El preparto forma parte del periodo de transición para la vaca lechera, este comprende desde la tercera a cuarta semana pre-parto hasta la segunda o tercera semana post-parto. El término transición es utilizado para destacar los importantes cambios fisiológicos, metabólicos y nutricionales que ocurren durante este periodo, ya que constituye un punto de inflexión en el ciclo productivo de la vaca entre una lactancia y la siguiente. Además, esta etapa juega un rol importante en la salud y productividad de las vacas.
Manejos inadecuados durante el periodo de transición pueden reducir el desempeño reproductivo del animal, aumentar la incidencia de enfermedades metabólicas como hipocalcemia, cetosis, hipomagnesemia y resultar en pérdidas en la producción de leche. El presente informativo abordará las estrategias pertinentes, para llevar a cabo una adecuado manejo en el periodo preparto (3-4 semana antes del parto).
Manejo sobre el animal
Es importante que las vacas y las vaquillas estén alimentadas con la dieta de preparto al menos durante 21 y 28 días, respectivamente, previos al parto. Para esto, es necesario realizar un adecuado registro de cubierta y de gestación. Con este manejo se logra una adaptación del rumen a la futura dieta post- parto.
Figura 1. Grupo de vacas y vaquillas preparto manejadas en lotes diferentes
Para reducir el estrés de la vaquilla en su primera ordeña, se sugiere suministrar el concentrado pre parto en la sala de ordeña. Con esto, además se ayuda a que las pezuñas de las vaquillas estén más firmes y adaptadas a las condiciones del terreno.
Las vacas se deben agrupar para controlar las conductas de dominancia y se debe asegurar que todas tengan igual acceso a la comida. Además se recomienda separar vacas de vaquillas primer parto, para evitar conductas agresivas y de dominancia por parte de las vacas que puedan impedir el acceso al alimento (Figura 1).
Manejo de la alimentación
La dieta preparto tiene como objetivo:
- Cubrir los requerimientos de mantención, además del desarrollo del feto y la ubre.
- Favorecer la adaptación ruminal al cambio de dieta mediante la adaptación de los microorganismos ruminales.
- Reducir la incidencia de enfermedades metabólicas y otros problemas de salud cercano al parto.
- Propiciar un mayor consumo voluntario al inicio de lactancia y con esto conseguir una menor pérdida de peso y una mayor producción de leche.
Figura 2. Anillo para alimentación de forraje conservado en la pradera.
Antes de usar o comprar algún forraje conservado se debe realizar un análisis nutricional del material incluyendo contenido de materia seca (MS), energía metabolizable (EM), fibra detergente neutro (FDN), proteína cruda (PC), calcio (Ca) magnesio (Mg) fósforo (P), potasio (K), sodio (Na) y cloro (Cl).
La compra de alimentos conservados debe ser planificada. Comprar heno y/o ensilaje en bolo de un solo lote y de un solo proveedor, de esta forma asegurar una calidad homogénea (Figura 2).
La dieta debe incluir todos los componentes principales requeridos para una adecuada dieta pre-parto, esto significa cumplir con los siguientes requerimientos:
- Consumo de Materia Seca (MS) de: 11 a 13 kg de MS
- 2,6 Mcal de EM/kg MS
- Fibra detergente neutro (FDN) 40 a 50% de la dieta
- Proteína cruda (PC) 13 a 15 % de la dieta
- Balance catión anión de la dieta debiera ser entre -100 y 0 meq/kg (idealmente cero)
- Calcio (Ca) < a 0,6%, Fosforo (P) < a 0,4%
- Magnesio (Mg)a > 0,45%
Es recomendado también usar la misma presentación y forma de alimento (grano, grano mezclado o pellet) en el preparto y después del parto, evitándose así rechazos por acostumbramiento a diferentes presentaciones.
Alimentación en los tiempos adecuados
El momento de alimentar a las vacas debe ser regular y las vacas deben tener al menos 8 horas de acceso a la comida. Se sugiere principalmente racionar al grupo de vacas en la tarde.
Acceso a pradera y agua.
El acceso a la pradera debe ser restringido a no más de 1 kg de MS para evitar los riesgos de hipocalcemia. No se deben destinar para el pastoreo de vacas en transición aquellas praderas que estén fertilizadas con potasio recientemente o que hayan recibido purines de lechería. Importante de mencionar es que las vacas y o vaquillas deben tener acceso a agua fresca y limpia, puesto que sin agua difícilmente se obtendrán los consumos de alimentos planificados.
Infraestructura
Se debe asegurar que los potreros o patios de alimentación tengan la dimensión adecuada para ser usados por el número de vacas al pick de las pariciones. Todos los animales deben tener acceso en forma equitativa a la dieta preparto. No se debe ofrecer alimento en el suelo, se deben utilizar comederos (pueden ser de segunda mano o ruedas de tractor cortadas). Para el cálculo de la cantidad y/o longitud de comederos se debe considerar entre 0.75 - 1 m de comedero por vaca (Figura 3). En el caso de usar alimentadores de heno, deben ser adecuados para el número de vacas y tener la menor pérdida de alimento posible.
