Hace algunos meses estuvo en nuestro país MARGARITA CORREA, quien tiene el grato trabajo de visitar los predios de los campesinos de escasos recursos para enseñarles técnicas que son eficientes, fáciles y económicas; esta labor la adelanta en la India. Pues bien, la Dra Correa ha enseñado una técnica que me parece interesante y se trata de un abono foliar.
Se inicia con una matera de barro, de las tradicionales, de 25-30 litros de capacidad. Haga la relación volumen-tamaño y tendrá lo que necesita. Esta matera se llena con: 20% de piedra pequeña (de 5 -8 cm de diámetro), 20% de arena gruesa, 50% de tierra negra con lombrices y 10% de abono.
Recomienda unas 500 lombrices. Del abono prefiere el de vaca, cabra u oveja. No gusta de gallina, pollo, cerdo por estar contaminados con químicos a través del alimento. La matera se coloca en un soporte que permita colocar una vasija debajo para recoger el abono. El manejo es bien sencillo; hay que echar cada día un litro de agua en la parte superior, que va a producir el líquido que se recoge en la parte baja. Además de todo esto, la Dra Correa recomienda que en la parte superior se coloque una tacita con agua, porque, dice, la lombriz sale de noche, toma aguita y regresa a su puesto. Este es todo el cuento. Como ve una operación súpersencilla y súpereconómica. Esto se puede tener en la finca o en el apartamento, con una matera de tamaño acorde al tamaño del predio y servirá para las maticas ornamentales tan del afecto de las damas. Hacia la parte de arriba de la matera se coloca un poco de pasto seco, con el fin de que las aves no lleguen a buscar las lombrices. En nuestro caso tapamos la matera con un marco de angeo, se puede visualizar mejor y las aves no molestan.
Según la Doctora Correa este es un abono foliar para ser aplicado en fumigación, y en concentración del 10%, o sea 10 litros del abono, en 90 de litros de agua. En nuestra finca se ensayó con muy buenos resultados en plantas ornamentales, en pastos, en cacao y en cítricos. Al obrero se la hizo mejor aplicarlo puro, sin diluir, con el pretexto de no cargar tanta agua y a cambio aplicaba muy poca cantidad a cada planta. Así lo hemos seguido haciendo.
Periódicamente, en general cada mes, podrá observar que las lombrices ya han consumido todo el abono y aparece el humus, que es como tierra negra molida, señal que los animalitos no tienen alimento. Sacamos una cantidad de la parte superior y la llenamos con nuevo abono. El material sacado se aplica a las plantas que prefiera, va con buena cantidad de lombrices que ayudan en el mejoramiento de las plantas. Este es un abono foliar, para aplicar a las hojas, pero si cae al suelo, también allí se absorbe por la planta. Pensamos que cada año se puede sacar todo el material para renovar todo el sistema y volver a empezar. El líquido que sale en la parte baja es de color amarillo claro como de cerveza, y muy característico.
Este proceso tiene mayor importancia en estos tiempos de veranos cuando el agua está bien escasa y el riego tradicional se hace imposible. Y es que si compara la cantidad de agua que se requiere en el riego tradicional para empapar toda el área hasta la raíz, es una cantidad elevada; mientras que si sólo se trata de mojar las hojas baja muy sensiblemente esta cantidad. La aplicación se hace de acuerdo a las necesidades de cada caso, pero parece bien un riego al mes. Total se hace el riego tradicional para derretir los nutrientes y que bajen a la raíz para que sean absorbidos...la planta recoge el nutriente. En este otro sistema el nutriente entra a la planta no por la raíz sino por la hoja. Total...recoge el nutriente. En un comienzo empleamos la fumigadora tradicional, pero para facilitar la actividad, ahora empleamos los surtidores y como se trata sólo de bañar las hojas, el proceso es muy rápido, sólo cuestión de minutos...y corra el surtidor a otra parte y así rinde mucho el trabajo.
La presión del agua es muy baja en la finca, lo que nos llevó a conseguir una motobomba muy pequeña, de muy bajo consumo energético, pero suficiente para movilizar tres surtidores con muy buen rendimiento. Otros predios tienen la suerte de trabajar el agua por gravedad, lo que representa tamaña comodidad y ahorro. Si la presión es grande y bota las mangueras en la unión, en el mercado se consiguen acoples machos que tienen en un extremo rosca y en el otro el tubo para meter la manguera, asegurándola con una abrazadera. Estos acoples son metálicos y dan muy buen funcionamiento, sin dejar escapes molestos.
La Doctora Correa asegura que esto no es un lixiviado en la lombricultura sino un abono foliar diferente. Estimamos que es un sistema por demás económico, que tiene la facilidad de subir o bajar el tamaño, de acuerdo a las necesidades de cada predio. En una finca cacaotera tienen doce materas pues han visto el resultado del sistema. Recuerde en la situación caótica en que se encuentra nuestro universo. Este sistema ayuda, así sea en mínima parte, por lo menos a ahorrar el agua, indispensable para cualquier actividad en la vida. Tiene que ser un esfuerzo de todos. Por esto, cuente a sus amistades este sistema, que cualquier gota que se ahorre es valiosa y con el mejoramiento de la superficie forrajera volveremos a tener rebaños muy productivos. Hablar a la juventud para que tomen un rumbo de trabajar con la naturaleza y no en contra de ella como desafortunadamente se viene haciendo. No sabemos si haya casos en que no responda el sistema como se desea, pero bien vale la pena ensayar y si no se dan los resultados esperados...una linda mata le quitará el recuerdo.
Bucaramanga, Colombia, Enero del 2010