Muy buena presentación. Yo le agregaría con mucho énfasis la calidad genética del Maíz, por ejemplo los maíces colorados duros tipo"Flint", por lo general son más resistentes al daño climático, al ataque de hongos y al daño mecánico. Esto es un buen punto de partida para prevenir futuros problemas en la producción y cosecha. Los amarillos, llamados dentados, en general (no todos), son los más susceptibles a cualquier tipo de daño, ya sea por el clima o mecánico durante la cosecha. Además los daños que producen ciertos insectos (barrenadores y a veces gorgojos en campo) en la espiga, también favorecen el ataque de hongos y la producción de micotoxinas. La única forma eficiente y menos costosa es la prevención y esta comienza con elegir muy bien el híbrido (variedad) que van a plantar y luego hacer un muy buen manejo del cultivo para evitar todo tipo de estrés, ya sea biótico o abiótico. Todo esto disminuye el riesgo de micotoxinas. No es absoluto, pero es muy bueno como preventivo.
Ing. Agr. (PhD) Cristiano Casini
Buenos días. Pueden prevenirse y combatir estos problemas con el uso de Diatomea, de lo cuál soy productor, contando con yacimientos y planta de proceso propios.
Saludos cordiales
Coincido con el Dr. Casini acerca de la importancia de la selección del genotipo del maíz y del control agronómico de la contaminación por aflatoxinas. El genotipo del maíz participa en el desarrollo de las cepas toxicogénicas de hongos, de tal forma que la concentración final en el grano es menor en los granos de cubierta dura, como el maíz palomero (corn pop) que en el altiplano central mexicano logra resistir el crecimiento de Aspergillus flavus y el deterioro físico. En contraposición las selecciones de maíz criollo (seleccionado empíricamente por su calidad nixtamalera) es mucho más sensible en pruebas controladas. De forma intermedia encontramos una gran variedad de híbridos comerciales diseñados para alta producción y resistencia a plagas y enfermedades.