El tema de las Micotoxinas un asunto amplio para estudiar, excelente artículo muy explicativo y bastante entendible, gracias por compartirlo.
Excelente recopilación de aspectos novedosos sobre el tema, Dra. María de los Ángeles.
Llamó mi atención lo referido respecto al consumo de “dosis bajas” de aflatoxinan B1 y su aparente efecto positivo en el crecimiento de los pollos (no así en pavos y patos), mismo que al parecer se pierde con dosis mayores de la micotoxina en cuestión (fenómeno conocido como Hormesis); tomado de la publicación de Diaz et al., 2008.
Comparto mis reflexiones para nuestra comunidad sobre este tema. En primer lugar, como industria tenemos el compromiso de garantizar la inocuidad de los productos de origen animal; así mismo, debemos tener acciones que mejoren nuestra imagen ante los diferentes grupos de consumidores. Tomando en cuenta que la aflatoxina B1 está reconocida como un agente de alto potencial nocivo para la salud de los animales y los humanos, me parece poco viable la idea de una eventual utilización de la Aflatoxina B1 como mejorador del desempeño animal.
En este mismo orden de ideas, se sabe que la ocurrencia natural de las micotoxinas es compleja, ya que suele caracterizarse por la presencia simultanea de diferentes micotoxinas, en niveles variables y con una distribución típicamente errática en los insumos alimenticios; resultando en una exposición muy heterogénea de los animales a estos compuestos tóxicos. Por el contrario, las pruebas controladas de valoración de los efectos de las micotoxinas, suelen caracterizarse por el uso de animales en condiciones de confort, que reciben ingredientes artificialmente contaminados con cantidades conocidas de una sola micotoxina purificada, o cultivos de ellas, que derivan en un consumo mas o menos constante de cantidades conocidas de la o las micotoxinas de interés. Esta es una de las principales razones por las que se pueden observar cuadros clínicos muy diferentes al contrastar las evaluaciones controladas y los casos de campo.
Así que, cómo garantizar que en el día a día, un suministro “controlado” de dosis bajas de aflatoxina B1 no coincidirá con la presencia de otras micotoxinas (u otros factores ambientales) que puedan sacar de control la respuesta “benéfica esperada” de este compuesto tóxico.
Al final, creo que las conclusiones de la Dra. María de los Ángeles son las correctas.
Estimado Jose Mauro Arrieta Acevedo , muy interesante tu comentario!
Sobre el estudio de hormesis, fue interesante el hallazgo de estos autores, sin embargo las conclusiones del estudio señalado no sugieren el empleo de esta micotoxina para obtener un "beneficio" sobre el peso de las aves. Más bien, concluyen que se reevalue el uso de aditivos antimicotoxinas (en especifico para la aflatoxina B1), cuando los niveles de contaminación sean bajos.
Coincido con tu punto sobre las pruebas experimentales, en donde generalmente se evalúa el efecto de una micotoxina a dosis muy elevadas de contaminación. Sabemos que es muy difícil encontrar esta misma situación a nivel de campo, en donde siempre hay mínimo 3 o más micotoxinas involucradas y no siempre los niveles de contaminación son tan elevados, de ahí la importancia de emplear secuestrantes de micotoxinas de amplio espectro.
Agradezco mucho tu valioso aporte!! Saludos.
Gracias Ing. María de los Angeles por compartir tan importante información, interesante lo del porcentaje de absorción de cada micotoxina y la susceptibilidad que causan a infecciones virales o bacterianas aun en bajas concentraciones al interactuar con el sistema inmune del ave.
También lo del hecho que la Fumonisina B1 en bajas concentraciones, modifique contenido de esfingolipidos, se de modificación de receptores bacterianos en superficie de células epiteliales y con ello se presente un aumento de bacterias patógenas..
Realmente el tema de las micotoxinas es amplio y en su articulo da un pequeño pero significativo aporte de la diversidad de impacto negativo de estos metabolitos en la saludad aviar.
Mis saludos y agradecimiento nuevamente.