La fusariotoxina Zearalenona tiene efectos de estrogenicidad y estrés oxidativo, incluyendo citotoxicidad, inhibición de síntesis de macromoléculas y genotoxicidad, causando daños en órganos tales como riñones, hígado y genitales. Por ejemplo, la exposición de hepatocitos a Zearalenona causa pérdida de la viabilidad celular mediante daño oxidativo del DNA y agotamiento de glutatión, por lo que se considera que el daño oxidativo es una de las principales rutas de toxicidad en los diferentes tejidos por parte de la Zearalenona. Por su parte, los antioxidantes contenidos en el cardo mariano protegen a los hepatocitos en contra de muchas toxinas, el boldo tiene actividades de eliminación de radicales libres en general, mientras que los ácidos carnósico y rosmarínico tienen efectos antioxidantes en general también, por lo que las células tendrán mayor capacidad para combatir el estrés oxidativo causado por Zearalenona.