Los forrajes tropicales y subtropicales (megatérmicas o C4), entre ellos, el Gatton panic (Panicum maximum) y el Mijo perenne (P. coloratum), han revolucionado la producción forrajera en el centro norte de la Argentina y en el resto de América Latina. En estas regiones se busca, en general, mayor producción de forraje por hectárea independiente de la calidad de ese forraje. Lamentablemente, esta situación muy común en Argentina y otros países “limita la producción de carne y los ingresos económicos”.
Para mejorar los sistemas ganaderos “pastoriles”, el mejor indicador del impacto de la producción de forraje sobre la producción de carneson los kg Materia seca digestible y aprovechable por hectáreaasociados con la concentración energéticade la MS y la relación proteína-energía consumida. Estos nuevos indicadores deberían reemplazar la expresión de “kg materia seca por hectárea que no explica el comportamiento productivo ni la calidad del producto final (carne o leche).
Este artículo propone hacer un “cambio de paradigma”, cambiar el manejo tradicional por un manejo mejorado.
En general, los pastos tropicales son utilizados bajo 2 formas diferentes: para corte o en pastoreo directo. El manejo tradicional de estos forrajes, tanto en pastoreo directo como para corte se compone de 3 principios básicos.
- No se elimina, con desmalezadora, el material viejo del ciclo vegetativo anterior (época de sequía o fríos con heladas).
- Se empieza a pastorear o cortar con máquinas cuando las plantas alcanzan más de 1.20 m de altura.
- No se hacen, normalmente, “pastoreos intensivos” (3-7 días de intervalo) con cerca eléctricas y desmalezadas oportunas ni tampoco “cortes intensivos o periódicos” cuando se emplea pastoreo mecánico.
Mientras que el manejo mejorado que sepropone consta de:
- Cortar el forraje viejo de la campaña anterior (±40-50% muerto) hasta 20-25 cm de altura unos 45-60 días previos al inicio de la nueva campaña con una desmalezadora o bien directamente con los dientes de los animales para facilitar un rebrote sano y de alta calidad.
- Hacer pastoreos intensivos (cambios cada 3 a 7 días por parcela –máximo-) con alta carga animal (ajustada a la producción forrajera y categoría de los animales), cuyo rango de aprovechamiento (altura de pastoreo) debe variar entre los 0.4 a 1.0 m de altura (medido estirando las hojas superiores).
- Desmalezar del forraje remanente en caso de ser necesario.
- Suministrar una baja proporción o nada de un concentrado proteico adicional.
Con el manejo tradicional las plantas tropicales (megatérmicas) tienen los parámetros energéticos-proteicos muy desbalanceados. En estas condiciones, la calidad del forraje no es adecuada para alcanzar altas producciones de carne o leche (mayor de 0.500 kg de carne/animal/día o mayor de 12 litros de leche/vaca/día, respectivamente).
A continuación se presenta un trabajo realizado en Tornquist (Bs As) en el campo de la Familia de Leandro y Marcos Mazzarini, durante 93 días (9/12/2014 al 12/03/2015).
Efecto del Manejo Mejorado del Mijo perenne sobre la producción de carne y el resultado económico utilizando vaquillonas Angus
En este trabajo se evaluó la respuesta productiva y económica de vaquillonas Angus en pastoreo directo del Mijo perenne, comparando un manejo tradicional respecto al manejo mejorado, con el agregado o no de un concentrado proteico (Raicilla o pellet de cebada) y en bajas proporciones (700 a 800 gramos de PB/animal/ día).
Se evaluaron 4 tratamientos.
- Tratamiento 1 (testigo): El Mijo perenne no se cortó previo al inicio del ensayo ni tuvo ninguna sin suplementación proteica. La carga animal fue de 0.35 cabezas/ha, es decir, 1 vaquillona cada 3 hectáreas, (equivale a 114 kg peso vivo –PV-/ha).
- Tratamiento 2: El Mijo perenne, que no se cortó previamente fue intersembrado con Vicia villosa. No se agregó ningún concentrado proteico. La carga animal fue de 2.0 vaquillonas por hectárea (equivale a 608 kg PV/ha).
- Tratamiento 3: El Mijo perenne fue cortado 60 días antes del inicio del ensayo y no se agregó de ningún suplemento proteico. La carga animal fue de 2.0 vaquillonas por hectárea (equivale a 598 kg PV/ha).
