INTRODUCCIÓN
Las regiones ganaderas de América Latina, la producción de bovinos doble propósito es una de las principales actividades de los productores de esas regiones, este tipo de sistema se desarrolla principalmente bajo grandes extensiones de terreno destinadas al pastoreo de pastizales (Orantes et al, 2014). Entre los años 1976 y 2000 llega a México una revolución ganadera la cual impacto en la deforestación de entre quinientas mil y seiscientas mil hectáreas anuales, perdiendo 20 mil Km2 de bosques templados, 60 mil de tropicales, este acontecimiento se dio principalmente para el proceso de acondicionamiento de praderas con pastos y gramíneas forrajeras, a costa de la perdida de bosques y selvas, sin tener en cuenta que una diversidad muy grande de los frutos de muchos árboles tropicales pueden ser utilizados de manera segura para la alimentación de los animales rumiantes (Palma, 2014).
Uno de los principales retos que afrontan los productores ganaderos modernos, consiste en incrementar la producción de carne y leche, de tal manera que esta actividad sea rentable, atendiendo los costos de producción y tratar de garantizar la demanda de la población, además de cuidar la conservación de los recursos naturales. Un sistema ganadero moderno, necesariamente, tiene que ser rentable y competitivo, si bien los factores que involucran a este tipo de sistema productivo son muy variados, el más importante y de mayor demanda es el componente de la alimentación de los animales y dentro de este, lo relacionado con las gramíneas y los frutos y hojas de leguminosas, debido a que constituyen la principal fuente de alimentación de los animales en sistemas productivos extensivos (Rojas et al., 2005)
Una de las modalidades que pueden ser adoptadas por los productores de las regiones tropicales de país es la de los sistemas silvopastoriles el cual contribuyen a potenciar las interacciones positivas entre agricultura, ganadería, silvicultura y ambiente físico, maximizan la productividad de la tierra, permiten manipular eficientemente los principios biológicos de la producción animal, vegetal y sus interacciones, incrementan la producción, promueven la congruencia entre el uso y la conservación de los recursos naturales y favorecen el desarrollo sostenible de los mismos (Nahed et al., 2001).
Algunas de esas prácticas son poco conocidas en la costa de Jalisco, como son el sombrío con árboles maderables, plantaciones de forrajeras, para alimentación animal, cultivos en franjas, cortinas rompevientos, cercas vivas, entre otras. Estas numerosas técnicas son utilizadas en regiones con diferentes condiciones ecológicas, económicas y sociales. En suelos fértiles los sistemas silvopastoriles pueden ser muy productivos y sostenibles, sin embargo, esas prácticas tienen igualmente un alto potencial para mejorar los suelos pobres y maltratados por prácticas de agricultura convencional dependientes de los insumos (abonos, pesticidas, plaguicidas y maquinaria). Referentes a estos tipos de recursos, en las regiones tropicales de México y específicamente en la costa sur de Jalisco existen especies arbóreas y arbustivas como la Parota (Enterolobium cyclocarpum), Mojote (Brossimum alicastrum) y la Guácima (Gauzuma ulmifolia), entre otras especies que son deforestadas para implantación de praderas sin analizar el potencial nutricional que pueden aportar sus frutos en la época de estiaje para la producción de carne o leche. Como alternativa se ha planteado en diversos estudios la integración de árboles, pasturas y animales, en sistemas de producción, cuyo objetivo sea desarrollar tecnologías para conformar la silvicultura y la ganadería en los sistemas de producción, orientados a mejorar el nivel alimenticio y productivo de los animales, utilización racional de los recursos y mejorar el desempeño económico y ambiental de la ganadería. (Giraldo y Vélez, 1993)
La necesidad de usar productos regionales como los frutos maduros de árboles y arbustos forrajeros en el trópico seco, precisan conocer las características fermentativas y su composición química para establecer las ventajas y limitaciones de su uso en la alimentación de rumiantes, sobre todo en la época de estiaje donde la limitante de forrajes de calidad se ve reducido por la estacionalidad de la época de lluvias en el trópico (Hernández-Morales et al., 2016). Dado lo anterior, el presente trabajo de investigación recolecto el fruto de tres recursos forrajeros existentes en la costa sur de Jalisco para conocer su valor nutritivo y poder ser considerados como una alternativa forrajera y nutricional en los sistemas de producción de la región.
