INTRODUCCIÓN
El pasto es el componente de menor costo de la dieta de los sistemas lecheros, y el manejo del pastoreo y la suplementación tienen un rol clave en el consumo de pasto que las vacas pueden lograr. Manejos del pastoreo que apuntan a lograr una alta cosecha de pasto por hectárea combinan altas intensidades de defoliación para lograr el máximo nivel de remoción de biomasa en cada pastoreo sin comprometer la capacidad de rebrote de la planta, y frecuencias de pastoreo moderadas, definidas por la vida media foliar (Roche et al., 2017). Sin embargo, para lograr un alto consumo de pasto por vaca, el pastoreo debería mantener niveles de remoción más laxos, que no superen el 40 % de la altura inicial, y ser más frecuentes para iniciarse con alturas de la pastura intermedias (Carvalho, 2013). Por otro lado, al incrementar la suplementación las vacas tienden a sustituir la pastura por el suplemento que se les ofrece, por lo que la suplementación debe ser limitada en épocas en las que pretendemos favorecer el consumo de pasto (Roche et al., 2017), como puede ser la primavera.
Investigaciones en ovinos y en novillos (Schons et al. 2021; Portugal et al. 2021), encontraron que, al implementar pastoreos de baja intensidad, los animales aumentaban su productividad individual, al tiempo que la tasa de crecimiento de la pastura se incrementaba y, en consecuencia, se lograba volver antes a una misma franja de pastoreo. Estos estudios reportan que ambas variables (+ productividad por animal y + frecuencia de pastoreo) compensaron la disminución en la carga animal resultante de trabajar con pastoreos más laxos y, en consecuencia, la producción de carne por superficie no se vio afectada por disminuir la intensidad de pastoreo. A partir de esto, nos preguntamos: a) si encontraríamos también el mismo efecto de un manejo de pastoreo laxo en vacas lecheras, y b) cuál sería el impacto de estos manejos al combinarse con distintos niveles de suplementación.
En este marco, en el año 2020 se realizó en la unidad de Lechería de INIA La Estanzuela un experimento que tuvo como objetivos (i) evaluar el efecto sobre el consumo y la producción de leche por vaca y por superficie de manejos de pastoreo que priorizaban el consumo de pasto por vaca (ACA, alto consumo por animal) vs. manejos de pastoreo que priorizaban la cosecha de pasto por hectárea (ACH, alta cosecha por hectárea), y (ii) determinar cómo la suplementación con concentrados afectaba la respuesta a dichos manejos de pastoreo.
EL EXPERIMENTO
Entre el 11 de agosto y el 30 de octubre de 2020, 24 vacas Holando de 550 kg, en lactancia media, pastoreando dactylis, se evaluaron en cuatro tratamientos (diseño de bloques completos al azar, con tres repeticiones) que surgieron de la combinación de los dos manejos de pastoreo y dos niveles de suplementación (0 vs. 4 kg MS/vaca/día de un concentrado comercial con 19 % de proteína en base seca):
1 - Manejo alto consumo/animal, sin suplementación (ACA0)
2 - Manejo alto consumo/animal, con suplementación (ACA4)
3 - Manejo alta cosecha/ha, sin suplementación (ACH0)
4 - Manejo alta cosecha/ha, con suplementación (ACH4)
En el manejo de pastoreo ACA el objetivo fue ofrecer a los animales estucturas de la pastura para lograr altas tasas de consumo, por lo que ingresaban al pastoreo con alturas próximas a los 21 cm y removían sólo un 40 % de la altura ofrecida, buscando remanentes de 13 cm de altura.
Figura 1 - Vacas en pastoreo en una de las franjas del experimento realizado durante la primavera del 2020.
En el manejo de pastoreo ACH el objetivo fue lograr una alta cosecha de pasto por hectárea. Las vacas ingresaban al pastoreo cuando la planta tenía entre 3,5 y 4 hojas por macollo, y realizaban un pastoreo intenso, apuntando a dejar un remanente con un mínimo de área foliar (1-2 cm de lámina) y un 15 % de matas de rechazo.
En cada tratamiento, dos vacas fueron asignadas a pastorear franjas diarias. La carga instantánea fue resultado del ajuste del tamaño de las franjas para lograr los remanentes buscados en cada tratamiento. Las mediciones de altura se realizaron tres veces por semana en pre y post pastoreo con regla. Los criterios de entrada y salida del pastoreo se lograron mantener próximos al objetivo en ambos manejos de pastoreo (Cuadro 1). Diariamente se midió la producción de leche y sólidos. El consumo de pasto se midió en dos períodos, usando la combinación de dos marcadores: el dióxido de titanio y el nitrógeno fecal.
Cuadro 1 - Altura, número de hojas, y masa de forraje pre y post pastoreo promedio, así como % de remoción según manejo de pastoreo.
Cuadro 2 - Consumo de pasto por vaca, producción y composición de la leche y variación de peso vivo en cada tratamiento.
¿Qué diferencias en consumo de pasto y producción de leche podemos esperar al variar el manejo de pastoreo?