Figura 3. Instalación para alimentación de vacas pre-parto en adecuadas condiciones higiénicas.
Para reducir los riesgos de mastitis las instalaciones deben estar limpias y secas. En el caso de los patios, se debe retirar periódicamente los purines. Cuando se trata de potreros de sacrificio se deben asignar 2 a 3 potreros, de tal forma de poder rotar los animales y evitar que se forme mucho barro. Otra opción es mantener un potrero de sacrificio y a dos o tres días previos al parto debe ser llevada a una sala de parto limpia y seca, así se mantiene un mayor control sobre los animales y además aseguramos un buen parto.
Monitoreo
El programa de preparto debe ser regularmente monitoreado para ser capaz de medir algunos parámetros. Se deben registrar problemas de salud para evaluar la efectividad del programa. La necesidad de buscar o no ayuda y el ideal en cuanto a la existencia de problemas de salud debe estar claramente especificado (Cuadro 1).
Cuadro 1. Objetivos y momentos óptimos donde buscar ayuda asociados a diferentes problemas de salud.
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(Lean y Degaris, 2010)
Se recomienda monitorear el pH de la orina para determinar la efectividad de la dieta aniónica. Para esto se debe recolectar una muestra de orina de aquellas vacas que lleven 3 a 4 días en la dieta pre-parto, y luego utilizar una cinta para medir pH. El pH ideal para vacas Holstein es entre 6,0 – 7,0, mientras que en vacas Jersey puede fluctuar entre 5,5-6,5.
Condición Corporal (CC): El registro de la condición corporal de las vacas en periodo pre-parto es de vital importancia. Cuando las vacas se encuentran con una condición excesivamente delgadas o gordas tienen mayor riesgo de presentar fiebre de leche, esto se asocia con falta de reservas corporales o apetito deprimido, respectivamente. La literatura señala que la condición corporal optima (en escala 1-5) en el parto para vacas lecheras debe ser 3,5 (Roche et al., 2009). Cabe señalar que durante el periodo pre-parto los animales no deben incrementar su condición corporal, sino que más bien mantenerla, por lo que se debe chequear la CC 30 días antes del secado, para realizar ajustes en la dieta.
Monitoreo Preparto
- Alimentos y agua, siempre disponible. Chequear llenado de rumen, vacío del flanco izquierdo.
- Medir pH orina, determina efectividad de la dieta aniónica, se realiza con tiras reactivas. pH idealmente 6,0 a 6,5.
- Medir cetosis, se realiza con equipo Optium. Valores > 1,0 mmol/l postparto y >0,5 mmol/l preparto. Si la dieta es con ensilaje de pradera (y por probable aporte de ácido butírico), valores de referencia aumentan a 1,2 y 0,6 mmol/l, respectivamente.
- Evaluar bostas. Escala 1 a 3. Donde uno corresponde a bostas “sueltas” y 3 bostas demasiado firmes (mucha fibra). Ideal es 2.
Beneficios de un preparto adecuado
Establecer una lactancia exitosa es mucho más que entregar un ternero vivo. También significa:
- Una vaca con un rumen bien adaptado a alimentos altamente energéticos;
- Vacas sin casos clínicos de fiebre de leche en el rebaño;
- Baja incidencia de otros problemas de salud comunes en las dos primeras semanas postparto (cetosis e hipocalcemia);
- Baja eliminación y mortalidad en las primeras dos semanas;
- Alta fertilidad del rebaño;
- Lactancias más productivas;
- Menos trabajo y tiempo gastado en tratamiento de vacas enfermas
- Mejores condiciones del punto de vista del bienestar animal.
Consideraciones finales:
- El periodo pre-parto está asociado a una serie de manejos y es importante incluirlo dentro del ciclo productivo del rebaño y además realizar las recomendaciones tanto en vacas como vaquillas.
- Es necesario llevar buenos registros que permitan establecer con claridad la fecha de parto, para que vacas y vaquillas sean alimentadas con la dieta de preparto por al menos 21 y 28 días, respectivamente.
- Realizar un adecuado manejo pre-parto implica una serie de ventajas desde el punto de vista de salud de los animales reduciendo el riesgo de presentación de algunas enfermedades como: fiebre de leche, cetosis, hipomagnesemia, edema mamario, desplazamiento de abomaso, retención de placenta. Además ayuda a mejorar la performance reproductiva y productiva de los animales.
Existen diferentes métodos para determinar la efectividad del manejo de preparto y saber si se está haciendo lo correcto. Se sugiere analizar cuadro de objetivos en preparto (Lean y Degaris 2010).
Este informativo fue financiado por el proyecto PDT INNOVACHILE-CORFO 12 PDt-16713 "Optimización de la crianza de hembras de reemplazo de lechería mejorando aspectos económicos y productivos del rebaño a través de difusión y transferencia de nuevos instrumentos y metodologías tecnológicas, para aumentar la competitividad de los productores lecheros de la Región de Los Lagos", ejecutado por INIA, con el apoyo de Futurolac S.A. y Acoleche AG.