Introducción.
La integración de la producción animal con sistemas de producción agrícola es una alternativa que surge para asegurar que estos sean sostenibles y además permitan optimizar el uso de los recursos. La importancia radica en que los sistemas agrícolas pueden aportar una cantidad apreciable de subproductos que pueden ser utilizados en la nutrición animal (Foster, 2004).
La necesidad de utilizar los subproductos agroindustriales cobra importancia en los últimos años debido a la alta producción agrícola en América latina. El uso de estos en la suplementación de bovinos originó un proceso de manejo de los desechos, el cual resulta una excelente opción, generando numerosos estudios para la búsqueda de fuentes de alimentación alternativa. Lo que hace necesario recursos que se ajusten al medio de producción en cada región (Intriago y Paz, 2000).
La explotación del plátano en la zona Sur del Lago es una de las más intensas y productivas. En este sentido las explotaciones plataneras aportan grandes cantidades de residuos de este producto. Sin embargo, las nuevas políticas ambientales y económicas con respecto a la producción a nivel mundial imponen exigencias a los productores y exportadores, principalmente por el uso de plaguicidas y la generación de desechos como el vástago de plátano, la concha y el rechazo. Por este motivo, es necesario, manejar estos productos sobrantes con el fin de disminuir el uso de recursos y permitir a un desarrollo sostenible de la producción platanera (Intriago y Paz, 2000).
Por su parte, el follaje de yuca se encuentra en todo el trópico, la cosecha es fácil y eficiente y puede también ser utilizada en la alimentación animal. En la zona sur del Lago de Maracaibo, los subproductos de cosecha han sido poco estudiados y en algunos casos se convierten en desechos generando contaminación ambiental. La importancia de valorar nutricionalmente las materias primas y sus residuos radica en conocer su potencial nutritivo para elaborar dietas de animales domésticos, con el propósito de disminuir los costos de producción ya que la alimentación representa más del 70 % de estos (Medina et al., 2008).
El residuo de subproductos agroindustriales como los de yuca y plátano, no tiene valor económico y crea de forma inmediata tres tipos de problemas: la acumulación, el transporte y la eliminación. Aunado a esto, la propagación de plagas en los cultivos; de cualquier manera es evidente que los residuos orgánicos tienen una gran incidencia negativa sobre el medio ambiente (Medina et al., 2007).
Uno de los principales problemas que ha limitado el desarrollo animal en Latinoamérica, es la escasez y la competencia por el consumo humano de alimentos energéticos y proteicos comúnmente utilizados en países desarrollados para alimentación animal (López y Ralda, 1999).
Definición del problema: En Venezuela uno de los principales inconvenientes para lograr una eficiencia en la producción animal, con respecto a la alimentación, ha sido la dependencia a los concentrados que muchas veces la materia prima es importada, por lo tanto los costos son bastante elevados. La utilización de desechos de la industria alimenticia, surge como una necesidad debido al elevado coste de los alimentos en el mercado. El encarecimiento de los mismos se debe primordialmente a que los principales ingredientes de los concentrados, son utilizados para el consumo humano, por lo cual los productos a emplearse en la alimentación del ganado están cada vez más restringidos y encarecidos. De aquí la importancia de la utilización de subproductos, los cuales son de fácil adquisición y más económicos.
El ensilaje es una excelente opción para la alimentación en las ganaderías venezolanas por la gran variedad de forrajes, la intensidad solar y el nivel de lluvias que existen en el trópico. Hay que destacar que en Venezuela más de la mitad del maíz y otros cereales que se utilizan para la elaboración de concentrados animales, sobre todo para ganado bovino, son importados; por lo que es un sistema de alimentación costoso para el ganadero, convirtiéndose así el ensilaje en un modo de alimentación más económica que puede cumplir con los requerimientos nutricionales del animal (Medina et al., 2008).
Además de constituir una ventaja para la ganadería, que puede encontrar aquí la solución al elevado costo de la alimentación animal, también constituye un beneficio para las empresas en las cuales el manejo de los desechos obtenidos de su producción representa un gasto adicional. El reto está en combinar los desechos adecuados logrando una dieta balanceada, que permita igual o mejores rendimientos, en cuanto a litros de leche diaria a un menor costo y de esta manera lograr una mayor rentabilidad financiera para las explotaciones ganaderas (Miranda et al., 2013).
Objetivo general
- Evaluar el efecto de la suplementación con ensilaje de conchas de plátano y hojas de yuca a diferentes proporciones, en la producción de leche.
