Habitualmente, la trascendencia que se ha dado a las micotoxinas, a nivel de alimentos para consumo humano, prácticamente se resume a aquellas con capacidad carcinogénica reconocida – aflatoxinas. Los tricotecenos, hasta el momento se consideraron más importantes, en el ámbito de la producción animal, debido a sus efectos en la salud y la productividad de los mismos. Pero ahora el panorama está cambiando, y esto se debe principalmente a los últimos estudios y nuevas normativas vigentes, sobre todo en al ámbito de la Unión Europa, ya que por un lado se mide el impacto a nivel de salud de la población, considerando sobre todo, que somos grandes consumidores de cereales en todas sus formas: panes, galletas, pastas, preparados para bebés, incluso en forma de cerveza, y por otro lado, muchos países latinoamericanos, son grandes exportadores de cereales. Europa es un mercado importante y a la vez riguroso en sus controles.
Fusariosis y tricotecenos:
Al momento se conocen unos 150 tricotecenos. Son micotoxinas producidas principalmente por hongos del género Fusarium. (Placinta et al, 1999).
Los tricotecenos más importantes en alimentos para todas las especies, incluyendo humanos, se dividen en dos grupos químicamente diferenciados:
Además de producir estas toxinas, los hongos del género Fusarium son importantes fitopatógenos, que causan daños frecuentemente en cultivos de climas templados, como ser el trigo, cebada (fusariosis, golpe blanco o “head blight”) y maíz (“Giberella ear rot”) afectando además el rendimiento y la calidad comercial del grano. Frecuentemente la invasión del vegetal se produce en la época de floración/espigazón durante primaveras húmedas y cálidas. (Ackerman et al).
Estudios realizados entre Argentina, Uruguay y Brasil, indican que los cambios climáticos en la región, concernientes al “calentamiento global” no solo influyen negativamente en el rendimiento de las cosechas de estos cereales, sino que también incrementan la ocurrencia de infección por Fusarium, debido al aumento de la lluvia promedio anual, un incremento en la temperatura mínima media, y una disminución del período promedio de heladas (Resnik, et al, 2006).
La fusariosis de la espiga se transmite a través de los hongos que permanecen en los rastrojos y las esporas que se diseminan en el aire. Debido a esto es fundamental contar con sistemas de manejo de los cultivos que permitan una reducción de la incidencia de la enfermedad. En este aspecto la Comisión del Codex Alimentarius elaboró el Código de prácticas para prevenir y reducir la contaminación de los cereales por micotoxinas (CAC/RCP 51-2003). Este Código es la base para los grupos de trabajo en cada país, que al momento desarrollan sistemas de vigilancia y propuestas para disminuir la ocurrencia de la fusariosis y la contaminación, principalmente, con DON.
Tricotecenos, Fusarium y la industrialización de los cereales:
Las enzimas, responsables del daño en los granos, permanecen activas durante el almacenamiento, la molienda y el procesado. Algunas de estas enzimas tienen actividad proteásica, resultando en una degradación de las proteínas del gluten, impactando en las propiedades funcionales del gluten y la calidad del producto final.
En la panificación, las proteínas del gluten debilitadas afectan negativamente en la elasticidad de la masa, el color de la miga y la forma y el volumen de los panes.
Durante la molienda, cuando el objetivo son harinas altamente refinadas, se remueve un parte considerable del DON, ya que éste permanece en el salvado. Pero para el caso de las harinas integrales, la concentración de DON de la misma, es similar a la de los granos enteros.
Otro producto que se ve afectado por alta contaminación con esta toxina, es el afrechillo de trigo utilizado en alimentación animal, ya que utiliza gran parte de las estructuras externas de los granos, e incluso, la concentración de DON en el afrechillo es mayor a la del grano entero que lo originó.
La sémola obtenida aparece decolorada lo que afecta en forma negativa y en gran proporción en el color y la apariencia de la pasta.
La fuerza de las proteínas del gluten se ve reducida, lo que afecta el proceso de elaboración de la pasta.
Otro efecto que suele observarse es el “gushing” que se denomina a la salida a borbotones del líquido cuando se abre el envase con un exceso de espuma sin que ocurra una agitación previa. Este es un efecto negativo que se produce principalmente por la presencia de proteínas fúngicas producidas por Fusarium (hidrofobinas).
Efectos de los tricotecenos sobre la salud humana y animal:
A nivel celular, el mecanismo básico de toxicidad de los tricotecenos,es la inhibición de la síntesis proteica, y una de las principales consecuencias de esta acción es la inmunosupresión y dermatitis que se asocia a estas micotoxinas. El DON está siendo investigado por su posible rol en el cáncer esofágico, cáncer de estómago y una forma de osteoartritis (JECFA, 2002).
Una exposición aguda a tricotecenos resulta en un daño severo sobre las células que se dividen activamente en los tejidos como ser médula ósea, nódulos linfáticos, bazo, timo y mucosa gastrointestinal. (CAST Report 2003).
Estos cuadros fueron muy importantes por la gravedad y la cantidad de personas afectadas, pero habitualmente se pueden observar efectos en pacientes que han consumido algún cereal o sus derivados contaminados con fusariotoxinas, pero el diagnóstico diferencial no es tan fácil realizarlo ya que el cuadro presenta similitud con otros de gastroenteritis infecciosas o tóxicas.
En producción animal, los tricotecenos son de gran importancia por el impacto específico en los parámetros productivos como ser ganancia de peso y conversión alimenticia, así como en los efectos sobre la salud de los animales.