- Tratamiento 4: El Mijo perenne fue “cortado” previamente y se suplementó con Raicilla o pellet de cebada, a razón del 1% del peso vivo (±3 kg por vaquillona y por día). La carga animal fue de 2.0 vaquillonas por hectárea (equivale a 632 kg PV/ha).
En un potrero de 25 ha de Mijo perenne se distribuyeron 28 vaquillonas de raza Angus de 275,57 kg PV/cabeza, en 4 tratamientos con 7 repeticiones. Durante todo el período que se desarrolló este trabajo hubo malas condiciones agro-ecológicas (con altas temperaturas y escasas precipitaciones -balance hídrico negativo-).
En las Tablas 1, 2 y 3 se muestran la calidad nutricional del Mijo de cada tratamiento, las ganancias de peso, la producción de carne obtenidas y los Costos de producción.
Tabla 1: Calidad nutricional de la dieta total consumida por tratamiento (promedio mensuales) (%)
Tabla 2: Ganancias diaria de peso y producción de carne.
Tabla3: Costo directos de producción de cada tratamiento (u$s/ha)
El aprovechamiento intenso del forraje que caracteriza al manejo mejorado incrementa los niveles de proteína y la digestibilidad en los rebrotes de las plantas. Debido a una mejor calidad del forraje ofrecido aumenta el consumo de MS digestible y con él, la producción de carne o leche.
En los tratamientos bajo manejo tradicional, al haber tenido baja carga, los animales pudieron “elegir el pasto de mejor calidad”. Esto explica porque el tratamiento testigo tuvo tan alta ganancia de peso (0.806 kg/cabeza/día), aún así la producción de carne fue muy baja (26.23 kg/ha) debido a la muy baja carga (una vaquillona cada 3 hectáreas). Si se llegase a incrementar la carga para mejorar el aprovechamiento del pasto, las ganancias se reducirían y los animales saldrían terminados más tarde (menor flujo de fondos).
Por ello, la carga se debe ajustar, siempre, de acuerdo a la categoría de los animales, a la velocidad de engorde que se busque y a la oferta y calidad del forraje disponible. A partir de estos factores se adoptan los criterios de manejo más adecuados.
En tanto los otros 2 tratamientos (T2 y T3), con forraje sólo pero mayor carga animal (2.0 vaquillonas/ha), alcanzaron mayores producciones de carne. En el T2 (manejo tradicional sin concentrados + Vicia), la ganancia y producción de carne, media, fueron 0.704 kg/cab./día y 130.94 kg/ha, respectivamente. Mientras que el T3 (manejo mejorado sin concentrado) con Mijo solo, tuvo 0.599 kg/cab./día y 111.41 kg/ha, respectivamente.
Mientras que, cuando se agregó Raicilla de Cebada (al 1% PV) como concentrado proteico adicional (manejo mejorado + raicilla de cebada) los indicadores mejoraron, significativamente (P<0.05), 1.01 kg/cab./día y 187.86 kg/ha, respectivamente. El agregado de la Raicilla permitió una más eficiente utilización de los nutrientes, especialmente, aquellos que provienen de una mayor degradación de la fibra producto de un incremento en la población de bacterias celulolíticas por un mejor balance energía-proteína.
El costo de producción fue muy adecuado para lograr una mayor sustentabilidad, productiva, económica y social de los sistemas productivos. El costo medio fue muy adecuados 0.62 u$s/kg producido. El Margen bruto obtenido con el tratamiento 4 de manejo mejorado del Mijo + Raicilla fue, significativamente, superior al resto (341.91 vs 179.88 u$s/ha).
Conclusión
- La respuesta en producción de carne y el resultado económico del manejo mejorado, mejoraron significativamente al manejo tradicional tanto con forraje exclusivo como cuando se agregó un concentrado proteico a la dieta.
- La suplementación con concentrados ricos en proteína (600 a 700 g PB/cabeza/día) aportada por la Raicilla de Cebada permitió obtener ganancias de peso superiores a los 0.834 kg/día con vaquillonas en la etapa de crecimiento.
- El costo de producción medio fue de 0.63 u$s/kg producido con un rango de variación entre 0.40 al 0.93 u$s/kg. El mismo fue muy adecuado para los sistemas ganaderos de Argentina y el resto de América latina.
- El Margen bruto (341.91 u$s/ha) obtenido con el tratamiento 4 de manejo mejorado del Mijo + Raicilla fue, significativamente, superior al resto.