Objetivos específicos:
- Determinar la composición química de los ensilajes en las diferentes proporciones de 100% hojas de yuca, 100% conchas de plátano y 50 y 50% de hojas de yuca y conchas de plátano.
- Evaluar el efecto de la suplementación con el ensilaje de hojas de yuca y conchas de plátano, en la producción de leche en vacas.
- Analizar los costos de producción del ensilaje en estudio.
MATERIALES Y MÉTODOS
EL experimento se realizó en la Finca Manantiales, Sector Gavilanes, Estado Mérida. Zona Sur del Lago de Maracaibo, con Latitud8° 49′ 9.34″ N, Longitud. -71 27′ 57.96″ O., 60 msnm. La Precipitación Anual está entre (mm.) 1.500 – 2.100 y la Temperatura Anual entre (°C) 20 – 27. El clima es Tropical lluvioso de selva (Instituto Nacional Meteorológico Estado Mérida, 2008). Dicha Finca es destinada a la producción de leche con animales de raza pura Girolando.
- Experimento I: Elaboración de ensilajes de diferentes proporciones.
Se ubicó y trasladó hasta la finca las conchas del plátano proveniente de empresa “Peladora Playa Grande” C.A., ubicada en el sector Caño Los Burros, km 41 vía Santa Bárbara estado Zulia, donde semanalmente ingresan de 4.500 a 5.000 kg de plátanos, organizados en alrededor de 150 cestas cada una de 38kg aproximadamente; luego de retirada las cascara se desechan unas 163 cestas de 10 kg promedio. El primer tratamiento que se le realizó a este subproducto es un presecado que consistió es dejarlo al sol durante 5 días antes de continuar con el repicado.
Las hojas de yuca se recolectaron de cultivos de la zona antes de la cosecha del tubérculo. Alrededor de un metro de la parte superior de las plantas, fue cortado y no hubo separación de las hojas, tallos y pecíolos.
Después de obtenidos los subproductos, se procedió con el repicado de los mismo, para convertirlos en partículas más pequeñas y facilitar el proceso de ensilado; se usó una repicadora portátil PN-Plus 2000 marca “Nogueira”, con 2.200 rpm, 2.500 kg/hora.
Se realizaron 3 tipos de ensilaje, el primero 100% de hojas de yuca, el segundo 100% conchas de plátano y el tercero 50% de hojas de yuca y 50% conchas de plátano. A cada uno de los ensilajes se les adicionó 5% de melaza. Los silos se elaboraron en bolsas plásticas de 50kg de capacidad, se conservaron en condiciones aceptables de humedad, temperatura y fuera del alcance de animales, por un tiempo de 22 días mientras ocurría el proceso de fermentación acido-láctica. Luego de abiertas las bolsas se realizo un análisis organoléptico y se enviaron muestras a laboratorio para un estudio bromatológico.
1) Tratamientos:
Luego de formular, se dividió en cuatro periodos con tres tratamientos y un control; usando dos unidades experimentales en cada uno de los mismos. El experimento se desarrollo de la siguiente manera:
En el tratamiento uno se le suministró ensilaje preparado a la proporción de 100% hojas de yuca (EHY), se ofreció 10 kg.
En el tratamiento dos se suministró ensilaje 50% de hojas de yuca y 50% conchas de plátano (EYP), 10Kg.
Por último el tratamiento tres, se suministró ensilaje 100% de conchas de plátano (ECP) 10Kg.
El grupo control contó con las dos unidades experimentales sometidas al manejo habitual de la finca en donde se les administró ensilaje de maíz, además de melaza, minerales, sal y dos kilogramos de alimento concentrado al momento del ordeño.
2) Prueba en animales:
Se utilizaron 8 vacas con dos lactancias; que al momento de iniciado el experimento, estaban en el segundo tercio de la lactancia, entre 3 y 4 meses postparto, con características raciales Girolando, de 500 kg de peso, en su segundo parto y con suficiente información en los registros productivos.
El diseño que se usó para este experimento fue el cuadrado latino de sobrecambio (change-over), y se aplicó un análisis de varianza doble, donde se realizaron cuatro periodos, tres tratamientos más el control y dos repeticiones por cada uno, con diez días de adaptación y cinco días de mediciones, la diferencia se determinó por medio de una prueba de Duncan. Se utilizó el programa Statistic V8 (2009) para los cálculos estadísticos.
