El garbanzo (Cicer arietinum L.) es una de las leguminosas más importantes en el mundo, desde el punto de vista de la producción, después de la soja, el maní y los porotos. Es un alimento utilizado para consumo humano por su valor nutricional, sus buenas propiedades de conservación y múltiples formas de uso, por lo cual forma parte de la cultura alimenticia de numerosos países.
El garbanzo es un cultivo susceptible a la contaminación fúngica por hongos patógenos y saprófitos, algunos de los cuales pueden producir micotoxinas que afectan la salud humana y animal. Durante un estudio de la micobiota presente en el garbanzo argentino, se encontró una alta frecuencia de aislamiento de los géneros Aspergillus y Alternaria, mientras que en menor medida se encontró Fusarium.
En este mismo estudio, se detectó contaminación natural del garbanzo con micotoxinas producidas por estos géneros fúngicos. Las micotoxinas son metabolitos asociados a daños en la salud humana y animal, por lo que prevenir y/o minimizar la contaminación de alimentos con dichas sustancias resulta importante. Para esto, es necesario conocer las condiciones abióticas que permiten el desarrollo de hongos toxicogénicos y la producción de micotoxinas en diferentes sustratos.
El objetivo del presente trabajo fue estudiar cómo la actividad acuosa (0,98; 0,93 y 0,87) y la temperatura (15 y 25 °C) afectan el crecimiento y la producción de micotoxinas de cepas de Aspergillus, Alternaria y Fusarium en garbanzo irradiado. Para ello, se acondicionaron granos de garbanzo esterilizados por radiación gama a diferentes niveles de actividad acuosa (aW) y se incubaron durante 28 días a 15 y 25 °C. Los granos fueron secados, molidos y se extrajeron las toxinas usando la metodología QuEChERS. La detección y cuantificación se realizó mediante HPLC.
Como resultado se observó que las 10 cepas en estudio crecieron en un amplio rango de aW y temperaturas, siendo en general las aW y temperaturas más altas las más favorables (crecimiento máximo: 0,98; 25 °C). En cuanto a la producción de micotoxinas las cepas de A. flavus produjeron máximas cantidades de aflatoxinas (AFB1 y AFB2) a la más alta aW 0,98 y temperatura 25 °C ensayada. Las cepas de Alternaria produjeron AOH, AME y AT a un amplio rango de temperaturas y aW, incluso se observó una alta producción a la aW más baja ensayada (0,87).
Estos resultados sugieren que el crecimiento fúngico y la producción de micotoxinas pueden ocurrir incluso en condiciones de baja actividad de agua. En cuanto a la producción de fumonisinas por cepas de Fusarium: F. proliferatum y F. verticillioides, no se detectó la presencia de esta micotoxina, a pesar de que estas cepas demostraron capacidad para desarrollarse en el sustrato. Esta información es crucial para la seguridad alimentaria, ya que subraya la necesidad de prevenir y minimizar la contaminación del garbanzo con micotoxinas a través de estrategias de almacenamiento adecuadas.
Palabras clave: Micotoxinas, Aspergillus, Alternaria, Fusarium