la digestión y la producción en los bovinos han sido estudiados, principalmente con objetivos complementarios a los anteriores.
Sin embargo, en nuestros sistemas de producción, el síndrome de bajo tenor de grasa butirosa no sería tan frecuente, posiblemente debido a la distinta calidad del silaje de maíz, menor cantidad de grano y alta participación de forrajes (principalmente pasto, no siempre de la máxima calidad) en la dieta.
A pesar de esto conocer el consumo y digestión potencial del SM es importante porque permitiría diseñar estrategias para su utilización como componente base o como suplemento de dietas pastoriles.
Disminuir el TMP de los forrajes conservados o de la dieta total por medio de un picado más fino de estos presentaría ciertas ventajas. En el caso del silaje, un menor tamaño de picado es favorable ya que facilita la compactación y fermentación del material ensilado.
Varios autores concuerdan en que disminuir el TMP produciría la serie de efectos que se describen a continuación: incrementaría el consumo de MS, reduciría la rumia y producción de saliva, lo que junto con aumentos de la concentración de los AGV (generalmente por más granos rotos, aunque también se da cuando el porcentaje de granos rotos se iguala al utilizar el partidor de granos de la picadora) haría que el pH ruminal disminuya. Se ha detectado también una disminución de la relación C2 : C3 que se explicaría por una menor degradación ruminal de la FDN, debido a los efectos adversos del bajo pH. El porcentaje de grasa butirosa de la leche tendería a disminuir, lo que puede afectar o no la producción de leche corregida al 4% de grasa butirosa (LC4%GB).
La conclusión que generalmente se extrae de estos trabajos es que en dietas de baja fibra, (< 27 %FDN) los tamaño de picado muy pequeños (< 5 mm) podrían afectar gravemente la digestión ruminal, disminuyendo el consumo, la producción de leche y la producción de grasa butirosa, y podrían también aumentar la incidencia de acidosis ruminal, y otros trastornos asociados.
Sin embargo, los efectos de la disminución del TMP anteriormente citados parecen no ser consistentes entre experimentos. Se generó una base de datos,en la cual se incluyeron experimentos con vacas lecheras o novillos para carne, en donde se modificó el TMP del forraje o de la dieta total por medio del picado del forraje. Las dietas incorporadas a la base de datos se basaron principalmente en forrajes conservados de cualquier tipo. Si bien los métodos de determinación del TMP variaron entre experimentos, se asumió que las diferencias entre estas son comparables.
Cuadro 1. Efectos de la disminución del TMP del forraje o de la diete totalmente mezclada.
Como puede observarse en el cuadro anterior, la disminución del TMP entre experimentos no tuvo efectos significativos sobre el consumo de MS, la producción de LC4%GB, o la digestión de la FDN, pero si redujo la rumia y pH. Estos resultados indicarían que habría otros factores de mayor importancia que el TMP que influirían sobre las variables analizadas. Entre estos se citan a la “calidad” de la dieta o su contenido de FDN, los TMP evaluados y la diferencia entre estos, el forraje base, la presencia de otros forrajes de mayor o menor TMP y la degradabilidad ruminal del grano utilizado en la ración.
Varios autores reconocen que el contenido de FDN de la dieta puede hacer que la modificación del TMP produzca o no algún efecto en el consumo, el proceso de masticación, la digestión o la producción de leche, y estudiaron esta relación realizando ajustes del consumo de forraje o de fibra por el TMP.
La interacción entre el nivel de fibra y el TMP significaría que, por ejemplo, varias combinaciones de FDN y TMP podrían resultar en un rango de valores que permitan un alto consumo, un ambiente ruminal normal, y una digestión de la fibra adecuada. Siguiendo este razonamiento se obtuvo un valor de FDN ajustado por el TMP en mm
(FDN×TMP) y se lo expresó como
mmFDN de la dieta o del forraje de 32 dietas tomadas de la bibliografía, y se realizó una regresión del consumo de MS sobre FDN×TMP.
Las variables consumo de MS y producción de LC4%GB se relacionaron con este índice (Figura 1) obteniéndose como resultado que el CMS es cercano al máximo cuando se da la combinación de FDN entre 27 y 30% en la dieta junto con tamaños de partícula inferiores a 2.5 cm (indices FDN×TMP bajos, entre 1,11 y 1,81 mmFDN) mientras que el CMS cae abruptamente cuando el nivel de FDN es mediano a alto (32 a 40%) y el picado es mediano a grueso (2.5 a 5 cm) o lo que es lo mismo, índices FDN×TMP altos, cercanos a 6 (consumo de MS estimado para 5mmFDN: < a 20 kg MS /día).
La producción de LC4%GB disminuye linealmente con el incremento de este índice.
Figura 1. Efecto del valor de FDN ajustado por el tamaño medio de partícula (FDN×TMP) en el consumo de materia seca (CMS, #) y la producción de LC4%GB al 4% de grasa butirosa (LC4%GB, Δ).