Las vacas en el manejo ACA, caracterizado por su baja intensidad y alta frecuencia de pastoreo, consumieron casi 2 kg MS/d más que las vacas en el manejo ACH (Cuadro 2). El bajo porcentaje de remoción sostenido en este manejo permitió a las vacas consumir solo los estratos superiores de la pastura, y lograr una dieta de mejor valor nutritivo, con mayor contenido de proteína cruda (25,9 vs. 21,6 %), menor contenido de FDA (23,5 vs 26,1 %) y, por ende, mayor concentración de energía. El mayor consumo de pasto de mayor valor nutritivo incrementó la producción individual de leche, que estuvo 6 kg por encima en las vacas que pastorearon en el manejo ACA respecto al manejo ACH (Cuadro 2).
En primavera, pasar a un manejo orientado a un alto consumo de pasto por animal, ¿permite reducir el uso de concentrados de 4 a 0 kg por vaca sin deprimir la producción de leche?
Las vacas en el manejo ACA lograron, sin suplementación, una producción de leche numéricamente superior a la lograda por las vacas en el manejo ACH suplementadas con 4 kg de concentrado (23,9 vs. 21,7 kg/vaca/d en ACA0 y ACH4, respectivamente). Sin embargo, la decisión de suplementar con 4 kg de concentrado cuando el manejo apunta a un alto consumo por animal parece ser una muy buena opción, debido a la alta respuesta en leche al concentrado que presentaron las vacas en este manejo, que produjeron en promedio 1,2 kg de leche adicionales por cada kg de concentrado que consumieron.
Por el contrario, la respuesta en leche al concentrado en el manejo ACH fue inferior (0,6 kg de leche/kg de concentrado consumido), posiblemente debido a que las vacas de este manejo habrían destinado parte de la energía del suplemento a recuperar y/o mantener reservas corporales. A diferencia de lo encontrado en el manejo ACA, donde las vacas lograron mantener su condición corporal independientemente del nivel de suplementación, las vacas en ACH perdieron condición corporal al no ser suplementadas (Figura 2).
Figura 2 - Variación de la condición corporal de los animales en cada tratamiento a lo largo de las once semanas de experimento.
ACA0 = Manejo alto consumo/animal, sin suplementación; ACA4 = Manejo alto consumo/animal, con 4 kg de concentrado/vaca; ACH0 = Manejo alta cosecha/ha, sin suplementación; ACH4 = Manejo alta cosecha/ha, con 4 kg de concentrado/vaca.
Cuadro 3 - Carga, producción de leche y sólidos, y cosecha de pasto por superficie en cada tratamiento.
En promedio, estos animales perdieron 230 g de peso vivo por día, reafirmando las implicancias negativas de no suplementar a vacas de alto potencial en situaciones de alta intensidad de pastoreo.
El manejo de pastoreo orientado a un alto consumo de pasto por animal, ¿compromete la producción de leche y sólidos por hectárea?
El bajo nivel de remoción de pasto en el manejo ACA se tradujo en remanentes con mayor área foliar, que permitieron a los animales volver antes a la misma franja; en otras palabras, esto supuso tiempos de rotación más cortos (15 días en el manejo ACA vs. 38 días en el ACH) y mayor frecuencia de pastoreo.
Sin embargo, para sostener dichos remanentes, las vacas en el manejo ACA requirieron de franjas diarias casi cuatro veces más grandes.
Figura 3 - que la encontrada en el manejo ACH. Pre (izquierda) y post pastoreo (derecha) objetivo del manejo orientado a un alto consumo de pasto por animal.
Figura 4 - Vacas del manejo ACA (alto consumo por animal) a pocas horas de finalizar el pastoreo en su franja diaria.
Esto implicó una carga promedio 31 % menor (2,0 vacas/ha en el manejo ACA vs. 2,9 vacas/ha en el manejo ACH) que no logró ser compensada por la mayor producción individual registrada en el manejo ACA. En consecuencia, la producción de sólidos por hectárea durante los 80 días del experimento fue un 25 % inferior a la encontrada en el manejo ACH (Cuadro 3)
Figura 5 - Pre (derecha) y post pastoreo (izquierda) objetivo del manejo orientado a una alta cosecha por hectárea (ACH).
CONSIDERACIONES FINALES
- Manejos orientados a lograr una alta tasa de consumo de pasto son una alternativa interesante en sistemas que apuntan a maximizar la producción de leche individual en base a pasto y con bajos niveles de suplementación.
- En vacas de alto potencial, la suplementación con niveles moderados de concentrado es recomendable tanto en el manejo de pastoreo ACA (por traducirse en una alta respuesta en leche) como en el manejo ACH (por evitar la pérdida de condición corporal de las vacas).
- La alta cantidad de proteína consumida cuando el dactylis se manejó para lograr un alto consumo de pasto por animal, podría representar una oportunidad para incorporar suplementos con un menor aporte proteico y, por tanto, menos costosos.
- En sistemas que apuntan a lograr una alta producción de sólidos por superficie, el manejo orientado a una alta cosecha de pasto por hectárea combinado con suplementación mostró ser el más adecuado en el período evaluado. Sin embargo, es relevante señalar que este enfoque de manejo del pastoreo se vuelve menos eficiente cuando los animales no reciben suplementación, lo que resulta en pérdida de peso y condición corporal.
- Nuevas interrogantes relacionadas con el efecto de estas estrategias sostenidas en plazos superiores a los tres meses, tanto sobre la respuesta animal individual y por superficie, podrían ser abordadas en futuras investigaciones.
Para obtener más detalles sobre esta investigación, se puede consultar el artículo de Gareli et al., 2023.