3) Condiciones de alimentación y manejo:
Las vacas fueron al pastoreo en potreros cubiertos en su mayoría por especies pratenses como Brachiarias brizanta y radicans (pasto tanner). El manejo rotacional de los potreros se realizó de la siguiente manera, un día de ocupación y 28 días de descanso, se pastorean potreros de una hectárea. Las vacas se manejaron en el mismo lote, y a su vez se les suministró constantemente agua, sal, melaza y minerales, en una mezcla preparada, junto con 10 kg de ensilaje correspondiente a cada tratamiento. También se les proporcionó 2 kg de alimento concentrado para el momento del ordeño.
Después del primer ordeño en la mañana, los animales fueron a pastorear por al menos cinco horas, luego regresaron a la vaquera y permanecieron tres horas en la vaquera antes del siguiente ordeño de la tarde; en este tiempo es donde se le ofertó el ensilaje correspondiente a cada tratamiento, en seguida se ordeñaron por la tarde y al terminar salieron de nuevo a los potreros correspondiente donde permanecieron por ocho horas, hasta el próximo ordeño, en promedio los animales pastorearon alrededor de unas 13 horas. El plan sanitario y registros se llevaron constantemente.
A los 15 días se intercambiaron las unidades experimentales, es decir, los animales que estaban comiendo EHY pasaron a comer EYP, lo mismo para los que comieron ECP, pasaron a comer EYP; y por último los que comieron EYP, cada una paso a comer la dieta del control. Para los siguientes periodos se modificaron los tratamientos nuevamente. A los animales se les coloco una cinta de diferentes colores identificando el tipo de tratamiento que estaban consumiendo. Eran separados al momento de entrar a la vaquera y llevados a corrales diferentes para proporcionarles la dieta correspondiente.
Cada periodo tuvo una duración de 15 días, de los cuales los primeros diez días fueron de adaptación a la dieta y en los últimos cinco se midió la variable de estudio (producción de leche). El experimento se realizó entre el periodo de diciembre del 2013 a enero del 2014.
Previo al tratamiento, se realizó un período de acostumbramiento de diez días para evaluar la cantidad de ensilado suministrada en función de la aparición de trastornos digestivos y del rechazo. Se suministraron cantidades crecientes de ensilado, comenzando por un valor de tres kg en peso fresco hasta que se llegó a ofrecer la cantidad a evaluar.
ü Análisis organolépticos: Después de la realización de los ensilajes, los silos se abrieron al comenzar el ensayo, 30 días después de la elaboración de los mismos. Se evaluó la calidad organoléptica. Se llevó a cabo analizando cualitativamente los siguientes parámetros sensoriales:
- Aspecto.
- Olor.
- Consistencia.
- Color.
- Análisis Bromatológico: Para análisis de las muestras de ensilajes se determino el porcentaje de materia seca (MS), cenizas, extracto etéreo (EE). La metodología usada es la de la AOAC (1990). Proteína cruda (PC) bajo la técnica Micro-Kjeldahl, porcentaje de fibra acido detergente (FAD) y fibra neutra detergente (FND) (Van Soest y Robertson, 1985). Estos análisis se realizaron el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA). Ubicado en el Guayabo, municipio Catatumbo, estado Zulia.
- Digestibilidad in vitro: se realizó en el INIA, mediante las técnicas de bolsas de Nylon en Incubador Daisy II, Ankom Tecnology, USA, basado en la técnica original de Tilley y Terry (1963).
- Consumo: Se determinó mediante la diferencia entre oferta y rechazo: luego de haber ofertado los 10 kg del pienso se procedió a pesar todos los residuos que dejaron cada uno de los animales. Luego del análisis de varianza se realizó una prueba de Duncan para determinar las diferencias entre cada uno de los tratamientos.
- Producción de leche: Para estudiar el efecto de los ensilajes sobre la producción de leche en vacas, se determinaron los litros de leche usando los vasos colectores (vaso record) durante tres días consecutivos, en ambos ordeños (por la mañana y tarde), después del periodo de acostumbramiento.
- Porcentaje de grasa y proteínas totales: se tomo a partir de los valores obtenidos en la receptoría de leche, a la cual se envió las muestras tomadas a cada una de las unidades experimentales.
- Valoración económica: Para evaluar la viabilidad económica de las dietas se realizó un estudio económico comparativo del costo de cada uno de los tratamientos. Resaltando que para los ensilajes que necesitaron hojas de yuca, se sumó el valor de la recolección del subproducto, mas no del cultivo, lo mismo para el caso de las conchas de plátano, que a diferencia del otro este solo se toma de las empresas que lo desechan.
