Este es uno de los Capítulos que pertenece al artículo completo titulado: Los Hongos y las Micotoxinas en la Alimentación Animal; Conceptos, Problemas, Control y Recomendaciones.
De todas estas micotoxinas vamos a recoger de una forma resumida, aquellas que son más significativas por encontrarse como contaminantes naturales en las materias primas y piensos compuestos para animales y por ser éstas las que tienen más importancia en cuanto a los trastornos que pueden provocar en los animales (2,17,18,19,20,21,23,24-28).
AFLATOXINAS
Producidas esencialmente por Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus. Existen hasta el momento, 18 tipos de aflatoxinas de las cuales la más tóxica es la aflatoxina B1 (AFB1), le sigue después la aflatoxina M1 (AFM1) (siendo ésta un derivado metabólico de la aflatoxina B1 (AFB1) y que da como resultado un producto del metabolismo de algunos animales) y la cual se encuentra normalmente en la leche y la orina.
Siguen después en orden de mayor a menor importancia, las aflatoxinas G1 (AFG1), M2 (AFM2), B2 (AFB2) y G2 (AFG2) (siendo la aflatoxina M2, un derivado metabólico de la aflatoxina B2 y que procede del metabolismo animal).
Las Aflatoxinas pueden encontrarse como contaminantes naturales en los cereales ( esencialmente el maíz) y subproductos de cereales, turtos de oleaginosas (algodón, cacahuete, colza, coco y girasol), mandioca y toda una serie de alimentos para humana de los que destacamos frutas, frutos secos, productos de salchichería, especias, vinos, leguminosas, leche y derivados (esencialmente las aflatoxinas M1 y M2).
Las aflatoxinas tienen una gran actividad cancerígena, teratogénica y mutagénica. El principal síndrome que producen es el hepatotóxico, pudiendo también provocar problemas renales. Los principales órganos afectados son: el hígado, riñón y cerebro.
Debemos destacar que el consumo de pienso contaminado con aflatoxinas, se ha asociado a un incremento de susceptibilidad a la salmonelosis, candidíasis y coccidiosis en aves, fasciolosis en bovinos, así como salmonelosis y disentería en cerdos (32,33). Las aflatoxinas son inmunosupresivas (18).
Los animales más sensibles son: las aves, cerdos, conejos y rumiantes.
OCRATOXINAS
Producidas esencialmente por Aspergillus ochraceus, Penicillium viridicatum y Penicillium cyclopium. Existen 7 tipos de ocratoxinas, sin embargo la más tóxica es la ocratoxina A (OTA).
La ocratoxina A puede encontrase como contaminante natural en los cereales (esencialmente la cebada y arroz), harina y turto de cacahuete y en una serie de alimentos para humanos como son, granos de café crudo, legumbres, quesos, carnes ahumadas ( jamón, tocino, embutidos).
El principal síndrome que produce es el nefrotóxico pero también se producen trastornos en el hígado dando lugar a una acumulación de glucógeno en los tejidos hepático y muscular. Los órganos afectados son: el hígado y el riñón. Las ocratoxinas son inmunosupresivas (18).
Los animales más sensibles son: los cerdos, aves y rumiantes.
CITRININA
Producida esencialmente por el Penicillium citrinum, P.viridicatum, P.citreoviride y P.expansum.
La citrinina puede encontrarse como contaminante natural en cereales, ensilados y frutas para humanos (esencialmente en peras y manzanas).
El principal síndrome que la citrinina produce, es el nefrotóxico y el órgano afectado es el riñón. La citrinina no es carcinogenética, sin embargo, puede favorecer el cáncer renal que puede ser producido por la existencia de otros potentes carcinogenéticos.
Algunos signos clínicos de esta micotoxina son: salivación, lagrimeo, miosis, descarga nasal, vómitos, hiperemia de los oídos y membrana mucosa.
Las alteraciones clínico-patológicas que esta micotoxina provoca en el riñón son: poliuria, proteinuria, creatinuria, glucosuria, enzimuria y aumento del nitrógeno ureico en
sangre. La citrinina es inmunosupresiva (18).
Los animales más sensibles son: los cerdos y las aves.
PATULINA
Producida esencialmente por el Penicillium expansum, P.cyclopium y Aspergillus clavatus.
La patulina puede encontrarse como contaminante natural en cereales, ensilados de maíz, paja de trigo y sobre todo en frutas para humanos (especialmente en peras, manzanas, melocotones, albaricoques y uvas), quesos y semillas de cereales.
El principal síndrome que la patulina produce, es el neurotóxico, afectando a todo el sistema nervioso, sin embargo también se han encontrado afecciones pulmonares, lesiones de hígado y riñón, así como carcinomas producidos por esta micotoxina. La patulina es inmunosupresiva (18).
Los animales más sensibles son: las aves
ZEARALENONA
Producida esencialmente por Fusarium roseum, F.moniliforme y F.tricinctum. Existen unos 16 derivados de la zearalenona, sin embargo el más importante es la zearalenona (ZEN).
La zearalenona puede encontrarse como contaminante natural en cereales y subproductos de cereales, heno y ensilados.
El principal síndrome que esta micotoxina produce es el estrogenico afectando como es lógico a todo el sistema reproductor.
Los animales más sensibles son: los cerdos y conejos.
TOXINAS TRICOTECENAS
Producidas esencialmente por Fusarium tricinctum, F.nivale y F.roseum. Existen 40 derivados de tricotecenos, sin embargo solo 3 son muy importantes por el momento, a saber: toxina T-2, díacetoxiscirpenol (DAS) y vomitoxina o deoxinivalenol (DON). Otras que también son importantes son: nivalenol (NIV), monoacetoxiscirpenol (MAS), triacetoxiscirpenol (TAS) y escirpentriol (STO).