OBJETIVOS
Determinar la composición química y digestibilidad in situ de la materia seca del fruto de la Parota (Enterolobium cyclocarpum), Mojote (Brossimum alicastrum Sw. sp.) y la Guácima (Guazuma ulmifolia Lam) en estado maduro.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se recolectaron frutos maduros de dos árboles Parota (Enterolobium cyclocarpum) y Mojote (Brossimum alicastrum), así como un arbusto Guácima (Guazuma ulmifolia Lam), se realizó en las áreas de agostadero (cerros) de la localidad de La Concepción municipio de la Huerta, Jalisco, Méx. Con coordenadas geográficas de ubicacion entre los paralelos 19º 13' y 19º 46' de L N; los meridianos 104º 31' y 105º 14' de L O con una altitud entre 0 y 1 300 msnm. El clima de esta localidad es cálido subhúmedo con lluvias en verano, con un rango de precipitación pluvial anual de 600-2000 mm distribuidos en los meses de junio a octubre y un rango de temperatura de 20 - 28°C (INEGI, 2009 a).
Colección y preparación de los alimentos
En un área de aproximadamente 10 hectáreas con diferente vegetación arbórea y arbustiva entre la cual se encontró: parota, mojote y guácima. Se tomaron muestras de fruto de diez árboles respectivamente, aproximadamente dos kg/árbol, las muestras de cada especie se homogenizaron perfectamente para luego tomar tres muestras de cada tratamiento; con la finalidad de obtener información de parámetros nutricionales de los frutos recolectados en estado maduro. Posteriormente las muestras se llevaron al laboratorio de nutrición animal del Centro Universitario del Sur (CUSUR) para su proceso.
Análisis Químico del experimento
Las determinaciones químicas se realizaron en el Laboratorio de Nutrición Animal del Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara.Los ingredientes fueron secados en una estufa de 55° C por 48 horas y posteriormente se molieron en un molino de martillo (Thomas-Wiley Mill) con criba de 2 mm para su análisis. A cada ingrediente se le determino materia seca total (MST), proteína cruda (PC) mediante el método Kjeldahl, extracto etéreo (EE) por el método Soxhelt, fibra cruda (FC) por el método de Weende, cenizas por combustión en mufla a 550°C (C) y materia orgánica (MO) por diferencia, todos mediante las técnicas descritas por la A.O.A.C. (2003). La energía metabolizable (EM) fue calculada mediante la fórmula (EM = 1.81 + 0.064 x PC) Martín y Palma (1999). Las determinaciones de las fracciones de fibra (FDN y FDA) se realizaron con el método de Van Soest et al. (1991).
Digestibilidad In Situ
Este proceso se realizó en el rancho “Dos Pivotes” ubicado al suroeste del municipio de Zapotlán El Grande, del estado de Jalisco México; con coordenadas geográficas de 19° 27’ 13” de latitud norte y 103° 27’ 57” de longitud oeste, con una altitud de 1,520 msnm. (INEGI, 2009 b).