RESULTADOS Y DISCUSIONES
Los resultados de la evaluación organoléptica (cuadro 3) reflejan el aspecto de cada uno de los ensilados, en donde el EHY y EYP presentaron partículas más groseras pertenecientes al tallo y las más sueltas fueron del follaje y el EYP resultó tener partículas más adheridas. Al momento de la manipulación el EHY y EYP resultaron ser de consistencia laxa y el ECP se presentó más comprimido. Con respecto al olor los EHY y EYP desprendieron un olor agradable, mientras el ECP fue similar al fermento de frutas.
En los resultados obtenidos por Maza et. al. (2011) con ensilaje de Penisetumsp. más adición de yuca fresca, mostraron un mejor comportamiento para las características organolépticas en el tratamiento en que se adicionó 15% de yuca, en el cual las características fueron excelentes. Respecto al color, los tratamientos experimentales presentaron una cualificación excelente (tonalidad verde aceituna), mejor que los del tratamiento testigo (tonalidad verde amarillento). En cuanto al olor, el ensilaje de 90% Penisetum sp. + 10% de yuca fresca y el de 85% pasto Penisetum sp. + 15% de yuca fresca presentaron un olor excelente, similar al de fruta madura, característico de ensilajes de excelente calidad. Comportamiento semejante al tratamiento donde se empleo conchas de plátano en esta investigación.
Por otra parte, las investigaciones realizadas por Cevallos (2005) bridaron resultados similares a los mostrados en este trabajo. Aunque es importante destacar que las condiciones experimentales y el material empleado fueron diferente.
Es necesario señalar que el aspecto del ensilaje (cuadro 3) es considerado bueno, partiendo de los estudios donde se han evaluado diferentes ensilajes de subproductos. Cada uno de los tratamientos presentaba condiciones óptimas para incluir en la dieta de los animales.
En trabajo realizado por Triana, et al. (2014), con plátano de rechazo, obtuvo un ensilaje de buena calidad debido a su color verde amarillento y café claro, un olor a fruta madura ligeramente ácido y una textura firme sin deformarse al presionar con los dedo, lo cual indica el comportamiento del plátano como sustrato adecuado para el desarrollo de BAC que estabilizaron y aumentaron las propiedades nutritivas y organolépticas del alimento. Sus resultados se acercan a los obtenidos en el presente estudio con el ECP.
Miranda et al. (2013) determinaron un color verdoso turbio y olor agradable como variantes en ensilajes de yuca (raíz, tallo y hojas) molida mezclado con diferentes proporciones de caupí e inoculados con BIOPRANAL medio de cultivo mixto de levaduras y bacterias lácticas. Esos resultados son semejantes a los encontrados en este estudio con el EHY.
Cuando los ensilados tienen olor ácido fuerte usualmente indica que el material tiene insuficiente concentración de bacterias lácticas, ya que el principal factor que afecta la calidad del ensilaje durante el almacenamiento es la admisión de oxígeno al ensilaje, el cual incrementa el desarrollo de hongos y levaduras, que provocan pérdidas de materia seca y calentamiento del material ensilado Miranda et al. (2013).
En el presente estudio todos los tratamientos presentaron un olor agradable, lo que indica que estaban en buenas condiciones. Tampoco hubo presencia de hongos o levaduras que comprometieran la calidad de los ensilajes.
El análisis bromatológico arrojó que el porcentaje de MS para el ensilaje de hojas de yuca (EHY), conchas de plátano (ECP) y la mezcla 50% y 50% de ambos (EYP), fue de 36.84%, 22.92% y 30.14% respectivamente, valores que indican que el EHY y EYP se puede conservar por largo tiempo con buena calidad, mientras que el ECP no se puede almacenar por mucho tiempo ya que su MS está por debajo del 25% lo que compromete su calidad y favorece el crecimiento de bacterias de putrefacción como los clostridiumsp. (López y Ralda 1999). También se comprobó que el tratamiento uno fue superior al resto con diferencias significativa entre ellos.
Según Cisneros et al. (2000) a medida que se incrementa la MS aumenta la presión osmótica y disminuyen las fermentaciones nocivas, o sea, que la acción combinada de la acidez y la mayor presión osmótica impide el desarrollo de este tipo de fermentaciones. Tomando en cuenta lo dicho por este autor, se demuestra que el ECP, por poseer un porcentaje de materia seca bajo, es propenso a contaminación.
