Con preocupación se ha venido observando, con una frecuencia cada vez mayor, que nuestras camuras, van mermando su producción láctea, con las consecuencias que son de imaginar y que ha llegado hasta una alta mortalidad en las crías, precisamente por la falta de leche.
Todo llega a indicar que estamos en una situación en la cual la genética va teniendo una buena participación, pues se ha ensayado en mejorar significativamente la ración del rebaño, sin que se hayan logrado los resultados esperados. Las madres no suben la producción de leche. Esto nos lleva a pensar que la genética es factor importante.
Y entonces qué se puede hacer ante esta situación? Hay varias conductas a seguir. Lo primero que se ocurre es seleccionar estrictamente el rebaño...la que no de la leche necesaria, va a sacrificio. Esta es una situación efectiva, pero muy demorada y costosa. Queda otra posibilidad y es intervenir en la genética. Por fortuna para todos, especialmente para las crías y para el bolsillo del camurocultor, al país se han importado algunas razas de ovejas productoras de leche. Entre ellas están la Ilde france y la Friesian. Son ovejas que en su medio, producen fácilmente dos y más litros al día.
Es de recordar que el Camuro nuestro es una raza ovina, que se ha formado por la razón sencilla de bajar ovejos de lana, del páramo, a tierras cálidas con el resultado de que el pobre animal botó su lana y cogió pelo, para defenderse del calor...pero sigue siendo ovino y sencillamente se ha producido una nueva raza ovina llamada ovejo de pelo...ovino de tierra caliente...o simplemente camuro...pero continúa siendo ovino y por ello responde bien a los cruzamientos con los de tierra fría y de lana; en nuestro caso con razas ovinas productoras de leche.
No se pretende tener camuras lecheras de las condiciones anteriormente descritas, sino que el rebaño suba la producción láctea, no pensando en un ordeño, sino que las crías tengan la leche suficiente para su desarrollo. Parece ser la solución más práctica; si la cría recibe buena cantidad de leche dará el resultado esperado. Tampoco se pretende mantener un rebaño de ejemplares puros, pues es bien sabido del camurocultor, que a mayor selección, mayor degeneramiento biológico. Representa esto que a más selección, más delicado se vuelve el animal. Nos queda la solución de emplear machos reproductores no puros, para no acrecentar mucho la genética lechera, en detrimento de la resistencia al medio en el cual está el rebaño.
Un macho media sangre generará un producto tres cuartos de criollo y un cuarto lechero y en este punto se ha solucionado el problemita lechero, manteniendo la resistencia necesaria a nuestros intereses, por los tres cuartos de criollo. Es mucho más sencillo manejar un macho reproductor media sangre, que uno puro. Todo indica la conveniencia de esta genética. En adelante se regresa a lo tradicional o sea trabajar con las razas tradicionales ya que a partir de las crías, hijas del macho propuesto, tendremos el problema solucionado.
Toda esta programación lleva a tener mejores animales en el rebaño...y la mejora en la clase del animal, exige que igualmente y en forma proporcional, se mejore el manejo y la alimentación. Pero es la única solución que tenemos ante las crecientes muertes de las crías del rebaño-
Aquí debemos dar un saludo de agradecimiento a quienes han hecho posible la presencia de estas razas que vienen a mejorar muestra camurocultura.
Bucaramanga, Colombia, Noviembre del 2009