Fuente: ver bibliografía
Esto concuerda con Woodford et al. (1986) quien suministró dietas de distintos niveles de FDN (28%, 36%, 45%, y 63%) y TMP (2,6; 4,6; 6,4; y 9 mm), y concluyó que 27% de FDN y 6,4 mm (1,73 mmFDN) serían la combinación adecuada para obtener un consumo máximo manteniendo una actividad masticatoria suficiente para un ambiente ruminal normal. También es consistente con los hallazgos de Beauchemin et al, (1994) quienes informaron que disminuir el tamaño de picado solamente incrementó significativamente el consumo de MS en dietas con un alta fibra (1,7 mmFDN para fino vs. 6 mmFDN para grueso), sin efectos en dietas de baja fibra, (1,4 mmFDN para fino vs. 4,9 mmFDN). Wilkinson, Penning y Osbourn (1978), alimentaron terneros machos con dietas de 46% de FDN (muy alta fibra), basadas en SM de dos TMP, hallando un incremento en el consumo de MS respuesta a la disminución en el TMP. En este caso los índices FDN×TMP fueron muy contrastantes (3,3 vs. 15,3 mmFDN). Stockdale y Beavis (1994) observaron un incremento lineal del consumo de MS de vacas lecheras con la disminución del tamaño de picado del SM, en dietas basadas en pasturas consociadas suplementadas con SM de 12,7; 8 y 5 mm TMP y sin concentrados (~45% FDN). Los índices FDN×TMP calculados exclusivamente para el SM fueron 5,7; 3,6; y 2,25 mmFDN respectivamente.
Algunos resultados obtenidos en la E.E.A. Balcarce – INTA
En esta estación experimental Gregorini (2002) alimentó vacas lecheras en lactancia media con dietas totalmente mezcladas basadas en SM de dos TMP: 4,5 y 10,16 mm, (tamaño de picado = 6 y 24 mm) con un contenido de FDN de alrededor del 35%. Los valores de FDN×TMP fueron poco contrastantes (1,67 vs. 3,67 mmFDN respectivamente) y el consumo de MS ajustado por el peso vivo no fue significativamente diferente (ver cuadro 2).
Sin embargo, en otros ensayos, con dietas de similar índice FDN×TMP pero durante la lactancia temprana, disminuir el tamaño de partícula elevó el CMS (Ronchi, 2003; Couderc 2003). Los resultados obtenidos estarían de acuerdo con la idea de que las vacas lecheras en lactancia temprana serían más sensibles al llenado ruminal.
Cuadro 2. Consumo de materia seca en ensayos de tamaño de picado del SM en raciones totalmente mezcladas basadas en silaje de maíz de diferente tamaño de picadoLa producción de leche, como fue de esperar, siguió al CMS, registrándose incrementos de 1 kg de leche corregida al 4% de GB en todos los experimentos. Llama la atención que la producción de LC4%GB en los ensayos extranjeros se vio incrementada al disminuir el valor FDN×TMP. Esto indicaría que el porcentaje de GB no decayó en forma suficiente como para afectar la producción total de grasa butirosa. En los trabajos realizados en esta experimental el tenor de GB no se modificó significativamente, y generalmente varió entre 3,8 y 4.3%. Se debe tener en cuenta que en los casos extranjeros, donde se trabaja con silajes de maíz de alta calidad y alto grano siempre se suplementa con sustancias bufer y con monensina. En el caso de los ensayos realizados en Balcarce, el tenor de grano de los SM fue mediano y se suplemento con minerales. Estos análisis no tienen la intención de definir el tamaño de picado del SM que produce el mayor consumo de MS, sino que solamente sirven para sugerir que es necesario, además de tratar de conseguir un alto rinde, asesorarnos sobre el momento justo para picar, el tamaño a picar y luego analizar la calidad del SM para formular correctamente la ración.
Consideraciones finales En el próximo artículo nos referiremos al agregado de heno en RTM – SM, otra estrategia de modificación del tamaño de partícula de la dieta que podría brindar la solución a la disyuntiva entre aumentar el tamaño de partícula de la dieta para beneficiar a la vaca, y mantener un tamaño de picado pequeño para asegurarnos una adecuada compactación, anaerobiosis y calidad nutricional del silaje de maíz.
Citas útiles:Beauchemin, K. A.; Farr, B. I.; Rode, L. M.; and Shaalje, G.B. 1994a. Effects of alfalfa silage chop length and supplementary long hay on chewing and milk production of dairy cows. J. Dairy Sci. 77: 1326 – 1339.
Gregorini, 2002. Uso de silaje de maíz de diferente tamaño de picadocomo base de dietas de vacas lecheras en lactancia media. Tesis M. Sc. Facultad de Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de Mar del Plata – E.E.A. Balcarce - INTA.
Ronchi, J. I. 2003. Silaje de maíz de diferente tamaño de picado como dieta base de vacas lecheras estabuladas en lactancia temprana y su relación con distintos parámetros productivos. Tesis M. Sc. Facultad de Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de Mar del Plata – E.E.A. Balcarce - INTA.
Woodford, J. A.; Jorgensen, N. A.; and Barrington, G. P. 1986. Impact of dietary fiber and physical form on performance of lactating dairy cows. J. Dairy Sci. 69:1035 – 1047.
Wilkinson, J. M.; Penning, I. M.; and Osbourn, D. F. 1978. Effect of stage of harvest and fineness of chopping on the voluntary intake and digestibility of maize silage by young beef cattle. Anim. Prod. 26 : 143 – 150.
Nota: Los resultados del Cuadro 1 surgen del análisis de datos presentados en 33 artículos publicados en el Journal of Dairy Science, para más información consultar al autor.