Con la elaboración de los ensilados de conchas de plátano y el de 50% hojas de yuca y 50% conchas de plátano se determino que es necesario un paso previo, el cual consiste en el secado al sol durante cinco días de las conchas luego de obtenidas, ya que su alto contenido de humedad podría haber afectado el proceso de fermentación, sin embargo, el ECP resultó ser el de más bajo en materia seca y el más propenso a causar pérdidas. Así mismo, López y Ralda 1999, afirmaron que el secado solar es el método para alcanzar la materia seca ideal para la elaboración de concentrados y que el tiempo está determinado por la humedad relativa presente en la zona.
Según Preston, et al. (2000), el consumo del ensilaje de las hojas de la yuca puede llegar hasta 25-30% de la materia seca total de la dieta, así aportando entre 9 y 10% de proteína en la materia seca de la dieta.
Con respecto a la PC se obtuvo un 20.34% en el EHY, 8.89% en el ECP y 14.58% para el EYP, lo que confirma el alto contenido de proteína presente en las hojas de yuca, y el de más bajo porcentaje es el de conchas de plátano.
Uset (2009), determinó que la parte aérea de la yuca se puede usar para mejorar la calidad de otros alimentos (pasto elefante, sorgo, maíz, caña de azúcar y otros) en diferentes proporciones, encontrando un 17% de proteína. Cercano a los obtenidos en el EHY y confirmando que pueden las hojas de yuca asociarse con otros subproductos como la concha de plátano y producir un ensilaje de buena calidad (EYP).
Para la fibra neutra detergente (FND) y la fibra acido detergente (FAD), los valores fueron en el EHY 30.65% y 22.33% respectivamente, que indica que las hojas de yuca contienen mayor contenido de celulosa y lignina, proveniente de los tallos incluidos al momento del repicado. En el ECP resultó FND 30.65% y FAD 21.19% indicando que es bajo en fibra y por lo tanto se ensila más rápidamente y es rápidamente digerible, y en el EYP se obtuvo 24.76% de FND y 17.12% de FAD que está entre un valor intermedio entre los anteriores tratamientos. Valores superiores de FND 40.25% y FAD 37.24% obtuvo Uset (2009), ensilando hojas de yuca en asociación con otros tipos de forrajes.
Pérez y Yépez (2011), encontraron en el follaje de yuca y yuca, como suplemento para ganado doble propósito, valores de MS 28.5%, PC 22.7%, FND 62.5%, FAD 37.9%. Comparables con la materia seca del EYP, pero con la proteína por debajo y el contenido de fibra muy superior. Miranda (2013) en ensayos con ensilajes de yuca y Caupi, en diferentes proporciones, obtuvo promedios de MS 38.9%, PC 10.15% y cenizas 4.06%. Destacando que uso tallo, hojas y raíz de yuca, sin embargo se acercaron a la composición química del EYP, en donde se encontró que estos subproductos poseen propiedades complementarias.
El %EE para EHY fue de 5.88%, el de ECP 3.14% y el de EYP 4.83% demostrando que las hojas de yuca tienen más contenido de grasas, mientras que las conchas de plátano fueron las más bajas, pero ninguno de los tratamientos sobrepasa el 7%, que es el punto a partir del cual la grasa podría causar problemas al momento de digerir la fibra, ya que las grasas crean una película que evita la acción de los microorganismos.
López y Ralda (1999), concluyeron que las cascaras de banano fermentadas, presentaban valores de EE 7.76%, el cual estaba dentro de los requerimientos del ganado lechero (mayor a 12%) además de esto una mejor palatabilidad de la ración. Siendo así, los diferentes tipos de ensilajes presentaron niveles aceptables que podrían cubrir las necesidades de los animales.
La digestibilidad in vitro de la materia seca (DIVMS) en el EHY fue de 73.31%, para el ECP fue de 90.54% y el EYP 85.30% que nos indica que los tratamiento son fácilmente digeribles, notándose como más fácil de digerir el ECP y de los tres el menos digerible es el de las hojas de yuca, correspondiéndose a su más alto contenido en FND y FAD.
Preston et al. (2000), obtuvieron valores de digestibilidad de la materia seca en ensilajes de hojas de yuca de 89.4%. Estando por encima de los encontrados en el EHY, sin embargo son buen promedio. Giraldo et al. (2008), con harina de hojas de yuca, se acercó al promedio de digestibilidad (76.79%) mostrados por el EHY.
La energía metabolizable (EM) estuvo en 2.85 Mcal/Kg para el EHY, 3.26 Mcal/Kg para el ECP y 3.07 Mcal/Kg en el EYP, indicando que las conchas de plátano poseen mayor contenido de energía, comparado con las hojas de yuca, esto es explicado que algunas conchas de plátano contienen parte del fruto. El tratamiento tres logra obtener un valor intermedio.