Para determinar la digestibilidad in situ de la materia seca (DIMS) de los frutos de mojote, parota y guácima, se utilizaron dos novillos de raza Holstein fistulados con cánula ruminal permanente, con un peso promedio de 350 kg, que fueron alimentados con rastrojo de maíz, punta de caña, pasto rhodes seco, ensilado de maíz y concentrado comercial, por todo el periodo experimental. Además, se utilizaron bolsas de poli seda de 10 x 15 cm con un tamaño de poro de 52 (+/-) 10 µm. Estas bolsas se secaron en una estufa de aire forzado a 55°C por 24 hrs. Se enfriaron en un desecador, se pesaron previamente identificadas, en las cuales se depositaron 5 gr de muestra. Las bolsas se cerraron con ligas de hule y después se sujetaron a una cadena utilizando hilo de nylon. La incubación ruminal de las muestras fue a 0,12, 24, 36, 48, 72, 96 h colocando tres muestras por tratamiento, además de agregar blancos en cada uno de los tiempos (bolsas sin muestra). Las bolsas fueron depositadas secuencialmente, con el fin de que todas las bolsas sean removidas al mismo tiempo; posteriormente se lavaron con agua potable hasta quedar limpias. Se dejaron secar a temperatura ambiente y después en estufa de aire forzado a 55 °C por 48 h; posteriormente se registró su peso y se determinó la DISMS y DISMO de cada periodo de incubación mediante la siguiente ecuación:
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RESULTADOS Y DISCUSIÓN
A los datos obtenidos se les hizo análisis de varianza y la prueba de medias (Tukey al P<0.05). SAS, (2001). Los resultados encontrados (cuadro 1) indican que solo en las variables MO y C del bromatológico no hubo significancia (P>0.05) y las medias muestran que el fruto de Guácima fue el que mostro los mayores valores de MS, GC, FC, FDN, FDA, y C, por otro lado el fruto del mojote obtuvo los valores más bajos en MS, GC, FC, FDA. La variable de PC y MO fue mayor en parota, mientras que los frutos de guácima fueron los que presentaron el valor más bajo.
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La variable digestibilidad in situ de la materia seca DIVMS, se observó significancia (p<0.05), en casi todos los periodos de incubación con excepción de las 12 hrs que todos fueron similares (cuadro 2), se puede apreciar que los frutos de mojote fueron los que presentaron mayor digestibilidad y que a la edad de 36 hrs se alcanzó la máxima degradación con 97.5. Por otro lado, en el mismo cuadro 2 se aprecia que los frutos de guácima son los de menor tasa de degradación en todos los tiempos de incubación alcanzando solo 64.4% a las 36 hrs. Si lo comparamos con lo máximo alcanzado por los otros dos frutos, tiene 20% menos que parota y 33.1% menos que mojote. La baja digestibilidad del fruto de guácima puede estar en función del menor contenido de proteína cruda y por el mayor contenido de fibra cruda.
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El análisis de varianza y la prueba de medias realizados a la variable digestibilidad in situ de la materia orgánica DIVMO de los tres frutos, indicaron que en todos los tiempos de incubación fueron diferentes (p<0.05), en el cuadro 3, se puede apreciar que los frutos de mojote fueron los que presentaron mayor digestibilidad y que al igual que la DIVMS en la edad de 36 hrs se alcanzó la máxima degradación con 94.6% y después se estabilizan, solo el fruto de guácima su máxima digestibilidad en el periodo de 48 hrs con solo dos décimas porcentuales más. En el mismo cuadro 3 se observó que en esta variable, los frutos de parota son los de menor tasa de degradación en todos los tiempos de incubación alcanzando solo 86.9% a las 36 hrs. Si lo comparamos con lo máximo alcanzado por los otros dos frutos, tiene 7.9% menos que guácima y 7.7% menos que mojote.
CONCLUSIONES
En base a los resultados obtenidos en el presente trabajo se concluye que la determinación de la composición química nos permitió conocer que los frutos maduros de los arboles parota y mojote mostraron contenidos aceptables de proteína y altas digestibilidades, por lo que con toda seguridad pueden formar parte de la dieta de rumiantes en la época de estiaje.
La guácima, aunque reporto la menor calidad nutritiva y digestibilidad no debe ignorarse para su empleo en la alimentación animal en la época seca ya que se encuentra distribuida no solo en el municipio de la Huerta, Jalisco sino también en todo el trópico seco del país.