Introducción.
El equilibrio ácido-base es uno de los mecanismos homeostáticos más importantes del organismo. El pH, o lo que es lo mismo la concentración de hidrogeniones (H+) debe mantenerse dentro de un estrecho margen en los fluidos corporales para asegurar una correcta función celular. Las variaciones del pH alteran la velocidad de una multitud de reacciones enzimáticas y funciones celulares además de la farmacodinamia y farmacocinética de muchos fármacos. Una correcta comprensión de la fisiopatología de la química ácido-base es esencial para tratar de manera satisfactoria numerosos procesos patológicos que se presentan en Medicina Veterinaria.
La atención integral de un paciente internado o en cuidados intensivos, incluye necesariamente el estudio de su medio interno. La evaluación de los desequilibrios en la relación ácido-base es un paso clave a la hora de comprender la fisiopatología de sus dolencias y determinar el tratamiento más adecuado. La principal herramienta para hacerlo es el estudio de la gasometría arterial, incluyendo la medición de pH, ppO2, ppCO2, bicarbonato (HCO3-), exceso de bases y saturación de O2 (SatO2) a partir de una muestra de sangre arterial heparinizada. En nuestro medio la dificultad para aplicar este método obedece a dos carencias interrelacionadas: el acceso al equipamiento y la capacitación adecuada para interpretar y valorar los resultados obtenidos. Normalmente debido a la carencia del recurso, se descuida la capacitación del veterinario en la identificación de los desequilibrios ácido-base, sus componentes metabólico y respiratorio. Estas dificultades pueden traducirse en un diagnóstico incompleto o sub-óptimo del paciente internado y en estado crítico. De este modo, la consecuente omisión de terapéuticas específicas para corregir el equilibrio ácido-base, compromete la evolución y el pronóstico del paciente.
El siguiente trabajo tiene como objetivo ofrecer un nuevo método de análisis, simple y ordenado que facilite al veterinario clínico la identificación de alteraciones ácido base simples o combinadas en pequeños animales, a fin de mejorar el diagnóstico y tratamiento de los pacientes y conocer las necesidades que se deben afrontar en un servicio de internación o cuidados intensivos, utilizando nuestra experiencia en el Hospital Escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias-UBA.
Materiales y métodos.
Este trabajo se basó en una compilación de datos provenientes de pacientes caninos en cuidados intensivos o internados en el Servicio de Internación del Hospital Escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias-UBA durante el período 2008-2011.
Las muestras de sangre arterial fueron obtenidas con heparina mediante punción aséptica evitando su contacto con aire. El procesamiento de las mismas se realizó dentro de los 15 minutos posteriores a la extracción para evitar alteraciones preanalíticas, con un equipo analizador automático de gases sanguíneos marca AADEE, modelo Zen, por el método de ión selectivo. El mismo permite medir pH, ppCO2 y ppCO2 y calcular el bicarbonato, el exceso de base y la saturación de la hemoglobina.
Resultados:
Discusión.
Una vez descartados los errores preanáliticos (extracción de sangre venosa, contacto con aire y mala conservación de la misma), es importante realizar un análisis metódico y sistemático a la hora de evaluar los resultados de la gasometría arterial a fin de evitar errores analíticos de interpretación, llevando a un mal diagnóstico y tratamiento del medio interno.
En primer lugar el análisis del pH evalúa la presencia de acidemia o alcalemia orientando sobre el disturbio primario. Un pH normal no descarta una alteración puesto que puede tener un disturbio combinado (mixto) que neutralice el pH sanguíneo. Un pH extremadamente alto o bajo (valores críticos) indicaría que el paciente se encuentra bajo los efectos aditivos sobre el pH siendo peor su pronóstico.
Las muestras de sangre arterial tienen la ventaja sobre las de sangre venosa que aportan datos útiles sobre el componente respiratorio, como la ppO2 que nos indica la oxigenación arterial evaluando su función pulmonar, indicando insuficiencia respiratoria parcial (hipoxemia con normo o hipocapnia) o global ( hipoxemia con hipercapnia).
Por lo tanto, el paso siguiente es la evaluación del componente respiratorio (ppCO2 y ácido carbónico) y el componente metabólico (HCO3- y exceso de bases).
De esta manera el componente respiratorio y el metabólico se interpretarán conjuntamente con las variaciones del pH que serán producidas por los aumentos o disminución de los buffer que representan cada uno.
Por último queda determinar si el disturbio ácido base es simple, porque presenta un solo tipo de alteración (por ejemplo acidosis metabólica) o si el mismo es mixto, es decir presenta varias alteraciones independientes. A su vez los disturbios simples pueden ser de curso agudo debido a la rápida evolución, con escaso tiempo para que los sistemas buffer de defensa establezcan la compensación, o pueden estar compensados con valores de pH normalizados. Un disturbio simple se limita al trastorno primario y al mecanismo compensador implicado. Esto lo podemos determinar con el uso de tablas que indican cual sería la compensación en relación a cada tipo de disturbio. La concentración de HCO3- aumenta alrededor de 1 a 2 mEq/l por cada incremento agudo de 10 mmHg de la ppCO2 por encima de 40 y que la concentración de HCO3- se reduce 1 a 2 mEq/l por cada 10 mmHg de reducción de la ppCO2 por debajo de 40. Es decir que si el disturbio primario es metabólico (ganancia o pérdida de bicarbonato) la compensación se produce por el buffer respiratorio regulando la ppCO2 o viceversa.
El clínico debe poder correlacionar el estado ácido base con la fisiopatología de la/s enfermedad/es que generen la presencia de procesos de acidosis o alcalosis en el paciente.
Conclusión.
Una correcta interpretación de las mediciones de gases sanguíneos y pH va a ayudar en el manejo de pacientes críticos y en ocasiones va a ser vital para los mismos. Conocer el estatus ácido-base raramente nos va a proporcionar un diagnóstico pero va a orientar respecto a cuándo y cómo tratarlo y cuán efectiva será la terapia implementada.
El abordaje de los estudios gasométricos, utilizando el algoritmo precedente, permite en los servicios de internación o cuidados críticos el monitoreo completo del medio interno optimizando el diagnóstico, la terapéutica a implementar, el seguimiento y respuesta a la misma, lo que hace a la calidad profesional de dichos servicios.
La interpretación del análisis de gasometría arterial con el objetivo de abordar los disturbios ácido base no sólo es un desafío profesional, sino que es un arte, que demanda práctica, experiencia y conocimiento sobre el medio interno y sus aspectos fisiopatólogicos.
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***El trabajo fue originalmente publicado por Revista Veterinaria Argentina.
Vet. Arg. – Vol. XXIX - Nº 292 – Agosto 2012.
La republicación de los artículos de la Revista Veterinaria Argentina se hace por autorización expresa de Veterinaria Argentina.
*http://www.veterinariargentina.com/revista/2012/08/bases-para-la-interpretacion-de-la-gasometria-arterial-en-caninos/