Pérez y Yépez (2011) con follaje de yuca obtuvo 2.24 McalEM/kg, muy similar al encontrado en el EHY.
En porcentaje de cenizas resultó que el EHY presentó 11.41%, el de ECP 13.08% y el EYP 11.00%, lo que indica que el ensilaje de conchas de plátano posee mayor cantidad de cenizas, por lo tanto mayor es el contenido de minerales en el tratamiento dos que en el resto de los tratamientos, una de las razones puede deberse que a las conchas de plátano se le adhieren más partículas por el contacto con el suelo al momento de la elaboración del ensilaje.
Medina et al. (2007), realizando una caracterización de subproductos encontró que las conchas de plátano alcanzaron valores de proteína de 4.7%; inferiores a los del ECP; similares en cenizas 12.8% y FAD 11.5%; y superiores en FND.
Quiñonez et al. (2007), determinó que la composición química de la hoja de yuca, bajo varios tratamientos de secado (PC 21.4%, FND 36.79%) no se vieron afectadas por el tipo de deshidratado. Confirmando que el proceso de conservación aplicado no afecta la composición química del subproducto.
Dormond (2011), encontró que las conchas de banano maduro (MS 13.45%, PC 8.7%, EE 8.5%, cenizas 12.69% y EM 5.1 Mcal/EM) se comportan como excelente recurso para ensilar y no necesita ninguna adición de carbohidratos solubles para fermentar, mezclándolo con pasto King Grass, en ensilaje, resultó ser una excelente opción para conservar estos recursos. Estos autores encontraron valores cercanos a los obtenidos para el ECP en el presente estudio.
Foster (2004), realizando trabajos con banano de rechazo, obtuvo resultados de MS 18.86%, PC 6.22%, EE 1.69%, cenizas 8.26% y EM 2.08 Mcal/EM. No se alejan de los obtenidos por Dormond (2011), utilizando conchas de banano. Contrastando con la materia seca encontrada en los ensilajes de conchas de plátano, observamos que está por debajo, y la proteína cruda es similar a la encontrada en los experimentos anteriores. Confirmando que estos subproductos son bajos en niveles proteicos.
La cáscara de banano maduro ensilada contiene en promedio entre 8.57 y 8.85% de proteína cruda, lo que lo coloca en un rango aceptable, que es similar al del ensilaje de maíz (Intriago y Paz, 2000). A pesar de que la cáscara de banano presenta un valor adecuado de proteína cruda, su inclusión en una dieta para bovinos productores de leche es debido a su alto valor energético. Intriago y Paz (2000) también determinaron que la FAD fue de 31.24%, y usando microorganismos eficaces aumentó entre 37.8% y 38.6%, en las cascara de banano maduro ensiladas. Siendo superiores a los obtenidos en el ECP. El proceso de ensilaje y maduración de la concha de plátano podrían haber influido en estos valores.
Los valores de ceniza, EE y EM, encontrados en el trabajo de Intriago y Paz (2000) fueron de 11.30%, 10.50% y 3.61 Mcal/EM, respectivamente, lo que indica que son similares a los obtenidos con el ECP.
En el cuadro 4 se observa que existen diferencias significativas (p<0,05) en la composición química de cada uno de los ensilajes. Con respecto a la materia seca, el EHY, estuvo por encima del EYP y el ECP resultó estar por debajo del Control.
Cisneros et al. (2000) hizo mención a que una de las ventajas del presecado es la reducción de liquido efluente. Y comprobó que con el presecado disminuyen las pérdidas de PB. Habiendo pasado por este proceso las conchas de platano, previo al método de conservación de ensilaje, se podría decir que los valores de PC no fueron afectados para este tratamiento.
El EHY resultó estar por encima de los demás tratamientos con respecto a la PC (cuadro 4), le sigue el EYP con un valor menor, siendo el ECP el que reflejó porcentajes más bajos, pero si comparamos este ultimo ensilaje con el control observamos que su materia seca es mayor y por consiguiente el aporte de proteínas resulta ser más significativo. Para la energía metabolizable el aporte superior fue el del ECP, por su alto contenido de azucares y bajo contenido en fibra, le sigue la mezcla de hojas de yuca y conchas de plátano y por último el ensilaje de hojas de yuca. Todos los tratamientos presentaron valores mayores que los del tratamiento control.