Las toxinas tricotecenas pueden encontrarse como contaminantes naturales en los cereales ( maíz y subproductos, cebada, sorgo, avena, trigo y subproductos, arroz, centeno y mijo).
El principal síndrome que provocan es el gastroentérico, los sistemas y órganos afectados son, el sistema digestivo, nervioso, circulatorio y la piel. Es característico de la vomitoxina el provocar vómitos y rechazo del alimento.
Para más detalles, podemos citar las características toxicológicas generales de estas micotoxinas, a saber:
1.- Vómitos, taquicardia, diarrea, pérdida de la atención. 2.- Hemorragias, edemas, necrosis de los tejidos cutáneos. 3.- Hemorragias de la mucosa epitelial del estómago e intestino. 4.- Destrucción de tejidos hematopoyéticos. 5.- Disminución de los glóbulos blancos y plaquetas circulantes. 6.- Meninges hemorrágicas (cérebro). 7.- Alteración del sistema nervioso. 8.- Rechazo del alimento. 9.- Lesiones necróticas en diferentes partes de la boca. 10.- Degeneración patológica de las células de la médula ósea, nódulos linfáticos, e intestino.
Los toxinas tricotecenas tienen una potente actividad inmunosupresiva (18).
Los animales más sensibles son:
Para toxina T-2 y diacetoxiscirpenol: las aves y cerdos.
Para toxina T-2: los rumiantes y conejos.
Para vomitoxina: los cerdos y las gallinas.
Para monoacetoxiscirpenol, triacetoxiscirpenol y escirpentriol: los pollos.
Las micotoxinas tricotecenas se dividen en dos grupos, o sea: macro cíclicas y no-macro cíclicas. La toxicología de las micotoxinas macrocíclicas ( roridins, verrucarins, satratoxins y otras) en la avicultura, esta poco estudiada. Por el contrario, la toxicología de las micotoxinas no-macrocíclicas en la avicultura esta mucho más estudiada.
Las micotoxinas tricotecenas no-macrocíclicas se dividen en dos grupos, A y B. Las micotoxinas del grupo A son más tóxicas para las aves que las del grupo B. Algunas de las micotoxinas del grupo A son: toxina T-2, diacetoxiscirpenol (DAS), monoacetoxiscrpenol (MOS), triacetoxiscirpenol (TAS), escirpentriol (STO) y HT-2 toxina.
Algunas del grupo B son: Fusarenona-X, Vomitoxina o Deoxinivalenol (DON) y nivalenol (NIV).
Fundamentalmente y a nivel celular, el principal efecto tóxico de las micotoxinas tricotecenas consiste en la inhibición de la síntesis proteica seguida de una interrupción secundaria de la síntesis del DNA y RNA. Se produce también una división de células tales como en aquellas que forman parte de la membrana del tracto gastrointestinal, piel y células linfoides y eritrociticas (140).
La acción tóxica de las micotoxinas tricotecenas consiste en una necrosis extensiva de la mucosa de la piel y de la boca cuando hay contacto con la micotoxina. Se producen problemas agudos a nivel del tracto gastrointestinal, degeneración de la medula ósea y una inhibición muy significativa del sistema inmunitario. Las típicas lesiones orales en las aves afectadas consisten en una proliferación de placas amarillas caseosas (sustancia albuminoidea) que tienen lugar en la parte superior e inferior del pico, mucosa del paladar, boca y lengua. Evidentemente que la gravedad de las lesiones se incrementa con el tiempo de exposición a la micotoxina (140).
Los pollos afectados pueden tener problemas de atraso en el crecimiento, plumaje anormal, regresión de la bolsa de Fabricio y anemia. En gallinas ponedoras se producen lesiones orales y una disminución de la ingesta, producción de huevos y deficiencias en la calidad de la cáscara con un significativo aparecimiento de huevos blandos (140).
FUMONISINAS B1 Y B2
Producidas esencialmente por Fusarium moniliforme. Existen 6 tipos de fumonisinas, la B1, B2, B3, B4, A1 y A2, sin embargo las que suelen encontrarse con más frecuencia y las más importantes son las B1 y B2.
Las fumonisinas B1 y B2 pueden encontrarse como contaminantes naturales en el maíz y subproductos del maíz.
Los principales síndromes que producen son: neurotóxicos (leucoencefalomelacia), nefrotóxicos, edema pulmonar y cerebral, hepatotóxicos y lesiones cardíacas. Los órganos afectados son: el cerebro, pulmones, hígado, riñón y corazón. Estas micotoxinas inhiben la síntesis de los esfingolípidos.
Los animales más sensibles son: los caballos, cerdos, ovejas, carneros y monos mandriles.
RUBRATOXINAS Producidas esencialmente por el
Penicillium rubrum y el
Penicillium purpurogenum. Existen unas 4 rubratoxinas, la más importante es la rubratoxina B y después la rubratoxina A.
Pueden encontrarse como contaminantes naturales en maíz, cereales en general y legumbres.
Los signos agudos de toxicidad son, una gran congestión (muchas veces con hemorragias) de hígado, riñón, glándulas suprarrenales, pulmón, bazo y tracto gastrointestinal. Congestión vascular en los tejidos subcutáneos y hemorragias en víscera abdominal.
La rubratoxina B es inmunosupresiva (18). Los animales más sensibles son los: conejos.
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