Introducción
En algunas plantas también existe una variedad de metabolitos secundarios, por ejemplo: compuestos fenólicos tales como los taninos y diversos alcaloides que actúan como defensa contra los herbívoros (Kaplan et al. 2008). En los trópicos, los árboles forrajeros con alto valor nutricional, representan un potencial como recurso alimenticio para aumentar la producción animal; sin embargo, se reconoce que existen algunos compuestos antinutricionales como los taninos, que pueden ser ingeridos por los animales y están presentes en este tipo de especies arbustivas demeritando el valor nutricional de estas fuentes alternas de alimentación. Los taninos pueden ser benéficos o perjudiciales para los rumiantes,esto va a depender de factores como: el tipo y cantidad consumido, estructura y peso molecular del compuesto y la fisiología de las especies que lo consumen. Se ha demostrado que el uso de especies arbóreas forrajeras (EAF), que contienen niveles adecuados de taninos en la dieta protegen parte del nitrógeno de la degradación ruminal y favorecen sus utilización, previenen el timpanismo, ayudan a controlar ciertos parásitos internos de los animales y tienen el potencial de reducir las emisiones de CH4 por rumiantes (Patra y Saxena 2010). Al pastorear, los herbívoros tienen la capacidad de seleccionar determinadas áreas de vegetación, especies y determinadas partes de las plantas para cubrir sus requerimientos alimentarios y balancear la cantidad y calidad de la biomasa que consumen. El objetivo del presente trabajo fue determinar la concentración de fenoles totales y taninos condensados en nuevas especies arbóreas forrajeras de la Región de Tierra Caliente, Michoacán.
Materiales y Métodos
Los municipios que constituyeron el área de estudio fueron: Carácuaro, Huetamo y San Lucas, pertenecientes al Distrito de Desarrollo Rural 093, que se encuentra en la Región denominada Tierra Caliente en la parte sur oriental de Michoacán. La superficie total de la región comprende 651,529 ha. El clima predominante, pertenece al grupo de climas cálidos húmedos, con una precipitación media anual de 800 a 1,000 mm³. Para identificar y registrar el conocimiento local de las especies de uso forrajero, se aplicaron 45 encuestas al mismo número de ganaderos (15 por municipio); estos tenían amplia experiencia en la actividad ganadera y mantenían a sus animales bajo condiciones de pastoreo extensivo. La encuesta cuenta con el listado existente de EAF que a la fecha se tienen inventariadas en el estado de Michoacán. Para determinar la composición química, se obtuvieron muestras de follaje verde de tres individuos de cada especie, procurando que guardaran similitud en cuanto al tamaño, frondosidad y etapa fenológica. Se realizaron los muestreos durante el periodo de lluvias (agosto a noviembre) en localidades cercanas entre sí y la ubicación de los árboles muestreados fue georreferenciada con GPS GARMIN Etrex 12 CHANNEL. Las muestras se conservaron en bolsas de papel, se secaron en una estufa de aire forzado a 60°C, durante 24 horas, se molieron en un molino Fritsch Pulverisette 5 de jarras con balines a 300 rpm, durante 2 minutos y se determinó la concentración de fenoles totales y taninos condensados de acuerdo con la técnica propuesta por Price y Butler (1997). Para el procesamiento de los datos se determinó el coeficiente de correlación lineal simple entre taninos y fenoles, por medio del paquete estadístico STATISTIC.
Resultados y Discusión
De la encuesta aplicada a los productores, se obtuvo un listado de 73 nuevas especies arbóreas forrajeras; de éstas, 62 de ellas se identificaron con 26 familias diferentes. La mayoría de las especies clasificadas se encuentran dentro de la familia Leguminosae con un total de 15 especies. Esto demuestra la diversidad de material vegetativo que se encontró en la Región. En la tabla 1 se incluye, la concentración de fenoles y taninos que poseen las nuevas especies arbóreas. La menor concentración de fenoles totales se encontró en la especie zorillillo con 0.17% (especie no identificada), y el valor más alto fue para Perymenium sp. con 10.85%. Las nuevas EAF con concentraciones menores al 2% de taninos representan el 32.83% (22/67) de las especies evaluadas. En investigación anterior, González et al. (2007), sugieren que la mayoría de las especies arbóreas evaluadas (71.63%) pueden ser incorporadas como fuente importante de alimento para el ganado. Estos resultados contrastan con los encontrados en el presente estudio. Es probable que la diferencia en la concentración de estos componentes antinutricionales esté influenciada por el genotipo de la planta (la especie y la variedad), las características ambientales (radiación solar y disponibilidad de agua), la velocidad de crecimiento, la madurez, la condición nutricional del suelo, la depredación y las enfermedades (Waghorn 2008).
El 7.46% de las especies forrajeras presentaron concentraciones de 2 a 4% de taninos condensados (tabla 1). Se menciona que estos niveles tienen efectos positivos en el pasaje ruminal de las proteínas, reciclaje de urea, sobre la producción y sanidad animal. Igualmente, se reconoce que los taninos, pueden inhibir la metanogénesis directamente o a través de la inhibición del crecimiento de los protozoarios. La estructura química y el peso molecular de los metabolitos secundarios y la composición química de las dietas pueden influir en la producción de CH4 (Patra y Saxena 2010). El 59.7% (40/67) de los árboles muestreados presentaron concentraciones de taninos mayor a 5%. Se menciona que las especies forrajeras con niveles de taninos mayores al 5% ocasionan una reducción en la ingesta de materia seca, lo que afecta la productividad de los animales y afecta negativamente el valor nutritivo de los forrajes. Esta disminución se debe al efecto de los taninos sobre la palatabilidad que provoca una sensación de astringencia. Las partes más vulnerables de la planta -hojas nuevas y flores- presentan mayores concentraciones de taninos y factores como: temperatura, intensidad de la luz, agua, calidad del suelo y la topografía, influyen en la concentración de taninos en las plantas (Waghorn 2008). Sin embargo, al pastorear, los herbívoros tienen la capacidad de seleccionar determinadas áreas de vegetación, especies y determinadas partes de las plantas para cubrir sus requerimientos alimentarios y balancear la cantidad y calidad de la biomasa que consumen. La selectividad del forraje depende de varios factores, algunos de ellos se asocian con las características del animal y otros con las de la vegetación. En general, los animales al pastorear seleccionan material vegetal con una alta relación hojas/tallo, ya que las hojas poseen un valor nutritivo más alto. La correlación entre los fenoles totales respecto a los taninos condensados, fue de R²=0.7033, lo que demuestra que existe relación estadísticamente significativa entre fenoles y taninos para un nivel de confianza del 99%. El modelo explica un 49.47% de la variabilidad en fenoles (Figura 1).
Resulta importante la determinación de la concentración de taninos y fenoles en la Región de Tierra Caliente, Michoacán, donde se ha observado la biodiversidad de árboles forrajeros con la finalidad de tener información de los contenidos de estos compuestos antinutricionales que puede servir para orientar a los productores en la toma de decisiones cuando realicen prácticas como la de aclareo de predios y las modificaciones nutricionales tienen una mayor probabilidad de ser adoptadas por los productores y de aumentar la eficiencia de utilización del alimento.