El contenido de energía de un alimento, está muy relacionado con la digestibilidad de su materia seca o su materia orgánica y depende de varios factores, pero en el caso de los alimentos voluminosos, obedece, fundamentalmente, al contenido de material estructural o paredes celulares del mismo y del grado de lignificación que éstas hayan alcanzado (Cisneros, 2010). Tomando en cuenta lo expuesto se demuestra con el experimento, que los ensilajes aportan buenos niveles de energía, en especial el ECP; ya que tienen bajos niveles de fibra acido detergente y un alto porcentaje de digestibilidad.
Para la FAD y FND, se evidenció que el control estaba por encima del resto (cuadro 4), le sigue el EHY y por último el ECP. Destacando que el ECP es el de mejor digestibilidad por tener menor contenido de fibra, aunque los niveles del EYP son bastante buenos.
Van Soest y Robertson (1985) señalan que mientras más alto es el porcentaje de fibra detergente ácida, menos digerible es el alimento, puesto que tiene una correlación negativa de –0.75, lo cual significa que el 75 % del contenido de fibra detergente ácida no es digerida por el animal. Comparando los niveles de FAD obtenidas, podemos decir, que los ensilajes son más digerible que el control.
Los análisis (cuadro 4) de la cantidad de cenizas indican que el tratamiento de mejor contenido es el ensilaje de conchas de plátano, posterior a este el EHY, luego el EYP, determinando que estaban por encima del control.
Con respecto al consumo se observó que el EYP resultó ser el más apetecible (mayor consumo) por los animales (cuadro 5), debido a su aspecto y consistencia. El tratamiento dos, se consumió un poco menos debido a que presento restos leñosos de parte de los tallos, y además por su análisis bromatológico podemos decir que tiene mayor MS, FND y FAD, lo cual regula su consumo. Por último el tratamiento dos, por ser de color oscuro y más compacto, fue el menos apetecible para los animales.
El consumo diario de los ensilajes, (cuadro 5) reflejó; que en la hoja de yuca y plátano existen diferencias significativas (P<0,05) con el resto de los tratamientos, excepto con el control.
Para el consumo del ECP y del EHY (cuadro 5), entre ellos no mostraron diferencias significativas, lo que pudo estar dado a las características organolépticas de estos tratamientos. Destacar que al momento de comenzar el ensayo, hubo poca aceptación de los tratamientos, luego del periodo de adaptación, aumento el consumo. La condición corporal de los animales durante el experimento tampoco se vio afectada.
Cuando el rumiante recibe alimentos voluminosos de baja calidad, y siempre que el resto de las necesidades metabólicas estén cubiertas, el consumo voluntario de los alimentos estará limitado por la capacidad del tracto digestivo (Cisneros 2010). Tal vez esta es una de las razones por las cuales el ensilaje de hojas de yuca, fue poco consumido, ya que presentaba algunas partículas groseras, pertenecientes a los tallos, que escaparon al proceso de repicado.
Buitrago (2001) observó que el follaje de yuca reemplazaba en forma satisfactoria el concentrado de granos como fuente de energía y proteína en raciones para terneros en levante. Los niveles altos de follaje de yuca (hasta 6.8 kg) en la ración diaria de losterneros no afectan los aumentos de peso de los animales. Tal es el caso para las vacas lecheras que consumieron ensilaje de hojas de yuca sola o combinados con conchas de plátano.
Pérez y Yépez (2011), demostraron bajo consumo de materia seca en cada uno de los tratamientos con follaje y raíz de yuca; y favorable para el consumo de proteína similar a los conseguidos con los ensilajes de hojas de yuca y concha de plátano (cuadro 5).
Luego de realizado en análisis de varianza y una prueba de Duncan para evaluar las diferencias entre los tratamientos (Cuadro 6), se determinó que para la producción de leche (PL) resultó que no hay diferencias significativa (P?0.05), entre los tratamientos. Para el porcentaje de grasa (%G) y de proteína total de la leche (%PT) tampoco se observaron diferencias significativas.
Dormond (1998), no consiguió diferencias significativas (p>0.05) con el uso de conchas de banano maduro en la producción de leche. Al igual que Foster (2004) no detectó diferencias significativas (p>0.05) entre los tratamientos para la producción de leche de vacas Jersey suplementadas con banano de rechazo. Parecidos a los resultados obtenidos con el uso de las conchas de plátano en la dieta de los animales objeto de estudio.