Ocurrencia de Tricotecenos
Existen diversos reportes acerca de alimentos listos para consumir contaminados con tricotecenos. En 1997 Pacin et al, determinaron niveles de DON en panes y productos de pastelería consumidos en Argentina, encontrando que el 92,8 % de las muestras se encontraban en un rango de contaminación entre 0,200 ppm a 2,8 ppm, con un valor medio de 0,464 ppm. En 1999, Solovey et al, analizaron muestras de polenta (corn meal) y copos de maíz (corn flakes) no encontraron tricotecenos, pero sí hallaron que el 95 % de las muestras estaban contaminadas con fumonisinas. En 1999, Molto et al, presentaron un estudio preliminar acerca de la ocurrencia de tricotecenos en cervezas argentinas, encontrando el 44 % de las muestras positivas para DON, en un rango entre 0,004 y 0,221 ppm, varios países han reportado cervezas contaminadas con tricotecenos, especialmente con DON, pero los valores más elevados de contaminación fueron hallados en cervezas de trigo (0,569 ppm, Alemania – Niessen et al 1993).
En otros países de Latino América se han reportado contaminaciones con tricotecenos, especialmente DON en Uruguay y Brasil. Luego de un brote de contaminación de harinas de trigo uruguayas con DON, (2001-2002) se establece una regulación que contempla un límite máximo de esta toxina en trigo. Este es el primer antecedente en un país del MERCOSUR para tricotecenos.
En los países Europeos, el año 2003 se publicó una colección de datos en los que se exponen los niveles de contaminación de diferentes productos alimenticios (pasta, alimentos para bebes, cerveza, bizcochos y panes, etc.) y commodities (avena, trigo, cebada, centeno, maíz). Este reporte resume además el nivel de exposición de la población a toxinas de Fusarium (SCOOP Task 3.2.10)
Normativas e impacto económico
El REGLAMENTO (CE) No 856/2005 DE LA COMISIÓN de 6 de junio de 2005 por el que se modifica el Reglamento (CE) no 466/2001 en lo que se refiere a las toxinas de Fusarium, planteó una nueva perspectiva en lo que refiere a los límites máximos establecidos para tricotecenos (ver tablas). Esta normativa está en vigencia desde el 1 de julio de 2006, y los valores contemplados en la misma se determinaron teniendo en cuenta los niveles de Ingesta Diaria Tolerable (IDT) establecidos y unificados en el SCOOP Task 3.2.10:
Tricotecenos
Otras toxinas de Fusarium:
MICOTOXINA |
MATRIZ |
LIMITE (µg/kg) |
TRICOTECENOS (aplicable a partir del 1 de julio de 2006) |
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Deoxinivalenol (DON, Vomitoxina) |
Cereales sin procesar distintos a trigos duros, avena y maíz |
1.250 |
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Trigo duro, avena sin procesar |
1.750 |
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Maíz sin procesar (1 de julio de 2007, sino se especifican niveles para esa fecha) |
1.750 |
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Harina de cereales, sémola, harina de maíz, maíz triturado y sémola de maíz |
750 |
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Panes, masas, galletitas, snacks de cereales y cereales para desayuno |
500 |
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Pasta seca |
750 |
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Alimentos para niños con base de cereales, y alimentos para bebés |
200 - 250 |
MICOTOXINA |
MATRIZ |
LIMITE (µg/kg) |
Toxina T2 + Toxina HT2 |
Los niveles serán establecidos luego de obtener mas datos de ocurrencia, se incluye aquí a propósitos informartivos |
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Cereales sin procesar y derivados de cereales (niveles serán establecidos si corresponde, antes de 1 de Julio de 2007) |
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MICOTOXINA |
MATRIZ |
LIMITE (µg/kg) |
ZEARALENONA (aplicable a partir del 1 de julio de 2006) |
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Cereales sin procesar distintos a maíz |
100 |
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Maíz sin procesar (1 de julio de 2007, sino se especifican niveles para esa fecha) |
200 |
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Harina de cereales excepto harina de maíz |
75 |
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harina de maíz, maíz triturado, sémola de maíz y aceite refinado de maíz |
200 |
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Panes, masas, galletitas |
50 |
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Snacks de maíz y copos de maíz (1 de julio de 2007, sino se especifican niveles para esa fecha) |
50 |
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Otros snacks de cereales y cereales para desayuno |
50 |
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Alimentos para niños con base de cereales, y alimentos para bebés |
20 |
MICOTOXINA |
MATRIZ |
LIMITE (µg/kg) |
Fumonisinas – FB1+FB2 (aplicable a partir del 1 de julio de 2007) |
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1. Maíz sin procesar (1 de julio de 2007, sino se especifican niveles para esa fecha) |
2000 |
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2. Harina de maíz, maíz triturado, sémola de maíz y aceite refinado de maíz |
1000 |
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3. Alimentos para consumo directo humano derivados de maíz con excepción de 2 y 4 |
400 |
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4. Alimentos para niños procesados derivados de maíz, y alimentos para bebés |
200 |
Los antecedentes de ocurrencia de Fusarium y sus toxinas en países de Latino América, obligan a tomar decisiones para el control y monitoreo, ya que por un lado, están los reportes acerca del impacto en la salud de la población de estas toxinas, por otro lado los efectos negativos en la producción animal, y finalmente, las exigencias de los países compradores y las normas vigentes. Esto ha determinado al menos dos líneas de trabajo: la primera, relacionada con la prevención, principalmente a nivel de cultivos; y la segunda dirigida a obtener métodos analíticos más confiables, económicos y rápidos, para lograr que todo el cereal sea controlado antes de ingresar a la cadena productiva agroalimentaria. (Pichler 2006)
Referencias:
ENFASIS ALIMENTACION LATINOAMERICA Año 2006 / Nº 5 / oct - nov 06.