Introducción.
La mielopatía degenerativa (MD) es una enfermedad autoinmune de carácter progresivo . Se presenta principalmente en la raza Ovejero Alemán, y en menor frecuencia en el Pastor Belga, Viejo Pastor Inglés, Rotweiler, Collie, Gran Danés, Bóxer, Siberian Husky, entre otras. Los animales afectados presentan signos neurológicos entre los 6 y 10 años de edad. La MD se caracteriza por atrofia muscular axial caudal y del tren posterior, ataxia-paraplejía progresiva, debilidad, déficit propioceptivo, sensibilidad profunda conservada, ausencia de dolor durante la deambulación(7,9). El diagnóstico se efectúa por anamnesis (historia de ataxia progresiva espinal y debilidad constante y progresiva), apoyado por los hallazgos neurológicos (una disfunción de la médula espinal toracolumbar difusa). Los exámenes clínicos patológicos son normales. La electromiografía (EMG) no revela ninguna enfermedad de las unidades motoras inferiores. Las radiografías de la columna vertebral como la mielografía son normales (excepto los cambios en la vejez) en MD sin complicaciones. Por desgracia, la mielografía puede estar asociado con un empeoramiento de los síntomas clínicos y lleva a un cierto grado de riesgo para ciertos pacientes. Los perros afectados con MD tienen deprimida la blastogénesis de linfocitos frente a mitógenos inespecíficos. La depresión de la respuesta inmunitaria celular se correlaciona con el estadio clínico y la gravedad de la enfermedad. La Linfoproliferación (LP) es la técnica que evalúa la respuesta de linfocitos frente a mitógenos inespecíficos. En pacientes con MD la linfoproliferación muestra valores disminuidos, lo cual puede considerarse como un indicio de la desregulación de la respuesta inmune asociada a la mielopatía degenerativa.
Otro dato que apoya el diagnóstico de MD es la falta de respuesta a corticoterapia aun en altas dosis (1-2 mg/kg de dexametasona ).
Presentación casos clínicos.
Se evaluaron 8 caninos: 5 hembras y 3 machos de raza Bóxer entre 6 y 12 años de edad, con cuadros de paraparesia, ataxia moderada, déficit propioceptivo (fotos 1 y 2), sensibilidad profunda conservada, ausencia de dolor durante la marcha y respuesta negativa a corticoterapia. Se realizaron radiografías y resonancia magnética (RM), electromiografía (EMG) y LP de células periféricas frente a mitógenos inespecíficos como ConA.
En el examen ortopédico no se observaron anormalidades en articulación coxofemoral, ni rodillas.(11,12). Las radiografías simples no arrojaron anormalidades significativas. Una hembra sólo mostró estrechamiento entre primera y segunda vértebra lumbares, con igual resultado en la RM. Las EMGs de columna no detectaron anormalidades significativas, dato diferencial con discopatías, donde sí se detectan cambios electromiográficos. Se solicitaron hormonas tiroideas a fin de descartar una polineuropatía hipotiroidea(T4 L,TSH), las cuales, no observándose alteraciones con respecto a los valores de referencia (4,6,8) . La LP resultó estar disminuida en seis de los ocho casos. La linfoproliferación in vitro evalúa la respuesta de linfocitos periféricos frente al estímulo de mitógenos inespecíficos. La multiplicación de las células puede ser detectada por incorporación de precursores de ADN como la timidina marcada con isótopos radiactivos o marcación del incremento de la actividad de las mitocondrias celulares evaluada como oxidación del colorante MTT, ambas técnicas permiten obtener valores normales para la especie expresados como índices de estimulación (IE)(12, 13).
Todos los pacientes recibieron tratamiento médico con ácido aminocaproico 500mg dos veces por día , Vitamina E 2000IU/día oral durante dos meses y vitamina B, para tratar de retardar los síntomas de la MD .Dado que no se observó evolución favorable se continuó con fisioterapia electroestimulación y láser terapia) y en dos casos con la utilización de carros ortopédicos.(11,1 2,14). El tratamiento es sólo conservador a fin de mantener una buena calidad de vida del paciente. Se basa en ejercicios y tratamiento sintomático. El ejercicio es extremadamente importante para mantener el bienestar de los pacientes afectados, maximizando el tono muscular y manteniendo una buena circulación. Esto se obtiene con un programa de ejercicios crecientes en días alternados. Antes de caminar y nadar que son excelentes formas de ejercicio es necesario implementar una sesión de masajes; éstos aumentarán la circulación permitiendo la elongación de los músculos.
Conclusión.
La Mielopatía Degenerativa canina (DM) es una enfermedad poco común que puede ser extremadamente difícil de diagnosticar. Deben considerarse como diagnósticos diferenciales todos aquellos trastornos de la médula espinal que pueden imitar los signos clínicos de la DM ( enfermedad de los discos intervertebrales, mielitis, neoplasia de la médula espinal y la displasia de cadera, entre otros. El diagnóstico se realiza a través de un proceso de eliminación. No existe cura o tratamiento realmente efectivo para esta enfermedad. La fisioterapia, el uso de carros ortopédicos, la administración de vitaminas y otros suplementos pueden ser muy útiles. Desafortunadamente, el pronóstico a largo plazo para los perros con DM es pobre.
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***El trabajo fue originalmente publicado en Revista Veterinaria Argentina.
Vet. Arg. – Vol. XXIX - Nº 286 – Febrero 2012.
La republicación de los artículos de la Revista Veterinaria Argentina se hacenpor autorización expresa de Veterinaria Argentina.
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