La producción de leche de bovinos que consumen ensilajes va a estar determinada, precisamente, por la cantidad ingerida, y a su vez este consumo voluntario dependerá de variados factores tales como: Composición química: contenido de nutrientes, ácidos orgánicos, amoníaco y pH así como del método de alimentación empleado (Cisneros et al. 2000). Resaltar que a pesar, de haber ofrecido una ración mayor que la que consumieron los animales, estos no disminuyeron su producción de leche.
Guerrero y Castejón (2002), suplementando vacas de doble propósito con harina de yuca y de pescado, tuvieron un incremento de la producción de leche. Nótese que para dicho experimente fue usado la parte del tubérculo de la yuca, además de otro suplemento de origen animal.
Montejo et al. (2008) no observaron variaciones en los porcentajes de grasa, proteína bruta, sólidos no grasos y sólidos totales; tampoco evidenciaron un cambio en la condición corporal de los animales durante todo el experimento, usando otro subproducto como es el hollejo de cítricos en vacas lecheras. Resultados similares a los obtenidos en el presente estudio. Tomando en cuenta que son subproductos residuos de la agroindustria y que pueden ser usados de la misma manera que las hojas de yuca y conchas de plátano.
Valoración económica:
Para la valoración de los costos de realización de los ensilajes, se tomó en cuenta la sumatoria de los siguientes indicadores:
- Mano de obra
- Horas de trabajo de la maquina
- Flete
- Costo de la melaza
- Bolsas de ensilar
- Otros materiales.
Se compararon los tratamientos experimentales con el control, mediante un análisis de varianza (Cuadro 7), arrojando los siguientes resultados.
En el cuadro 5 se observa que entre el EHY y el ECP no existieron diferencias significativas, mientras que los costos del EYP están por encima de los anteriores, pero por debajo de del grupo control.
Hernández y Gutiérrez (2006) obtuvieron ganancias mayores con el uso de ensilado de banano y raquis. Al igual que Foster (2004). Semejante a lo obtenido con el ECP.
Meneses et al., (2010), establecieron que debido a que la cascara de banano es un producto de rechazo en las procesadoras, las empresas buscan alternativas de manejo a fin de salir de estos remanentes. Estos subproductos son regalados por estas empresas. Tal es el caso de las hojas de yuca y conchas de plátano, para la producción de alimentos alternativos para los animales (Cuadro 7).
Según Cevallos (2005) los subproductos no se consiguen directamente en la granja, lo que presenta problemas de obtención, recolección, transporte, conservación y administración del mismo a los animales. Así es cierto que el ganadero corre más riesgos en el uso de subproductos, aunque, no lo es menos, que al margen de rentabilidad puede ser mayor. Para el caso de los ensilajes de hojas de yuca y conchas de plátano, se puede asegurar que son subproductos ampliamente disponibles en la zona, lo cual disminuye los riesgos de obtención, para la recolección solo se necesitaron una escasa mano de obra. Entonces usando el método de conservación en ensilajes, se puede disponer de este tipo de dieta, el cual, como lo indica el autor referido, presenta mayores ganancias.
CONCLUSIONES
- Con respecto a la composición química el ECP resultó ser un alimento rico en energía y altamente digerible, el EHY es caracterizado por su alto contenido proteico, y el EYP es la dieta mas balanceada de entre los tres tratamientos. Todos reflejaron ser mejores que el control.
- Las diferentes proporciones de ensilajes (100% hojas de yuca, 100% conchas de plátano y 50 y 50% de ambos), no afectaron la producción de leche, en las vacas Girolando. La calidad de la leche tampoco se vio alterada, por lo tanto estos alimentos pueden ser una alternativa económica y sustentable para suplementar la dieta en vacas lecheras.
- Todos los ensilajes resultaron tener costos más bajos, comparados con las del grupo control. Sin embargo, el EHY y el ECP fueron los más económicos.
- Los ensilajes de hojas de yuca y conchas de plátano a diferentes proporciones son una opción aceptable para conservar y manejar los subproductos de desechos agroindustriales, para la alimentación de ganando bovino, debido a que tiene buena aceptación por parte de los animales. Evitando así, la contaminación del ambiente.
RECOMENDACIONES
- El uso del ensilaje de conchas de plátano y hojas de yuca de proporción 50 y 50%, como alternativa para la Suplementación de las vacas Girolando.
- Evaluar las diferentes proporciones de ensilajes de hojas de yuca y conchas de plátano, sobre otras variables como son la ganancia de peso diaria.
- Usar este tipo de dietas solo en pequeños y medianos productores, por ser una alternativa económica y que contribuye con el manejo de los desechos de las cosechas, siendo una solución para evitar la contaminación ambiental.
Anexos